Fecha de recoleccion manzana y pera Acidez

Fecha de recoleccion manzana y pera Acidez

Bases Fisiológicas.

Al madurar los frutos y durante la conservación disminuye el contenido total de ácidos orgánicos. El sabor del fruto resulta de la combinación de los azúcares, ácidos y sustancias astringentes y aromáticas dentro del mismo. Las manzanas tienen un contenido relativamente elevado de ácidos comparado con otros frutos y su presencia es un factor importante en su calidad, pero su gran variabilidad entre años y entre plantaciones y el hecho de que ninguna variedad de manzano, muestre un modelo significativo, de tasa de cambio de la acidez valorable, hace que no sea un parámetro adecuado para determinar la fecha óptima de RECOLECCIÓN de las manzanas pero que puede ser usado, en conjunción con otros índices para ello. Ya que, en general la acidez disminuye durante la conservación frigorífica, es necesario, para larga conservación, guardar frutos con niveles suficientes de acidez, para mantener la calidad de consumo. El ácido más importante en las manzanas es el ácido málico (junto a cítrico y tartárico) y la acidez del fruto se calcula, como acidez valorable, dándose el resultado en g/l de ácido málico del zumo.

Realización de la toma de muestras.

Se toman 10-12 frutos, a la altura de la cabeza, en dos orientaciones opuestas de la parte externa de 5 árboles diferentes representativos de la plantación. Es necesario un equipo sencillo de laboratorio para realizar el análisis de las muestras. Las muestras se tomarán siempre de los mismos árboles.

Recomendaciones.

Como esta medida es de poco valor en la determinación de la fecha de recolección, pero importante para el sabor y la calidad interna durante la conservación, se indican a continuación algunos valores mínimos recomendables de acidez (gramos de ácido málico por litro de zumo) en la recolección.

Tabla Valores recomendados de acidez (g/l).

 VARIEDAD g/l
 Verde Doncella 2,0 a 3,0
 Manzanas poco ácidas (Gala, Delicious, Fuji) 3,0 a 4,0
 Reineta del Canadá (muy variable)  3,0 a 5,0
 Golden Delicious  4,0 a 5,5
 Granny Smith 6,50 a 8,0

Fecha de recoleccion manzana y pera Solidos solubles

Fecha de recoleccion manzana y pera Solidos solubles

Bases Fisiológicas.

Al madurar las manzanas el almidón se convierte en azúcares, primero en sacarosa y luego en glucosa y fructosa.

El azúcar, es el principal componente de los sólidos solubles, la medida de éstos con un refractómetro (grados Brix), nos da una aproximación válida de los azúcares disueltos en el jugo del fruto.

La evidencia de que este parámetro, está condicionado por muchos factores, entre ellos la propia parcela, el manejo de los árboles, la campaña de que trate y también, la posición del fruto en la copa del árbol, nos indica que los valores de la concentración de sólidos solubles de una campaña no son necesariamente iguales a los de otras y que cada plantación, puede tener sus valores particulares diferentes a los de otras plantaciones.

El contenido en azúcar, es la principal medida de la calidad interna del fruto, ya que junto a la acidez, condicionan el sabor del mismo, por lo que la medida de su evolución, en la determinación de la fecha óptima de RECOLECCIÓN, es importante y debe ser determinado por un laboratorio perteneciente a un equipo técnico cualificado.

Realización de la toma de muestras.

Debido a la gran importancia, que la posición del fruto tiene en este parámetro, la muestra se debe tomar de una zona intermedia, entre el tronco y la periferia de la copa, a la altura de la cabeza y un fruto de cada cuadrante del árbol.

Un total de 12 frutos de tres árboles representativos.

Todas las muestras se tomarán en los mismos árboles.

Observaciones.

Los valores recomendados, tienen la consideración de mínimos, por la gran importancia que este parámetro tiene en la calidad gustativa de los frutos.

Sólidos solubles.

Valores recomendados de refractometría (ºBrix), para fecha óptima de recolección de manzanas

Valores recomendados de refractometría (ºBrix). A. Herrero, J. Guardia.

 VARIEDAD ºBrix
 Granny Smith 11-dic
 Grupo Red Delicious 11-dic
 Reineta del Canadá 11.5 – 12.5
 Grupo Gala dic-13
 Grupo Golden dic-13
 Verde Doncella dic-13
 Fuji 13 – 15

Fecha de recoleccion manzana y pera Coloracion epidermis Dureza

Fecha de recoleccion manzana y pera Coloracion epidermis Dureza

Las manzanas y las peras, cuando llega la maduración, pierden progresivamente su color verde, debido a la clorofila, al tiempo que los pigmentos amarillos, se van haciendo visibles poco a poco. La evolución del color de un fruto, puede medirse en un laboratorio, por la cantidad de clorofila y de otros pigmentos del fruto.

Se utilizan dos métodos, no destructivos, para realizar la medición de evolución del color:

  • – Colorímetros triestímulos, de los que existen numerosos sistemas de medidas, homologados por la Comisión Internacional de la Iluminación (CII), aunque el más utilizado es el sistema “L.a.b”. Los inconvenientes de estos colorímetros, son; que no todos responden a las mismas normas de la CII, por lo que es necesario precisar la marca, el tipo de aparato, el modo de graduación, etc.; y además son aparatos, que debido a su precio, no están al alcance de todos
  • – La evaluación por referencia, a colores simples, establecidos con la ayuda de un colorímetro y recopilados en los códigos de colores o escala colorimétrica. Tienen la ventaja de que cualquier persona puede manejarlos y su costo es mínimo, y el inconveniente es, que sería necesario, una escala para cada especie y para cada variedad.

En las variedades bicolores, el color del fondo del fruto, es un indicador de la madurez, mejor que la coloración roja, aunque evolucionan con frecuencia de forma paralela.

La regresión de la clorofila y la aparición de colores amarillos, en el fondo de la superficie de los frutos, responde a una evolución fisiológica irreversible, incluso después de la recolección, mientras que la presencia de pigmentos rojos, puede ser debida, a elementos exteriores a la madurez del fruto, como el suelo, el microclima, el vigor del árbol, la posición del fruto en el árbol, las temperaturas nocturnas, etc.

Aunque el color, es un elemento útil, para determinar la fecha de recolección, de numerosas variedades amarillas o bicolores, también puede variar, en función de parámetros externos e internos del fruto, modificando el contenido en nitrógeno del fruto, por ejemplo, se puede alterar el color.

Dureza de los frutos.

La dureza, está en relación directa, con la cohesión de las células de la pulpa y el espesor de sus membranas.

Cuando los frutos son jóvenes, las células permanecen compactas entre sí, debido a la propectina, que es como el “cemento” que las une y las hace compactas, a medida que el fruto avanza en madurez, la propectina, que es insoluble, se convierte en pectinas solubles, lo que provoca, que la pulpa se ablande y reduzca el fruto su resistencia a la presión.

 

Fecha de recoleccion manzana y pera Intervalo en dias

Fecha de recoleccion manzana y pera Intervalo en dias

Intervalo en días, desde la plena floración a la recolección.

El tiempo en días, transcurrido entre el estado fenológico (F2) y la recolección, es relativamente constante, para una variedad determinada.

Puede variar unos días, en función de las condiciones climáticas del año, especialmente en aquellas zonas, en las que las variaciones de temperatura son importantes.

Para una variedad concreta, la experiencia de años anteriores, proporciona una idea, del probable período de recolección.

Este sistema es válido cuando la floración puede fijarse, de una manera precisa, es decir, cuando se desarrolla en un período relativamente corto y en condiciones climáticas normales.

De cualquier forma, este método, debe complementarse con otros realizados a pie de campo, cuando la madurez está próxima.

Tabla. Número de días desde F2 hasta la recolección.

Manzanas Días Peras Días
Reina Reineta 125-130 Williams 115-120
Delicious 151-160 Passa Crassa 180-200
Jonathan 140-145 Kaiser 175-180
Starking 140-150 B. Luisa 140-145
Golden Delic. 150-165 M. Ardí 135-140
Belleza Roma 165-180 Conferencia 150-160
Richared 140-150 Ercolini 77-82
Starkinson 145-155 Decana Cong. 170-175
R. Blanca Canadá 150-160 Epin de Mans 155-165
R. Mans 160-170 Alexandra Doss 150-160
Grany Smith 190-200 Blanquilla 132-137
Stayman 160-166 Limonera 120-130

Calidad y recoleccion tardia en manzana y pera

Calidad y recoleccion tardia en manzana y pera

Los frutos recolectados, varios días después de su maduración fisiológica presentan generalmente:

  • Un aumento de cosecha, ya que los calibres de los frutos son máximos, dentro de su variedad.
  • Una pigmentación, completamente desarrollada.
  • Una calidad gustativa superior, gracias a la cantidad de azúcares y a un buen desarrollo de los aromas.

Por otra parte, los frutos recolectados tardíamente:

  • No son aptos, para una conservación frigorífica prolongada, ya que se han recolectado, próximos a su madurez de consumo.
  • Son más sensibles, a la “caída”.
  • Son más sensibles, a la vitrescencia, sobre todo para determinadas variedades, cuanto más se retrasa la recolección.
  • Hay un claro incremento, de podredumbres fúngicas (podredumbres lenticelares debidas a Gloeosporium).
  • Mayor desarrollo de senescencia en conservación (empardecimiento interno, escaldado blando, etc.)

En resumen, el fruto pierde rápidamente:

  • Su acidez.
  • Su dureza.
  • Acelera su maduración.
  • La pulpa se hace harinosa.

 

Calidad y recoleccion precoz en manzana y pera

Calidad y recoleccion precoz en manzana y pera

Una de las primeras consecuencias, de una recolección precoz es:

  • Pérdida de cosecha, debido a que son frutos jóvenes, que aumentarían su peso, al desarrollarse con más tiempo.
  • Pérdida de agua durante la conservación, como consecuencia del menor tamaño de los frutos que al ser jóvenes, tienen un gran número de lenticelas abiertas.
  • El calibre y la coloración de los frutos, no son con frecuencia, suficientes.
  • La calidad gustativa es mediocre, debido a un desarrollo incompleto de aromas, al final de la conservación.
  • Mayor sensibilidad al “escaldado”.
  • Riesgo de “Bitter Pit”.
  • Pérdida de peso del conjunto de los frutos, durante la conservación, debido a la deshidratación, porque su capa cérea protectora, no está suficientemente desarrollada.

Descomposición del almidon y fecha optima de recoleccion en golden delicious

 

Fuente: Vog Apple

Recoleccion y calidad en manzana y pera

Recoleccion y calidad en manzana y pera

En un mercado, en el que la oferta, es superior a la demanda, es indispensable poder ofrecer a los diferentes clientes, unos frutos, que se adapten a sus exigencias, de lo contrario, no se podrá vender la fruta.

Solamente, la puesta en marcha de un conjunto de técnicas, desde el campo, hasta que la fruta sea consumida, es lo que va a permitir, la subsistencia del sector y no solo del de fruta de pepita.

Aunque es fácil decirlo, no hay otra opción que conseguir:

  • Un buen desarrollo del fruto en el campo, adaptando a cada caso, las técnicas culturales y las condiciones de suelo, climáticas, varietales, etc.
  • Recolectar el fruto, en las mejores condiciones posibles, y utilizar un transporte adecuado.
  • Establecer, con la máxima precisión posible, la fecha de recolección óptima.
  • Control preventivo, de las enfermedades de conservación, que más incidencia tengan.
  • Manipular con sumo cuidado, los frutos a la salida de las cámaras.
  • Utilizar envases adecuados.
  • Realizar el transporte a destino, en las mejores condiciones posibles.

Recolección.

A partir de la recolección, los frutos, separados de su medio natural, pasan hasta su consumo, por una serie de circunstancias adversas, que influyen de una forma decisiva en su calidad final.

No podemos olvidar, que los frutos hasta que se consumen o destruyen, continúan siendo seres vivos, algo que en muchos casos, no se tiene en cuenta.

El estado de madurez de los frutos, en el momento de la recolección, tiene una influencia total sobre su conservación.

Los métodos, para la determinación de la fecha óptima de recolección, son numerosos y en esta publicación, veremos los más importantes.

Es aconsejable, seguir regularmente, la evolución de los distintos parámetros de los frutos y tomar la decisión, sobre la práctica simultánea de varios test.

La recolección, es una operación compleja, que debe considerar, el estado fisiológico del fruto y los factores comerciales. Es aconsejable realizarla, cuando el fruto fisiológicamente, se halla en el período de mínimo pre-climatérico, momento en que, la intensidad respiratoria del fruto es mínima. Si el fruto ha de conservarse en atmósfera controlada, debe recolectarse 2-3 días antes, de la fecha óptima.

Incidencia de la fecha de recolección.

La calidad de los frutos y su aptitud para la conservación, están estrechamente unidos, a su estado fisiológico, en el momento de la recolección.

La fecha óptima es diferente, según que el fruto se destine a una larga conservación o al consumo, en breve tiempo.

Cuando el fruto alcanza su madurez fisiológica, o sea, cuando es apto para continuar su desarrollo completo, una vez recolectado, estamos en el período en que, según los medios utilizados en su conservación, podremos conservarlo, algunas semanas o varios meses.

La recolección efectuada, 2-3 días antes de la madurez fisiológica, permite conseguir:

  • Duración máxima de conservación.
  • Pérdidas mínimas de peso.
  • Mínima sensibilidad, a las enfermedades criptogámicas y fisiológicas, debido a:
  • La existencia de compuestos fenólicos en el fruto que impiden la germinación y desarrollo de los parásitos.
  • La falta de sustrato alimenticio, para todo tipo de patógenos.
  • Los enzimas de los hongos, no pueden degradar la propectina.
  • La producción de fitoalexinas, después de una infección, provoca resistencias a las enfermedades en sí.
  • La capacidad del fruto de producir lignina, como reacción del mismo, a las pequeñas lesiones, en condiciones de humedad relativa alta.

Por otra parte, alejamientos importantes, en relación a la fecha óptima de recolección, pueden provocar en los frutos, una calidad baja y la aparición, de desordenes fisiológicos, durante la conservación.

En la fecha de recolección influyen:

  • – Las condiciones climáticas.
  • – La especie.
  • – La variedad.
  • – Las características del porta-injerto.
  • – El suelo.
  • – El abonado.
  • – El vigor del árbol.
  • – La disponibilidad de agua.
  • – La cantidad de producción.
  • – Los tratamientos, etc.

Todo ello, nos puede dar una idea, de lo complicado que es, conocer el momento de la “madurez fisiológica” y la fecha de recolección. La recolección por otra parte, puede realizarse, de forma precoz o tardía.

La recoleccion y el transporte de los citricos

La recoleccion y el transporte de los citricos

A partir del momento de la recolección, los frutos, son separados de su medio natural, para pasar, hasta su consumo, por circunstancias adversas, que van a influir de forma crítica, en la calidad final de los mismos.

El momento más decisivo para los frutos, es precisamente la recolección y actualmente, por la forma en que se hace, el mayor peligro físico para ellos.

Es necesario reflexionar, sobre los frutos que llegan al almacén, ya que todos, cuestan lo mismo y por desgracia, un porcentaje elevado, cuando pasan por las mesas de selección, se convierten en destrío.

La recolección puede realizarse:

– Demasiado precoz

    • Menor cantidad de cosecha: ya que los frutos, en su última fase, hasta la maduración, continúan aumentando su calibre y peso, y cuanto más temprana sea la recolección más bajos serán ambos.
    • Desarrollo deficiente de la calidad: cuanto más precoz sea la recolección, menor será el contenido en azúcares y por consiguiente el índice de madurez, la consistencia del fruto es más elevada y el desarrollo de los aromas propios, con inexistentes.
    • Presencia de alteraciones fisiológicas: la recolección precoz, favorece la aparición de determinadas fisiopatías en los frutos.
    • Mayor pérdida de peso: durante el proceso de conservación frigorífica, desverdizado o stock, la pérdida de peso, por deshidratación, es un factor importante de calidad y en los frutos recolectados precozmente, la incidencia de este factor se acentúa siempre.
    • Mayor resistencia a las podredumbres: a mayor consistencia de la corteza, mayor dureza de la pulpa, mayor acidez y menor contenido de azúcares, corresponde una mayor resistencia a los ataques de hongos. Por otra parte, los frutos verdes tienen sus propios mecanismos de resistencia a los hongos.
    • La existencia de compuestos fenólicos y tánicos, que desactivan los enzimas hidrolíticos del parásito, impidiendo la germinación y crecimiento de los mismos.
    • La falta de sustrato alimenticio (los carbohidratos no se han transformado en azúcares).
    • Los enzimas del hongo no pueden degradar la propectina.
    • La producción de fitoalexinas, después de una infección, provoca la resistencia a la enfermedad.
    • La capacidad del fruto de producir lignina, como reacción del mismo a las pequeñas lesiones, en condiciones de humedad alta.

Todo ello, nos conduce a realizar una recolección, aprovechando las ventajas de los frutos verdes, minimizando sus inconvenientes.

– Demasiado tardía

    • Menor capacidad de conservación: como consecuencia del estado de madurez del fruto, hay una mayor susceptibilidad a los ataques de hongos, hay mayor sensibilidad al frío y al contenido de CO2 de la atmósfera de las cámaras.
    • Posible caída de frutos: conforme va madurando el fruto, es más fácil que se desprenda del árbol, con la consiguiente pérdida de cosecha.
    • Acción sobre la calidad: en principio mejora, el color, los azúcares y el aroma y se debilitan la dureza, el contenido en ácidos y la resistencia de la corteza, a los agentes atmosféricos.
    • Se dificulta la manipulación: los frutos, al estar más débiles, tienen menos resistencia mecánica a la manipulación, con lo cual se reduce su valor comercial.

– En el período adecuado y con madurez suficiente.

Hay que recordar, que los daños producidos a los frutos durante la recolección y el transporte a los almacenes, son el origen, de la mayor parte de los podridos, que pueden verse a diario en los almacenes, ya que dichos podridos tienen su origen, en las heridas producidas en la corteza de los cítricos, durante las operaciones mencionadas, aproximadamente el 80%.

Para realizar una recolección adecuada de los frutos, hay que tener en cuenta: Que los frutos no estén, ni mojados ni húmedos.

  1. Alicatarlos
  2. Evitar producir heridas.
  3. No recolectar frutos podridos o del suelo
  4. No recolectar frutos con signos evidentes de ataques de insectos
  5. No recolectar frutos demasiado pequeños
  6. Cuidar el transporte hasta el almacén
  7. El índice de madurez
  8. El porcentaje de zumo
  9. El índice de color

Los frutos no deben estar mojados ni húmedos

Los frutos, después de lluvias o cuando tienen rocío, no deben recolectarse hasta que el sol y el aire eliminen el agua de la corteza, ya que sobre frutos mojados o con rocío se llegan a marcar los dedos del recolector sobre la superficie del fruto.

Si la lluvia, ha sido intensa y se prolonga dos o tres días, si es posible, hay que retrasar la recolección, para poder detectar en árbol, el podrido debido a Phytophthora ya que en su inicio, es prácticamente imposible detectarlo en las mesas de selección y es el que con más facilidad se transmite a otros frutos por contacto, no necesita heridas para instalarse en el fruto.

Si los frutos están húmedos, la cantidad de agua absorbida por la corteza, provoca que las glándulas oleíferas de la misma, estén más turgentes de los normal, por lo cual, durante su manipulación, por cualquier roce se rompen y se provoca la salida del aceite esencial, que debemos recordar, es fitotóxico para el propio fruto.

Los frutos deben ser alicatados

El alicatado de los frutos, es necesario para poder tener en los almacenes, frutos con un mínimo de calidad.

Es una práctica habitual, en muchas zonas y países, recolectar los frutos a tirón. Hay necesariamente, que arbitrar algún sistema para evitarlo. El recolectar los frutos de este modo, supone siempre, la rotura de los tejidos del albedo, más próximos al pedúnculo, convirtiendo dicha zona en un punto débil, que facilita la instalación de los hongos que habitualmente aparecen en la misma como Botrytis, Phomopsis, Diplodia, Phytophthora, etc.

Citricos recolectados a "tirón"

En frutos como Valencias, que se pueden conservar 5 ó 6 meses, es difícil mantenerlos más de un mes en condiciones, si se han cogido a tirón.

Todo ello, suponiendo que los frutos sólo pierdan el cáliz o «roseta», porque hay casos, que pueden verse a diario en los almacenes, en los que les falta a los frutos, un trozo de corteza del entorno del pedúnculo, lo cual convierte a los mismos en destrío de «peladora».

En otros casos, los frutos recolectados a tirón, conservan una porción de tejido leñoso del pedúnculo. Este tejido leñoso, solo puede producir heridas a los frutos contiguos, tanto en el transporte hasta el almacén como durante su manipulación.

Existe el problema añadido, de que este pedúnculo debe cortarse en las mesas de selección para la exportación o venta al mercado interior. No es difícil ver a las «triadoras» cortando pedúnculos en lugar de seleccionar.

La utilización de alicates, debiera ser una norma obligatoria, impuesta por los propios almacenes, que conocen perfectamente, porque los padecen y los pagan, los problemas que originan estos frutos recolectados a tirón.

Los alicates a utilizar, no deben tener punta, para evitar los daños por pinchazos, que podrían producirse en la corteza del fruto y el corte debe ser curvo.

Tijeras recomendadas para el corte de fruta

Tijeras de alicatar cítricosHay que advertir, que cualquier herida producida por los alicates sobre el fruto, es un podrido asegurado, más pronto o más tarde.

Es además, necesario cortar los pedúnculos lo más cortos posible, para evitar heridas sobre otros frutos con los que estén en contacto, durante el transporte.

Evitar producir heridas

Tirar los frutos, desde el árbol donde se recolectan hasta las cajas de recolección y volcar estas de cualquier forma a las de transporte, solo origina, heridas y magulladuras en los mismos, con los consiguientes problemas para la calidad de los frutos.

En algunas zonas se utilizan para la recolección recipientes recubiertos interiormente o bolsas tipo «canguro» con el objeto de minimizar estos problemas.

No recolectar frutos podridos ni del suelo

Nunca, deben recolectarse frutos, que estén afectados por algún tipo de podredumbre, por el efecto multiplicador, que provoca este problema sobre los frutos sanos. Sobre todo, si se trata de frutos con problemas de Phytophthora.

Los frutos que haya en el suelo, deben dejarse donde están, ya que como mínimo, has sufrido el golpe producido por la caída, los tejidos están más débiles, son más propensos al podrido y tienen contacto directo con los hongos de suelo.

No recolectar frutos con signos evidentes de ataques de insectos

Hay insectos que, salvo excepciones, los daños que producen en los frutos, como ya comentamos, no influyen ni en la calidad de los mismos, ni en la conservación, ni en la comercialización.

La mosca mediterránea (Ceratitis capitata) es la que más daños produce y hay que eliminarla en la recolección, separando los frutos afectados, para después destruirlos, no sirve de nada tirarlos al suelo ya que, de esta forma, estamos multiplicando el número de insectos.

En los frutos verdosos, se distingue perfectamente, porque puede verse, un punto negro y en su contorno, una zona color beige, perfectamente diferenciada del resto del fruto y en los maduros, es más difícil su detección, pero al coger los frutos uno a uno, se puede observar con más facilidad, los frutos afectados por este insecto.

No recolectar frutos pequeños

Estos frutos, originan una serie de problemas que enumeramos:

      • Ocupan en las cajas el espacio que debieran ocupar frutos comerciales.
      • Se paga el transporte, tratamientos, etc.… como si fueran frutos comerciales, hasta el precalibrador o el calibrador, si no se dispone del primero
      • Al final, van a la «peladora» o al destrío.

Cuidar el transporte hasta el almacén

Los responsables de la carga no deben permitir:

    • Cajas en las que la altura de la fruta sobrepasa la de la propia caja, ya que al apilarlas, se producen magulladuras, de la mayoría de los frutos que contiene el envase.
    • Frutos que al ser recolectados a tirón, conserven un trozo de madera de la zona peduncular, ya que los caminos y los camiones de transporte, no son los más adecuados, para evitar, que esa porción leñosa, no produzca heridas innecesarias en los frutos contiguos.
    • Camiones cargados de cajas con fruta, con alturas superiores a los laterales del vehículo de transporte, sin la debida sujeción, que NUNCA debe apoyarse sobre la propia fruta.
    • La circulación de los vehículos de transporte, a velocidades inadecuadas para el terreno en el que se mueven. Las prisas por llegar antes al almacén, en el mejor de los supuestos, origina como mínimo, roces entre las frutas transportadas, que lo único que ocasionan son problemas en el propio almacén.

Índice de madurez

Los cítricos, son frutos en los que predominan en su composición, los glúcidos (glucosa y sacarosa). Al no contener almidón, no cabe la posibilidad, de que se transforme en azúcares más simples durante el estocaje o la conservación, por lo cual no pueden mejorar su calidad interna. Tal como se recolectan llegan al consumidor. Únicamente los limones, una vez recolectados, aumentan con el tiempo la cantidad de zumo.

La forma más habitual, de medir la madurez interna de un fruto cítrico, es mediante el índice de madurez (IM):

IM = E / A

Donde E, corresponde a la mayor parte de sólidos solubles del zumo, compuesto por azúcares mayoritariamente. Se mide con un refractómetro y se expresa en grados Brix.

El parámetro A, corresponde a la mayor parte de acidez del zumo, expresado en gramos de ácido cítrico por litro de zumo. Se mide mediante la valoración con NaOH (0,1 N), utilizando fenoltaleína como indicador.

Es un sistema rápido para conocer, con bastante precisión, la madurez interna de los cítricos.

Indicamos a continuación, para las distintas variedades, el IM mínimo exigidos para su comercialización:

    • – Satsumas, naranjas (tempranas y de media campaña) → E/A = 6.0
    • – Clementinas y naranjas tardías → E/A = 6.5
    • – Mandarina Fortune → E/A = 8.0

Porcentaje de zumo

La cantidad de zumo en los frutos cítricos, para su comercialización, vienen determinada por los siguientes parámetros:

  • – Clementinas → 40%
  • – Satsumas, naranjas y mandarinas híbridas → 33%
  • – Limones → 20%

Índice de color en cítricos (ICC)

El hecho de que el consumidor, asocie la madurez de los frutos, con el color de los mismos, ha dado lugar a que comercialmente, se haya fijado, un IC mínimo para cada variedad

Sin embargo, la coloración de los cítricos, es independiente de su madurez interna, ya que en ella influyen factores geográficos, climáticos y prácticas culturales, que afectan no sólo al color sino también al IM.

Por otra parte, la sensación de color, depende de numerosos factores: intensidad de la iluminación, forma geométrica del objeto y factores subjetivos como la capacidad de visión, estado de ánimo, poder de fijación del observador, etc.

En realidad, en el color externo de los cítricos, coexisten clorofilas y carotenoides. En los frutos verdes, los carotenoides se hallan enmascarados por el verde intenso de las clorofilas y a medida que avanza la maduración, se van degradando las clorofilas y se incrementa la síntesis de carotenoides, estos procesos son simultáneos, pero a la vez independientes.

¿Cómo puede medirse el color?

– Por apreciación visual directa, que para llevarla a cabo, se realiza con la colaboración de varias personas, para corregir los factores subjetivos que hemos comentado.

– Mediante colorímetros, que se basan en:

      • o Sistemas de coordenadas básicas (X Y Z)
      • o Sistemas CIE de cromaticidad
      • o Sistemas basados en colores opuestos
        • » Sistema CIELAB
        • » Sistemas HUNTER Lab

– Escalas basadas en los sistemas colorímetros. Uno de los sistemas más utilizados es el de HUNTER Lab.

De todas las formas, el sistema más práctico, es la comparación de los frutos con escalas preestablecidas, que corresponden a tonos de color aceptados generalmente, ya que los colorímetros no están, en la mayoría de los casos, al alcance técnico ni económico de los almacenes.

Referencias de índices de color (Fuente: IVIA)

Cítricos Limones
Verde intenso IC < -7 IC ≤ -10
Predomina el verde -7 < IC < 0 -5 < IC < 0
Predomina el amarillo 0 < IC < +7 IC ≈ 0
Color comercial IC ≥ 6 0 < IC < +5

* Valores medidos con un colorímetro Minolta y aplicando IC = 1000·a / L·b

Calidad en frutos citricos

Calidad en frutos citricos.

La calidad, en su sentido más amplio, podemos considerarla como un compendio de calidades:

  • – calidad organoléptica
  • – calidad microbiológica
  • – calidad nutritiva
  • – calidad comercial

Al final, es el conjunto de propiedades de los cítricos, que satisface las exigencias del consumidor.

La calidad organoléptica de un cítrico se refiere a: contenido en zumo, aroma, índice de madurez, tamaño, textura, color, etc.

La calidad microbiológica, está referida, a la ausencia tanto interna como externa, de hongos, bacterias y virus.

La calidad nutritiva, es el equilibrio de azúcares y ácidos, la cantidad de vitamina C, la ausencia de semillas, cantidad de proteínas, etc.

La calidad comercial, está basada en la producción, confección, conservación, transporte y distribución; o sea, todas aquellas aportaciones a los frutos durante los procesos mencionados.

Todo ello, está condicionado por una serie de factores, que comentaremos más adelante.

NORMAS DE CALIDAD PARA LOS CÍTRICOS SEGÚN REGLAMENTO CEE Nº 920/89

  • 1) DEFINICIÓN DEL PRODUCTO
  • 2) DISPOSICIONES RELATIVAS A LA CALIDAD
  • 3) DISPOSICIONES RELATIVAS AL CALIBRADO
  • 4) DISPOSICIONES RELATIVAS A LAS TOLERANCIAS
  • 5) DISPOSICIONES RELATIVAS A LA PRESENTACIÓN
  • 6) DISPOSICIONES RELATIVAS AL MARCADO

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1) DEFINICIÓN DEL PRODUCTO

La presente norma se refiere a los frutos siguientes, clasificados bajo la denominación de «cítricos» y destinados a ser entregados en estado fresco al consumidor, con exclusión de los cítricos destinados a la transformación industrial:

  • – Limones: frutos de las variedades procedentes de la especie Citrus limonia (L) Burmf.
  • – Mandarinas, tangerinas, satumas, clementinas, wilkings y otros frutos de las variedades procedentes de la especie Citrus reticulata (Blanco) o de sus híbridos.
  • – Naranjas: frutos de las variedades procedentes de la especie Citrus sinensis (Osbeck).

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2) DISPOSICIONES RELATIVAS A LA CALIDAD

La norma tiene por objeto definir las características que deben presentar los cítricos después de su acondicionamiento y envasado.

A. Características mínimas

Tomando en consideración las disposiciones especiales previstas para cada categoría y los límites de tolerancia permitidos, los cítricos de todas las categorías deberán presentarse:

  • – enteros
  • – sanos; se excluyen los productos atacados por la podredumbre o por otras alteraciones que los hagan impropios para el consumo
  • – exentos de daños y/o alteraciones externas
  • – limpios, prácticamente exentos de materias extrañas visibles
  • – exentos de humedad exterior anormal
  • – exentos de olores y/o sabores extraños

Los cítricos deberán haber sido cuidadosamente recolectados y haber alcanzado un desarrollo y un estado de madurez adecuado, de acuerdo con los criterios apropiados para la variedad y la zona de producción. Su estado de madurez deberá permitirles:

  • – soportar el transporte y la manipulación, y
  • – llegar en condiciones satisfactorias al lugar de destino.

Además, el grado de coloración será tal que la evolución de los cítricos les permita alcanzar, en el lugar de destino, la coloración normal de la variedad (sin perjuicio de las disposiciones aplicables a cada categoría), habida cuenta del período de recolección, de la zona de producción y de la duración del transporte.

Los cítricos que reúnan las condiciones de madurez anteriormente definidas podrán ser sometidos a un tratamiento de desverdización. Dicho tratamiento únicamente se permitirá si los demás caracteres organolépticos naturales no resultan modificados.

El tratamiento considerado deberá llevarse a cabo de acuerdo con las normas establecidas por las autoridades administrativas de cada Estado miembro y bajo el control de las mismas.

Los cítricos deberán estar exentos de principios de desecación interna causada por las heladas y de heridas o magulladuras externas cicatrizadas.

B. Contenido mínimo en zumo y coloración.

(Contenido mínimo con relación al peso total del fruto; la extracción se hará mediante prensa manual).

LIMONES

  • Contenido mínimo en zumo
  • Limones Verdelli y Primofiore → 20%
  • Los demás → 25%
  • Coloración; La coloración deberá ser la normal de la variedad. Se admitirán los limones de coloración ligeramente verde que presenten el contenido mínimo en zumo, teniendo en cuenta el período de recolección y la zona de producción. Los limones «Verdelli» podrán tener una coloración verde, siempre que no sea oscura.

CLEMENTINAS, ELLENDALES, MONREALES Y SATSUMAS

  • Contenido mínimo en zumo
  • Monreales y satsumas → 33%
  • Clementinas y ellendales → 40%
  • Coloración; La coloración deberá ser la típica de la variedad por lo menos en 1/3 de la superficie del fruto.

WILKINGS, TANGERINAS, OTRAS MANDARINAS E HÍBRIDOS

  • Contenido mínimo en zumo
  • Wilkings, tangerinas, otras mandarinas e híbridos→ 33%
  • Coloración; La coloración deberá ser la típica de la variedad por lo menos en 2/3 de la superficie del fruto.

NARANJAS

  • Contenido mínimo en zumo
  • Thomson Navels y Tarocco → 30%
  • Washington Navels → 33%
  • Las demás variedades → 35%
  • Coloración; La coloración deberá ser la típica de la variedad; se admitirá una coloración verde claro que no debe exceder de una 1/5 de la superficie del fruto, teniendo en cuenta la variedad y el período de recolección.

CATEGORÍAS CLASIFICACIÓN

Los cítricos se clasifican en las cuatro categorías que se definen a continuación:

CATEGORÍA EXTRA

Los cítricos clasificados en esta categoría deberán ser de calidad superior. Su forma, aspecto exterior, desarrollo y coloración deberán presentar las características de la variedad a la que pertenezcan. Deberán estar exentos de defectos, aunque se admitirán ligerísimos defectos superficiales, siempre que éstos no afecten a la calidad, al aspecto general del producto ni a la presentación del envase.

CATEGORÍA I

Los cítricos clasificados en esta categoría deberán ser de buena calidad. Deberán presentar las características típicas de la variedad o del tipo, teniendo en cuenta el período de recolección y las zonas de producción.

No obstante, se admitirán los defectos siguientes, siempre que no perjudiquen la apariencia general ni la conservación de los frutos de un lote determinado:

  • – ligero defecto de forma,
  • – ligero defecto de coloración,
  • – ligeros defectos epidérmicos inherentes a la formación del fruto, como incrustaciones plateadas, quemaduras, etc.
  • – ligeros defectos cicatrizados de origen mecánico, como señales de granizo, rozaduras, golpes ocasionados por la manipulación, etc.

CATEGORÍA II

Esta categoría comprende los cítricos que, en conjunto, no puedan clasificarse en las categorías superiores, pero que presentan las características mínimas anteriormente definidas.

Se admitirán defectos de forma, de desarrollo y de coloración, siempre que no perjudiquen de forma importante la apariencia general ni la conservación de los frutos de un lote determinado:

  • – defecto de forma,
  • – defecto de coloración,
  • – corteza rugosa,
  • – alteraciones epidérmicas superficiales cicatrizadas,
  • – en el caso de las naranjas, separación ligera y parcial del pericarpio (la separación es normal en el caso de las mandarinas, clementinas, satsumas, wilkings y tangerinas).

CATEGORÍA III [1]

Esta categoría incluye los cítricos que no pueden clasificarse en las categorías superiores pero que presentan las características previstas para la categoría II. No obstante, pueden estar desprovistos de cáliz.

[1] Categoría suplementaria con arreglo al apartado 1 del artículo 2 del Reglamento (CEE) nº 1035/72. La aplicación de esta categoría de calidad o de determinadas especificaciones suyas está supeditada a una decisión que deberá adoptarse con base en el apartado 1 del artículo 4 del mismo Reglamento.

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3) DISPOSICIONES RELATIVAS AL CALIBRADO

El calibre se determinará por el diámetro máximo de la sección ecuatorial.

Calibre mínimo

Se excluyen los frutos que no se ajusten a las dimensiones mínimas siguientes:

  • – Limones: 45 mm para las categorías extra, I y II, 42 mm para la categoría III
  • – Naranjas: 53 mm
  • – Satsumas, tangerinas, wilkings, otras mandarinas y sus híbridos: 45 mm.
  • – Clementinas y monreales: 35 mm

Escalas de calibrado

Se utilizarán las siguientes escalas de calibrado:

Naranjas

Limones

Clementinas, monreales, satsumas, tangerinas, wilkings, otras mandarinas y sus híbridos (2)

Calibres

Escala de diámetros en mm

Calibres

Escala de diámetros en mm

Calibres Escala de diámetros en mm
0 100 o más (1) 0 83 o más (1) 1 63 o más
1 87-100 1 72-83 2 58-69
2 84-96 2 68-78 3 54-64
3 81-92 3 63-72 4 50-60
4 77-88 4 58-67 5 46-56
5 73-84 5 53-62 06 (3) 43-52
6 70-80 6 48-57 07 (3) 41-48
7 67-76 7 45-52 8 39-46
8 64-73 8 42-49 (1) 9 37-44
9 62-70 10 35-42
10 60-68
11 58-66
12 56-63
13 53-60
(1) Únicamente para la categoría III.
(2) En lo que se refiere a las satsumas, tangerinas, wilkings, otras mandarinas y sus híbridos con un diámetro superior a 63 mm, la clasificación es la siguiente:
  • nº 1 – X → 63-74
  • nº 1 – XX → 67-78
  • nº 1 – XXX → 78 o más
(3) El calibre mínimo de las satsumas, tangerinas, wilkings, otras mandarinas y sus híbridos es de 45 mm.

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4) DISPOSICIONES RELATIVAS A LAS TOLERANCIAS

Se admitirán tolerancias de calidad y de calibre en cada envase, o en cada lote en el caso de los cítricos expedidos a granel, para los productos que no se ajusten a las características de la categoría indicada.

Tolerancia de calidad

CATEGORÍA EXTRA

Un 5% en número o en peso de cítricos que no respondan a las características de la categoría, pero que se ajusten a las de la categoría I o que se admitan excepcionalmente en las tolerancias de dicha categoría. Además, un 5% como máximo, en número o en peso, de frutos podrán estar desprovistos de cáliz.

CATEGORÍA I

Un 10% en número o en peso de cítricos que no respondan a las características de la categoría, pero que se ajusten a las de la categoría II o que se admitan excepcionalmente en las tolerancias de dicha categoría. Además, un 20% como máximo, en número o en peso, de frutos podrán estar desprovistos de cáliz.

CATEGORÍA II

Un 10% en número o en peso de cítricos que no se ajusten a las características de la categoría ni a las características mínimas, correspondiendo un 5% como máximo a frutos que presenten ligeras heridas superficiales no cicatrizadas y secas (con exclusión de cualquier señal de podredumbre, de magulladuras pronunciadas o de cualquier otra alteración que los haga impropios para el consumo) o a frutos blandos o marchitos. Se admitirá, además, un 35% como máximo, en número o en peso, de frutos desprovistos de cáliz.

CATEGORÍA III

Un 15% en número o en peso de cítricos que no se ajusten a las características de la categoría ni a las características mínimas, con excepción de los productos que presenten señales de podredumbre, magulladuras pronunciadas o cualquier otra alteración que los haga impropios para el consumo. En el caso de las categorías Extra, I y II se admitirá, además, que los frutos hayan sido sometidos a un tratamiento de coloración forzada estén desprovistos de cáliz, siempre que en los documentos adjuntos a la mercancía figure una mención especial.

Tolerancia de calibre

En todas las categorías y para cualquier modo de presentación: un 10% en número o en peso de cítricos que se ajusten al calibre inmediatamente inferior o superior al mencionado (o a los mencionados, en caso de agrupación de tres calibres) en el envase o en los documentos de transporte.

En caso de expedición a granel en un medio de transporte o en un compartimento de un medio de transporte, sin más exigencia que la del calibre mínimo, la tolerancia del 10% sólo podrá referirse a frutos cuyo diámetro no sea inferior al diámetro mínimo siguiente:

  1. – Limones 43 mm para la categoría II, 40 mm para la categoría III
  2. – Naranjas 50 mm
  3. – Satsumas, tangerinas, wilkings, otras mandarinas y sus híbridos 43 mm
  4. – Clementinas y monreales 34 mm

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5) DISPOSICIONES RELATIVAS A LA PRESENTACIÓN

Homogeneidad

Cada envase, o cada lote en caso de expedición a granel, deberá contener cítricos del mismo origen, variedad, calidad, calibre (en la medida en que, en lo que se refiere a este último criterio, se exija un calibrado) y que presenten un mismo grado de desarrollo y de madurez.

Además, para la categoría Extra se exige la homogeneidad de coloración.

En lo que se refiere a los cítricos clasificados en la categoría III no se exige homogeneidad del grado de desarrollo y de madurez.

La parte visible del contenido del envase o del lote deberá ser representativa del conjunto.

Presentación

Los cítricos podrán presentarse:

  • a) Alineados en capas regulares, de acuerdo con las escalas de calibrado, en envase cerrado o abierto. Este modo de presentación es obligatorio para la categoría Extra y facultativo para las categorías I, II y III.
  • b) No alineados, en envase cerrado o abierto, de acuerdo con las escalas de calibrado.
  • c) A granel en un medio de transporte o en un compartimiento de un medio de transporte, con una diferencia máxima entre frutos correspondientes a la agrupación de tres calibres consecutivos de las escalas de calibrado. Estos modos de presentación sólo se admitirán para las categorías I, II y III.
  • d) A granel, en un medio de transporte o en un compartimiento de un medio de transporte, sin otra exigencia que la del calibre mínimo. Este modo de presentación sólo se admitirá para las categorías II y III.
  • e) En envases unitarios de ventas directas al consumidor con un peso máximo de 5 kg.
    • – Cuando dichos envases se confeccionen según el número de frutos, la aplicación de las escalas de calibrado será obligatoria para todas las categorías.
    • – Cuando dichos envases se confeccionen según el peso de los frutos, será necesario que la diferencia máxima entre los diversos frutos se incluya en el margen resultante del agrupamiento de tres calibres sucesivos de la escala de calibrado.

Este modo de presentación sólo se admitirá para las categorías Extra, I y II.

Cuando los frutos se presenten envueltos, se utilizará un papel fino, seco, nuevo e inodoro[1].

Se prohibe emplear cualquier sustancia que pueda modificar las características naturales de los cítricos y, en particular, su olor o su sabor.

[1] Esta disposición no se opone al empleo de agentes conservantes utilizados con arreglo a las disposiciones comunitarias en la materia.

Acondicionamiento

El acondicionamiento deberá garantizar una protección adecuada del producto.

Los materiales y, especialmente, los papeles utilizados en el interior del envase deberán ser nuevos, estar limpios y haber sido fabricados con materiales que no provoquen alteraciones externas ni internas en los productos. Se autoriza el uso de materiales y, en particular, de papeles o sellos, que lleven indicaciones comerciales, siempre que la impresión o el etiquetado se hagan con tintas o colas no tóxicas.

Los envases, o los lotes en caso de expedición a granel, deberán estar exentos de cuerpos extraños; no obstante, se permitirá que los cítricos se presenten con una rama corta no leñosa adherida al fruto y provista de algunas hojas verdes.

En el caso de los cítricos, envasados, cada envase deberá llevar, en caracteres agrupados en uno de sus costados y que sean legibles, indelebles y visibles desde el exterior, las siguientes indicaciones:

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6) DISPOSICIONES RELATIVAS AL MARCADO

Identificación

  • – Envasador y/o expedidor
  • – Nombre y dirección o identificación simbólica expedida o reconocida por un organismo oficial

Naturaleza del producto

  • – denominación de la especie cuando el producto no sea visible desde el exterior, salvo en lo que se refiere a las clementinas, mandarinas, tangerinas, satsumas y otros frutos pequeños, para los que esta denominación es obligatoria en todos los casos;
  • – nombre de la variedad en el caso de las naranjas;
  • – denominación del tipo:
  • – para los limones, en su caso, las indicaciones “Verdelli” y “Primofiore”
  • – para las clementinas:
  • – “clementinas sin pepita”
  • – “clementinas (de 1 a 10 pepitas)”
  • – según el caso, “clementinas monreales” o “clementinas con pepitas” (más de 10 pepitas).

Origen del producto

País de origen y, en su caso, zona de producción o denominación nacional, regional o local.

Características comerciales

Categoría.

Calibre expresado, sea cual sea el modo de presentación, de acuerdo con la escala de calibrado, mediante el número de referencia de la escala y el número de frutos en caso de presentación en capas alineadas.

En su caso, indicación del agente conservante utilizado con arreglo a la normativa comunitaria en la materia.

Desverdización: cuando se compruebe que, como consecuencia de la utilización del procedimiento de desverdización, se han superado o pueden superarse los porcentajes normalmente admitidos de frutos desprovistos de cáliz, en los documentos adjuntos a la mercancía deberá figurar la mención “desverdización” o “frutos desverdizados”.

Marca oficial de control (facultativa)

En el caso de los cítricos expedidos a granel (carga directa en un medio de transporte o en un compartimento de un medio de transporte), las indicaciones anteriormente mencionadas deberán figurar en un documento adjunto a la mercancía o en una ficha que se colocará en un lugar visible del interior del vehículo. El calibre de los lotes de frutos formados por la agrupación de tres calibres consecutivos se indicará mediante los números extremos de referencia de la escala de calibrado.

Calidad de los citricos del momento de recoleccion

Calidad de los citricos del momento de recoleccion. A partir del momento de la recolección, los frutos, son separados de su medio natural, para pasar, hasta su consumo, por circunstancias adversas, que van a influir de forma crítica, en la calidad final de los mismos.

El momento más decisivo para los frutos, es precisamente la recolección y actualmente, por la forma en que se hace, el mayor peligro físico para ellos.

Es necesario reflexionar, sobre los frutos que llegan al almacén, ya que todos, cuestan lo mismo y por desgracia, un porcentaje elevado, cuando pasan por las mesas de selección, se convierten en destrío.

La recolección puede realizarse:

  • – demasiado precoz
  • – demasiado tardía
  • – en el período adecuado y con madurez suficiente.

Recolección precoz

  • – Menor cantidad de cosecha: ya que los frutos, en su última fase, hasta la maduración, continúan aumentando su calibre y peso, y cuanto más temprana sea la recolección más bajos serán ambos.
  • – Desarrollo deficiente de la calidad: cuanto más precoz sea la recolección, menor será el contenido en azúcares y por consiguiente el índice de madurez, la consistencia del fruto es más elevada y el desarrollo de los aromas propios, con inexistentes.
  • – Presencia de alteraciones fisiológicas: la recolección precoz, favorece la aparición de determinadas fisiopatías en los frutos.
  • – Mayor pérdida de peso: durante el proceso de conservación frigorífica, desverdizado o stock, la pérdida de peso, por deshidratación, es un factor importante de calidad y en los frutos recolectados precozmente, la incidencia de este factor se acentúa siempre.
  • – Mayor resistencia a las podredumbres: a mayor consistencia de la corteza, mayor dureza de la pulpa, mayor acidez y menor contenido de azúcares, corresponde una mayor resistencia a los ataques de hongos. Por otra parte, los frutos verdes tienen sus propios mecanismos de resistencia a los hongos.
  • – La existencia de compuestos fenólicos y tánicos, que desactivan los enzimas hidrolíticos del parásito, impidiendo la germinación y crecimiento de los mismos.
  • – La falta de sustrato alimenticio (los carbohidratos no se han transformado en azúcares).
  • – Los enzimas del hongo no pueden degradar la propectina.
  • – La producción de fitoalexinas, después de una infección, provoca la resistencia a la enfermedad.
  • – La capacidad del fruto de producir lignina, como reacción del mismo a las pequeñas lesiones, en condiciones de humedad alta.

Todo ello, nos conduce a realizar una recolección, aprovechando las ventajas de los frutos verdes, minimizando sus inconvenientes.

Recolección tardía

  • – Menor capacidad de conservación: como consecuencia del estado de madurez del fruto, hay una mayor susceptibilidad a los ataques de hongos, hay mayor sensibilidad al frío y al contenido de CO2 de la atmósfera de las cámaras.
  • – Posible caída de frutos: conforme va madurando el fruto, es más fácil que se desprenda del árbol, con la consiguiente pérdida de cosecha.
  • – Acción sobre la calidad: en principio mejora, el color, los azúcares y el aroma y se debilitan la dureza, el contenido en ácidos y la resistencia de la corteza, a los agentes atmosféricos.
  • – Se dificulta la manipulación: los frutos, al estar más débiles, tienen menos resistencia mecánica a la manipulación, con lo cual se reduce su valor comercial.

Recolección en el momento adecuado

Hay que recordar, que los daños producidos a los frutos durante la recolección y el transporte a los almacenes, son el origen, de la mayor parte de los podridos, que pueden verse a diario en los almacenes, ya que dichos podridos tienen su origen, en las heridas producidas en la corteza de los cítricos, durante las operaciones mencionadas, aproximadamente el 80%.

Para realizar una recolección adecuada de los frutos, hay que tener en cuenta:

  • 01. Que los frutos no estén, ni mojados ni húmedos.
  • 02. Alicatarlos
  • 03. Evitar producir heridas.
  • 04. No recolectar frutos podridos o del suelo
  • 05. No recolectar frutos con signos evidentes de ataques de insectos
  • 06. No recolectar frutos demasiado pequeños
  • 07. Cuidar el transporte hasta el almacén
  • 08. El índice de madurez
  • 09. El porcentaje de zumo
  • 10. El índice de color

Los frutos no deben estar mojados ni húmedos

Los frutos, después de lluvias o cuando tienen rocío, no deben recolectarse hasta que el sol y el aire eliminen el agua de la corteza, ya que sobre frutos mojados o con rocío se llegan a marcar los dedos del recolector sobre la superficie del fruto.

Si la lluvia, ha sido intensa y se prolonga dos o tres días, si es posible, hay que retrasar la recolección, para poder detectar en árbol, el podrido debido a Phytophthora ya que en su inicio, es prácticamente imposible detectarlo en las mesas de selección y es el que con más facilidad se transmite a otros frutos por contacto, no necesita heridas para instalarse en el fruto.

Si los frutos están húmedos, la cantidad de agua absorbida por la corteza, provoca que las glándulas oleíferas de la misma, estén más turgentes de los normal, por lo cual, durante su manipulación, por cualquier roce se rompen y se provoca la salida del aceite esencial, que debemos recordar, es fitotóxico para el propio fruto.

Los frutos deben ser alicatados

El alicatado de los frutos, es necesario para poder tener en los almacenes, frutos con un mínimo de calidad.

Es una práctica habitual, en muchas zonas y países, recolectar los frutos a tirón. Hay necesariamente, que arbitrar algún sistema para evitarlo. El recolectar los frutos de este modo, supone siempre, la rotura de los tejidos del albedo, más próximos al pedúnculo, convirtiendo dicha zona en un punto débil, que facilita la instalación de los hongos que habitualmente aparecen en la misma como Botrytis, Phomopsis, Diplodia, Phytophthora, etc.

En frutos como Valencias, que se pueden conservar 5 ó 6 meses, es difícil mantenerlos más de un mes en condiciones, si se han cogido a tirón.

Todo ello, suponiendo que los frutos sólo pierdan el cáliz o «roseta», porque hay casos, que pueden verse a diario en los almacenes, en los que les falta a los frutos, un trozo de corteza del entorno del pedúnculo, lo cual convierte a los mismos en destrío de «peladora».

En otros casos, los frutos recolectados a tirón, conservan una porción de tejido leñoso del pedúnculo. Este tejido leñoso, solo puede producir heridas a los frutos contiguos, tanto en el transporte hasta el almacén como durante su manipulación.

Existe el problema añadido, de que este pedúnculo debe cortarse en las mesas de selección para la exportación o venta al mercado interior. No es difícil ver a las «triadoras» cortando pedúnculos en lugar de seleccionar.

La utilización de alicates, debiera ser una norma obligatoria, impuesta por los propios almacenes, que conocen perfectamente, porque los padecen y los pagan, los problemas que originan estos frutos recolectados a tirón.

Los alicates a utilizar, no deben tener punta, para evitar los daños por pinchazos, que podrían producirse en la corteza del fruto y el corte debe ser curvo.

Tijeras recomendadas para el corte de fruta

Hay que advertir, que cualquier herida producida por los alicates sobre el fruto, es un podrido asegurado, más pronto o más tarde.

Es además, necesario cortar los pedúnculos lo más cortos posible, para evitar heridas sobre otros frutos con los que estén en contacto, durante el transporte.

Evitar producir heridas

Tirar los frutos, desde el árbol donde se recolectan hasta las cajas de recolección y volcar estas de cualquier forma a las de transporte, solo origina, heridas y magulladuras en los mismos, con los consiguientes problemas para la calidad de los frutos.

En algunas zonas se utilizan para la recolección recipientes recubiertos interiormente o bolsas tipo «canguro» con el objeto de minimizar estos problemas.

No recolectar frutos podridos ni del suelo

Nunca, deben recolectarse frutos, que estén afectados por algún tipo de podredumbre, por el efecto multiplicador, que provoca este problema sobre los frutos sanos. Sobre todo, si se trata de frutos con problemas de Phytophthora.

Los frutos que haya en el suelo, deben dejarse donde están, ya que como mínimo, has sufrido el golpe producido por la caída, los tejidos están más débiles, son más propensos al podrido y tienen contacto directo con los hongos de suelo.

No recolectar frutos con signos evidentes de ataques de insectos

Hay insectos que, salvo excepciones, los daños que producen en los frutos, como ya comentamos, no influyen ni en la calidad de los mismos, ni en la conservación, ni en la comercialización.

La mosca mediterránea (Ceratitis capitata) es la que más daños produce y hay que eliminarla en la recolección, separando los frutos afectados, para después destruirlos, no sirve de nada tirarlos al suelo ya que, de esta forma, estamos multiplicando el número de insectos.

En los frutos verdosos, se distingue perfectamente, porque puede verse, un punto negro y en su contorno, una zona color beige, perfectamente diferenciada del resto del fruto y en los maduros, es más difícil su detección, pero al coger los frutos uno a uno, se puede observar con más facilidad, los frutos afectados por este insecto.

No recolectar frutos pequeños

Estos frutos, originan una serie de problemas que enumeramos:

  • – Ocupan en las cajas el espacio que debieran ocupar frutos comerciales.
  • – Se paga el transporte, tratamientos, etc.… como si fueran frutos comerciales, hasta el precalibrador o el calibrador, si no se dispone del primero.
  • – Al final, van a la «peladora» o al destrío.

Cuidar el transporte hasta el almacén

Los responsables de la carga no deben permitir:

  • – Cajas en las que la altura de la fruta sobrepasa la de la propia caja, ya que al apilarlas, se producen magulladuras, de la mayoría de los frutos que contiene el envase.
  • – Frutos que al ser recolectados a tirón, conserven un trozo de madera de la zona peduncular, ya que los caminos y los camiones de transporte, no son los más adecuados, para evitar, que esa porción leñosa, no produzca heridas innecesarias en los frutos contiguos.
  • – Camiones cargados de cajas con fruta, con alturas superiores a los laterales del vehículo de transporte, sin la debida sujeción, que NUNCA debe apoyarse sobre la propia fruta.
  • – La circulación de los vehículos de transporte, a velocidades inadecuadas para el terreno en el que se mueven. Las prisas por llegar antes al almacén, en el mejor de los supuestos, origina como mínimo, roces entre las frutas transportadas, que lo único que ocasionan son problemas en el propio almacén.

Índice de madurez

Los cítricos, son frutos en los que predominan en su composición, los glúcidos (glucosa y sacarosa). Al no contener almidón, no cabe la posibilidad, de que se transforme en azúcares más simples durante el estocaje o la conservación, por lo cual no pueden mejorar su calidad interna. Tal como se recolectan llegan al consumidor. Únicamente los limones, una vez recolectados, aumentan con el tiempo la cantidad de zumo.

La forma más habitual, de medir la madurez interna de un fruto cítrico, es mediante el índice de madurez (IM):

IM = E / A

Donde E, corresponde a la mayor parte de sólidos solubles del zumo, compuesto por azúcares mayoritariamente. Se mide con un refractómetro y se expresa en grados Brix.

El parámetro A, corresponde a la mayor parte de acidez del zumo, expresado en gramos de ácido cítrico por litro de zumo. Se mide mediante la valoración con NaOH (0,1 N), utilizando fenoltaleína como indicador.

Es un sistema rápido para conocer, con bastante precisión, la madurez interna de los cítricos.

Indicamos a continuación, para las distintas variedades, el IM mínimo exigidos para su comercialización:

  • – Satsumas, naranjas (tempranas y de media campaña) → E/A = 6.0
  • – Clementinas y naranjas tardías → E/A = 6.5
  • – Mandarina Fortune → E/A = 8.0

Porcentaje de zumo

La cantidad de zumo en los frutos cítricos, para su comercialización, vienen determinada por los siguientes parámetros:

  • – Clementinas → 40%
  • – Satsumas, naranjas y mandarinas híbridas → 33%
  • – Limones → 20%

Índice de color en cítricos (ICC)

El hecho de que el consumidor, asocie la madurez de los frutos, con el color de los mismos, ha dado lugar a que comercialmente, se haya fijado, un IC mínimo para cada variedad

Sin embargo, la coloración de los cítricos, es independiente de su madurez interna, ya que en ella influyen factores geográficos, climáticos y prácticas culturales, que afectan no sólo al color sino también al IM.

Por otra parte, la sensación de color, depende de numerosos factores: intensidad de la iluminación, forma geométrica del objeto y factores subjetivos como la capacidad de visión, estado de ánimo, poder de fijación del observador, etc.

En realidad, en el color externo de los cítricos, coexisten clorofilas y carotenoides. En los frutos verdes, los carotenoides se hallan enmascarados por el verde intenso de las clorofilas y a medida que avanza la maduración, se van degradando las clorofilas y se incrementa la síntesis de carotenoides, estos procesos son simultáneos, pero a la vez independientes.

¿Cómo puede medirse el color?

– Por apreciación visual directa, que para llevarla a cabo, se realiza con la colaboración de varias personas, para corregir los factores subjetivos que hemos comentado.

– Mediante colorímetros, que se basan en:

  1. o Sistemas de coordenadas básicas (X Y Z)
  2. o Sistemas CIE de cromaticidad
  3. o Sistemas basados en colores opuestos

» Sistema CIELAB

» Sistemas HUNTER Lab

– Escalas basadas en los sistemas colorímetros. Uno de los sistemas más utilizados es el de HUNTER Lab.

De todas las formas, el sistema más práctico, es la comparación de los frutos con escalas preestablecidas, que corresponden a tonos de color aceptados generalmente, ya que los colorímetros no están, en la mayoría de los casos, al alcance técnico ni económico de los almacenes.

Referencias de índices de color (Fuente: IVIA)

Limones
Verde intenso IC < -7 IC ≤ -10
Predomina el verde -7 < IC < 0 -5 < IC < 0
Predomina el amarillo 0 < IC < +7 IC ≈ 0
Color comercial IC ≥ 6 0 < IC < +5

* Valores medidos con un colorímetro Minolta y aplicando IC = 1000·a / L·b