Corazon pardo en manzanas y peras
Esta fisiopatía, es debido a un exceso de gas carbónico (CO2), a nivel del corazón afecta a peras y a manzanas.
En los primeros momentos, puede observarse, un ensombrecimiento en los tejidos próximos a la zona carpelar, (zona de las semillas) y la presencia de un líquido denso y brillante, en el entorno de las semillas.
Posteriormente, la pulpa próxima al corazón, presenta un empardecimiento general y adquiere un aspecto seco, algodonoso y aparecen en la misma, las típicas oquedades, debidas al exceso de producción de CO2 endógeno. En este caso, las oquedades son grandes y no deben confundirse, con las producidas por exceso de CO2 exógeno, que originan unas pequeñas cavernas, que no pasan de 2 mm. Los frutos más sensibles, son los más gruesos.
Esta alteración es típica de peras, cuando se conservan en atmósfera controlada, aunque puede también observarse, en frío convencional.
Si la temperatura de conservación es muy baja, próxima a 0ºC, y la cantidad de O2 es inferior a la de CO2, existe una predisposición clara, a la aparición de la fisiopatía.
En el caso de conservación de fruta en ULO, es necesario respetar con todo rigor, las cifras de O2 y CO2, recomendadas para cada variedad.
Entre otros factores que tienen una influencia clara, en el desarrollo de esta alteración, citaremos:
- La madurez fisiológica avanzada, originada normalmente por prácticas culturales.
- La recolección tardía.
- El retraso de la puesta en frío de la fruta
- La madurez anticipada del corazón.
Aparece con frecuencia en variedades de pera, como Blanquilla, Alenjandrina y Conferencia y menos en Passa Crasana.
Entre las manzanas, es muy sensible a este problema la variedad Braeburn y en mucho menor grado, la variedad Golden Delicious.