pH de un suelo

pH de un suelo

Mide la actividad de los H+ libres en la solución del suelo (acidez actual) y de los H+ fijados sobre el complejo de cambio (acidez potencial). La acidez total del suelo es la suma de las dos, porque cuando se produce la neutralización de los H+ libres se van liberando H+ retenidos, que van pasando a la solución del suelo.

El pH puede variar desde 0 a 14 y de acuerdo con esta escala los suelos se clasifican en:

• Suelos ácidos ………………..pH inferior a 6,5
• Suelos neutros…………….pH entre 6,6 y 7,5
• Suelos básicos………………pH superior a 7,5

Los suelos tienen tendencia a acidificarse. Primero se descalcifican, ya que el calcio es absorbido por los cultivos o desplazado del complejo de cambio por otros cationes y emigra a capas más profundas con el agua de lluvia o riego. Después, lo normal, es que los iones H+ ocupen los huecos que dejan el Ca 2+ y el Mg 2+ en el complejo. Los abonos nitrogenados, en su mayoría, ejercen una acción acidificante sobre el suelo. También acidifican el suelo los ácidos orgánicos excretados por las raíces de las plantas.


En España, los suelos del norte y de la parte más occidental son ácidos y el resto, que son la mayoría, básicos.

INFLUENCIA DEL pH EN EL SUELO

Un suelo con fuerte acidez es pobre en bases (calcio, magnesio, potasio), la actividad de los microorganismos se reduce y el fósforo disponible disminuye, al precipitarse con el hierro y el aluminio. Los micronutrientes, excepto el molibdeno, se absorben mejor en este tipo de suelos. Un suelo con fuerte basicidad presenta un alto contenido de bases de cambio, pero la presencia de un elevado contenido de carbonato de calcio bloquea la posible absorción de fósforo y de la mayor parte de los micronutrientes. La neutralidad en su sentido más amplio (6,6 ≤pH ≤7,5) es una condición adecuada para la asimilación de los nutrientes y para el desarrollo de las plantas. Ahora bien, algunas como la patata, las pratenses y el centeno prefieren una ligera acidez, mientras que otras como el tomate, el pimiento, la alfalfa y la remolacha prefieren suelos con pH ligeramente elevado. El poder tampón de un suelo refleja la mayor o menor facilidad que tiene un suelo para modificar su pH, y en gran parte depende de la textura. Los suelos arcillosos presentan una elevada resistencia, es decir, tienen un fuerte poder tampón.