Botritys en fruta de pepita manzanas y peras
Con el nombre genérico de Botrytis, se designa al hongo Botrytis cinerea, conocido también, por podredumbre peduncular. Es un hongo muy polífago, parásito latente y de heridas a la vez, la contaminación, puede producirse durante la floración o después de la recolección, también puede aparecer como parásito secundario. En su fase final, la superficie afectada, se cubre de un fieltro grisáceo.
Sintomatología
– En campo:
Se manifiesta desde finales de junio, a nivel de la cavidad ocular, como una decoloración, que posteriormente se convierte en una mancha marrón, de poca dimensión y que evoluciona poco.
– En conservación:
Es una podredumbre marrón, que evoluciona rápidamente, de consistencia blanda, a veces, con las lenticelas aureoladas de un color marrón-rojizo.
Desarrolla una masa algodonosa, blanca en la oscuridad, que se vuelve gris a la luz.
Los frutos alcanzados por el hongo, contaminan los sanos, por simple contacto de unos contra otros, provocando focos de podredumbre.
Normalmente las cavidades carpelares, se recubren con masas algodonosas de color gris.
A veces la aparición de puntos negros, en la zona atacada por el hongo, pueden servir como áreas de acumulación, de órganos reproductivos del hongo.
La zona afectada, presenta contornos difusos, pero permanece turgente y sin depresiones.
La pulpa del fruto afectado, tiene un sabor muy ácido.
El desarrollo del parásito es muy rápido, pudiendo a 20ºC invadir todo el fruto en 8-10 días.
Propagación
- – Este hongo, se halla presente en la naturaleza, sobre cualquier soporte orgánico y particularmente, se conserva en las rugosidades de la corteza de los árboles, bien en forma de micelios (conjunto de filamentos que constituyen un hongo) o también en forma de esclerocios (aglomerado de micelios).
- – La emisión de conidias (esporas de origen asexual) se realiza durante la floración, cuando la humedad ambiente es favorable y bien la lluvia o el viento o ambos, se encargan de su dispersión.
- – Las esporas, germinan en presencia de agua, sobre las cicatrices florales y provocan la infección de la zona calicina, el “ojo” del fruto.
- – La infección de la zona calicina, raramente evoluciona a podredumbre durante la conservación, como mucho, aparece en la zona carpelar, una masa algodonosa, que a veces puede dar lugar a una podredumbre, en el corazón de los frutos.
- – En los locales de almacenamiento, incluso estando presentes las esporas, no pueden contaminar los frutos, si éstos no tienen heridas. Por el contrario los micelios del hongo en contacto con un fruto sano, pueden penetrar a través de sus lenticelas y provocar su podrido.
- – Realizada la contaminación de un fruto sano, la evolución de la podredumbre es rápida, salvo si dicha infección, se realiza a nivel de la zona peduncular, en cuyo caso la enfermedad puede permanecer latente.
Factores que favorecen el desarrollo
- – La recolección precoz, favorece el desarrollo de este hongo, durante la conservación frigorífica.
- – Las lluvias, en época de floración.
- – Frutos con heridas, durante la recolección o producidas por granizo, durante la vegetación.
- – Elevada humedad relativa durante el estocaje.
- – Residuos de frutos afectados, bien en los palots, las cajas o en los locales de acondicionamiento.
- – Los calibradores por agua, en las cintas transportadoras.
Medidas profilácticas
a) En campo
- – Reducir las fuentes de infección, en las plantaciones.
- – Proteger las heridas, que pueden tener los frutos, con productos cicatrizantes.
- – En las parcelas con riesgo y si las condiciones de humedad del aire son favorables, realizar tratamientos preventivos, en el estadio vegetativo G-H.
b) En la Central
- – Desinfección a fondo de las cámaras de frío y del resto de los locales de la Central.
- – Eliminar cualquier residuo de frutos afectados por el hongo, en cajas, palots, útiles de acondicionamiento, etc.
- – Eliminar los frutos heridos, antes de su entrada en las cámaras de frío.
- – Renovar el agua de los drenchers.
- – Vigilar los frutos durante su conservación, para evitar que se formen focos de podrido.
- – Recordar, que los tratamientos postcosecha, son poco eficaces contra esta enfermedad, sólo las medidas profilácticas pueden reducir los riesgos.
Lucha química indirecta
– Tratamientos con fungicidas sistémicos, a la caída de pétalos