Las concentraciones más altas de THC en la planta Cannabis sativa se encuentran en las secreciones resinosas de la planta, en los llamados tricomas glandulares, estos pueden ser recogidos, obteniendo así un producto con un alto contenido de THC, eliminando el material vegetal más reconocible. El hachís es el material más fino de las plantas y se presenta como polvo suelto o compacto pegajoso, dependiendo del método de producción.
Para producir resina de Cannabis se utilizan una gran variedad de procesos, sin embargo, en general, una característica común es el tamizado como parte del proceso en todas las regiones productoras, este tamizado ha llegado a altas cotas de sofisticación.
La forma más básica se realiza en Marruecos, la separación de los tricomas se hace con una técnica llamada trilla que consiste en golpear las plantas contra la pared, separando así los tricomas del material fibroso de la planta, este último se descarta. Este material se tamiza para quitar las semillas y otras impurezas resultando un producto de alta pureza y contenido en THC.
Otra técnica es mediante una especie de lavadoras que tiene un tamiz que separa los tricomas del material vegetal.
El hachís es un preparado de la resina de la planta del cannabis. Se presenta, como polvo fino, comprimido en pastillas o tabletas de color pardo oscuro, de distintos pesos, envueltos en papel de aluminio o plástico.
En realidad el hachís, puede presentar varias tonalidades, formas y riqueza de T.H.C. distintos ( del 4% al 10 % ), dependiendo del país de origen; Verde oscuro tirando a marrón en Marruecos, negro del Líbano y medio oriente, negro como brea retorcida el nepali. En ocasiones el producto suele ser adulterado con piensos compuestos o estiércol.
1ª Resina Pakistaní y Afgana, resina de color marrón oscuro o negro, suele llevar diseños estampados en la superficie.
2ª. Palos o tabletas de resina India, de color marrón oscuro o negros.
3ª. Resina Libanesa, se presenta como un polvo dorado, comprimido en planchas.
4ª. Resina Marroquí, con forma de con aspecto cilíndrico o de tableta de chocolate, marron de claro a oscuro.
PROCESO DE ELABORACIÓN DEL HACHÍS.
Son necesarios casi un centenar de kilos de planta seca para obtener un kilo de hachís de primera calidad. Tras retirar de la mata las raíces y partes mas duras, una vez arrancada la planta, es corriente atarlas en gavillas para dejarlas luego secar. Tras el secado, se va tamizando sobre una tela, generalmente de seda, que cubre un recipiente de barro, de boca muy ancha.
Tras una primera pasada suave, se desprende un polvo muy fino que recibe el nombre de «sputnik» o «AAA». De 100 kilos de rama, se desprenden entre 200 o 300 gramos de este polvo.
Una segunda pasada, dará alrededor de un kilo del llamado hachis «doble cero» ( el de mas calidad . Pasadas sucesivas darán varios kilos de 1ª y 2ª clase, siguiendo un proceso descendiente el calidad y progresivo en cantidad.
Con la resina desprendida en sucesivas pasadas se confeccionara a continuación las tabletas del hachís, siguiendo diferentes procesos, uno de ellos consiste en llenar de la cantidad de resina adecuada, bolsas de celofán preparadas al efecto y de tamaño y peso adecuado al que se desea. Una vez llenas las bolsas, se cierran y se le practican unos agujeros pequeños para que permitan escapar el aire. Acto seguido, se procede a envolver cada bolsa en papel húmedo y poroso ( periódico ), a fin de evitar que al ser calentado se queme el contenido.
Tras esta operación, se vuelve a cubrir nuevamente con papel de estaño o de aluminio, y se coloca al calor hasta que alcanza la temperatura adecuada, momento en que se retira del foco calorífico y se prensa. Durante el prensado, entra en funcionamiento los orificios practicados en las bolsas de celofán, dejando pasar el aire contenido en las mismas.
Realizada la operación de prensado, se deja enfriar para que se endurezca y tome consistencia, procediendo luego a su almacenamiento. Para su conservación, la temperatura no debe ser superior a 20º, ya que expuesto a temperaturas elevadas se deteriora rápidamente, perdiendo efecto sus principios activos.