Las plagas en los vegetales o cultivos vegetales
Las plagas son agentes nocivos que provocan una acción traumática sobre el vegetal.
Las constituyen todos los animales, excepto nematodos.
Agronómicamente, se considera a esos fitófagos como plaga agrícola, cuando causan daños económicos, lo cual depende de sus niveles poblacionales.
Por su importancia agronómica, destacan los insectos y ácaros.
Insectos
Pertenecen a los artrópodos, con tres pares de patas, dos, una o ningún par de alas y con el cuerpo dividido en cabeza, tórax y abdomen.
Su cuerpo es blando y está cubierto por una sustancia, la quitina, que actúa a modo de esqueleto externo. El tipo de reproducción es sexual y, en general, son ovíparos.
Su importancia, dentro de la naturaleza, no sólo es por la facilidad de reproducción y, por tanto, del número de individuos, sino por el gran número de especies (cerca de un millón), causando daños, no sólo directos, al alimentarse de las plantas, sino como transmisores de enfermedades. El aparato bucal de los insectos va a determinar el régimen alimenticio y su clasificación.
El insecto sufre una serie de cambios morfológicos producidos durante el desarrollo, que dan lugar a diferentes estados o fases en la vida del insecto, llamado metamorfosis,
aspecto fundamental para establecer las adecuadas estrategias de control en función del estadío más sensible del insecto a los fitosanitarios y saber en qué fase es la que genera daños en el cultivo. Los insectos pasan por los estados de huevo, larva, pupa y adulto.
Ácaros
Hace años, los ácaros no tenían importancia económica. Actualmente representan los mayores problemas en gran número de cultivos. Como causas más importantes de esta evolución se señalan la intensificación de los cultivos (abonados intensivos, gran presión de tratamientos fitosanitarios), utilización de determinados fitosanitarios y modificaciones en el medio, entre otras.
Son de pequeño tamaño, entre 0,1 y 10 mm. Son animales que se diferencian claramente de los insectos, porque carecen de alas, tienen el cuerpo dividido en dos partes (cefalotórax y abdomen) y el número de patas es variable, generalmente de cuatro pares –en estado adulto– y las fases larvarias tienen tres pares (eriófidos dos pares). Las fases de desarrollo son similares a las de los insectos.
Desde un punto de vista agronómico, es interesante conocer una distinción entre aquellos que sean parásitos de plantas (fitófagos) y aquellos beneficiosos al depredar a otros artrópodos plaga (depredadores).
Moluscos, miriápodos, aves y mamíferos
Este tipo de animales pueden, en algunas ocasiones, provocar daños graves en los cultivos. Los síntomas, en general, son: hojas comidas, cuello de plantas y frutos roídos. Entre los moluscos, destacan los caracoles y babosas, según tengan concha o no. Pueden causar daños importantes, sobre todo, en cultivos hortícolas.
Los miriápodos más conocidos, como ciempiés y los milpiés, pueden llegar a alcanzar niveles de plaga, por lo que habrá que actuar contra ellos.
También algunas aves y mamíferos, ocasionalmente, pueden ocasionar daños importantes en los cultivos, bien conocidos. Agronómicamente este grupo no tiene gran importancia.