Medios de defensa fitosanitaria
A lo largo de los años, los medios de lucha contra las plagas han ido evolucionando
en función de:
- • Mayores conocimientos de los ecosistemas.
- • Mayor nivel técnico del agricultor.
- • Aparición de nuevos problemas:
- – Nuevas plagas (ácaros, minadores,…).
- – Intensificación de ataques de plagas ya existentes.
- – Aparición de fenómenos de resistencia.
- – Aumento de la contaminación del medio ambiente.
- – Aumento de costes. Problemas de residuos en alimentos.
En una primera fase, la llamada “lucha química tradicional o sistemática”, se basa en una utilización, sin discriminación, de los fitosanitarios más eficaces, según un esquema fijo y preestablecido. Las aplicaciones se realizan de acuerdo con un calendario, haya o no haya plaga; su mayor defecto es la falta de racionalización por un desconocimiento de biología, momento oportuno, acción de los productos, (…), sobre la plaga a controlar. Con este sistema se produce la aparición de resistencias y la aparición de nuevas plagas y enfermedades debido a factores como la reducción de la fauna útil, cambios fisiológicos en la planta que mejoran su calidad nutritiva en calidad y cantidad, provocando un aumento del potencial biótico de algunas plagas.
En una segunda fase, llamada “lucha química aconsejada”, se basa en la utilización reflexiva de fitosanitarios de amplio espectro de acción en relación a un servicio de avisos. El agricultor trata en función de unos avisos de tratamiento dados por un Servicio Oficial o casa comercial. Estos avisos son de carácter general para una zona a través de un Boletín de Avisos e Informaciones o bien, radio, prensa, (…). En este aviso se indica el momento oportuno, productos aconsejados, precauciones, (…).
Como limitaciones principales se señalan:
- • Son avisos generales para una zona amplia.
- • No todas las plantaciones tienen los mismos problemas.
- • El agricultor necesita unos conocimientos mínimos para reconocer las plagas de
- su plantación.
- • Sigue existiendo riesgo de aparición de resistencias.
En la tercera fase aparece la “lucha dirigida”, con tres características principales:
- • Introducción del “nivel de tolerancia”.
- • Uso de fitosanitarios de menor repercusión ecológica.
- • Protección de organismos auxiliares existentes.
En resumen, esta lucha supone un mayor grado de racionalización, en la cual el agricultor, mejor formado, mantiene una relación con un asesor técnico para trabajar a nivel de plantación. Se consigue un control eficaz de las plagas, con menor riesgo para aplicadores, consumidores, animales domésticos, fauna silvestre y medio ambiente, idea que define la “Buena Práctica Agrícola”.
En el esquema de evolución de protección se llega a la “protección integrada”, cuyas características principales son:
- • Además de considerar la plaga objetivo a tratar, es preciso plantearse cómo influyen
- nuestras actuaciones en el agroecosistema, es decir, tiene en cuenta el medio ambiente.
- • No pretende eliminar la plaga, sino mantenerla por debajo de umbrales de tolerancia
- previamente fijados.
- • Utiliza una serie de técnicas culturales, varietales, mecánicas, químicas y, sobre todo, biológicas, dando prioridad siempre a los procedimientos no químicos.
- • Sólo se justifica la aplicación de medios de control cuando el nivel de plaga sobrepasa
- un umbral de tolerancia económica.
- • Los medios de lucha empleados no deben impedir, dentro de lo posible, la acción de los factores naturales de mortalidad de la plaga.
- • El método de lucha debe proteger adecuadamente el cultivo y permitir la obtención de cosechas rentables.
Como inconvenientes cabe citar:
- • Necesidad de que el agricultor tenga una importante formación o asistencia técnica.
- • Mayor dedicación en las observaciones periódicas para estimar los niveles de plaga.
- • Existe un mayor riesgo en las decisiones.
Al concepto de protección integrada se añade otro más amplio que no sólo tiene en cuenta el control de las plagas y enfermedades, sino que también regula el manejo equilibrado de los cultivos: riego, abonado ajustado, prácticas culturales, poda, optimización de insumos, (…), llamado producción integrada con una respuesta máxima a las exigencias, y se define como “un sistema de producción de alimentos que utiliza al máximo los recursos, los mecanismos de regulación naturales y asegura, a largo plazo, una agricultura viable”.
Las técnicas se eligen cuidadosamente, teniendo en cuenta la protección del medioambiente, la rentabilidad y las exigencias sociales.
Sus características son:
- • Integra los recursos naturales y los mecanismos de regulación en las actividades de explotación agraria para minimizar los aportes de insumos procedentes del exterior de la explotación.
- • Asegura una producción sostenible de alimentos y otros productos de alta calidad mediante la utilización preferente de tecnologías respetuosas con el medio ambiente.
- • Elimina o reduce las fuentes de contaminación provocadas actualmente por la agricultura.
- • Mantiene las múltiples funciones de la agricultura.
- • Mantiene los ingresos de la explotación agraria.
Por último, aparece el control biológico, que se basa exclusivamente en el empleo o apoyo de fauna auxiliar y la utilización de productos fitosanitarios de origen natural (no de síntesis química). Este sistema genera muchos beneficios al agricultor y al consumidor, garantizando, en todo momento, principios básicos de seguridad alimentaria y respeto al medio ambiente. También exige un nivel alto de conocimientos del agricultor en la identificación de enemigos de los cultivos y de la fauna asociada a cada uno de ellos.
1. Niveles y umbrales en el manejo de plagas
Uno de los aspectos fundamentales del manejo integrado es el establecimiento y determinación de umbrales de intervención/tratamiento. Los niveles económicos se caracterizan por:
- • ser la clave en los programas de manejo integrado, ya que nos apoyamos en ellos para tomar decisiones,
- • indicar la medida a tomar en cualquier situación,
- • ayudar a aumentar el beneficio y conservar el medio ambiente,
- • expresar la densidad de plaga, es decir, el número de insectos / unidad de muestra (planta, hoja, racimo,…) y
- • por tanto, tener atributos biológicos y económicos.
2. Estrategias en manejo integrado
Se entiende por estrategia la elaboración de un plan para controlar una plaga. La importancia de la plaga viene determinada por las características propias del insecto y por el cultivo.
La estrategia puede consistir, por tanto, en introducir modificaciones sobre el insecto, sobre el cultivo o sobre ambos. Los tipos de estrategias pueden ser los siguientes:
- • No tomar medidas (no hacer nada).
- • Reducir la densidad poblacional del fitófago.
- • Reducir la susceptibilidad de la planta.
- • Combinar las dos anteriores.
2.1. No tomar medidas
No se tomará ninguna medida de control cuando la densidad poblacional del fitófago está por debajo del NED (nivel económico de daños). Este caso suele ocurrir con fitófagos que originan daños indirectos, es decir, que no atacan directamente al órgano cosechable. Para tomar esta decisión, es necesario realizar un muestreo riguroso que nos asegure que lo más apropiado es no tomar medidas.
2.2. Reducir la densidad poblacional del insecto
Es la estrategia más frecuente en control de plagas. Se utiliza como medida curativa, cuando la población del insecto alcanza el NED o como medida preventiva.
2.3. Reducir la susceptibilidad del cultivo al daño
Es una estrategia efectiva y deseable para conservar el medio. Para su aplicación es preciso introducir cambios en la planta, tales como:
• utilización de variedades tolerantes o resistentes,
• control del vigor de la planta,
• cambios en la fecha de siembra o plantación,
• manejo agronómico equilibrado,
• (…).
2.4. Combinación de estrategias
El combinar las estrategias anteriores es la acción más conveniente, siempre que sea posible, siendo un principio básico para el desarrollo del manejo integrado.