El cultivo de las habas de verdeo

El cultivo de las habas de verdeo

JOSÉ JOAQUÍN RODRÍGUEZ EGUÍLAZ, ÁNGEL MALUMBRES (ITG AGRÍCOLA),
CARLOS PRADO (ULTRACONGELADOS VIRTO)

PREPARACIÓN DEL SUELO

▲ El cultivo de las habas de verdeo para industria es poco exigente en texturas de suelo, pero prefiere suelos francoarcillosos que no se encharquen, y parcelas homogéneas, tanto de tipo de tierra como en pendiente. Le perjudican los suelos húmedos mal drenados.

El laboreo:
1) El laboreo profundo será de 25 a 40 centímetros de profundidad, para favorecer el desarrollo de la raíz pivotante, con un pase de subsolador, chisel o vertedera.
2) El laboreo superficial permitirá, con pases de rastras y cultivadores con molón, dejar un lecho de siembra de granulometría pequeña y homogénea, aireado y sin compactar. Tras
cultivar cereal o maíz, hay que trabajar más la parcela para trocear muy bien los rastrojos.

Extracciones medias de nutrientes

La extracción media que se calcula de elementos nutritivos N, P y K en las habas por Tm es de 60 Kg de N, 17 Kg de P2O5 y de 45,5 de K2O. (Leguminosas de grano. J.I. Cubero y M.T. Moreno, 1983)
Extracciones medias de habas (kg/t grano). Guía práctica de la fertilización racional de los cultivos en España. MARM.

N P2O5 K2O
Habas secas 60 17 45

Recomendaciones del abonado

Una fertilización de tipo medio puede constar de las siguientes aportaciones como abonado de fondo:

  • 20-30 Kg/ha de N
  • 65-80 Kg/ha de P2O5
  • 90-150 Kg/ha K2O

El abonado nitrogenado se añadirá en forma de nitrosulfato amónico. Si el terreno es muy deficitario en materia orgánica, puede ser conveniente la incorporación de 10-15 Tm/ha de estiércol con bastante antelación. (Leguminosas de grano. J.I. Cubero y M.T. Moreno, 1983)

FERTILIZACIÓN

▲ El cultivo de las habas de verdeo es capaz de fijar y usar el nitrógeno del aire por la acción de las bacterias del género Rhizobium.
▲ Como abonado de fondo usaremos formulados comerciales de equilibrio 1-2-3 o similares, a razón de 350 / 500 kilógramos por hectárea.
▲ En muchas ocasiones se harán aportes de nitrógeno en cobertera de unas 30 / 60 UF por hectárea si se dan condiciones difíciles de implantación por suelos fríos, falta de actividad en la nodulación del Rhizobium, ataques de sitona,
etc. Con abonos foliares podemos paliar el estrés climático, favorecer el desarrollo y mejorar el cuajado en la floración.

SIEMBRA

▲ Conviene hacer una siembra precisa en cantidad y profundidad por el coste y la homogeneidad de la nascencia, pues es una de las claves del cultivo.
▲ Dosificación de la semilla:
— Habas Bianca de 150 a 160 kg/ha y Muchamiel a 175 kg/ha, con un marco de 70 / 75 cm entre líneas y 8 /10 cm entre plantas. Más cantidad de semilla causa problemas de malas floraciones, encamados y enfermedades; y menos cantidad de semilla, de bajas producciones.
▲ Se siembra con sembradora monograno de precisión y de disco a una profundidad de 3 / 4 cm, después pasaremos un rulo-molón adecuado al tipo de suelo para facilitar la cosecha.

CICLO CULTIVO

▲ Se empieza a sembrar a primeros de octubre, se termina sobre el 8 de noviembre y la recolección se hace durante el mes de mayo. La duración del ciclo es de 190 a 220 días.
▲ Durante la floración, las malas condiciones climáticas producen abortos de flores y vainas pequeñas.

Octubre N D Mayo
siembras siembras recolección

LUGAR EN LA ALTERNATIVA

▲ Evitaremos como cultivos precedentes cualquiera de las leguminosas y parcelas con restos de acolchados plásticos.
Repetiremos en la misma parcela a los tres o cuatro años. Los mejores precedentes son cereales y maíz.

EL RIEGO

▲ Una vez hecha la siembra se dará un riego de 14/15 litros para hinchar las semillas e incorporar el herbicida. Si no lloviera después, se darán pequeños riegos hasta la nascencia.
▲ Durante el otoño y el invierno regaremos en función de la climatología. Durante la ligación no regaremos para favorecer el cuajado.
▲ Es muy sensible a la falta de agua entre floración y llenado de las vainas, por lo que conviene aportarla en caso necesario, pues incidimos en cantidad y calidad de la cosecha.
▲ El consumo oscila entre los 3.490 a 4.020 metros cúbicos por hectárea. Cada año varía el número de riegos, la cuantía de cada uno y el consumo final depende de la climatología.

CONTROL DE MALAS HIERBAS

▲ Para hierbas de hoja ancha se aplican herbicidas autorizados después de la siembra y antes de la nascencia, incorporados con un riego.
▲ Para gramíneas se hace un buen control con las anteriores aplicaciones o con antigramíneos autorizados en postemergencia.
▲ El parcelas donde se esperen poblaciones altas de Galium y/o Fumaria, sería mejor no poner el cultivo.

PLAGAS Y ENFERMEDADES

▲ Es típico en el cultivo el pulgón negro del haba (Aphis fabae), que se instala desde el estado
de roseta del cultivo hasta la formación de las vainas, y también la sitona que se come hojas
y brotes de forma semicircular por los bordes. Se trata en esos casos desde la presencia inicial de la plaga (diciembre-enero) hasta la primavera, con insecticidas autorizados.
▲ En cuanto a enfermedades, las más comunes son mildiu, botritis, roya y ascochita, ésta última sobre todo en parcelas repetidas. Existen fungicidas preventivos autorizados para su tratamiento.

RECOLECCIÓN

▲ En momentos previos a la recolección, el cultivo debe llegar bien hidratado. Incluso se dan pequeños riegos hasta el día anterior a la cosecha.
▲ El inicio de la cosecha lo marca la cantidad de granos babys, siendo lo más habitual que la empresa busque granos tiernos, y varía en función de las necesidades de cada industria. Existe una relación, que figura en el contrato, entre el precio por kilo y el porcentaje de babys, de manera que el precio baja a medida que baja dicho porcentaje. La producción oscila normalmente entre 2.000 y 3.000 kg/ha.
▲ La maquinaria de recolección es pesada por lo que el suelo debe llegar a este momento en condiciones adecuadas para evitar pateados y compactaciones.

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