Tratamientos quimicos en los almacenes de citricos

Tratamientos quimicos en los almacenes de citricos

La calidad, en su sentido más amplio, podemos considerarla como un compendio de calidades:

Para realizar un tratamiento fungicida a cualquier nivel, es necesario hacer un diagnóstico que nos permita utilizar los productos necesarios, a dosis adecuadas para el control de la enfermedad que nos ocupe en ese momento.

Este diagnóstico pasa por:

  • Conocimiento del fruto a tratar.
  • Conocimiento de los parásitos más frecuentes, que pueden dañar el fruto que queremos proteger.
  • Determinar la intensidad del ataque del patógeno a controlar.
  • Conocer los productos a utilizar:
  • Dosis
  • Eficacia
  • Toxicidad
  • Límite máximo de residuos (LMR)
  • Precio

Sin un buen diagnóstico, será difícil poder resolver los problemas, que los diferentes hongos nos plantean, en las centrales hortofrutícolas, con seguridad y rentabilidad.

Cualquier tratamiento en postcosecha con productos químicos debe estar dirigido a conseguir una calidad física y organoléptica suficiente hasta el momento del consumo de los frutos, todo lo demás es pura retórica.

Factores de calidad como color, firmeza, índice de madurez, porcentaje de zumo, etc. son los que indican si los frutos están en buenas condiciones, en función de la variedad, a la hora de su consumo.

Todo aquello que dentro de la legalidad y las buenas prácticas contribuya a lograrlo, adelante.

No debe olvidarse, que los cítricos desde su recolección hasta su consumo, deben pasar una carrera de obstáculos, en la que se producen heridas, golpes, contaminación de patógenos y malos tratos en general.

Debe cuidarse:

  • la recolección,
  • el transporte hasta el almacén y destino,
  • el desverdizado,
  • la manipulación en líneas y mercados,
  • los tratamientos químicos,
  • la frigoconservación.

como factores más importantes, a tener en cuenta.

RESISTENCIAS A LOS PRODUCTOS QUÍMICOS

Cuando un producto químico, no logra controlar la enfermedad, el insecto o la mala hierba, hacia los que está dirigido, se dice que hay resistencia a su acción.

En el caso de los patógenos, que producen daños a los cítricos en post-recolección, distinguiremos:

  • Resistencia natural: referida a hongos, a los que no les afecta, un determinado fungicida.
  • Resistencia adquirida: es la más importante en post-cosecha, por los graves problemas que conlleva y normalmente aparece, con el uso repetitivo de los productos químicos.
  • Resistencias debidas a deficiencias, en cuanto a dosis o utilización.

Hay que pensar, que los productos autorizados para su aplicación en post-cosecha, son muy limitados y el número de enfermedades a controlar, bastante elevado.

El soñar, que un producto, es la solución a todos los problemas, normalmente se paga muy caro, ya que no hay productos “panacea”.

Ello nos lleva, a tener que utilizar los productos de que disponemos, conociendo bien sus ventajas y sus inconvenientes, así como los patógenos que controlan y cuales no.

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PRODUCTOS QUÍMICOS MÁS UTILIZADOS EN POSTCOSECHA

Los grupos, en los que se pueden dividir, los productos químicos más utilizados en post-cosecha son los que se describen a continuación.

PRODUCTOS FUNGICIDAS

Se dice que un producto es fungicida cuando destruye los parásitos externos de las plantas o frutos, ya desarrollados sobre ellos.

PRODUCTOS FUNGIESTÁTICOS

Son aquellos que inhiben la germinación de las esporas de una especie de hongos determinada.

PRODUCTOS DETERGENTES

Son los utilizados para la limpieza de la fruta y en función del pH que tienen pueden ser alcalinos y neutros.

PRODUCTOS DESINFECTANTES

Estos productos adquieren cada día más importancia y, por ello, se analizan en un tema aparte.

La utilización en condiciones de los fungicidas en postcosecha, tiene que partir de minimizar los factores que influyen en la aparición de los podridos y de un diagnóstico preciso para aplicar los productos más adecuados para cada problema.

Hoy en día, se dispone de técnicas que bien aplicadas pueden reducir los problemas producidos por los hongos en los almacenes.

No hay que olvidar, a la hora de la aplicación de las mismas, que no pueden generalizarse para el conjunto de los frutos cítricos ya que hay que tener en cuenta:

  • Los tratamientos que se han realizado en campo, sobre todo los hormonales.
  • La variedad concreta a la que se realiza el tratamiento.
  • El estado de madurez de los frutos.
  • Cuando se trata de tratamientos “vía agua”, el ph de la misma y su estado sanitario.
  • La temperatura ambiente. Cada patógeno, tiene una temperatura ideal para su desarrollo.

De las técnicas, a las que hacíamos referencia, destacan por su importancia:

  • La aplicación de frío.
  • La utilización de atmósferas modificadas durante cortos períodos de tiempo.
  • La utilización de agua caliente, con sus limitaciones.
  • La aplicación de hormonas vegetales, tipo ácido giberélico y 2, 4 – D, que retardan el envejecimiento de la corteza y la caída de cálices, etc.

Todo esto, con la finalidad de:

  • Controlar las enfermedades latentes que nos llegan del campo.
  • Reducir al máximo las esporas en frutos y almacenes.
  • Evitar, en lo posible, la contaminación entre frutos.

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FAMILIAS DE PRODUCTOS MÁS UTILIZADOS EN POSTCOSECHA

BENZIMIDAZOLES
TBZ Buen control Penicillium. No controla Alternaria, Geotrichum ni Phytophthora
IMIDAZOLES
IMZ Excelente control Penicillium. Bajo control Botrytis y Geotrichum. Control regular de Alternaria y Colletotrichum
PROCLORAZ Actividad similar IMZ. Más efectivo Alternaria, Geotrichum y Trichoderma
DIGUANADINAS
GUAZATINA Controla infecciones incipientes de Penicillium y Geotrichum. No controla Alternaria ni Colletotrichum
ACYLALALINAS
FOSETIL – AL Sistémicos contra Phytophthora
FENOLES
OPP Prácticamente no se conocen resistencias, si las aplicaciones son correctas, sobre todo por vía seca donde no influye el pH del agua.
Tabla 2. Familias de productos más utilizados en postcosecha. (Fuente: Juan J. Tuset, IVIA, Moncada).

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BENZIMIDAZOLES

De los productos derivados del Benzimidazol, puede utilizarse en los almacenes de cítricos el Tiabendazol (TBZ, Tecto). Estos productos actúan sobre micelios en crecimiento y sobre esporas, tienen también cierto efecto de penetración. Aplicados sobre los frutos recolectados pierden su efecto “sistémico” comportándose como fungicidas de contacto.

  • Son compuestos, que se degradan por los productos de respiración de la fruta y las resistencias aparecen pronto.
  • Todos estos productos son insolubles en agua, lo cual hace que su distribución sobre el fruto sea deficiente.
  • El TBZ se utiliza mezclado con las ceras de abrillantamiento de cítricos a distintas dosis, aunque recomendamos como dosis mínima 5.000 ppm.
  • Productos activos contra Penicillium.
  • No controlan ni Alternaria ni Phytophthora.

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IMIDAZOLES

Como características del grupo podemos citar:

  • Actúan sobre micelios en crecimiento, evitando la formación de esporas y controlando las mismas, debido a la inhibición del Ergosterol, hormona responsable del crecimiento micelar.
  • Son penetrantes con acción “fungicida”.
  • Controlan ligeramente aquellas esporas que son resistentes a los derivados del Benzimidazol, entre ellas las de Alternaria Citri y Geotrichum Candidum.

El Imazalil se utiliza mezclado con las ceras de abrillantamiento y en tratamientos por inmersión se usa el sulfato de Imazalil, totalmente soluble en agua.

Producto muy activo contra Penicillium.

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FENOLES

El producto comercial utilizado es la sal sódica del ortofenilfenol (ortofenil fenato sódico, OPPNa tetrahidratado), su aplicación es “vía agua”.

  • Actúa a nivel de esporas únicamente y no tiene acción alguna por penetración.
  • Se ha observado que, a partir de 0,1%, actúa inhibiendo las esporas de las enfermedades más frecuentes en los almacenes.
  • Puede utilizarse en máquina de espuma o balsa, mezclado con detergente para lavar y tratar la fruta o adicionado a las ceras para abrillantamiento de frutos a las dosis de 3.500 ppm, 5.000 ppm y 7.000 ppm.
  • Actualmente es el más efectivo de los productos utilizados en balsas o máquinas de espuma.
  • Para su utilización es balsa, hay que vigilar rigurosamente el pH de la solución, que debe oscilar entre 11,5 y 12 ya que soluciones con pH inferior a 10, puede ocasionar quemaduras sobre la piel de los cítricos tratados y pH superiores a 12,5 limitan considerablemente la actividad del producto.
  • Su disolución en agua es perfecta.
  • Producto especialmente activo contra Penicillium y Rhizopus.

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