Regulación de las abonadoras de proyeccion
Conceptos básicos sobre las abonadoras de proyección Diagrama de la distribución transversal Para elaborarlo se muestrea la proyección que realiza la abonadora mediante la colocación transversal de receptores y, a continuación, se genera al representar los pesos recogidos en cada receptor, en relación a la distancia a izquierdas y derechas del eje de paso de la abonadora.
Para poder obtener distribuciones que sean aceptables lo primero que hay que conseguir, cuando se diseña el grupo de distribución, son diagramas con formas triangulares o trapezoidales.
Los diagramas son simétricos, cuando la representación de lo proyectado a izquierdas y a derechas del eje de paso de la abonadora, es similar y de no ser así se denominan asimétricos.
Hoy en día, en los diseños de las abonadoras, se trabaja para conseguir diagramas simétricos, ya que permiten el trabajo en la parcela, tanto en ida y vuelta como en redondo, manteniendo la misma distancia entre pasadas.
Anchura total de distribución
Es la suma de la distancia desde el eje de paso, a izquierdas y derechas de la abonadora, hasta los receptores en que aparecen los últimos o el último gránulo proyectado.
Anchura útil o distancia entre pasadas
Es la que realmente interesa y para determinarla hay que realizar un ensayo de distribución. En el ensayo, para un diagrama triangular, los receptores centrales próximos al eje de paso recogen la máxima cantidad de abono, que podemos denominar “x gramos”, y a medida que los receptores se alejan del eje, la cantidad de abono recogida decrece hasta llegar a un receptor en el que el peso recogido será la mitad, es decir x/2 g. La suma de distancias desde el eje de paso al receptor de la izquierda en que aparece x/2 de peso, más la distancia desde el mismo eje al receptor de la derecha en que aparece también x/2 sería la distancia entre pasadas o anchura útil, ya se trate de un diagrama simétrico o asimétrico.
A partir del punto en el que apareció la mitad del peso hay que superponer o recubrir con abono de otra pasada, para conseguir que la distribución sea uniforme en todos los puntos de anchura de trabajo y nos aproximemos en todos los puntos a “x gramos”.
Coeficiente de variación (C.V.)
Parámetro que sirve para evaluar la uniformidad de la distribución para una anchura de trabajo establecida, para un tipo de abono determinado y para una dosis de abonos prefijada. Es importante señalar que una misma abonadora con abonos diferentes, puede tener distintos C.V. para una misma anchura de trabajo. También, que con el mismo abono y para una misma anchura de trabajo, al variar la cantidad de abono aportada por unidad de superficie, el coeficiente de variación puede ser distinto. En cada situación (tipo de abono, achura de trabajo y dosis), cuanto menor es su coeficiente de variación más alta es la uniformidad de la distribución. Así, se establece que con abonos nitrogenados el C.V. debe ser inferior al 10% en ensayos de laboratorio y al 15% en ensayos de campo, mientras que para abonos de fondo se admiten C.V. hasta el 20%.
Dispositivos de bordeo
Estos dispositivos permiten trabajar proyectando el fertilizante, al desplazarse la abonadora, desde el borde o límite de la parcela o hacia el borde. Para tener garantías de que lo proyectado por la abonadora fuera de la parcela es admisible, se debe verificar si la máquina cumple con la norma española y europea sobre distribuidores centrífugos y por gravedad de fertilizantes sólidos.
“Protección medioambiental: UNE-EN 13739-1”.
En particular, en lo referente a la distribución en los bordes o límites de la parcela, en los que al realizar la distribución no se debe proyectar fuera más del tres por mil. Los dispositivos de bordeo ayudan en el cumplimiento de dicha normativa y debe comprobarse su fiabilidad.
Manual de regulación de la abonadora
La abonadora debe suministrarse con un manual de regulación fiable, en el que estén recogidos los abonos de uso frecuente y las recomendaciones en cuanto a regulaciones sobre la abonadora para su uniforme distribución. El fabricante de abonadoras debe tener capacidad para actualizar su manual en función de las necesidades de los productos a distribuir. Al adquirir una abonadora conviene tener presente la fiabilidad de dicha capacidad. La solicitud del manual, para comprobar que se ajusta a nuestras necesidades, y la fiabilidad del mismo, es de suma importancia y es lo primero que hay que hacer y analizar, cuando se pretenda adquirir una abonadora con criterios objetivos. La abonadora, además del manual, debe ir acompañada de una caja de tamices para determinar e identificar la granulometría de los fertilizantes.
Regulación de la abonadora
Lo realmente importante al regular una abonadora es que, además de conseguir distribuir
una dosis determinada por hectárea, la distribuya uniformemente.
A continuación se detalla la regulación de las abonadoras de proyección, en base a su mayor
implantación en relación a las abonadoras de gravedad y neumáticas, y porque tienen exigencias más específicas para su regulación.
Para regular una abonadora en el campo, lo más rápido y efectivo es disponer de un manual
fiable en el que esté recogido el abono que vamos a distribuir y sus características granulométricas. Mediante el manual se deberá reproducir en campo, siempre que las condiciones ambientales no difieran demasiado, las prestaciones de la abonadora en el mejor de los ensayos de laboratorio e las estaciones de ensayo, cuando se diseñó el grupo de distribución en base a las pruebas experimentales. El fabricante de abonadoras deberá velar por mantener rigurosamente esa correspondencia en las prestaciones de todas sus unidades.
Otras características de una buena abonadora
Una abonadora además de estar diseñada para realizar buenas distribuciones y de disponer
de un buen manual que contribuya a ello, tiene otras muchas características constructivas que conviene también analizar al detalle y que son muy importantes para el usuario, ya que
afectarán a su grado de satisfacción. Además, influyen sobre la capacidad de trabajo real de
la abonadora, sobre su vida útil, seguridad y valor residual.
Manejo en campo
De nada sirve tener una abonadora con buenas prestaciones en la distribución e incluso bien regulada, si su manejo en el campo no es el adecuado.