Roya del peral.
Esta enfermedad, de relativa importancia económica, ataca al peral en circunstancias particulares.
Los síntomas aparecen sobre:
a) Hojas.
– En las que en verano, pueden verse diseminadas sobre ellas, manchas de color rojo-naranja, sobre las cuales crecen una pústulas de color negro.
Posteriormente, se desarrollan unas masas de color marrón, en la parte inferior de la hoja, desde donde se libera un polvo de color marrón.
b) Ramas.
– El ataque de roya, se concreta en la formación de chancros de color marrón.
c) Frutos.
– Los ataques sobre frutos, no son muy frecuentes. Aparecen unas manchas, marrón-amarillentas, con la consiguiente depreciación de ellos.
Propagación:
En el ciclo biológico de la “Roya”, intervienen el peral y dos especies de enebros o sabinas.
Los micelios, invernan en los tejidos leñosos del enebro y posteriormente, infectan al peral, donde provocan los síntomas característicos.
Las pústulas negras, formadas en las hojas del peral, infectan a los enebros al final de la estación.
El exceso de humedad, lluvias prolongadas y temperaturas suaves, son condiciones ideales para que se produzca la infección.
Medidas de protección
La supervivencia del hongo, está siempre unida a la presencia de dos especies de enebros (Jumiperus sabina y Jumiperus oxycedrus).
La eliminación de estos enebros, es el mejor sistema de controlar la enfermedad.
Cuando no es posible eliminarlos, hay que realizar, tratamientos químicos a la caída de pétalos, teniendo en cuenta que las partes afectadas, no se curan, pero al menos, con los tratamientos, se protegen las nuevas brotaciones, hojas, flores y frutos.
Me a venido muy bien la información, tengo un peral al unos 6 metros de un enebro,no lo voy a cortar,procuraré mejorar el peral con azufre o cobre