Recoleccion y calidad en manzana y pera

Recoleccion y calidad en manzana y pera

En un mercado, en el que la oferta, es superior a la demanda, es indispensable poder ofrecer a los diferentes clientes, unos frutos, que se adapten a sus exigencias, de lo contrario, no se podrá vender la fruta.

Solamente, la puesta en marcha de un conjunto de técnicas, desde el campo, hasta que la fruta sea consumida, es lo que va a permitir, la subsistencia del sector y no solo del de fruta de pepita.

Aunque es fácil decirlo, no hay otra opción que conseguir:

  • Un buen desarrollo del fruto en el campo, adaptando a cada caso, las técnicas culturales y las condiciones de suelo, climáticas, varietales, etc.
  • Recolectar el fruto, en las mejores condiciones posibles, y utilizar un transporte adecuado.
  • Establecer, con la máxima precisión posible, la fecha de recolección óptima.
  • Control preventivo, de las enfermedades de conservación, que más incidencia tengan.
  • Manipular con sumo cuidado, los frutos a la salida de las cámaras.
  • Utilizar envases adecuados.
  • Realizar el transporte a destino, en las mejores condiciones posibles.

Recolección.

A partir de la recolección, los frutos, separados de su medio natural, pasan hasta su consumo, por una serie de circunstancias adversas, que influyen de una forma decisiva en su calidad final.

No podemos olvidar, que los frutos hasta que se consumen o destruyen, continúan siendo seres vivos, algo que en muchos casos, no se tiene en cuenta.

El estado de madurez de los frutos, en el momento de la recolección, tiene una influencia total sobre su conservación.

Los métodos, para la determinación de la fecha óptima de recolección, son numerosos y en esta publicación, veremos los más importantes.

Es aconsejable, seguir regularmente, la evolución de los distintos parámetros de los frutos y tomar la decisión, sobre la práctica simultánea de varios test.

La recolección, es una operación compleja, que debe considerar, el estado fisiológico del fruto y los factores comerciales. Es aconsejable realizarla, cuando el fruto fisiológicamente, se halla en el período de mínimo pre-climatérico, momento en que, la intensidad respiratoria del fruto es mínima. Si el fruto ha de conservarse en atmósfera controlada, debe recolectarse 2-3 días antes, de la fecha óptima.

Incidencia de la fecha de recolección.

La calidad de los frutos y su aptitud para la conservación, están estrechamente unidos, a su estado fisiológico, en el momento de la recolección.

La fecha óptima es diferente, según que el fruto se destine a una larga conservación o al consumo, en breve tiempo.

Cuando el fruto alcanza su madurez fisiológica, o sea, cuando es apto para continuar su desarrollo completo, una vez recolectado, estamos en el período en que, según los medios utilizados en su conservación, podremos conservarlo, algunas semanas o varios meses.

La recolección efectuada, 2-3 días antes de la madurez fisiológica, permite conseguir:

  • Duración máxima de conservación.
  • Pérdidas mínimas de peso.
  • Mínima sensibilidad, a las enfermedades criptogámicas y fisiológicas, debido a:
  • La existencia de compuestos fenólicos en el fruto que impiden la germinación y desarrollo de los parásitos.
  • La falta de sustrato alimenticio, para todo tipo de patógenos.
  • Los enzimas de los hongos, no pueden degradar la propectina.
  • La producción de fitoalexinas, después de una infección, provoca resistencias a las enfermedades en sí.
  • La capacidad del fruto de producir lignina, como reacción del mismo, a las pequeñas lesiones, en condiciones de humedad relativa alta.

Por otra parte, alejamientos importantes, en relación a la fecha óptima de recolección, pueden provocar en los frutos, una calidad baja y la aparición, de desordenes fisiológicos, durante la conservación.

En la fecha de recolección influyen:

  • – Las condiciones climáticas.
  • – La especie.
  • – La variedad.
  • – Las características del porta-injerto.
  • – El suelo.
  • – El abonado.
  • – El vigor del árbol.
  • – La disponibilidad de agua.
  • – La cantidad de producción.
  • – Los tratamientos, etc.

Todo ello, nos puede dar una idea, de lo complicado que es, conocer el momento de la “madurez fisiológica” y la fecha de recolección. La recolección por otra parte, puede realizarse, de forma precoz o tardía.

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