Oídio o ceniza Uncinula necator en vid
Autor: José Javier Pérez de Obanos Castillo
El proceso infeccioso del oidio evoluciona a lo largo de las distintas estaciones del año, atravesando en cada una de ellas una fase diferente.
El origen de la enfermedad se produce en invierno, al fundirse los micelios masculinos y femeninos, sobre las hojas muertas de la vid. Una vez fundidos producen unos refugios seguros donde resguardarse durante el invierno. Así, se forma la espora de invierno (A-1), esporas sexuadas, que en primavera al brotar la viña salen del huevo. Por la acción del viento, se diseminan (A-2) y aterrizan so¬bre las nuevas hojas, jóvenes y sanas (B-3).
Por medio de unos órganos prensores y chupadores, llamados haustorios, perforan la piel de la hoja e introducen un tubo chupador en la célula parasitada (B-4). De esta forma, se inicia el consumo de alimento y la infección se asienta, El filtro blanquecino empieza a extenderse sobre el haz de la hoja (C-5), extendiéndose la infección al resto de las células, cuyos jugos son absorbidos (C-6) a través de los haustorios. Simultáneamente, se inicia una masiva producción de esporas (C-7), de hasta 20.000 por cm2.
Las nuevas esporas propagan la infección sobre otras hojas sanas (C-8), y provocan la expansión infecciosa a través de seis u ocho generaciones de forma explosiva.
Vista la biología del oidio, pasaremos a describir las distintas partes de que consta este hongo ectoparasitario. En el exterior de los tejidos vegetales se localiza su rnicelio, que actúa a través de los haustorios para extraer el alimento de las células.
Daños al cultivo
El hongo afecta a todas las partes verdes de la planta: hojas, sarmientos y racimos. La infección presenta síntomas diferentes en cada una de estas partes.
Las hojas aparecen crispadas algo amarillentas y cubiertas de un polvillo gris blanquecino.
En los sarmientos los síntomas se manifiestan a través de manchas difusas. Esta pigmentación, inicialmente es de color verde oscuro, tomándose al final casi negro. Los ataques fuertes pueden ocasionar un mal agostado de sarmiento, con la consiguiente disminución de reservas en las yemas.
En los racimos se localizan los daños más importantes, recubriéndose del polvillo blanco grisáceo antes citado. Si los ataques son fuertes, los granos detienen el crecimiento de la piel. Acaban reventándose y las pe-pitas salen al exterior, secándose los granos.
La pérdida de la cosecha, si no se toman las medidas de prevención oportunas, puede ser total y, en el mejor de los casos, puede llegar a afectar hasta el 60% en el peso de los racimos.
Control químico
Dentro de los productos de síntesis u orgánicos clásicos se incluyen diclofuamida, benomilo, metil-tiophanato, dinocap, etc. Estos por lo general son poco utilizados.
Los sistémicos/penetrantes (I.B.E.) son compuestos de materias activas de naturaleza química que se han desarrollado, la mayoría de ellas, en los últimos 15 años. Este tipo de fingicidas tiene generalmente un espectro de acción bastante amplio, al tiempo que controlan eficazmente diversas enfermedades en distintos cultivos. Su acción consiste en perturbar o inhibir la biosíntesis del ergosterol, que constituye lapared externa de los filamentos micélicos del hongo.
Estos productos, según sus estructuras químicas, se dividen en cinco grupos distintos: imidazoles, morfolinas, piperazinas, pirimidinas y triazoles, siendo estos últimos los más amplios.
La penetración de los productos dentro de la planta es bastante rápida y, por lo general, se trasloca acropétalamente en su interior. En definitiva, es preciso señalar que la acción preventiva contra el hongo es mejor que la curativa.
Materias activas recomendadas.
- azufre + nuarimol
- diclobutarazol
- fenarimol
- flusilazol
- hexaconazol
- myclobutanil
- nuarimol
- penconazol
- pirifenox
- triadimenol
- triflorina
- diniconazol
- cyproconazol
- Cyproconazol + azufre
- fenarimol + azufre
Recomendaciones en los tratamientos
Como el oidio de la viña es un hongo externo, los tratamientos deben empezarse pronto, es decir, de forma preventiva. Siempre será más fácil que tener que curar la enfermedad e incluso erradicarla.
La forma de lucha estará condicionada en función de la situación de la pamela, variedad, forma de cultivo,
Prácticas culturales y condiciones climáticas.
En función de lo propensa que pueda ser una parcela a ser atacada por oídio, el número de tratamientos aplicables será, como máximo, de cuatro para productos sistémicos y como mínimo de seis para los azufres.
Las fechas aproximadas de aplicación pueden ser:
- 1) 10-20 cm. longitud del sarmiento
- 2) Floración terminando
- 3) Grano tamaño garbanzo
- 4) 10-15% del racimo enverado.
A pesar de emplear productos sistémicos, no hay que dejar de aplicar algún tratamiento de azufre en cualquiera de sus formas por su polivalencia.
Tan importante como utilizar los productos sistémicos, como son los azufres, es que las plantas y racimos queden bien cubiertos por los productos empleados.
Como resumen, podemos decir que la primera aplicación será con un producto sistémico con el fin de paralizar o no dejar entrar la enfermedad. Las siguientes aplicaciones pueden realizarse con sistémicos o con azufres o alternando unos y otros. Esto ya queda a criterio del agricultor según su problema.
El problema del oidio no es tal si las aplicaciones se realizan correcta y racionalmente.
El tratamiento químico es muy importante realizarlo si el año anterior hubo problemas de esta enfermedad en la parcela.
Al ser esta enfermedad de desarrollo externo, se puede combatir una vez que aparece (el Mildiu sólo puede prevenirse).
En aquellos sitios donde la enfermedad no sea crónica, se puede esperar hasta que veamos los primeros síntomas y tratar con azufre (en pulverización o espolvoreo).
El producto más utilizado es Azufre, el histórico preventivo y de control en las primeras fases de desarrollo de la enfermedad. Es barato y además frena a los ácaros. Dinocap se usa mucho menos eficaz.
No tratar con Azufre con temperaturas superiores a los 32ºC puesto que se pueden producir quemaduras en las hojas. Aplicar el azufre a primeras horas de la mañana o últimas de la tarde, para evitar quemaduras que pueden darse con temperaturas altas.
Como norma general, habrá de tenerse en cuenta que el azufrado se hará después del tratamiento con Caldo bordelés (sulfatado) y no antes, para evitar quemaduras. Debe hacerse en espolvoreo.
Hola
– seria suficiente para tratar el oídio solo con azufre o seria conveniente mezclar con otro producto.
Gracias.
hola, muy buen post.
algunos comentarios:
– las figuras c- no se ven, al menos en mi navegador
– se agradecería una explicación de los productos sistémicos, para los que no somos expertos. Azufres y sulfatos son ya más conocidos.
– estaría muy bien alguna foto de esporas sexuadas, para identificarlas si las vemos en las ojas. (p.ej. ¿se ven a simple vista?)
Felicidades por el post y muchas gracias.
Jose
por correo perito.agricola@ono.com
con que puedo tratar mis parras, ya que en el tronco les sale unas especie de cochinilla de color marron, que se agrupan en las intersecciones de los troncos de las parras y que al tocarlas se desprenden como si estuvieran secas y se desmoronan como en polvo.
me gustaria insertar unas fotos, pero no se como.
Hola Eusebio
Si se puede mezclar el tratamiento de dos enfermedades.
Para los injertos mejor consulta con un técnico de la zona,
respecto de las mariquitas no hacemos labor comercial pero te dejo un enlace para consultar http://www.agroecologia.net/
Gracias por leernos y recomiéndanos 😉
– se pueden mezclar el tratamiento del mildiu con el del oidio
– que época es mejor para injertar cerzos y ciruelos, y cuando se cojen las puas. esto sería en Guadalajara
– donde se pueden conseguir mariquitas, con garantia.
muchas gracias
Eusebio