Herbicidas en Olivo Vid Cerezo Ciruelo Manzano Peral Melocotonero Albaricoque

Herbicidas en Olivo Vid Cerezo Ciruelo Manzano Peral Melocotonero Albaricoque

Fuente Boletín de Avisos del Centro de Sanidad y Certificación Vegetal del Gobierno de Aragón

Los herbicidas utilizables pertenecen a tres grupos:

HERBICIDAS PERSISTENTES

Se aplican al suelo para ser absorbidos por las raíces o coleóptilos de las hierbas en germinación. Suelen permanecer largo tiempo en el suelo, necesitan humedad para su actuación y han de aplicarse con el suelo desnudo. ¡Cuidado con las dosis! Emplear las dosis mínimas recomendadas. Si se sobredosifica y siguen lluvias abundantes puede dañarse el cultivo y se puede provocar la contaminación de los acuíferos.
La aplicación de herbicidas persistentes o de su mezcla con foliares deberá hacerse, en su caso, cuando las plantas de cultivo tengan más de cuatro años.

Para utilizar en suelos que se encuentran LIMPIOS DE MALAS HIERBAS en el momento de la aplicación.
F: Frutales O: Olivo V: Vid

HERBICIDAS PERSISTENTES

HERBICIDAS FOLIARES

Han de ser aplicados sobre las partes verdes de las malas hierbas, pudiendo tener efecto sistémico (lento y penetrante) o de contacto (rápido y superficial) por lo que su aplicación deber ser dirigida sin mojar las partes verdes del cultivo. Deben ser empleados en invierno,
4-6 semanas antes de la floración, o como complemento a un tratamiento con herbicidas residuales en primavera o verano. No conviene tratar inmediatamente después de la poda de la vid.

Para utilizar en suelos que se encuentran CON MALAS HIERBAS en el momento de la aplicación.

HERBICIDAS FOLIARES

HERBICIDAS MEZCLAS DE FOLIARES Y PERSISTENTES

Reúnen las características de los dos grupos, por tanto, su aplicación debe ser dirigida contra las malas hierbas, necesitando humedad en el suelo. Su época de aplicación es al comienzo de la primavera. Comprobar si se puede aplicar o no sobre aceituna caída para recolectar.

Para utilizar en suelos que se encuentran CON MALAS HIERBAS en el momento de la aplicación.
F: Frutales O: Olivo V: Vid
IMPACTO AMBIENTAL: BAJO, MEDIO, ALTO

HERBICIDAS MEZCLAS DE FOLIARES Y PERSISTENTES

COMO REDUCIR EL RIESGO DE APARICIÓN DE RESISTENCIAS A LOS HERBICIDAS SEGÚN EL MODO DE ACCIÓN DE LOS MISMOS

En los cultivos leñosos existen poblaciones de coniza y vallico resistentes a glifosato en algunas zonas de España.
En los cuadros, los indicativos en letras que aparecen entre paréntesis en la columna de observaciones informan sobre el modo de acción del herbicida. Para reducir el riesgo de aparición de poblaciones resistentes se recomienda evitar el uso continuado del mismo herbicida o de herbicidas que tengan el mismo modo de acción (por ejemplo: orizalina y pendimetalina, ciclodim y cletodim, etc.), por lo que no se aconseja tratar más de 2 años seguidos con herbicidas que respondan al mismo indicativo, especialmente con los grupos que tienen más riesgo de producir resistencias, y alternar con métodos no químicos (labores, siegas, etc.). Insistimos en la necesidad de extremar las precauciones para evitar la aparición de resistencias.

Produccion integrada en vid en la Comunidad Valenciana 2014

Produccion integrada en vid en la Comunidad Valenciana 2014

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Práctica: preparación del terreno

Norma estricta o prohibición

  1. Es obligatorio eliminar los restos procedentes de anteriores culti­vos.
  2. Queda prohibida la desinfección química del terreno, salvo casos técnicamente justificados y autorizados por el organismo oficial correspondiente.
  3. En los terrenos que anteriormente hayan tenido vid deberá dejarse sin cultivar vid al menos 4 años si se han observado ataques de hongos del suelo, nematodos u otros parásitos del suelo, salvo en caso de rea­lizar prácticas alternativas como la solarización.

Recomendación

  1. En los terrenos que anteriormente haya tenido vid es conveniente dejar un periodo de 7 años antes de establecer una nueva plantación de este cultivo. En ese periodo es aconsejable el cultivo de algún cereal o leguminosa.
  2. Efectuar una aportación de materia orgánica y abonado de fondo según los datos obtenidos del análisis del suelo.

Práctica: plantación

Norma estricta o prohibición

  1. En las nuevas plantaciones el material vegetal utilizado deberá proceder de productores oficialmente autorizados, estar certificado y con pasaporte fitosanitario.
  2. Todas las parcelas que se acojan al programa de producción inte­grada, deberán cumplir los requisitos legales a efectos de autorización de plantación de vid.
  3. La disposición de las filas de las cepas será aquella que minimice la erosión del terreno.
  4. Queda prohibido cultivar de pie directo. El patrón empleado debe­rá adaptarse a las condiciones edáficas y climáticas de la parcela así como de la variedad empleada (anejo I).
  5. Será preceptivo realizar un análisis del suelo y elegir el patrón más adecuado teniendo en cuenta el contenido en caliza activa, tex­tura, resistencia a la sequía, humedad, salinidad, etc. y afinidad con la variedad a establecer (anejo I)
  6. Las variedades elegidas en viñedos amparados por Denominacio­nes de Origen u otras figuras de calidad reconocidas deberán atenerse a lo reglamentado por ellas.
  7. No se pueden tener otros cultivos asociados al de la vid en parce­las dentro del programa de producción integrada.
  8. En parcelas ya establecidas en el momento de su incorporación a la producción integrada debe realizarse una evaluación de la inciden­cia de virosis.

Recomendación

  1. En cuanto al número de cepas por hectárea y marcos de planta­ción, se estará a lo establecido por las Denominaciones de Origen u otras figuras de calidad reconocidas, y en cualquier caso en función de la pluviometría o disponibilidad hídrica de cada zona, suelo y posibili­dad de obtención de uva de calidad.
  2. La manifestación de síntomas de enfermedades víricas en más del 20% de las cepas, aconseja el arranque de las mismas y su no inclu­sión en producción integrada.
  3. La orientación de las formaciones en espaldera debe ser N-S o NW-SE siempre que sea posible.
  4. La zona de unión patrón-injerto debe quedar sobre la superficie del suelo.

Práctica: riego

Norma estricta o prohibición

  1. En caso de que se riegue deberán utilizarse técnicas de riego que garanticen una mayor eficiencia en el uso del agua y la optimización de los recursos hídricos.
  2. En lo referente a la práctica del riego se deberá tener en cuenta lo previsto en los reglamentos de las Denominaciones de Origen u otras figuras de calidad reconocidas.
  3. Se deberá mantener en buen estado de conservación los sistemas de distribución del agua para evitar la pérdida de los recursos.
  4. Se deberá disponer de las características analíticas de calidad y de contenido de nutrientes del agua de riego, al objeto de tomar las deci­siones sobre su utilización.
  5. Se prohíbe la utilización de aguas residuales sin previa depuración, así como de aguas caracterizadas por parámetros de calidad intolera­bles para el cultivo, el suelo o para la salud pública.

Recomendación

  1. No utilizar aguas de riego cuya conductividad eléctrica a 25°C supere 1,5 dS/m ó el contenido de cloruro sea superior a 500 mg/l. Se aconseja la realización de un análisis de agua, al menos, cada 3 años.
  2. El volumen máximo anual utilizado en riego no deberá superar:
    1. – Uva de mesa 5.000 m’/ha y año en riego localizado y 6.000 m’/ ha y año en riego a manta.
    2. – Uva de vinificación: 1.500 m’/ha y año en riego localizado y 1.700 m’/ha y año en riego a manta.
  3. En riego localizado:
    1. – Salvo en caso de que se trate de instalaciones para riego de apoyo, el coeficiente de uniformidad del sector de riego (eficiencia de aplicación) deberá ser, como mínimo, del 85%.
    2. – Para determinar la dosis de riego, se recomienda utilizar los datos de evapotranspiración de referencia (ET0) de la estación del Sis­tema de Información Agroclimática para el Regadío en la Comunidad Valenciana más próxima a la explotación y tener en cuenta el aporte de agua por la lluvia. La dotación de agua a aportar, en un período determinado, se calculará tal como se indica en el anejo II.
    3. – Se recomienda utilizar la aplicación informática del Programa de Asesoramiento para Riego Localizado del Servicio de Tecnología del Riego.

Práctica: fertilización

Norma estricta o prohibición

  1. El suministro de nutrientes se efectuará fundamentalmente a través del suelo. Las aportaciones de abonos foliares sólo se utilizarán cuan­do estén técnicamente justificadas.
  2. Se realizarán análisis de suelo para conocer las características y composición en nutrientes del suelo, como mínimo uno cada 5 años y siempre el primer año de incorporación al programa de producción integrada.
  3. Se realizarán análisis foliares al menos uno cada tres años para comprobar que el programa de fertilización adoptado es el adecuado o, en otro caso, para su corrección.
  4. Dichos análisis se acompañarán al libro de explotación, estando a disposición de los organismos encargados de la supervisión de la pro­ducción integrada.
  5. El programa de abonado se confeccionará en base a los resultados de los análisis antes citados, teniendo también en cuenta otros factores como: composición del agua de riego, variedad, rendimientos, edad de la plantación, calidad del fruto, comportamiento vegetativo de la plan­tación, sistema de manejo y tipo de suelo.
  6. Las cantidades de macronutrientes (N-P-K) por hectárea y año no podrán superar las señaladas como límite en el anejo III.
  7. Se descontará el nitrógeno aportado procedente de la materia orgá­nica o del agua de riego.
  8. Los oligoelementos sólo se aplicarán cuando un análisis previo determine su insuficiencia.
  9. Quedan prohibidas las aplicaciones de nitrógeno nítrico en los márgenes de las parcelas lindantes a corrientes de agua.
  10. Los abonos orgánicos y minerales deben presentar un bajo con­tenido en metales pesados y otros productos tóxicos, sin exceder los límites legales establecidos.
  11. En todo caso, y para aquellas explotaciones agrarias ubicadas en términos municipales designados por el Decreto 13/2000, de 25 de enero, del Gobierno Valenciano, como zonas vulnerables a la conta­minación de las aguas por nitratos procedentes de fuentes agrarias, el aporte de nitrógeno se ajustará a las cantidades, si son menores a las exigidas en esta reglamentación, y periodos de prohibición de ferti­lización nitrogenada establecidos en el correspondiente Programa de Actuación aprobado por Orden de la Conselleria de Agricultura, Pesca y Alimentación.

Recomendación

  1. El abonado nitrogenado debería fragmentarse en tres aportaciones anuales.
  2. Los niveles de elementos nutritivos en hojas, en el periodo de cua­jado a envero, no deben estar en niveles de carencia o de exceso (anejo IV).
  3. Aportar por lo menos un 20% de las necesidades nitrogenadas en forma de nitrógeno orgánico, procedente de compost organo-mineral o de estiércoles bien hechos y con garantías de estar exentos de agentes patógenos, en el caso en que se aplique a manta.

Práctica: fitorreguladores

Norma estricta o prohibición

  1. Queda prohibido el uso de fitorreguladores y similares. Se exclu­yen de esta prohibición aquellas variedades en las que resulte impres­cindible su uso como el tratamiento con ácido gibelérico en variedades apirenas, o casos parecidos, y siempre bajo control técnico.

Recomendación

  1. Se recomienda la adopción de labores culturales que favorezcan la calidad de la producción, como poda en verde, aclarado de racimos, etc.
  2. El anillado puede utilizarse para incrementar el tamaño de bayas en variedades apirenas.

Práctica: poda

Norma estricta o prohibición

  1. La poda se llevará a cabo con un planteamiento técnico, teniendo en cuenta los principios fundamentales que rigen dicha práctica, para maximizar su eficacia y rentabilidad, adaptándose a las exigencias de cada variedad, a su índice de fertilidad y otros factores agronómicos.
  2. Las podas se efectuarán anualmente (en verde y en seco), ya que es fundamental para el cultivo de la vid, pues sirve para mejorar la calidad, evitar la vecería, mejorar la eficacia y reducir el consumo de productos fitosanitarios y facilitar la recolección de los frutos.
  3. La poda en verde se realizará con instrumentos cortantes (tijeras, cuchillos, etc.).
  4. Se deberán desinfectar los instrumentos de corte cuando se cambie de parcela o variedad.

Recomendación

  1. Los restos de poda se aconseja triturarlos e incorporarlos al terreno. En caso de que manifiesten síntomas de ataque de plagas o enfermedades, se retirarán del campo y se quemarán inmediatamente.
  2. La poda se realizará en tiempo seco.

Práctica: manejo del suelo y control de malas hierbas

Norma estricta o prohibición

  1. En las labores mecánicas no deben utilizarse aperos que destruyan la estructura mecánica del suelo y propicien la formación de suelas de labor.
  2. Se realizará el mínimo laboreo necesario y se adoptarán medidas para la conservación del suelo.
  3. La utilización de herbicidas, normalmente deberá restringirse a los usos siguientes:
    1. – Viñas en espaldera o en riego por goteo, en aplicaciones localizadas en bandas de 60-70 cm de anchura.
    2. – Viñas con rodales de malas hierbas de tipo perenne.
  4. No deberán utilizarse herbicidas hormonales.
  5. La elección del producto a utilizar dependerá del tipo de mala hierba a controlar, y de su estado de desarrollo. Los herbicidas permitidos son aquellos autorizados para el cultivo de la viña en el Registro Oficial de Productos Fitosanitarios del Ministerio de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino.

Recomendación

  1. Se preferirán las labores mecánicas a los medios químicos.
  2. No es recomendable el laboreo de verano en los secanos, porque favorece la evaporación del agua del suelo y rompe muchos sarmientos.
  3. No es recomendable el laboreo profundo en plantaciones adultas con el fin de preservar las raíces superficiales.
  4. Es recomendable un laboreo superficial en primavera, cuando el suelo está en tempero, pues permite des compactar y mejorar la infiltración, además de eliminar las malezas emergidas.
  5. En aquellas plantaciones que dispongan de cubierta vegetal durante los meses de otoño-invierno, se deberá mantener durante tal periodo, suprimiéndola al final del invierno.
  6. Recomendaciones especiales para algunos viñedos
    1. – En viñedos con excesiva pendiente.
      1. Sembrar gramíneas en fajas situadas perpendicularmente a la pendiente, para detener la escorrentía y la erosión.
    2. – En viñedos en zonas húmedas o encharcadas.
      1. Establecer cobertura vegetal y segar periódicamente entrelineas. De esta forma se protege el suelo de la erosión y se favorece la infiltración. Además la cobertura vegetal, sirve para controlar la vegetación excesiva de la vid.
    3. En viñedos jóvenes
      1. Establecer un acolchado de plástico negro situado en línea bajo las cepas. De esta forma se permite el control de malas hierbas y disminuye la evaporación, conservando bastante bien la estructura del suelo.

Práctica: control de plagas y enfermedades

Norma estricta o prohibición

  1. En el control de plagas y enfermedades, se antepondrán los métodos biológicos, biotécnicos, culturales, físicos y genéticos a los métodos químicos.
  2. En cada unidad territorial homogénea es obligatorio realizar el seguimiento del ciclo biológico de las plagas y enfermedades y la evaluación del riesgo tal como se indica en el anejo VI.
  3. El tratamiento químico deberá responder a una situación de estimación poblacional de la plaga o enfermedad justificada, y como única alternativa para el control del problema fitosanitario presente. A tal fin, se considerarán los umbrales recomendados en el anejo VI.
  4. El nivel de población de plaga previo a la realización de cada tra­tamiento deberá anotarse en el libro de explotación.
  5. Las materias activas a utilizar, reflejadas en el anejo VI, han sido seleccionadas en base a criterios de toxicidad, efecto sobre la fauna auxiliar, impacto ambiental, eficacia y residuos. Se indican con «R» los productos, recomendados y con «Tol» los tolerados.
  6. Se respetará especialmente los ácaros fitoseidos, y los insectos cri­sópidos, coccinélidos y calcídidos.
  7. Queda prohibido el uso de formulaciones clasificadas como «Muy Tóxicas» (T+).
  8. Se prohíben los tratamientos periódicos y sistemáticos sin justifi­cación técnica (calendarios de tratamientos).
  9. Queda prohibido abandonar el control fitosanitario antes de la finalización del ciclo vegetativo del cultivo; así como el empleo de productos fitosanitarios en los márgenes de las corrientes de agua.

Recomendación

  1. Se tendrá especial cuidado en aplicar las medidas indirectas de protección del cultivo, como la elección de variedades o clones resis­tentes, elección adecuada de los sistemas de plantación y conducción del viñedo, evitar el exceso del nitrógeno, manejo de la vegetación para favorecer la aireación y mantenimiento en invierno de la cubierta vegetal.
  2. Alternar, en la medida de lo posible, las materias activas usadas en el control de plagas, enfermedades o malas hierbas.
  3. Con carácter general, se recomienda la disminución en lo posible del área tratada, así como la alternancia de materias activas con dife­rente tipo de actividad sobre el problema a controlar.
  4. La presencia de residuos deberá minimizarse mediante la máxima ampliación posible de los plazos de seguridad.

Práctica: maquinaria de aplicación

Norma estricta o prohibición

  1. La maquinaria utilizada en la aplicación de productos fitosanita­rios, herbicidas, abonados foliares, etc., deberá encontrarse en adecua­do estado de funcionamiento, lo que permitirá elevar la eficacia de su utilización, y por tanto disminuirá los efectos contaminantes que pro­vocan las pérdidas incontroladas, con un sensible ahorro económico.
  2. La maquinaria de aplicación de productos fitosanitarios deberá someterse a una revisión por el organismo competente cada tres años, y todos los años por el productor. Sólo en el caso de que el equipo sea declarado apto, podrá seguir empleándose para los tratamientos de lucha integrada, para cuyos efectos será debidamente identificado.
  3. Cuando se utilicen pulverizadores hidráulicos con disparadores de acción manual, éstos deberán ser regulables en caudal y ángulo de cono de salida.
  4. El responsable de los tratamientos y los aplicadores deberán estar en posesión del carnet de manipulador de plaguicidas de uso fitosani­tario correspondiente.
  5. Para la correcta aplicación de los tratamientos se tendrá en cuen­ta las condiciones meteorológicas (temperatura, velocidad del viento inferior a 15 km/h, etc.).
  6. Los volúmenes máximos de caldo y caudal de aire de los trata­mientos fitosanitarios se ajustarán a los parámetros precisos, teniendo en cuenta el estado fenológico del cultivo para obtener la máxima efi­cacia con la menor dosis.
  7. El sistema de carga de los depósitos y su transporte no debe permi­tir vertidos de ningún tipo a las acequias, canales, caminos, etc.

Recomendación

  1. Calibrar la maquinaria antes de comenzar los tratamientos, ade­cuando los reglajes a los requerimientos de cada tipo de aplicación.
  2. La maquinaria empleada debe asegurar un correcto reparto del producto y ausencia de deriva. Se recomienda el empleo de boquillas de baja deriva.
  3. Extremar las medidas de protección personal antes, durante y des­pués de las aplicaciones de productos plaguicidas (utilizar un equipo de protección adecuado, cambiarse de ropa tras los tratamientos, etc.).

Práctica: recolección

Norma estricta o prohibición

  1. Los frutos deberán recolectarse en un estado de madurez que per­mita alcanzar las exigencias de calidad comercial. En la producción acogida a Denominación de Origen u otras figuras de calidad recono­cidas, se respetarán las fechas y condiciones de recolección fijadas por las mismas.
  2. Las condiciones de cosecha de la fruta serán las adecuadas para disminuir los daños sobre la misma.
  3. No se realizará recolección de fruto mojado.
  4. Está prohibido el transporte de uvas en contenedores metálicos no protegidos con pinturas o lonas de calidad alimentaria, salvo que sean de acero inoxidable.
  5. Los productos recolectados, hasta tanto no se envíen al centro de manipulación, se colocarán bajo techo o en condiciones tales que evi­ten la incidencia directa de los agentes atmosféricos y en un lugar con máxima ventilación.
  6. En caso de vendimia mecánica de uva de vinificación, el tiempo máximo transcurrido entre la ejecución de la vendimia y la descarga en bodega será de 4 horas en variedades tintas y de 3 horas en varieda­des blancas. Al final de cada jornada de trabajo, la máquina vendimia­dora deberá lavarse escrupulosamente.
  7. Si la recolección es manual (uva de vinificación) el tiempo máxi­mo transcurrido entre la ejecución de la vendimia y la descarga en bodega será de 8 horas para variedades tintas y de 6 horas para varie­dades blancas.
  8. Se efectuarán análisis por muestreo en el periodo de recolección y elaboración, para analizar la posible presencia de residuos de pro­ductos fitosanitarios y garantizar que se han empleado exclusivamente las materias activas autorizadas en este reglamento; así como el cum­plimiento de los límites máximos de residuos de productos fitosanita­rios (LMR) legalmente establecidos, y con los parámetros de calidad intrínseca y extrínseca exigidos por las normas establecidas para la producción integrada.
  9. Para producciones dirigidas a otros mercados distintos del nacio­nal, deberá verificarse que cumplen la legislación establecida en el lugar de destino, respecto al contenido de residuos.

Recomendación

Se recomienda iniciar la vendimia en uva de vinificación cuando se alcance la siguiente madurez fisiológica:

DO Valencia

Alto Turia 10-12º alcohólicos
Valentino 11-13º alcohólicos
Clariano 11-13º alcohólicos
DO Utiel-Requena 10,5-12,5º alcohólicos
DO Alicante 11-13º alcohólicos
Vins de la terra de Castelló 11-13º alcohólicos
  1. En casos especiales, para vinos jóvenes, se acepta hasta 1,5º alco­hólicos menos que la madurez fisiológica, siendo en todo caso supe­rior a 10,5º (excepto Alto Turia, 10º).
  2. No se admitirán partidas de uva con índices de podredumbre supe­riores a un 10%, aunque en circunstancias excepcionales para uva de vinificación se podría tolerar hasta el 20%.
  3. En cualquier caso, se aconseja que la uva para vinificación llegue lo más entera posible a la bodega.

Práctica: tratamiento postrecolección y conservación (uva de mesa)

Norma estricta o prohibición

  1. Para la conservación de las variedades susceptibles de ello, se uti­lizará preferentemente el frío, en las condiciones adecuadas para cada variedad. Los registros de cada cámara deben conservarse.
  2. Se prohíbe la realización de tratamientos fitosanitarios post-reco­lección en frutos, salvo la utilización de generadores de sulfuroso, res­petando siempre los límites máximos, autorizados por la ley.
  3. Queda prohibido el uso de productos cosméticos.
  4. Queda prohibida la utilización para el lavado de aguas no potables.

Práctica: elaboración de vino y otros productos procedentes de uva

Norma estricta o prohibición

  1. La utilización de anhídrido sulfuroso no debe sobrepasar, al final de la fermentación los 200 mg/l (blancos y rosados) o los 150 mg/l (tintos), debiendo respetarse en todo caso la legislación vigente, así como las normas establecidas por las Denominaciones de Origen u otras figuras de calidad reconocidas.

Recomendación

  1. Se contempla como preferente la utilización del frío para controlar la fermentación.

Práctica: almacenamiento y envasado

Norma estricta o prohibición

  1. El almacenamiento debe realizarse con procedimientos que permi­tan garantizar la mejor calidad posible de los productos.
  2. La limpieza desinfección y lucha contra los parásitos de los luga­res de almacenamiento se realizará de manera que no se produzca nin­gún tipo de contaminación de los productos.
  3. En los almacenes deben separarse claramente los productos proce­dentes de cultivo de producción integrada del resto de productos con­vencionales.
  4. Todas las máquinas, recipientes, elementos de transporte, envases y lugares de almacenamiento deberán reunir las condiciones siguien­tes:
    1. – No transmitir a los productos con que entren en contacto sustan­cias tóxicas o que puedan contaminar, ni originar reacciones químicas perjudiciales.
    2. – No alterar las características de composición y los caracteres organolépticos de los productos.
    3. – La limpieza se realizará con métodos y productos autorizados, al igual que el control de roedores y de insectos.
  5. Las operaciones de envasado deben efectuarse por series comple­tas, separadas físicamente o en el tiempo de operaciones con productos convencionales.

Práctica: protección del entorno

Norma estricta o prohibición

  1. Se tomarán las medidas oportunas para proteger la flora y fauna de las áreas próximas a la plantación. Las precauciones que se adopten en este sentido, en función de cada situación concreta deberán figurar en el libro de la explotación.
  2. Se prohíbe el vertido de productos agroquímicos sobrantes y de los líquidos procedentes de la limpieza de la maquinaria empleada en los tratamientos a canales, acequias, ríos, pozos, caminos, etc.
  3. Los envoltorios, envases y recipientes de productos de uso agrí­cola no deberán abandonarse en la parcela ni en sus inmediaciones, sino que se recogerán y eliminarán a través de los cauces legalmente establecidos.
  4. Los envases de los productos fitosanitarios y herbicidas se enjua­garán y el agua de su limpieza se incorporará al depósito del equipo de tratamiento.

Práctica: libro de explotación

Norma estricta o prohibición

  1. Los agricultores que se incorporen a la producción integrada, deberán proveerse del libro de explotación, según el modelo aprobado por la Conselleria de Agricultura, Pesca y Alimentación.
  2. En este libro se anotarán con suficiente detalle todas las labores e incidencias del cultivo con las fechas en que se han realizado o produ­cido. Su puesta al día deberá efectuarse al menos semanalmente.
  3. El agricultor o el técnico responsable de la explotación en régimen de producción integrada se responsabilizará, con su firma, de la vera­cidad de las operaciones registradas en el libro.
  4. Este libro estará siempre disponible para su inspección por la entidad de Certificación y Control (ECC) de la producción integrada correspondiente, o por los Servicios Oficiales. A tal efecto podrá recla­marse en cualquier momento y sin aviso previo.
  5. Al libro de explotación deberá adjuntarse la documentación que acredite las prácticas de cultivo (facturas etc.) así como los resulta­dos de los análisis exigidos. La ECC y la administración tendrán libre acceso a las parcelas de producción integrada para efectuar las com­probaciones oportunas.

ANEXO I

ANEXO I CUADRO RESUMEN DE LAS CARACTERISTICAS DE LOS PRINCIPALES PORTAINJERTOS

ANEXO II RIEGO

La dotación de agua a aportar, en un período determinado, se calculará de la siguiente forma:

Dr = ETc – Pef ETc = ET0 x Kc; siendo

  • Dr: la dosis de riego en mm (l/m2)
  • ETc: la evapotranspiración del cultivo en mm (l/m2), que expresa la necesidad de agua por unidad de superficie cultivada en el período considerado.
  • Pef: la precipitación efectiva en mm (l/m2). En plantaciones adultas se considerará, como máximo, un valor equivalente al 75% de la lluvia.
  • ET0: la evapotranspiración del cultivo de referencia en dicho período, en mm (l/m2)
  • Kc: el coeficiente de cultivo de la vid.

El coeficiente de cultivo Kc deberá tomar, como máximo, los valores siguientes:

Período

Uva de mesa

Uva de vino

Hasta inicio de la floración 0,45 0,30
Floración-cuajado 0,45 0,20
Cuajado-tamaño guisante 0,45 0,25
Tamaño guisante-envero 0,45 0,25
Envero-maduración 0,45

ANEXO III ABONADO EN VID

ABONADO EN VID

 ANEXO IV NIVELES CRÍTICOS DE NUTRIENTES EN HOJAS DE VID

NIVELES CRÍTICOS DE NUTRIENTES EN HOJAS DE VID

ANEXO V CARACTERÍSTICAS DE COMPORTAMIENTO DE LOS HERBICIDAS AUTORIZADOS EN VID PARA PRODUCCIÓN

CARACTERÍSTICAS DE COMPORTAMIENTO DE LOS HERBICIDAS AUTORIZADOS EN VID PARA PRODUCCIÓN INTEGRADA

ANEXO VI ESTRATEGIA DE CONTROL INTEGRADO

CONTROL INEGRADO DE PLAGAS

ESTRATEGIA DE CONTROL INTEGRADO DE PLAGAS EN VIÑA EN LA COMUNIDAD VALENCIANA 2013

CONTROL INTEGRADO DE HONGOS

ESTRATEGIA DE CONTROL INTEGRADO DE HONGOS EN VIÑA EN LA COMUNIDAD VALENCIANA 2013(*) Sistema de muestreo: salvo en los casos en que se especifique lo contrario, las observaciones se efectuarán en 100 cepas por unidad cultural

homogénea.

  • (1) Máximo 2 aplicaciones al año, independientemente del parásito que combatan.
  • (2) Máximo 1 aplicación al año, independientemente del parásito que combatan.
  • (3) Sólo en uva de vinificación
  • (4) Sólo hasta inicio de envero.
  • (5) Sólo en mezclas autorizadas.
  • (6) Sólo en uva de mesa.
  • (7) Máximo 3 aplicaciones al año.
  • (8) No autorizado en parrales de vid.
  • (9) Sólo en parrales de vid y en uva de mesa.
  • (10) Aplicar al inicio del vuelo.
  • (11) Hasta floración.
  • (12) En uva de mesa, sólo tratamiento en invierno.
  • (13) En uva de mesa sólo en mezclas autorizadas.
  • (R) Producto recomendado.
  • (pen) Producto penetrante.
  • (sist) Producto sistémico.

Notas:

a) Las materias activas indicadas en este anexo VI contra cada plaga, podrán excepcionalmente ser utilizadas contra otras plagas, siempre que estén registradas contra las mismas y se respeten las restricciones establecidas en el reglamento de producción integrada.

b) En situaciones muy excepcionales podrán autorizarse otras materias activas no contempladas en esta norma técnica siempre que, estando su uso registrado en el cultivo, sea autorizada por escrito su utilización para la producción integrada en vid por la Dirección General de Producción Agraria y Ganadería, con las condiciones y limitaciones que señale dicha autorización.

c) El hecho de que un organismo aparezca citado en el anexo VI no obliga al operador a realizar su seguimiento. No obstante, el no seguimiento de alguno de estos organismos, al no constituir plaga en dicha zona de cultivo, deberá estar debidamente justificado.

d) No obstante la previsión de materias activas admitidas en los anexos V y VI en el cultivo de la vid, y dados las frecuentes renovaciones o cambios en las condiciones de uso, el responsable de la explotación deberá verificar antes de su uso la vigencia de la autorización del formulado comercial y del uso y cultivo para el que lo vaya a emplear, mediante la correspondiente consulta al Registro Oficial de Productos Fitosanitarios del Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente

Caracteres de las uvas de la vid

Caracteres de las uvas de la vid

Continuamos con la serie de post especializados en vid.

Estos post son destinados a mejorar las calidades descriptivas de las variedades que se cultivan y para el mejor entendimiento de las descripciones realizadas, es por tanto un ejercicio de ingenieria y lenguaje.

Haré una descripción de las cepas, sarmientos, hojas, flores, racimos y uvas.

  • Partes de la uva _Fruto10.a – Pezoncito o peciolo
  • 10.b – Rodete o receptáculo
  • 10.c – Columnita  o placenta o haces centrales
  • 10.d – Cordoncito umbilical
  • 10.e – Semilla
  • 10.f – Apice de la uva con sus surcos, ombligo y el estigma persistente
  • 11.a – fruto sin peciolo, con anillo muy carcado de cinco lados , pardo rojizo

UVAS

Bayas o granos más o menos redondos y jugosos, fruto de la vid, que forma racimos.;

Las uvas de la vid atendiendo a sus caracteristicas pueden ser:

  • Muy grandes
  • Grandes
  • Medianos
  • Pequeños
  • Muy pequeños
  • Casi iguales
  • Bastante desiguales
  • Muy desiguales
  • Redondas
  • Casi redondas
  • Oblongas
  • Aovadas
  • Trasovadas
  • Casi cilindricas
  • Aovado-cónicas
  • De figura irregular
  • Ventrudas por la base
  • Adelgazadas por ambas extremidades
  • Obtusas
  • Muy obtusas
  • Achatadas
  • Umbilicadas
  • Con la superficie igual
  • Sulcadas
  • Verdes muy traslucientes
  • Verdes bastante traslucientes con las venas manifiestas
  • Verdes bastante traslucientes con las venas muy manifiestas
  • Verdes poco traslucientes
  • Blancas verdosas
  • Blancas algo doradas
  • Doradas de un dorado puro con puntos de dorado parduzco
  • Doradas de un dorado puro con fajas de dorado parduzco
  • Doradas de un dorado puro sin puntos ni fajas
  • De un dorado parduzco
  • De color amarillo latón
  • Rosas solo en la mitad superior
  • Rosas enteramente
  • Negras enteramente, muy tintas
  • Negras enteramente, bastante  tintas
  • Negras enteramente, poco tintas
  • Negras con listas logitudinales que alternan con otras grises
  • Moradas unas y otras blancas en un mismo racimo
  • Rosas unas y otras blancas en un mismo racimo
  • Moradas rosas y blancas en un mismo racimo
  • Con el color muy claro
  • Con el color claro
  • Con el color subido
  • Con el color muy subido
  • Se desprenden del pezoncito con dificultad
  • Se desprenden del pezoncito facilmente
  • Se desprenden del pezoncito espontaneamente
  • Sueltan mucha carne al desprenderse del pezoncito resultando un agujero grande
  • Sueltan mucha carne al desprenderse del pezoncito resultando un agujero mediano
  • Sueltan mucha carne al desprenderse del pezoncito resultando un agujero pequeño
  • Sueltan bastante carne al desprenderse del pezoncito resultando un agujero grande
  • Sueltan bastante carne al desprenderse del pezoncito resultando un agujero mediano
  • Sueltan bastante carne al desprenderse del pezoncito resultando un agujero pequeño
  • Sueltan poca carne al desprenderse del pezoncito resultando un agujero grande
  • Sueltan poca carne al desprenderse del pezoncito resultando un agujero mediano
  • Sueltan poca carne al desprenderse del pezoncito resultando un agujero pequeño
  • No suelta carne al desprenderse del pezoncito
  • Con el estigma muy persistente constantemente central
  • Con el estigma muy persistente a veces excentrico
  • Con el estigma poco persistente
  • Muy duras
  • Duras
  • Blandas
  • Muy blandas
  • Muy carnosas
  • Bastante carnosas
  • Poco carnosas
  • Muy poco carnosas
  • De hollejo muy grueso
  • De hollejo grueso
  • De hollejo delgado
  • De hollejo muy delgado
  • Asperas
  • Muy asperas
  • Agrias
  • Agridulces
  • Dulces
  • Muy dulces
  • Sabrosas
  • Insipidas
  • Maduran muy temprano
  • Maduran temprano
  • Maduran en el tiempo adecuado
  • Maduran tarde
  • Maduran Muy tarde

ANILLLO

  • Muy marcado
  • Bastante marcado simple circular
  • Bastante marcado simple con angulos en numero de cinco
  • Bastante marcado simple con angulos en numero de seis
  • Bastante marcado simple con angulos en numero de siete
  • Bastante marcado simple con angulos en numero de ocho
  • Bastante marcado compuesto de glandulas en numero de cinco independientes
  • Bastante marcado compuesto de glandulas en numero de cinco reunidas por su parte inferior
    • Oblongas
    • Cuadradas
    • Informes
    • Casi orbiculares
    • Muy aproximadas
    • Aproximadas
    • Distantes
    • Blanco amarillentas
    • Pardo amarillentas
    • Dorado
    • Pardo Rojizas

SEMILLAS

  • Cinco
  • Cuatro
  • Tres
  • Dos
  • Una
  • Ninguna
  • Largas
  • Del largo regular
  • Cortas
  • Pardas
  • Jaspeadas
  • Amarillentas

Caracteres de los racimos de la vid

Caracteres de los racimos de la vid

Continuamos con la serie de post especializados en vid.

Estos post son destinados a mejorar las calidades descriptivas de las variedades que se cultivan y para el mejor entendimiento de las descripciones realizadas, es por tanto un ejercicio de ingenieria y lenguaje.

Haré una descripción de las cepas, sarmientos, hojas, flores, racimos y uvas.

RACIMOS

Son un conjunto de flores o frutos sostenidos por un eje común, y con pecíolos casi iguales, más largos que las mismas flores;

Los racimos de la vid atendiendo a sus caracteristicas pueden ser:

  • Muchisismos
  • Muchos
  • Bastantes
  • Pocos
  • Muy Pocos
  • Muy grandes
  • Grandes
  • Medianos
  • Pequeños
  • Muy pequeños
  • Cilindricos
  • Aovado-cilindricos
  • Cilindrico-conicos
  • Aovado-conicos
  • Casi globosos
  • De forma irregular
  • Sencillos
  • Compuestos
  • Recompuestos
  • Partidos en dos
  • Con los gajos muy cortos
  • Con los gajos cortos
  • Con los gajos medianos
  • Con los gajos largos
  • Con los gajos muy largos
  • Sumamente apretados
  • Muy apretados
  • Bastante apretados
  • Algo apretados
  • Flojos
  • Muy Flojos
  • Con agracejo
    • Muchisimo
    • Mucho
    • Bastante
    • Poco
    • Muy poco
  • Sin agracejo
  • Con uva menuda
    • Muchisima
    • Mucha
    • Bastante
    • Poca
    • Muy poca
  • Sin uva menuda
  • Pezón muy largo
  • Pezón largo
  • Pezón mediano
  • Pezón corto
  • Pezón cortisimo
  • Pezón sumamente corto
  • Pezón muy grueso
  • Pezón grueso
  • Pezón medianamente grueso
  • Pezón delgado
  • Pezón mut delgado
  • Pezón duro
  • Pezón correoso
  • Pezón tierno
  • Pezón verdoso
  • Pezón pardo
  • Pezón negruzco

A continuación añadiré las conclusiones del Estudio preliminar de la compacidad del racimo de la vid realizado por Natalia Laguna Ullán:

El análisis de la variabilidad intervarietal de la compacidad del racimo de la vid en las variedades seleccionadas, mostró que la causa mayor de la diferencia de compacidad entre racimos reside en la longitud de los racimos, como consecuencia de la largura de los primeros entrenudos y del número de nudos del raquis.

El segundo factor resultó menos importante pero a la vez destacable, y consistió en el número de bayas total del racimo, consecuencia del número de flores inicial y de la tasa de cuajado.

En cambio, las dimensiones de la baya no parecieron influir en la compacidad final de los racimos, pero sí el número de semillas de cada baya.

El análisis de la variabilidad intravarietal de la compacidad del racimo de la vid en clones seleccionados, mostró resultados diferentes entre las variedades Tempranillo y Garnacha, y también se diferenció parcialmente del análisis anteriormente citado.

Los clones seleccionados de la variedad Tempranillo mostraron que la mayor diferencia de compacidad en sus racimos residió en el número de bayas final, no mostrando diferencias relevantes en la longitud de los racimos de diferente compacidad.

La anchura y peso de la baya unitaria sí mostraron una ligera relación con la compacidad, siendo más importante el efecto del número de semillas de la baya, que se relacionó con un aumento de la compacidad.

Los clones seleccionados de la variedad Garnacha mostraron que la mayor diferencia de compacidad en sus racimos fue debida al número de bayas total del racimo, muy influido por la existencia de corrimiento, siendo en principio una causa genética en este caso.

La longitud total del racimo no se correlacionó con la compacidad en los clones de Garnacha, pero sí lo hicieron la longitud de la mayoría de los primeros entrenudos del raquis, disminuyendo la compacidad según aumentaba su longitud.

También se observó una relación de las dimensiones de la baya (fundamentalmente la longitud) con la compacidad. Asimismo aparece relacionada el número de semillas por baya, como en los dos análisis anteriores.

El estudio intravarietal por pares de clones permitió seleccionar 6 parejas de clones que se diferenciaron mayoritariamente en uno solo de los factores estudiados: longitud del racimo (longitud entrenudos y número de nudos), número total de bayas y dimensiones de la baya.

PEZONCITOS

  • Poco verrugosos
  • Bastante verrugosos
  • Muy verrugosos
  • Con las verrugas grandes
  • Con las verrugas medianas
  • Con las verrugas pequeñas
  • Con las verrugas pardas
  • Con las verrugas negruzcas
  • Con las verrugas amarillentas
  • Con el rodete poco abultado
  • Con el rodete bastante abultado
  • Con el rodete muy abultado

 

Caracteres de las flores de la vid

Caracteres de las flores de la vid

Continuamos con la serie de post especializados en vid.

Estos post son destinados a mejorar las calidades descriptivas de las variedades que se cultivan y para el mejor entendimiento de las descripciones realizadas, es por tanto un ejercicio de ingenieria y lenguaje.

Haré una descripción de las cepas, sarmientos, hojas, flores, racimos y uvas.

  • _Flores7.a. – Peciolo
  • 7.b. – Bractea que cubre el peciolo
  • 7.c. – Caliz
  • 8.a. – Peciolo
  • 8.b. – Ovario
  • 8.i. – Estigma
  • 8.d. – Corola prroxima a caer
  • 8.e. – Filamentos
  • 8.f. – Anteras
  • 8.g. – Dos glandulas de las cinco que rodean la base del ovario
  • 9.a. – Peciolo verrugoso
  • 9.c. – Caliz con algunas verrugas
  • 9.d. – Disco bastante abultado
  • 9.e. – Filamentos algo ondulados
  • 9.f. – Anteras marchitas
  • 9.j. – Parte del hollejo pegado

FLORES

Las flores de la vid atendiendo a sus caracteristicas pueden ser:

  • Con la Corola globosa antes de abrirse
  • Con la Corola de figura de trompo
  • Con todas las corolas caducas
  • Con muchas corolas persistentes
  • De cinco estambres
  • De seis estambres
  • De siete estambres
  • De ocho estambres
  • Con los estambres que caen antes de que pinte la uva
  • Con los estambres que que persisten pintada ya la uva
  • Con los estambres que que persisten madura ya la uva
  • Con los estambres ensortijados después de marchitos
  • Con los estambres ondeados después de marchitos
  • Con los estambres estirados después de marchitos
  • Con el disco muy abultado
  • Con el disco bastante abultado
  • Con el disco poco abultado
  • Con el disco muy abultado
  • Con el disco bastante abultado
  • Con el disco poco abultado
  • Caen muchas
  • Caen bastantes
  • Caen pocas
  • Se marchitan muchas
  • Se marchitan bastantes
  • Se marchitan pocas
  • Tempranas
  • Tardias
  • Se desenvuelven aprisa
  • Se desenvuelven lentamente

Flores

A continuacuión pongo este magnifico trabajo de Ed Hellman

Ed Hellman, Extensión Cooperativa de Texas

Yemas

Una yema es un punto de crecimiento que se desarrolla en la axila de la hoja, que es el área justo por encima del punto de conexión entre el peciolo y el brote. Esta yema que se desarrolla en esta área se describe en términos botánicos como una yema axilar. Es importante entender que hay una yema que se desarrolla en cada axila de la hoja de la vid, incluyendo las estípulas basales (hojas con forma de escamas). En la terminología vitícola, las dos yemas asociadas a una hoja se denominan yema normal y la yema pronta o anticipada. La yema normal es la verdadera yema axilar de la hoja, y la yema pronta o anticipada se forma en la axila de las estípulas de las yemas normales. Debido a su asociación de desarrollo, las dos yemas están situadas a cada lado de la axila de la hoja principal.

Una sección transversal de una yema dormida. Donde se pueden observar los tres conos vegetativos.

Aunque la yema normal se ve como una estructura simple, en realidad es una yema compuesta, que contiene tres conos de crecimiento distintos. Estos se refieren comúnmente como conos primarios, secundarios y terciarios respectivamente dentro de una misma yema.La distinción entre las yemas secundarias y terciarias a veces es difícil de hacer cuando se observa la yema en forma visual y suele ser de poca importancia, por lo que es común referirse a los dos conos de crecimiento más pequeños como las yemas secundarias. Estos tres conos de crecimientos están juntos dentro de un grupo externo de escamas de protección dentro de la yema compuesta. A medida que la yema se desarrolla, se sigue el patrón de nomenclatura de las yemas en el brote: el cono de crecimiento primario es la yema axilar de las yemas laterales, los conos secundarios y terciarios de crecimiento son las yemas axilares de las dos primeras estípulas del cono primario de crecimiento.

Las yemas dormidas o latentes son el centro de atención durante la poda de invierno, ya que contienen los primordios de racimos florales (son el potencial de producción de fruta para la próxima temporada). Se llama latente para reflejar el hecho de que normalmente no crecen en la misma temporada en que se desarrollan.

Las yemas latentes se inician el año anterior a su crecimiento como un brote. Durante la temporada anterior, se someten a un desarrollo considerable. Los tres conos de crecimiento de la yema compuesta producirán brotes rudimentarios que finalmente contendrán los primordios (órganos en sus primeras etapas de desarrollo) de los mismos componentes básicos que conforman un brote adulto: hojas, zarcillos, y en algunos casos racimos florales. El cono primario se desarrolla primero, por lo que es el más grande y el más desarrollado en el momento en que la yema se aletarga. Si se produce bajo condiciones ambientales y de crecimiento favorables, contendrá primordios de racimo florales antes del final de la temporada de crecimiento. Los primordios de racimo florales representan por lo tanto el potencial de fructificación de la yema para la temporada siguiente. Como reflejo de la secuencia de desarrollo, los conos secundarios y terciarios son cada vez más pequeños y menos desarrollados. Por lo general serán menos fructíferos (tienen menos racimos y más pequeños) que el cono primario. La fecundidad de las yemas (potencial para producir fruta) es una función de la variedad, condiciones ambientales y prácticas de producción vitícola. Yemas latentes que se desarrollan en condiciones desfavorables (sombra en una canopia con denso follaje, mala alimentación, etc.) producen menos primordios de racimo florales para la temporada siguiente.

En la mayoría de los casos, sólo la yema primaria crece, produciendo el brote principal en la temporada siguiente. La yema secundaria puede ser considerada como un «sistema de copia de seguridad» de la vid, normalmente, sólo crece cuando el brote principal o brotes jóvenes han sufrido daños, a menudo por congelamiento o heladas en primavera. Sin embargo, bajo ciertas condiciones, tales como podas severas, la destrucción de una parte de la vid, o la deficiencia de boro, es posible que dos o los tres conos de crecimiento produzcan brotes en la primavera (Winkler et al., 1974). Las yemas terciarias proporcionan una copia de seguridad adicional en caso que las yemas primarias y secundarias estén dañadas, pero por lo general no tienen racimos florales y por lo tanto ningún fruto. Si sólo el tallo primario crece, las yemas secundarias y terciarias siguen vivas, pero latente en la base del brote.

La yema pronta crecerá en la actual temporada, pero el crecimiento puede cesar de pronto después de la formación de las estípulas o puede continuar, produciendo un brote lateral de longitud variable. Independientemente del grado de desarrollo de las yemas laterales, una yema compuesta se desarrolla en la estípula basal, formando la yema dormida. Los brotes laterales a veces producen racimos florales y frutas, que se conoce como «racimas». Sin embargo, debido a que estos se desarrollan más tarde en la temporada, «las racimas» no maduran totalmente en muchas zonas del país. Si una yema pronta no crece en la temporada actual morirá con los primeros fríos.

Flores y frutos

En un brote fructífero por lo general se producen de uno hasta tres racimos de flores (inflorescencias) dependiendo de la variedad. Los racimos florales se desarrollan en el lado opuesto al de las hojas, generalmente entre el tercer y el sexto nudo desde la base del brote, dependiendo de la variedad. Si se desarrollan tres racimos florales, dos de ellos se desarrollan en en nudos adyacentes, el siguiente racimo floral se desarrollará en un nudo superior dejando un nudo de por medio sin racimo. El número de racimos de florales en un racimo depende de la variedad de uva y de las condiciones de desarrollo de la temporada anterior en la cual la yema normal (que produjo el brote principal) se desarrolló. Un racimo puede contener varios cientos de flores individuales, dependiendo de la variedad.

A compound grape bud, with primary (1), secondary (2), and tertiary (3) buds. Grape flowers from initial formation to cap fall to pre-fertilization (left to right). Yemas y flores. Un yema compuesta con la yema primaria, secundaria y terciaria (L), y las flores desde la formación a la caída de la caliptra hasta la pre-fertilización.

La flor de la planta de uva no tiene pétalos visibles, en cambio, los pétalos se funden en una estructura verde denominada caliptra, pero comúnmente conocida como la capucha o tapa. La caliptra incluye los órganos reproductores y otros tejidos dentro de la flor. Una flor se compone de un solo pistilo (órgano femenino) y cinco estambres, cada uno con una antera en la punta (órgano masculino). El pistilo es aproximadamente de forma cónica, con la base mucho mayor que la parte superior, y el extremo (llamado el estigma) ligeramente acampanado. La base del pistilo es el ovario, y consta de dos compartimentos internos, cada una con dos óvulos que contiene un saco embrionario con un solo huevo. Las anteras producen muchos granos de polen amarillos, que contienen los espermatozoides. Vides silvestres, patrones o portainjertos (y unas pocas variedades cultivadas, tales como “St. Pepin”) poseen flores “pistiladas” (femeninas) o flores “estaminadas” (masculinas) por lo que la planta entera es masculina o femenina. Viñas con flores femeninas pistiladas necesitan de viñas cercanas con flores estaminadas o hermafroditas para la producción de fruta. La mayoría de las variedades de vid comerciales tienen flores hermafroditas, es decir, los dos componentes masculinos y femeninos.

Una flor individual se muestra con sus piezas florales etiquetadas.

El período de tiempo durante el cual las flores están abiertas (la caliptra ha caído) se llama floración y puede durar de 1 a 3 semanas dependiendo de las condiciones climáticas. Viticultores de diversas maneras se refieren a la plena floración como la etapa en que se han abierto o caído aproximadamente entre el 50% y dos tercios de las caliptras de las flores. La floración se produce normalmente entre 50 y 80 días después de la brotación.

Etapas de la Floración

Cuando las flores individuales en un racimo floral se abren se ven diferentes a las flores de la mayoría de flores de otras plantas. La caliptra se separa de la base de la flor, se sale, y por lo general se cae, dejando al descubierto el pistilo y las anteras. Las anteras liberan su polen ya sea antes o después de la caída de la caliptra. Los granos de polen caen al azar sobre el estigma del pistilo, lo que permite la polinización. Múltiples granos de polen pueden germinar y se desarrolla un tubo llamado tubo polínico desde el estigma hasta el óvulo, donde un espermatozoide se une con un óvulo para formar un embrión. El éxito de la unión se denomina fertilización, y el posterior crecimiento de las bayas se llama «cuaje». La baya se desarrolla a partir de los tejidos del pistilo, sobre todo el ovario. El óvulo, junto con su embrión se convierte en la semilla.

Una inflorescencia con casi el 100% de las caliptras caídas.

Debido a que hay cuatro óvulos por flor, hay un potencial máximo de cuatro semillas por baya. Condiciones ambientales desfavorables durante la floración, como el clima frío y lluvioso, puede reducir el cuajado (número de bayas) y semillas por baya, lo que afecta el tamaño de la baya. El tamaño de las bayas se relaciona con el número de semillas dentro de la baya, y muy pocas semillas lleva a pequeñas bayas. Sin embargo, el tamaño de las bayas también puede estar influenciada por las condiciones ambientales, prácticas de manejo y gestión del agua. Algunos frutos inmaduros pueden ser retenidos por el racimo sin completar su crecimiento y desarrollo normal, un fenómeno conocido como «corrimiento» (Mullins et al., 1992).

Referencias:

Mullins, M. G., A. Bouquet, E. y L. Williams. 1992. Biología de la Vid. Cambridge University Press.

Revisado por Tim Martinson, de la Universidad de Cornell y Patty Skinkis, de la Universidad Estatal de Oregon Traducido por Juan Pablo Valot

A continuación pondré este gran trabajo que complementa el articulo completamente.

FLOR Y FRUTO DE VID (Vitis vinifera L.) Micrografía aplicada a Viticultura y Enología

Claudia Victoria Lúquez * Juan Carlos Formento **

Estructura de la flor

El pedicelo de la flor presenta epidermis cutinizada monoestratificada (un estrato de células aplanadas o tabulares de pared tangencial externa engrosada), colénquima angular (banda debajo de la epidermis, con células de pared primaria irregularmente engrosada) y parénquima cortical (células grandes de pared primaria delgada, con cloroplastos y almidón). Presenta cinco haces colaterales vasculares en su base, que luego se separan para formar nuevos hacecillos dirigiéndose a las piezas florales.

Se observan idioblastos (células que se diferencian marcadamente de las restantes de un tejido) llamados células rafidíferas. Son fácilmente visibles por sus enormes vacuolas ocupadas por los ráfides (manojos de rafidios o cristales de oxalato de calcio con forma de aguja) (foto 1).

Los sépalos poseen dos epidermis monoestratificadas, varias capas de parénquima fundamental y el sistema vascular representado por los haces vasculares. No muestran diferenciación entre parénquimas esponjoso y en empalizada. Su color verde se debe a que sus células poseen cloroplastos.

La caliptra de la vid es la corola dialipétala, con los pétalos libres al principio y soldándose al finalizar su desarrollo para formar una capucha que cubre a las anteras y al gineceo (foto 2).

La base de cada pétalo presenta una capa de pequeñas células poco diferenciadas en el lugar donde luego se producirá la absición. La caliptra se separa desde su base y cae en conjunto en el momento de la antesis. Existen flores denominadas en estrella con los pétalos separados en el ápice y la corola que no forma caliptra. Los pétalos presentan epidermis abaxial y adaxial monoestratificadas (con estomas y cutícula listada), parénquima fundamental constituido por 3-5 capas de células y un haz vascular.

El estambre contiene los sacos polínicos en cuyo interior se encuentran los granos de polen. Los estambres son opuestos a los pétalos (opositipétalos) y libres entre sí. Constan de dos partes bien delimitadas: antera (parte superior fértil) y filamento (parte basal estéril).

La antera es dorsifija y tetraloculada (con cuatro cavidades). Tiene dos tecas, con dos sacos polínicos cada una.

El conectivo es la parte media estéril de la antera y en la vid adopta característicamente la forma de una bifurcación que conecta ambas tecas, provocando que la antera sea bilobada (foto 3).

El filamento presenta una epidermis similar a la de la corola, parénquima fundamental y un haz vascular anficribal (el floema rodea al xilema), circundado por el parénquima fundamental.

El saco polínico está constituido por diferentes capas de tejidos que forman su pared y por el tejido esporógeno (dentro del lóculo). Las capas parietales son, de afuera hacia dentro: (foto 4).

  • • Epidermis formada por células tabulares que se comprimen a la madurez de la antera.
  • • Endotecio o capa fibrosa: la capa parietal típica de la antera relacionada con el mecanismo de dehiscencia. Sus células tienen la pared tangencial interna engrosada en forma homogénea y las paredes radiales con engrosamientos de pared secundaria en forma de barras, bandas o filetes lignificados, alternadas con franjas que poseen solamente pared primaria. En la región del estomio (pequeña ranura longitudinal) el endotecio no desarrolla espesamientos secundarios.  En la dehiscencia de la antera, cuando el endotecio se contrae tangencialmente, el estomio se rompe permitiendo la salida del polen.
  • • Capa media, células parenquimáticas que aparecen muy aplastadas en la antera madura.
  • • Tapete secretor o glandular: capa de tejido más interna, especializada en la nutrición de las microesporas y formación de la exina del grano de polen.

El gineceo forma un solo cuerpo o pistilo. Posee una parte inferior fértil (ovario) y una parte superior estéril (estigma y estilo). Es bicarpelar (con dos carpelos) y gamocarpelar (con los carpelos unidos). Cada carpelo se pliega por su nervadura media, de manera que la cara superior mira hacia el interior y se suelda a sí mismo (margen contra margen, determinado un lóculo en su interior). Los márgenes carpelares (donde están las placentas) se ubican en el centro del ovario (en el axis o eje). Por lo tanto, la placentación en vid es marginal axial. A su vez, ambas hojas carpelares se unen entre sí por su cara inferior formando un septum (tabique) que divide al ovario en dos cavidades. El gineceo es, por lo tanto, bilocular (foto 5).

El estigma -superficie que recibe al grano de polen- es del tipo húmedo o glandular, con una epidermis glandular papilada, constituida por células alargadas unidas por sus extremos formando papilas (cordones filamentosos) de aproximadamente 20 células de longitud. Las células epidérmicas y subepidérmicas secretan una solución azucarada constituida por compuestos lipídicos y fenólicos, que tapiza en forma de película el estigma y el canal estilar luego de la antesis (foto 6).

El estilo es corto. Posee un canal estilar (conducto por el cual se desplaza el tubo polínico) que va desde el estigma hasta cada uno de los lóculos. El estilo consiste de epidermis monoestratificada, parénquima fundamental con espacios intercelulares y tejido estigmatoide (revestimiento interno glandular del canal estilar, que continúa la epidermis glandular del estigma). Estos tejidos tienen idioblastos con ráfides (foto 7).

El tejido estigmatoide se prolonga en el lóculo recubriendo ambos lados de la placenta y el funículo del óvulo. El tubo polínico crece intercelularmente en el estigma y en el canal estilar emerge dentro del lóculo, avanza por la superficie de la placenta y del funículo, y entra por la micrópila del óvulo. La pared del ovario presenta tres capas celulares (foto 8):

  • • Epidermis abaxial o externa, monoestratificada: sus células poseen gotitas refractivas de polifenoles antes de la antesis. Hay estomas en la proporción de 1-2 /mm2.
  • • Mesófilo con un estrato de 9-11 filas de espesor de células parenquimáticas, a ambos lados de la red de haces vasculares. Hasta el momento de la antesis, el ovario está cubierto por la caliptra de pétalos, que impide la llegada de la luz solar directa. Esto explicaría el hecho de que el contenido de clorofila presente en el mesófilo es muy bajo cuando cae la caliptra, aumenta drásticamente cuando se expone el ovario a la luz solar y va disminuyendo paulatinamente durante el proceso de maduración de la baya, con la consiguiente pérdida de color verde. Este fenómeno coincide con el incremento del contenido de los monoterpenos responsables del aroma en la baya. Los haces vasculares penetran el carpelo provenientes del receptáculo: un haz dorsal (nervadura media) y dos haces ventrales que se desplazan por los márgenes de la hoja carpelar y alimentan a las placentas ubicadas en la zona axial. Otras ramificaciones de los haces vasculares dorsales y ventrales forman una red periférica de haces vasculares. Todos convergen finalmente en el estilo.
  • • Epidermis adaxial o interna, con 1-2 capas de células planenquimáticas, cuyas vacuolas están aparentemente libres de polifenoles. El estrato más interno contiene drusas (cristal de oxalato de calcio, compuesto de cristales menores que se proyectan desde su superficie).

El disco de nectarios, formado por cinco glándulas, se encuentra en la base del ovario de las flores hermafroditas, funcionalmente femeninas y masculinas. Puede ser funcional o no, pero produciría el olor típico de la inflorescencia de la vid. Los nectarios derivarían filogenéticamente de la transformación de un verticilo de estambres. Experiencias realizadas sobre la percepción olfativa en seres humanos han demostrado que el olor característico de flores de vid es más fuerte en las flores masculinas que en las femeninas. En algunas flores se forma un segundo disco poco antes de la antesis, entre el cáliz y la corola, y continúa creciendo luego de la fertilización (foto 9).

Grano de polen El grano de polen normal es tricolporado: con tres surcos, más anchos en el ecuador que en los polos. Cada surco posee un poro redondeado en su parte media. Tiene simetría radial y es isopolar, elíptico alargado en vista ecuatorial, y triangular en vista polar, con los ángulos surcados y los lados cóncavos. Al absorber agua los ángulos se dilatan y su forma se hace hexagonal por dilatación. La pared del grano de polen maduro consiste de una gruesa capa externa (exina) y una delgada capa interna (intina). En el momento de la dehiscencia de la antera, el grano de polen es binucleado y la exina ha desarrollado los tres surcos longitudinales y los tres poros germinativos. Los poros -a través de los cuales emerge el tubo polínico son áreas delgadas de la exina donde se visualiza la intina, compuesta de pectina y celulosa. La pared está constituida por esporopolenina (polímeros oxidativos de carotenoides y ésteres carotenoides) notablemente resistente a las altas temperaturas y a los agentes químicos. También presenta enzimas y tipos alergénicos, responsables de las reacciones de incompatibilidad durante la polinización. El tipo de polinización en la vid es discutido y sería de tres tipos: anemófila, entomófila y autopolinización. Un alto porcentaje de vides serían autógamas (pudiendo darse la autopolinización en la yema), el resto entomófilas alógamas y sólo unas pocas anemófilas.

Óvulo El óvulo de Vitis es anátropo, con nucela sólida y dos tegumentos (foto 10).

La nucela es el cuerpo central del óvulo, con células vegetativas que rodean el saco embrionario. Éste es del tipo normal o tipo Polygonum (consta de siete células: célula huevo, dos sinérgidas, una célula central con dos núcleos y tres antípodas).

El funículo del óvulo es el pie que lo une a la placenta. Un haz vascular lo recorre hasta la chalaza. Tiene xilema con traqueidas con engrosamientos secundarios espiralados lignificados, y floema con células cribosas. Tiene una vaina de esclerénquima cerca de la chalaza.

El tegumento externo consiste de 2-9 capas de células, la más externa con células taníferas.

El tegumento interno posee 2-3 capas de células. La capa más externa posee cutícula, mientras que las células de la más interna se encuentran llenas de tanino.

En la micrópila, el tegumento interno se proyecta por fuera del tegumento externo, formando el endostomio (collar alrededor de la micrópila).

Fruto Es el ovario desarrollado luego de la fecundación. Se trata de una baya, un fruto carnoso pluriseminado, indehiscente a la madurez. También son carnosos los tabiques y las placentas.

El pericarpo, o pared del fruto, en la vid está dividida en tres capas: epicarpo (epidermis externa e hipodermis externa), mesocarpo (pared externa y pared interna) y endocarpo (hipodermis y epidermis internas).

La cera epicuticular compone la característica pruina sobre la epidermis cuticularizada de los frutos Está formada por delgadas fibrillas que sirven de alojamiento a las levaduras responsables de la fermentación del mosto, así como también diversos gérmenes de enfermedades criptogámicas. Se inicia en floración como pequeñas plaquetas verticales, sobre y entre los cordones cuticulares. A la madurez tienen 0,1 μ de diámetro, con bordes lobulados, desordenadamente superpuestas formando una capa hidrofóbica de varios micrones de espesor. Estas plaquetas son de naturaleza marcadamente hidrofóbica y totalizan 0,09-0,11 mg/cm2 (las hojas de la misma variedad contienen 1/10 de ese valor). Entre ellas se forma una compleja red de canales capilares, de longitud mucho mayor que el espesor de la capa de cera, que reduce notablemente la transpiración cuticular. Para acelerar la deshidratación de las pasas de uva, se las sumerge en soluciones comerciales que llenan los largos y angostos canales capilares hidrofóbicos, desalojando el aire entre dichas plaquetas y facilitando la transferencia de vapor de agua a través de la capa de cera.

Los fungicidas y detergentes afectarían la inclinación y la forma de las plaquetas de cera. La cera epicuticular está constituida por ceras blandas (30 %) en la zona externa, formando las plaquetas y ceras duras (70 %) más abundantes en las capas internas próximas a la cutícula. Las ceras blandas son una mezcla de ésteres de ácidos simples de larga cadena combinados con monoalcoholes alifáticos, y pequeñas cantidades de aldehidos, ésteres, ácidos grasos, hidrocarburos y ácido oleanólico. Las ceras duras están constituidas principalmente por ácido oleanólico (60 %) y lípidos (10 %) (24).

La cutícula es la zona que primero entra en contacto con los patógenos y juega un papel importante en la defensa de la planta. Es una capa acelular traslúcida de 1,6-3,8 μ de espesor, con cordones superficiales paralelos al eje del fruto. Esta constituida en un 65 % por cutina, un poliéster lipídico insoluble, elástico y resistente a la degradación térmica. Comprende una capa externa (la lamela cuticular, región libre de celulosa, con lamelas separadas por cutina y cera), una capa interpuesta (la región reticulada comprendida por cutina y cera atravesadas por fibrillas de celulosa) y una capa interna (la lamela péctica).

La piel, epicarpo u hollejo (película) de la uva está constituida por la cutícula que lo cubre, la epidermis externa, la hipodermis subyacente y algunas capas de células parenquimáticas subyacentes. Esta película externa de la baya presenta 2 tipos de células en los preparados microscópicos: células con precipitados granulosos o «células taníferas» y células desprovistas de precipitados coloreados. La epidermis externa consiste de células planenquimáticas con la cara tangencial externa más gruesa y vacuolas con algunos precipitados fenólicos, antocianos y taninos. Cuando la baya madura, el número de estomas/mm2 disminuye y quedan aislados por lenticelas corchosas, lo que contribuye a una disminución del intercambio gaseoso, así como de la transpiración y la fotosínteis en la baya madura. La hipodermis externa tiene un espesor de 100-250 μ y está formada por 1-17 hileras de células colenquimatosas (de paredes primarias gruesas e irregulares), aplanadas y alargadas en sentido longitudinal. Contienen polifenoles vacuolares, flavonoides en las uvas blancas y antocianinas en las uvas tintas, que se ven bajo cuatro formas en los preparados: gotitas refractivas, masas densas amorfas, precipitados granulares finos a gruesos y masas periféricas (foto 11).

Hay idioblastos con rafidios de tartrato de Ca, oxalato de Ca o tartrato de potasio (15). Existen cultivares en las cuales la piel de la baya se separa fácilmente de la pulpa debido a que las células parenquimáticas ubicadas bajo la hipodermis poseen paredes mucho más delgadas y han perdido parte de las sustancias pécticas que la unen a otras.

El mesocarpo o pulpa se divide topográficamente en mesocarpo externo a los haces vasculares periféricos, el grosor del cual varía con la cultivar y mesocarpo interno a los haces vasculares. Presenta 25-30 capas de células parenquimáticas, con paredes primarias celulósicas delgadas, vacuola central, isodiamétricas, más alargadas a medida que se acercan a la hipodermis, y con abundantes espacios intercelulares (foto 12). En el momento de la antesis, son muy ricas en polifenoles, aunque algunas células más pequeñas del mesocarpo nunca muestran polifenoles en sus vacuolas. Dos semanas después pierden los polifenoles, por lo que la pulpa normalmente no tiene color. Cuando no se produce esta pérdida de color, manteniéndose la pulpa coloreada en el momento de la madurez, las cepas se denominan tintoreras. Cuando la baya está verde, tiene cloroplastos, taninos y numerosos idioblastos con ráfides de oxalato de calcio. El incremento de volumen está acompañado por una elevación en la tasa de acumulación de glucosa y fructosa. El mesocarpo representa el 64 % del volumen final de la baya.

El endocarpo tiene 2-3 capas de células y posee una epidermis interna (junto al lóculo) con células más pequeñas que las del mesocarpo, paredes gruesas y vacuolas sin polifenoles. Hacia el endocarpo hay una hipodermis interna, un estrato de células que contienen drusas y están aparentemente libres de polifenoles (foto 13).

El septum (tabique) crece rodeando las semillas o llenando los lóculos donde las semillas han abortado. Sus células son irregulares en tamaño y forma.

El sistema vascular presenta un haz vascular dorsal (nervadura media) con bandas vasculares periféricas (red periférica) y haces vasculares ventrales (en los márgenes de la hoja carpelar). Las haces vasculares tienen xilema con traqueidas y vasos con engrosamientos secundarios espiralados, floema con células cribosas, y parénquima de células elongadas. Los extremos rotos de las bandas vasculares constituyen el pincel cuando el pedúnculo es arrancado de la baya madura.

El pedúnculo posee (foto 14): epidermis con unos pocos estomas; varias capas de células colenquimáticas (subepidérmicas); células parenquimáticas, de mayor volumen, con cloroplastos y almidón; idioblastos con ráfides; haces vasculares colaterales, cambium, y médula. El grosor del pedúnculo, así como el tamaño de la baya madura se incrementa con el número de semillas. La zona de abscisión se origina en la base del pedúnculo (si no hay cuajado de fruto) y en la base la baya si ésta llega a la madurez.

Los granos de uva que no poseen semillas se llaman apirénicos. En la apirenia corintiana las uvas son partenocárpicas. Sus óvulos han abortado sin saco embrionario y con un solo tegumento o con saco embrionario defectuoso.

En la apirenia sultanina las uvas son estenospérmicas con pepitas mal desarrolladas, donde hubo fecundación pero el embrión y el endosperma cesan su evolución. En algunas flores normales, el ovario puede tener 1-2 lóculos más de lo normal, que también contienen óvulos, pero solamente uno o dos lóculos son funcionales (foto 15).

Semilla Posee forma ovoide que se va adelgazando gradualmente hacia el pico. Presenta una depresión circular y un lomo, la quilla o carena de Bioletti, a ambos lados del cual hay dos surcos o fosetas.

Embrión La semilla de la vid es albuminada por lo que el embrión maduro ocupa una pequeña parte de la semilla junto al pico. El embrión es recto, con dos cotiledones, un corto hipocotilo, y el epicotilo.

Endosperma El endosperma de la vid es ruminado (con dos fosetas o increscencias ruminadas ambos lados del rafe), con forma irregular, formado por pequeñas células poligonales con pequeños espacios intercelulares. Contiene aceite, granos de aleurona e idioblastos.

Tegumentos El tegumento externo se alarga en la zona de la micrópila para formar el pico, con grupos de esclereidas e idioblastos. La capa más externa papirácea tiene una gruesa cutícula. La capa media es parenquimatosa o colapsada. La capa interna dura presenta esclereidas con pared secundaria lignificada, cada una con un cristal. El tegumento interno tiene su capa más externa con engrosamientos espiralados y la capa más interna, rica en taninos y de paredes radiales con engrosamientos irregulares.

Caracteres de las hojas de las variedades de vid

Caracteres de las hojas de las variedades de vid

Comenzamos una serie de post especializados en vid.

Estos post son destinados a mejorar las calidades descriptivas de las variedades que se cultivan y para el mejor entendimiento de las descripciones realizadas, es por tanto un ejercicio de ingenieria y lenguaje.

Haré una descripción de las cepas, sarmientos, hojas, flores, racimos y uvas.

  • _Hojas copia1.a. – seno de la base nada ensanchado
  • 1.b. – peciolo liso y rojo
  • 2.a. – el seno de la base un poco ensanchado
  • 3.a. – El seno de la base se ensancha bastante
  • 4.a. – El seno de la base es algo ensanchado
  • 4.b. – El pedunculo o cabillo recubierto de borra o pelo, blanco amarillento forma angulo recto con la hoja.
  • 4.c. – Los senos laterales, suelen ensancharse mucho y ser acorazonados , haciendo que se aproximen los gajos (lobulos) y que se sobrepongan a veces.
  • 5.a. – El seno de la base se ensancha hasta producir una pequeña superposición de los gajos.
  • 5.c. – Los senos laterales, son ordinariamente acorazonados y hacen que se cavalguen los gajos.

HOJAS

Las hojas de la vid atendiendo a sus caracteristicas pueden ser:

  • Muy grandes
  • Grandes
  • Medianas
  • Pequeñas
  • Muy pequeñas
  • Desiguales
  • Casi iguales
  • De forma irregular
  • Casi orbiculares
  • Enteras
  • Casi enteras
  • Lobadas
    • Con dos gajos
      • Enteros o cortados, muy puntiagudos
        • Con los senos laterales agudos
        • Con los senos laterales ensanchados
        • Con los senos laterales redondeados
        • Con los senos laterales acorazonados
      • Enteros o cortados puntiagudos
        • Con los senos laterales agudos
        • Con los senos laterales ensanchados
        • Con los senos laterales redondeados
        • Con los senos laterales acorazonados
      • Enteros o cortados, nada puntiagudos
        • Con los senos laterales agudos
        • Con los senos laterales ensanchados
        • Con los senos laterales redondeados
        • Con los senos laterales acorazonados
    • Con tres gajos
      • Enteros o cortados, muy puntiagudos
        • Con los senos laterales agudos
        • Con los senos laterales ensanchados
        • Con los senos laterales redondeados
        • Con los senos laterales acorazonados
      • Enteros o cortados puntiagudos
        • Con los senos laterales agudos
        • Con los senos laterales ensanchados
        • Con los senos laterales redondeados
        • Con los senos laterales acorazonados
      • Enteros o cortados, nada puntiagudos
        • Con los senos laterales agudos
        • Con los senos laterales ensanchados
        • Con los senos laterales redondeados
        • Con los senos laterales acorazonados
    • Con cuatro gajos
      • Enteros o cortados, muy puntiagudos
        • Con los senos laterales agudos
        • Con los senos laterales ensanchados
        • Con los senos laterales redondeados
        • Con los senos laterales acorazonados
      • Enteros o cortados puntiagudos
        • Con los senos laterales agudos
        • Con los senos laterales ensanchados
        • Con los senos laterales redondeados
        • Con los senos laterales acorazonados
      • Enteros o cortados, nada puntiagudos
        • Con los senos laterales agudos
        • Con los senos laterales ensanchados
        • Con los senos laterales redondeados
        • Con los senos laterales acorazonados
    • Con cinco gajos
      • Enteros o cortados, muy puntiagudos
        • Con los senos laterales agudos
        • Con los senos laterales ensanchados
        • Con los senos laterales redondeados
        • Con los senos laterales acorazonados
      • Enteros o cortados puntiagudos
        • Con los senos laterales agudos
        • Con los senos laterales ensanchados
        • Con los senos laterales redondeados
        • Con los senos laterales acorazonados
      • Enteros o cortados, nada puntiagudos
        • Con los senos laterales agudos
        • Con los senos laterales ensanchados
        • Con los senos laterales redondeados
        • Con los senos laterales acorazonados
  • Con el seno de la base agudo
  • Con el seno de la base ensanchado
  • Con el seno de la base acorazonado
  • Con los dientes en un serie
  • Con los dientes en dos series
  • Con los dientes largos
  • Con los dientes medianos
  • Con los dientes cortos
  • En su parte superior algo rugosas
  • En su parte superior bastante rugosas
  • En su parte superior muy rugosas
  • En su parte superior ampollosas
  • En su parte superior algo borrosas
  • En su parte superior lampiñas
  • En su parte superior casi lisas
  • En su parte superior lustrosas
  • De un solo color
  • Con visos
  • Con manchas
  • De color verde
  • De color verde amarillento claro
  • De color verde amarillento oscuro
  • De color amarillo verdoso
  • De color amarillo claro al desarrollarse
  • De color amarillo claro siempre
  • De color amarillo claro al caer
  • De color amarillo obscuro al desarrollarse
  • De color amarillo obscuro siempre
  • De color amarillo obscuro al caer
  • De color rojo claro por las orillas al desarrollarse
  • De color rojo claro enteramente o en machas antes de madurar la uva
  • De color rojo claro un poco antes de carse
  • De color rojo obscuro por las orillas al desarrollarse
  • De color rojo obscuro enteramente o en machas antes de madurar la uva
  • De color rojo obscuro un poco antes de carse
  • Borrosas en el envés con mucha borra caediza blanca
  • Borrosas en el envés con mucha borra caediza muy blanca
  • Borrosas en el envés con mucha borra caediza ferruginosa
  • Borrosas en el envés con mucha borra caediza amarillenta
  • Borrosas en el envés con mucha borra persistente blanca
  • Borrosas en el envés con mucha borra persistente muy blanca
  • Borrosas en el envés con mucha borra persistente ferruginosa
  • Borrosas en el envés con mucha borra persistente amarillenta
  • Borrosas en el envés con mucha borra muy adherente blanca
  • Borrosas en el envés con mucha borra muy adherente muy blanca
  • Borrosas en el envés con mucha borra muy adherente ferruginosa
  • Borrosas en el envés con mucha borra muy adherente amarillenta
  • Borrosas en el envés con mucha borra caediza blanca
  • Borrosas en el envés con mucha borra caediza muy blanca
  • Borrosas en el envés con mucha borra caediza ferruginosa
  • Borrosas en el envés con mucha borra caediza amarillenta
  • Borrosas en el envés con mucha borra persistente blanca
  • Borrosas en el envés con mucha borra persistente muy blanca
  • Borrosas en el envés con mucha borra persistente ferruginosa
  • Borrosas en el envés con mucha borra persistente amarillenta
  • Borrosas en el envés con mucha borra muy adherente blanca
  • Borrosas en el envés con mucha borra muy adherente muy blanca
  • Borrosas en el envés con mucha borra muy adherente ferruginosa
  • Borrosas en el envés con mucha borra muy adherente amarillenta
  • Borrosas en el envés con bastante borra caediza blanca
  • Borrosas en el envés con bastante borra caediza muy blanca
  • Borrosas en el envés con bastante borra caediza ferruginosa
  • Borrosas en el envés con bastante borra caediza amarillenta
  • Borrosas en el envés con bastante borra persistente blanca
  • Borrosas en el envés con bastante borra persistente muy blanca
  • Borrosas en el envés con bastante borra persistente ferruginosa
  • Borrosas en el envés con bastante borra persistente amarillenta
  • Borrosas en el envés con bastante borra muy adherente blanca
  • Borrosas en el envés con bastante borra muy adherente muy blanca
  • Borrosas en el envés con bastante borra muy adherente ferruginosa
  • Borrosas en el envés con bastante borra muy adherente amarillenta
  • Borrosas en el envés con poca borra caediza blanca
  • Borrosas en el envés con poca borra caediza muy blanca
  • Borrosas en el envés con poca borra caediza ferruginosa
  • Borrosas en el envés con poca borra caediza amarillenta
  • Borrosas en el envés con poca borra persistente blanca
  • Borrosas en el envés con poca borra persistente muy blanca
  • Borrosas en el envés con poca borra persistente ferruginosa
  • Borrosas en el envés con poca borra persistente amarillenta
  • Borrosas en el envés con poca borra muy adherente blanca
  • Borrosas en el envés con poca borra muy adherente muy blanca
  • Borrosas en el envés con poca borra muy adherente ferruginosa
  • Borrosas en el envés con poca borra muy adherente amarillenta
  • Muy pelosas con pelos largos
  • Muy pelosas con pelos cortos
  • Bastante pelosas con pelos largos
  • Bastante pelosas con pelos cortos
  • Poco pelosas con pelos largos
  • Poco pelosas con pelos cortos
  • Casi lampiñas con pelos largos
  • Casi lampiñas con pelos cortos
  • Con borra y pelos sueltos
  • Con nervios gruesos
  • Con nervios delgados
  • Algo cóncavas al madurar el fruto
  • Algo cóncavas al caer
  • Siempre planas
  • Caen muy temprano
  • Caen temprano
  • Caen en el tiempo ordinario
  • Caen tarde
  • Caen muy tarde
  • Peciolo largo
  • Peciolo corto
  • Peciolo grueso
  • Peciolo delgado
  • Peciolo borroso
  • Peciolo peloso
  • Peciolo liso
  • Peciolo lustroso
  • Peciolo verde amarillento claro
  • Peciolo verde amarillento oscuro
  • Peciolo verde blanquecino claro
  • Peciolo verde blanquecino oscuro
  • Peciolo amarillo verdoso claro
  • Peciolo amarillo verdoso oscuro
  • Peciolo amarillo rojizo claro
  • Peciolo amarillo rojizo oscuro
  • Peciolo rojo claro
  • Peciolo rojo oscuro
  • En ángulo recto con la hoja
  • En ángulo agudo con la hoja

_Hojas2 _Hojas1

 

  1. _Hojas3Lobulo terminal
  2. Lobulo lateral superior
  3. Lobulo lateral inferior
  4. Seno peciolar
  5. Seno lateral inferior
  6. Seno lateral superior

Tipos morfologicos de hojas
simple o compuesta
simples no lobadas
simples lobadas
compuestas
margenes foliares
ápices y bases

 

 

Caracteres de los sarmientos de las variedades de vid

Caracteres de los sarmientos de las variedades de vid

Continuamos con la serie de post especializados en vid.

Estos post son destinados a mejorar las calidades descriptivas de las variedades que se cultivan y para el mejor entendimiento de las descripciones realizadas, es por tanto un ejercicio de ingenieria y lenguaje.

Haré una descripción de las cepas, sarmientos, hojas, flores, racimos y uvas.

  • _Sarmiento3a) tronco
  • b) sarmiento de dos años
  • c) sarmiento del año
  • d) brote principal
  • e) brote secundario o feminela
  • f) racimo
  • g) zarcillo

_Sarmiento2 copia

SARMIENTOS

Los sarmientos de la vid atendiendo a sus caracteristicas pueden ser:

  • Muchos
  • Bastantes
  • Pocos
  • Ergidos
  • Horizontales
  • Postrados
  • Muy largos
  • Largos
  • Bastante largos
  • Medianos
  • Cortos
  • Muy Cortos
  • Con canutos largos
  • Con canutos medianos
  • Con canutos cortos
  • Gruesos
  • Delgados
  • Con nietos
    • Un poco ondeados
    • Nada ondeados
  • Ahorquillados
  • Con los nudos gruesos
  • Con los nudos medianos
  • Con los nudos delgados
  • Rollizos
  • Aplastados por la base
  • Algo borrosos por la parte inferior
  • Lampiños enteramente
  • Lustrosos
  • De color pardo rojizo claro
  • De color pardo rojizo subido
  • De color pardo blanquizco claro
  • De color pardo blanquizco subido
  • De color rojo claro
  • De color rojo subido
  • De color rojo parduzco claro
  • De color rojo parduzco subido
  • De color blanco parduzco claro
  • De color blanco parduzco subido
  • De color amarillo de caña claro
  • De color amarillo de caña subido
  • Con el color uniforme
  • En manchas por la parte inferior
  • En listas longitudinales
  • Blandos
  • Duros
  • Broncos
  • Con mucha medula
  • Con bastante medula
  • Con poca medula
  • Con rebuscos en la punta
    • Muchos
    • Bastantes
    • Pocos
  • Sin rebuscos

NIETOS

  • Muchos
  • Bastantes
  • Pocos
  • Muy pocos
  • Largos
  • Medianos
  • Cortos
  • Con rebuscos en la punta
    • Muchisimo
    • Muchos
    • Bastantes
    • Pocos
    • Muy poco
  • Sin rebuscos

ZARCILLOS

  • Esparcidos
  • Opuestos a las hojas
  • Sencillos
  • Ramosos
  • Muy ramosos

YEMAS

  • Muy agudas
  • Bastante agudas
  • Poco agudas
  • Muy borrosas
  • Bastante borrosas
  • Poco borrosas
  • Con mucha goma
  • Con bastante goma
  • Con poca goma
  • Que forman con el tallo un angulo muy agudo
  • Que forman con el tallo un angulo bastante agudo
  • Que forman con el tallo un angulo poco agudo
Caracteres de las cepas de las variedades de vid
Caracteres de las variedades de vid

A continuación pongo este magnifico trabjo de Ed Hellman que complementa perfectamente las descripciones arriba señaladas.

Ed Hellman, Extensión AgriLife de Texas

El Tronco

El tronco es permanente y es el apoyo de los brazos de la vid.

El tronco, que antes era un brote individual y luego de entrenado como el tronco de una planta joven, se hace permanente y es el apoyo de la estructura vegetativa (hojas y tallos) y reproductiva (flores y frutos) de la vid. La altura del tronco varía con el sistema de formación seleccionado. Para los sistemas de formación con poda de caña o cargadores la parte superior del tronco se conoce como la cabeza. La altura de la cabeza está determinada por la poda de formación en las fases iniciales de las plantas jóvenes (o por un tronco de reemplazo). El tronco de una planta de vid madura tendrá brazos, que son ramas cortas que se originaron a partir de cañas o sarmientos y/o espolones, que se encuentran en posiciones diferentes en función del sistema de formación. Algunos sistemas de formación utilizan cordones, que son sarmientos o cañas semi-permanente del tronco. Estos cordones se forman por lo general horizontalmente a lo largo de un alambre de la espaldera, con espolones espaciados a intervalos regulares a lo largo de su longitud. En los sistemas bilaterales de formación, hay un cordón de cada lado del tronco, y algunos productores los llaman brazos. Otros sistemas utilizan sarmientos o cañas que son de madera de un año de edad, que surgen de los brazos y normalmente se encuentra cerca de la cabeza de la vid. Troncos múltiples se utilizan a menudo en las regiones productoras de uva que están en riesgo de daño invernal. El término «cuello» se refiere a la parte basal del tronco ligeramente por debajo y por encima del nivel del suelo.

Brotes y Sarmientos

Los brotes o pámpanos constan de tallos, hojas, zarcillos, frutos y es la principal unidad de crecimiento de la planta de uva y juegan un papel principal en muchas de las prácticas de manejo de viñedos. Los brotes surgen a partir de yemas compuestas que se inician alrededor de la floración durante la temporada anterior. Cada yema compuesta puede potencialmente producir más de un brote. Los brotes primarios surgen a partir de yemas primarias (descrito mas adelante) y son normalmente los brotes que producirán fruta en la planta. El eje principal del brote se compone de tejidos de soporte estructural y de tejidos para el transporte de agua, nutrientes, y los productos derivados de la fotosíntesis. Distribuidos a lo largo del brote se encuentran en patrones regulares las hojas, los zarcillos, los racimos florales y/o los racimos de uva o frutos, y las yemas. Las áreas del brote se describen como basal (la más cercana a su punto de origen), central, y apical (punta). El término canopia se utiliza para describir al conjunto de brotes, hojas y frutos; algunos viticultores también incluyen al tronco, los cordones y las cañas o sarmientos.

Ápice: El brote tiene muchos puntos de crecimiento que se describen con más detalle a continuación, pero el crecimiento principal en longitud del tallo se produce en el meristema apical, situado en la punta del brote. Las hojas nuevas y los zarcillos se desarrollan desde la punta del brote a medida que este crece. La tasa de crecimiento del brote varía durante la temporada. Los brotes de vid no detienen su expansión mediante la formación de una yema terminal, como algunas plantas lo hacen, pero puede seguir creciendo si hay suficiente calor, humedad en el suelo y nutrientes.

Hojas: Las hojas se producen en el meristema apical. El brote produce dos o más estipulas estrechamente espaciadas (hojas en forma de escamas) en su base antes de que se produce la primera hoja verdadera (Pratt, 1974). Las hojas están insertas en un área ligeramente abultada en el brote que se denomina nudo. El área entre los nudos se llama entrenudo. La distancia entre los nudos es un indicador de la tasa de crecimiento de los brotes y la longitud de los entrenudos varía a lo largo del brote correspondiendo a tasas de crecimiento que varían durante la temporada.

Parte de la vid.

Las hojas consisten en un limbo o folio, que es la parte ancha y plana de la hoja diseñada para absorber la luz solar y el dióxido de carbono (CO2) en el proceso de fabricación del alimento de la fotosíntesis, y el peciolo, que es la estructura en forma de tallo que conecta a la hoja con el brote. La superficie inferior de la lámina de la hoja contiene miles de poros microscópicos llamados estomas (singular = estoma), a través de las cuales se produce la difusión de dióxido de carbono (CO2), oxigeno (O2) y vapor de agua. Los estomas se abren a la luz y se cierran en la oscuridad. El peciolo lleva a cabo el transporte de agua y alimentos desde y hacia la hoja y mantiene la orientación de la lámina de la hoja para llevar a cabo sus funciones en la fotosíntesis.

Zarcillos: El brote también produce zarcillos, que son estructuras delgadas que se enrollan alrededor de objetos más pequeños (por ejemplo, los alambres de sostén, estacas pequeñas y otros brotes) para proporcionar apoyo a los brotes en crecimiento. Los zarcillos se ubican en la zona opuesta a la hoja en el nudo, excepto en las primeras dos o tres hojas en la base del brote. A partir de entonces los zarcillos se pueden encontrar en forma opuesta a las hojas cada tres hojas. Los racimos florales y los zarcillos tienen un origen de desarrollo semejante (Mullins et al., 1992), así que de vez en cuando algunas flores se desarrollan en el extremo de un zarcillo.

Yemas: Una yema es un punto de crecimiento que se desarrolla en la axila de la hoja, que es el área justo por encima del punto de conexión entre el peciolo y el brote. La yema que se desarrolla en esta área se describe en términos botánicos como una yema axilar. En la planta de uva las yemas se desarrollan en cada axila de la hoja, incluyendo las estipulas basales (hojas con forma de escamas). En términos vitícolas las dos yemas asociadas a una hoja se denominan como yema normal y yema pronta o anticipada. La yema normal es la verdadera yema axilar de la hoja y la yema pronta o anticipada se forma en la axila de las estipulas de las yemas normales. Debido a su asociación de desarrollo, las dos yemas están situadas a cada lado de la axila de la hoja principal. Cada yema normal es una yema compuesta, que contiene tres conos de crecimiento distintos, cada uno capaz de producir un brote. Estos se refieren comúnmente como conos primarios, secundarios y terciarios respectivamente. Cuando las yemas brotan, el cono primario suele ser el único que comienza a crecer. Si el cono primario está dañado los conos secundarios y terciarios son liberados de la latencia y crecen en el lugar del cono primario. Estos conos secundarios y terciarios en general tienen poco o ningún fruto en comparación con el cono primario.

Una sección transversal de una yema dormida. Donde se pueden observar los tres conos vegetativos.

Chupones: Son yemas latentes incrustadas en el tronco y en el cordón que también pueden producir brotes. Los chupones son brotes que crecen de la zona del cuello del tronco. Se utiliza el termino chupón a veces para referirse a aquellos que se desarrollan en las regiones superiores del tronco o cordones (Winkler et al., 1974). Las yemas que crecen en madera vieja no son yemas recién iniciadas, sino que son antiguas yemas normales que nunca se desarrollaron. Estas yemas de madera vieja pueden permanecer inactivas por tiempo indefinido hasta que un evento extremo tal como lesiones o una poda muy severa estimula la recuperación del crecimiento y el desarrollo de brotes (Winkler et al., 1974).

Los chupones a menudo surgen a partir de yemas latentes por debajo del cuello del tronco. En el manejo del viñedo, los chupones se remueven temprano en la temporada antes de que las yemas axilares pueden madurar en las estipulas basales de los brotes. Del mismo modo, los chupones que crecen por encima del cuello del tronco son arrancados de forma manual para no dejar trozos de poda que podrían producir más chupones en el año siguiente.

Las yemas latentes entran en uso cuando es necesaria la renovación del tronco o el cordón. En general, existen numerosas yemas latentes en las “posiciones de renuevo” (un término de poda) en el tronco o en los cordones. Yemas latentes secundarias y terciarias permanecen en los trozos que quedan después que los sarmientos o espuelas han sido eliminados por la poda.

Sarmientos: El brote entra en una fase de transición comenzando alrededor del envero cuando comienza a madurar la uva. La maduración de los brotes comienza en la base del brote a medida que se desarrolla la peridermis que aparece inicialmente como una piel amarilla lisa y sigue una formación vertical hacia la punta del brote durante el resto del verano y el otoño. A medida que la peridermis se desarrolla el color cambia de amarillo a marrón y se convierte en una capa dura, lisa y seca de corteza. Durante la maduración del brote, las paredes celulares de los tejidos engrosan y hay una acumulación de almidón (hidratos de carbono de almacenamiento) en todas las células vivas de la madera y de la corteza (Mullins et al., 1992). Una vez que caen las hojas de la vid en el comienzo de la temporada inactiva, el tallo adulto es considerado un sarmiento.

Los sarmientos son las estructuras principales a tomar en cuenta en el período de dormancia, cuando la poda es empleada para manejar el tamaño de la vid, la forma y para controlar la cantidad de uva en la próxima temporada. Debido a que un sarmiento es simplemente un brote adulto, se utilizan los mismos términos que para describir sus partes. La severidad de poda es a menudo descrita en términos del número de yemas retenidas por cepa. Esto se refiere a las yemas normales, que en una sola yema posee tres conos vegetativos de crecimiento como se describió anteriormente. Al considerar un sarmiento o caña en reposo vegetativo, las yemas situadas en la base misma de una caña incluyen puntos de crecimiento secundario y terciario que aumentan el número de yemas axilares del sarmiento (Pratt, 1974). Cabe señalar que la mayoría de las yemas basales en un sarmiento generalmente no son fructíferas y no crecen, por lo que no se incluyen en el conteo. Estas se refieren a menudo como las yemas a no contar durante el proceso de poda.

Los sarmientos pueden ser podados a diferentes longitudes. Cuando sólo poseen de una a cuatro yemas se conocen como espuelas o pitones. Los espolones de la vid no deben confundirse con los verdaderos espolones producidos por manzana, cerezos y otros árboles frutales los cuales son las estructuras naturales productoras de frutas de estos árboles. En la vid los espolones o pitones son creados al realizar una poda corta a un sarmiento. Los sistemas de formación que utilizan sarmientos como cargadores también usan espuelas o pitones con el propósito de que los brotes resultantes sean entrenados como cargadores en la temporada siguiente. Estos espolones son conocidos como “espuelas de renovación”, lo que indica su papel en la sustitución de los brazos y otras partes de la planta.

Referencias:

Mullins, M. G., A. Bouquet, and L. E. Williams. 1992. Biology of the Grapevine. Cambridge University Press.

Pratt, C. 1974. Vegetative anatomy in cultivated grapes. A review. American Journal of Enology and Viticulture 25:131-150.

Winkler, A.J., J.A. Cook, W.M. Kliewer, and L.L. Lider. 1974. General Viticulture. University of California Press. Berkeley, California.

Caracteres de las cepas de las variedades de vid

Caracteres de las cepas de las variedades de vid

Comenzamos una serie de post especializados en vid.

Estos post son destinados a mejorar las calidades descriptivas de las variedades que se cultivan y para el mejor entendimiento de las descripciones realizadas, es por tanto un ejercicio de ingenieria y lenguaje.

Haré una descripción de las cepas, sarmientos, hojas, flores, racimos y uvas.

CEPAS

  • Con caña gruesa
  • Con caña delgada
  • Con la cabeza gruesa
  • Con la cabeza delgada
  • Con la corteza gruesa
  • Con la corteza delgada
  • Con la corteza muy adherente
  • Con la corteza poco adherente
  • Con la corteza muy agrietada
  • Con la corteza poco agrietada
  • Con las grietas de las cortezas anchas
  • Con las grietas de las cortezas estrechas
  • Brota temprano
  • Brota tarde
  • Brota en el tiempo ordinario.
  • Muy vivaz
  • Poco vivaz
Caracteres de las cepas de las variedades de vid
Caracteres de las variedades de vid

Morfologia de la vid

Morfologia de la vid

Continuamos con la serie de post especializados en vid.

Estos post son destinados a mejorar las calidades descriptivas de las variedades que se cultivan y para el mejor entendimiento de las descripciones realizadas, es por tanto un ejercicio de ingenieria y lenguaje.

Haré una descripción de las cepas, sarmientos, hojas, flores, racimos y uvas.

Para ampliar podeis ver el blog de Alan de Val, cuyo excepcional trabajo pondré a continuación.

Ampelografia: Ciencia para el estudio de la vid

1) Ampelografia, Tecnicas y métodos de reconocimiento, Variedades de vitis, Lista de desciptores primarios.

2) Morfologia de la vid;

  • Sistema radical
  • Parte aérea
    • El tronco
    • Brazos o ramas
      • a) Madera del año
      • b) Madera de 1 año
      • c) Madera de 2 años
      • d) Madera vieja
    •  Pámpano o sarmiento

Organografía de la vid

  • Las hojas
  • Las yemas
    • Clasificación de las yemas según su posición en el tallo
    • Clasificación de las yemas según su evolución
    • Fertilidad de las yemas
  • Los zarcillos
  • Racimos e inflorescencias
    • Tipos de racimos según su forma
  • La Flor
    • A) Flores hermafroditas o perfectas
    • B) Flores femeninas o pistiladas
    • C) Flores masculinas o estaminadas
  • El fruto
    • Hollejo
    • Pulpa
    • Pepitas

Abonado de la viña o viñedo

Abonado de la viña o viñedo

Necesidades nutricionales de la viña

Papel de los elementos nutritivos

Además del C, H y O que representan casi el 95% de la materia seca, se consideran elementos esenciales para la vid el N, P, K, Ca, Mg y S entre los macroelementos, y Mo, Cu, Mn, B, Zn, Fe y Cl dentro de los oligoelementos. Independientemente del papel general que juegan los diferentes elementos, citaremos algunos aspectos relacionados con la vid.

El nitrógeno mejora el crecimiento y la capacidad productiva de la cepa, favoreciendo el desborre, la tasa de cuajado y el proceso de inducción floral.

El fósforo participa en los sistemas de almacenamiento y transferencia de energía y azúcares. Es considerado como factor de crecimiento de brotes y raíces. Una buena alimentación de P puede frenar la absorción excesiva de N, mejorando la resistencia a las enfermedades y a la sequía.

El potasio, elemento de gran movilidad, desarrolla un papel destacado en la síntesis, traslocación y acumulación de azúcares en las bayas y partes vivaces. Interviene en la neutralización de los ácidos orgánicos, jugando un importante protagonismo en la acidez y el pH del mosto y del vino. Participa en la economía del agua, favoreciendo su absorción por las raíces y controlando los mecanismos de apertura y cierre de estomas.

El calcio participa en la activación de enzimas del metabolismo de glúcidos y proteínas, y
mantiene el equilibrio ácido-base.

El magnesio favorece el transporte y acumulación de azúcares. Junto a K y Ca, contribuye al mantenimiento del balance iónico celular y a la neutralización de los ácidos orgánicos de la uva y del mosto.

El manganeso influye positivamente en la fertilidad de las yemas, en la tasa de cuajado y en la síntesis de clorofila. En ciertas regiones vitícolas, se asocia al bouquet del vino.

El boro favorece los fenómenos de fecundación y de cuajado, e interviene en el transporte de azúcares.

El zinc muestra un efecto positivo en el cuajado, la maduración y el agostamiento.

Exportaciones y ritmo de absorción

Desde un punto de vista nutricional, la vid se caracteriza por un ritmo regular de absorción de elementos minerales a lo largo del ciclo, ausencia de períodos críticos y por unas necesidades relativamente moderadas de elementos. Para centrar las necesidades de la vid, la tabla 26.2

refleja las exportaciones medias de los principales macroelementos (kg/ha), expresadas como composición mineral de los órganos renovables de la planta, es decir, de hojas, racimos y sarmientos. Las exportaciones consideradas pueden verse incrementadas en un 10-15% en concepto del material vegetal exportado no presente en el momento de vendimia (despunte, desniete, deshojado, etc.) y de los elementos que participan de las reservas de troncos y raíces. La absorción mineral de la vid abarca fundamentalmente el período comprendido entre la brotación y el envero. Prácticamente el 100% de N y K, y más del 90% de P, han sido absorbidos en el envero. Las necesidades más importantes surgen de forma escalonada durante el período de crecimiento activo, coincidiendo con el desarrollo de la baya en su Fase I, y en el caso del K durante la maduración, cuando los racimos y bayas se convierten en los principales sumideros. La redistribución de las reservas acumuladas en las partes vivaces, aunque no llega a compensar las necesidades de la planta, juega un papel muy importante en el balance nutricional, sobre todo en dos fases del ciclo anual: el inicio de crecimiento, especialmente para N, y durante el desarrollo de la
baya, sobre todo a lo largo de la Fase III, maduración.

Desequilibrios nutricionales en viña

Entre los desequilibrios nutricionales más relevantes en el viñedo, destacaremos:

Exceso de nitrógeno

En el marco de una viticultura de calidad, el exceso de N se ha convertido en uno de sus mayores inconvenientes. La consecuencia principal del exceso de nitrógeno es el aumento del vigor. Tal circunstancia supone una mejora de la fertilidad de las yemas y un aumento del peso de la baya y del racimo, lo que unido a la tentación de aumentar la carga en la poda como consecuencia del incremento del vigor, elevan considerablemente los rendimientos. Por otro lado, conduce a un deterioro del microclima de hojas y racimos, y a la estimulación del crecimiento vegetativo, dificultando así los procesos de agostamiento y maduración de la uva, con consecuencias negativas en la calidad.

La asociación de un mal microclima y el aumento del peso y la compacidad de racimos, potencian el desarrollo de la podredumbre del racimo (Botritis) y dificulta su tratamiento. Asimismo, como efectos negativos que se derivan del exceso de nitrógeno, también podemos citar: el corrimiento en variedades sensibles a este accidente, la clorosis, el aumento del riesgo de carencia de potasio y de las necesidades de agua, la presencia en el vino de un mayor contenido de compuestos no deseables para la salud (carbamato de etilo, aminas biógenas, etc.), y la alteración de las cualidades organolépticas de los vinos.

Alimentación potásica elevada

En los últimos años, los enólogos han mostrado su preocupación por la disminución de la acidez y el aumento del pH en los vinos. Entre los argumentos que se esgrimen para justificar este problema, se cita la intensificación de la nutrición de potasio. La insuficiente acidez conduce a vinos “planos”, sensibles a oxidaciones y precipitaciones, con escasa valoración organoléptica, obligando a desarrollar una importante enología correctiva. Los aportes generosos de este elemento en el abonado de la viña han contribuido, sin duda, a agravar el problema.

Sin embargo, sería  insuficiente justificación si no se tuvieran en cuenta otros factores culturales que, relacionados con la mayor o menor absorción de potasio, tienen una clara incidencia en la acidez: fertilidad del suelo, utilización del riego, capacidad selectiva de absorción de potasio de los diferentes portainjertos, diferente aptitud de las variedades para acumular y traslocar potasio, altas densidades de plantación o técnicas de mantenimiento de suelo que facilitan la instalación superficial del sistema radicular (aplicación de herbicidas).

Deficiencia de magnesio.

Como circunstancias que favorecen una insuficiente alimentación de Mg se pueden con siderar su falta de restitución por la disminución del aporte de materia orgánica, la ausencia de este elemento en los planes de abonado, y todas aquellas situaciones que favorezcan la alimentación excesiva de potasio, con el que mantiene un evidente antagonismo: inadecuada elección de variedades y portainjertos, fertilización abundante de potasio, y buena disponibilidad de agua (riego y/o precipitaciones).

La carencia de magnesio entraña una disminución del rendimiento y de la síntesis de azúcares, así como riesgos de “desecamiento de raspón”. Este accidente, del cual no se conoce con exactitud las razones que lo provocan, mejora con la aplicación foliar de magnesio durante el envero.

Carencia de oligoelementos.

En nuestro viñedo no es raro detectar deficiencias de Fe, Mn, B e incluso Zn, dada la dependencia de disponibilidad de estos elementos respecto del pH más bien básico de los suelos dedicados al cultivo de la vid. Las toxicidades por microelementos son menos frecuentes y se dan más en suelos de reacción ácida.

RECOMENDACIONES DE ABONADO

En términos generales, la fertilización del viñedo resulta compleja, habida cuenta de la  amplia gama de factores de la producción vitícola (medio, planta y técnicas de cultivo) con incidencia en la nutrición mineral, y la consideración general del viñedo como un cultivo de secano, perenne y leñoso, características que limitan el desarrollo y la respuesta del abonado.

Abonado de plantación

Abonado orgánico

La aplicación de 25 t/ha de un estiércol tradicional, distribuido superficialmente y enterrado mediante labores superficiales, podría ser una referencia a tener en cuenta. Cuando concurren circunstancias tales como niveles elevados de MO, condiciones favorables para su mineralización y aplicación de MO poco estable y de relación C/N baja, que suponen una importante disponibilidad de nitrógeno, es aconsejable suprimir el aporte de MO, o reducir la dosis a niveles de 10 t/ha, con una MO de relación C/N elevada.

Abonado mineral

Una propuesta general para el abonado mineral de fondo puede responder a los siguientes intervalos: 100-400 kg P2O5/ha, 200-600 kg K2O/ha y 50-150 kg MgO/ha. Los niveles más elevados se corresponden con suelos poco fértiles y/o de textura arcillosa.

En el caso concreto del potasio, las cantidades deberán reducirse en suelos ricos en este elemento, sueltos, de reacción ácida y siempre que se prevea una situación favorable para la carencia de magnesio (antagonismo). El nitrógeno no se aconseja en el abonado de plantación, para evitar posibles pérdidas y los efectos negativos que se deducen del exceso de vigor en plantaciones jóvenes (mal agostamiento y desequilibrio entre parte aérea y sistema radicular).

Con respecto a la aplicación de los abonos minerales, si se realiza subsolado como labor preparatoria del terreno, se distribuyen en superficie y se entierran con una labor superficial; si por el contrario se practica una labor de desfonde, los abonos se reparten en superficie y se incorporan en profundidad.

En el caso de que el cultivo anterior fuera viña, y ésta no manifestara síntomas de desequilibrios nutricionales y hubiera sido objeto habitualmente de un aporte regular de abonos orgánicos y minerales, se podría prescindir de la fertilización de fondo.

Aunque la mayor parte de los suelos dedicados al cultivo de la vid presentan valores de pH más bien alcalinos, en ocasiones se requieren enmiendas de tipo mineral (“encalado”) para la corrección del bajo pH que caracteriza a los suelos ácidos (pH<6). Para ello, se pueden realizar aportes entre 2.000 kg CaO/ha en suelos arenosos y 6.000 kg CaO/ha en suelos muy arcillosos. En el caso de suelos “sódicos”, aportes de MO, azufre y yeso pueden ser aconsejables.

Abonado de mantenimiento

A la hora de estimar la dosis de abonado, es importante tener en cuenta el objetivo de la explotación vitícola (calidad versus cantidad), el balance nutricional, los factores con incidencia en la nutrición, así como los métodos que nos permiten valorar el nivel de nutrición. El análisis y el diagnóstico foliar han tomado protagonismo a la hora de detectar desequilibrios nutricionales y racionalizar la fertilización.

Nuestra propuesta metodológica pasa por la toma de muestras durante el envero, recogiendo hojas opuestas al segundo racimo y analizando limbos y/o pecíolos, según el fin que se persiga. Desde nuestras experiencias en la variedad Tempranillo, la tabla 26.3 nos acerca a los valores medios de macroelementos (% sms)  y oligoelementos (ppm) en limbo y pecíolo durante el envero.

Abonado orgánico

En términos generales, la aportación de 10 t/ha de un estiércol clásico, satisface las  necesidades y las pérdidas de MO anuales, que se estiman entre 300 y 1.200 kg/ha, según las condiciones naturales y de cultivo. La incorporación de sarmientos puede llegar a compensar cerca del 40% de la pérdida anual de materia orgánica, aportando en nuestras condiciones de cultivo un valor fertilizante medio por hectárea de: 7 kg N, 2 kg P2O5, 8 kg K2O, 9 kg CaO y 2 kg MgO.

No deja de ser frecuente diferir en el tiempo y en el espacio los aportes de MO, utilizando enmiendas orgánicas de estabilidad media-alta, aplicadas  preferentemente en superficie, con suficiente antelación y enterradas mediante labores superficiales. Aparte de la utilización de estiércoles tradicionales, se puede optar por una amplia gama de especialidades comerciales con base muy diversa, sin olvidar otras fuentes de materia orgánica como lo son las cortezas, la paja, los restos vegetales y los subproductos de la vid, utilizando sarmientos y orujos, bien sea incorporados directamente o compostados previamente.

El compost urbano y los lodos de depuradora, no encuentran suficiente acomodo en el cultivo de la vid. Correctores biológicos y ácidos húmicos y fúlvicos completan este apartado, contribuyendo a mejorar la actividad biológica del suelo y la absorción de nutrientes.

Abonado con nitrógeno

Es quizás el elemento más cuestionado en los planes de fertilización del viñedo. Por una parte, los efectos negativos que se derivan de una alimentación nitrogenada generosa han conducido en algunas ocasiones a su reducción e incluso eliminación en viñedos de calidad, a excepción hecha de la observación de un vigor insuficiente de las plantas o de problemas de fermentación por bajos contenidos de nitrógeno en mosto.

Por otro lado, cuando los niveles de MO y las condiciones para su mineralización son adecuados, se dan circunstancias favorables para compensar los requerimientos de la viña con aportes moderados de nitrógeno.

En términos generales, la estimación de la cantidad de nitrógenoa aportar se basaría en la consideración del vigor actual y del deseado, que resulta en la práctica el mejor método de valoración de la fertilización nitrogenada, del rendimiento, de la pluviometría y del tipo de suelo, circunstancias éstas últimas que condicionan en gran medida la mayor o menor cantidad de nitrógenoen forma NO-3 con la que se puede contar y/o lavar.

En condiciones medias, las aportaciones de nitrógeno se situarían entre 30- 40 kg/ha. En viñedos de elevados rendimientos  o en aquellos dedicados a la producción de uva de mesa, cabría multiplicar casi por dos el intervalo superior.

Con respecto a la aplicación de nitrógeno, elemento móvil y fácilmente lavado, resultaría una práctica adecuada realizar su aportación en solitario durante el periodo de primaveraverano (desborre-postcuajado), de forma fraccionada y superficialmente, utilizando en cada caso aquellos abonos nitrogenados más adecuados en función de sus características y fecha de aplicación.

Si el viticultor opta por la utilización conjunta de nitrógeno, fósforo y potasio, bien sea como mezcla de abonos simples o con abonos complejos, la aplicación debe retrasarse lo  más posible dentro del invierno.

Abonado con fósforo

Las moderadas necesidades que la vid tiene de fósforo, han hecho que su aporte se centre casi exclusivamente en sus exportaciones. En este sentido, podemos hablar de unos aportes
de 20-30 kg P2O5/ha, si bien será necesario considerar las frecuentes inmovilizaciones de este elemento en el suelo y los bajos coeficientes de utilización de abonos que aporta este  elemento, por lo que estas recomendaciones podrían ser incrementadas en porcentajes en torno al 25%, procurando adaptarse en la mejor medida posible a las formulaciones comerciales presentes en el mercado.

Además de la presencia de fósforo en diferentes abonos complejos y órgano-minerales, los abonos fosfatados simples más utilizados son los superfosfatos. Considerando la poca movilidad del fósforo y su baja solubilidad, conviene que la aplicación de abonos que incorporan fósforo se realice de forma temprana y localizada.

Abonado con potasio y magnesio

Teniendo en cuenta el marcado antagonismo entre potasio y magnesio, es aconsejable plantear simultáneamente el abonado de estos dos elementos. El diagnóstico peciolar a través de la relación K/Mg (2-8) y la consideración en el suelo de las relaciones K/CIC (2-4%) y K/Mg (0,3), se han convertido en herramientas útiles para dirigir su fertilización.

Como pauta general, podíamos hablar de un aporte de potasio equivalente a 60-100 kg  K2O/ha, según tipo de suelo (lavado; retrogradación), volumen de cosecha o riesgo de provocar deficiencias de magnesio.

En uva de mesa, estas cantidades pueden llegar a duplicarse. Por su parte, las referencias para el magnesio se situarían en los 15-30 kg MgO/ha, guardando aproximadamente una relación K:Mg de 3:1 para evitar desequilibrios entre ambos elementos.

La aplicación de potasio y magnesio responde criterios considerados para el fósforo. En el caso del potasio, los abonos simples más utilizados son cloruro potásico y sulfato potásico. Este último abono se recomienda en suelos salinos, poco profundos y sueltos, y en aportes masivos, tardíos y localizados.

El abono con magnesio más extendido es el sulfato magnésico. Tanto para un elemento como para otro, existen abonos complejos y una amplia gama de abonos que los contienen en su formulación y composición.

Microelementos

Los aportes al suelo de microelementos son escasos y se reducen casi exclusivamente a la aplicación de hierro en forma de quelatos. La aplicación foliar de sales solubles de dichos micronutrientes, es la opción más habitual para compensar su consumo o enmendar posibles desequilibrios. A modo de referencia, y teniendo en cuenta las consideraciones realizadas a lo largo de la exposición anterior, la tabla 26.4 recoge recomendaciones medias de abonado de mantenimiento en viñedo, en función al rendimiento.

Fertirrigación

Hasta fechas recientes, la condición de secano que ha caracterizado al viñedo español y las limitaciones legales sobre la utilización del riego, han limitado el uso de la fertirrigación. De cara al futuro, la fertirrigación alcanzará un importante protagonismo en el cultivo de la vid.
Basta con considerar las más de 300.000 ha de viñedo en regadío, actualmente existentes.

Enrique García-Escudero Domínguez
Doctor Ingeniero Agrónomo
Jefe del Servicio de Investigación y Desarrollo
Tecnológico Agroalimentario de la Rioja