Calibres exigidos para frutos citricos

Calibres exigidos para frutos citricos

REQUISITOS

CLASES

«Extra»

«I»

«II»

Valor comercial

Calidad superior

Buena calidad

Requisitos mínimos

Diámetro máximo de sección ecuatorial

– Calibre mínimo – Limones 45 mm.
– Naranjas 53 mm.
– Pomelos 70 mm.
– Satsumas, mandarinas, wilkings, otras mandarinas y sus híbridos 45 mm.
– Clementinas y monreales 35 mm.
– Escala de calibres – Naranjas Calibres 1 a 13
– Clementinas y monreales Calibres 1 a 10
– Satsumas, mandarinas, wilkings, otras mandarinas y sus híbridos Calibres 1 a 6 + 3 calibres suplementarios nº 1
– Limones Calibres 1 a 7
– Pomelos Calibres 1 a 9
– Uniformidad de los calibres

– Fruta organizada en capas regulares: Diferencia máxima de tamaño:

– Naranjas

  • Calibres 1 y 2: 11 mm.
  • Calibres 3 a 6: 9 mm.
  • Calibres 7 a 13: 7 mm.

– Mandarinas

  • Calibres 1 a 4: 9 mm.
  • Calibres 5 y 6: 8 mm.
  • Calibres 7 a 10: 7 mm.

– Limón: todos los calibres: 7 mm.

– Fruta no organizada en capas regulares:, y Pomelos, diferencia máxima de tamaño:

– Dentro de los límites del tamaño apropiado en la escala del calibre

– La fruta a granel en un vehículo de transporte o un compartimiento del vehículo de transporte: La diferencia máxima puede::

– Puede responder a las exigencias mínimas de calibre

– O ser la suma de tres tamaños consecutivos en la escala de calibres

 

Requisitos de calidad para frutos citricos

Requisitos de calidad para frutos citricos

REQUISITOS

CLASES

«Extra»

«I»

«II»

– Apariencia – Coloración y características típicas de la variedad – Coloración y características típicas de la varieda – Cumplimiento de los requisitos mínimos
– Defectos – Libre de cualquier mancha que afecte la apariencia externa de la fruta y / o las características organolépticas- Un deterioro leve muy superficial de la piel no es considerado como un «defecto» – Manchas permitidas si no deterioran las propiedades de la fruta respecto al aspecto general o de la conservación:- Defecto leve en forma- Defecto leve en color- Defectos de la piel leves inherentes a la formación del fruto

– Defectos leves curados de la piel debidos a una causa mecánica

– Las manchas o el deterioro en la apariencia de la piel permitida si el aspecto general y las propiedades de conservación de la fruta no están seriamente deteriorados:- Defectos de forma- Defectos de color- Piel rugosa

– Deterioro superficial de la piel

– El desprendimiento leve y superficial del pericarpio para naranjas

Requisitos minimos de calidad para frutos citricos

Requisitos minimos de calidad para frutos citricos

REQUISITOS

CLASES

«Extra»

«I»

«II»

Valor comercial

Calidad superior

Buena calidad

Requisitos mínimos

I. Requisitos mínimosa) Criterio general i) – Intacto

  • – intacto
  • – Sano (supedítese a las disposiciones particulares para cada clase)
  • – Libre de daño externo y / o deterioros causados por escarcha
  • – Limpio
  • – Sin humedad externa anormal
  • – Sin sabores ni olores extraños

ii) – Cuidadosamente escogido

  • – Grado adecuado de desarrollo y madurez
  • – Estado de madurez conforme a los requerimientos comerciales
  • – Grado de coloración suficiente para obtener el color normal de la variedad en el destino.
  • – Desverdizado autorizado para que la fruta responda a los criterios de madurez

iii) – Libre de:

  • – Signos de acorchamiento interno causado por escarcha
  • – Cortes hirientes o extensivos, cicatrizados o magulladuras
b) Contenido mínimo en zumo y color Limones

  • – Primofiore: 20 %
  • – Otros limones: 25 %
  • – La coloración típica para la variedad
  • – Fruta con un color ligeramente verde permitido, teniendo en cuenta el período de recolección y la zona de cultivo

Clementinas, ellendales, monreales y satsumas:

  • – Monreales y satsumas: 33 %
  • – Clementinas y ellendales: 40 %
  • – La coloración típica para la variedad en al menos 1/3 de la superficie
  • – Wilkings, clementinas, otras mandarinas y sus hibridos: 33 %
  • – La coloración típica para la variedad en al menos 2/3 de la superficie

Naranjas:

  • – Thomson Navels y Tarroco: 30 %
  • – Washington Navels: 33 %
  • – Otras variedades: 35 %
  • – La coloración típica para la variedad
  • – Cada país exportador puede redactar unas listas nacionales para las variedades y los períodos en los cuales un color verde claro está permitido para un máximo de 1/5 de la superficie

Pomelos: 35 %

  • – La coloración típica para la variedad
  • – Ligero color verde permitido, teniendo en cuenta el período de recolección y la zona de cultivo

Calidad en frutos citricos

Calidad en frutos citricos.

La calidad, en su sentido más amplio, podemos considerarla como un compendio de calidades:

  • – calidad organoléptica
  • – calidad microbiológica
  • – calidad nutritiva
  • – calidad comercial

Al final, es el conjunto de propiedades de los cítricos, que satisface las exigencias del consumidor.

La calidad organoléptica de un cítrico se refiere a: contenido en zumo, aroma, índice de madurez, tamaño, textura, color, etc.

La calidad microbiológica, está referida, a la ausencia tanto interna como externa, de hongos, bacterias y virus.

La calidad nutritiva, es el equilibrio de azúcares y ácidos, la cantidad de vitamina C, la ausencia de semillas, cantidad de proteínas, etc.

La calidad comercial, está basada en la producción, confección, conservación, transporte y distribución; o sea, todas aquellas aportaciones a los frutos durante los procesos mencionados.

Todo ello, está condicionado por una serie de factores, que comentaremos más adelante.

NORMAS DE CALIDAD PARA LOS CÍTRICOS SEGÚN REGLAMENTO CEE Nº 920/89

  • 1) DEFINICIÓN DEL PRODUCTO
  • 2) DISPOSICIONES RELATIVAS A LA CALIDAD
  • 3) DISPOSICIONES RELATIVAS AL CALIBRADO
  • 4) DISPOSICIONES RELATIVAS A LAS TOLERANCIAS
  • 5) DISPOSICIONES RELATIVAS A LA PRESENTACIÓN
  • 6) DISPOSICIONES RELATIVAS AL MARCADO

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1) DEFINICIÓN DEL PRODUCTO

La presente norma se refiere a los frutos siguientes, clasificados bajo la denominación de «cítricos» y destinados a ser entregados en estado fresco al consumidor, con exclusión de los cítricos destinados a la transformación industrial:

  • – Limones: frutos de las variedades procedentes de la especie Citrus limonia (L) Burmf.
  • – Mandarinas, tangerinas, satumas, clementinas, wilkings y otros frutos de las variedades procedentes de la especie Citrus reticulata (Blanco) o de sus híbridos.
  • – Naranjas: frutos de las variedades procedentes de la especie Citrus sinensis (Osbeck).

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2) DISPOSICIONES RELATIVAS A LA CALIDAD

La norma tiene por objeto definir las características que deben presentar los cítricos después de su acondicionamiento y envasado.

A. Características mínimas

Tomando en consideración las disposiciones especiales previstas para cada categoría y los límites de tolerancia permitidos, los cítricos de todas las categorías deberán presentarse:

  • – enteros
  • – sanos; se excluyen los productos atacados por la podredumbre o por otras alteraciones que los hagan impropios para el consumo
  • – exentos de daños y/o alteraciones externas
  • – limpios, prácticamente exentos de materias extrañas visibles
  • – exentos de humedad exterior anormal
  • – exentos de olores y/o sabores extraños

Los cítricos deberán haber sido cuidadosamente recolectados y haber alcanzado un desarrollo y un estado de madurez adecuado, de acuerdo con los criterios apropiados para la variedad y la zona de producción. Su estado de madurez deberá permitirles:

  • – soportar el transporte y la manipulación, y
  • – llegar en condiciones satisfactorias al lugar de destino.

Además, el grado de coloración será tal que la evolución de los cítricos les permita alcanzar, en el lugar de destino, la coloración normal de la variedad (sin perjuicio de las disposiciones aplicables a cada categoría), habida cuenta del período de recolección, de la zona de producción y de la duración del transporte.

Los cítricos que reúnan las condiciones de madurez anteriormente definidas podrán ser sometidos a un tratamiento de desverdización. Dicho tratamiento únicamente se permitirá si los demás caracteres organolépticos naturales no resultan modificados.

El tratamiento considerado deberá llevarse a cabo de acuerdo con las normas establecidas por las autoridades administrativas de cada Estado miembro y bajo el control de las mismas.

Los cítricos deberán estar exentos de principios de desecación interna causada por las heladas y de heridas o magulladuras externas cicatrizadas.

B. Contenido mínimo en zumo y coloración.

(Contenido mínimo con relación al peso total del fruto; la extracción se hará mediante prensa manual).

LIMONES

  • Contenido mínimo en zumo
  • Limones Verdelli y Primofiore → 20%
  • Los demás → 25%
  • Coloración; La coloración deberá ser la normal de la variedad. Se admitirán los limones de coloración ligeramente verde que presenten el contenido mínimo en zumo, teniendo en cuenta el período de recolección y la zona de producción. Los limones «Verdelli» podrán tener una coloración verde, siempre que no sea oscura.

CLEMENTINAS, ELLENDALES, MONREALES Y SATSUMAS

  • Contenido mínimo en zumo
  • Monreales y satsumas → 33%
  • Clementinas y ellendales → 40%
  • Coloración; La coloración deberá ser la típica de la variedad por lo menos en 1/3 de la superficie del fruto.

WILKINGS, TANGERINAS, OTRAS MANDARINAS E HÍBRIDOS

  • Contenido mínimo en zumo
  • Wilkings, tangerinas, otras mandarinas e híbridos→ 33%
  • Coloración; La coloración deberá ser la típica de la variedad por lo menos en 2/3 de la superficie del fruto.

NARANJAS

  • Contenido mínimo en zumo
  • Thomson Navels y Tarocco → 30%
  • Washington Navels → 33%
  • Las demás variedades → 35%
  • Coloración; La coloración deberá ser la típica de la variedad; se admitirá una coloración verde claro que no debe exceder de una 1/5 de la superficie del fruto, teniendo en cuenta la variedad y el período de recolección.

CATEGORÍAS CLASIFICACIÓN

Los cítricos se clasifican en las cuatro categorías que se definen a continuación:

CATEGORÍA EXTRA

Los cítricos clasificados en esta categoría deberán ser de calidad superior. Su forma, aspecto exterior, desarrollo y coloración deberán presentar las características de la variedad a la que pertenezcan. Deberán estar exentos de defectos, aunque se admitirán ligerísimos defectos superficiales, siempre que éstos no afecten a la calidad, al aspecto general del producto ni a la presentación del envase.

CATEGORÍA I

Los cítricos clasificados en esta categoría deberán ser de buena calidad. Deberán presentar las características típicas de la variedad o del tipo, teniendo en cuenta el período de recolección y las zonas de producción.

No obstante, se admitirán los defectos siguientes, siempre que no perjudiquen la apariencia general ni la conservación de los frutos de un lote determinado:

  • – ligero defecto de forma,
  • – ligero defecto de coloración,
  • – ligeros defectos epidérmicos inherentes a la formación del fruto, como incrustaciones plateadas, quemaduras, etc.
  • – ligeros defectos cicatrizados de origen mecánico, como señales de granizo, rozaduras, golpes ocasionados por la manipulación, etc.

CATEGORÍA II

Esta categoría comprende los cítricos que, en conjunto, no puedan clasificarse en las categorías superiores, pero que presentan las características mínimas anteriormente definidas.

Se admitirán defectos de forma, de desarrollo y de coloración, siempre que no perjudiquen de forma importante la apariencia general ni la conservación de los frutos de un lote determinado:

  • – defecto de forma,
  • – defecto de coloración,
  • – corteza rugosa,
  • – alteraciones epidérmicas superficiales cicatrizadas,
  • – en el caso de las naranjas, separación ligera y parcial del pericarpio (la separación es normal en el caso de las mandarinas, clementinas, satsumas, wilkings y tangerinas).

CATEGORÍA III [1]

Esta categoría incluye los cítricos que no pueden clasificarse en las categorías superiores pero que presentan las características previstas para la categoría II. No obstante, pueden estar desprovistos de cáliz.

[1] Categoría suplementaria con arreglo al apartado 1 del artículo 2 del Reglamento (CEE) nº 1035/72. La aplicación de esta categoría de calidad o de determinadas especificaciones suyas está supeditada a una decisión que deberá adoptarse con base en el apartado 1 del artículo 4 del mismo Reglamento.

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3) DISPOSICIONES RELATIVAS AL CALIBRADO

El calibre se determinará por el diámetro máximo de la sección ecuatorial.

Calibre mínimo

Se excluyen los frutos que no se ajusten a las dimensiones mínimas siguientes:

  • – Limones: 45 mm para las categorías extra, I y II, 42 mm para la categoría III
  • – Naranjas: 53 mm
  • – Satsumas, tangerinas, wilkings, otras mandarinas y sus híbridos: 45 mm.
  • – Clementinas y monreales: 35 mm

Escalas de calibrado

Se utilizarán las siguientes escalas de calibrado:

Naranjas

Limones

Clementinas, monreales, satsumas, tangerinas, wilkings, otras mandarinas y sus híbridos (2)

Calibres

Escala de diámetros en mm

Calibres

Escala de diámetros en mm

Calibres Escala de diámetros en mm
0 100 o más (1) 0 83 o más (1) 1 63 o más
1 87-100 1 72-83 2 58-69
2 84-96 2 68-78 3 54-64
3 81-92 3 63-72 4 50-60
4 77-88 4 58-67 5 46-56
5 73-84 5 53-62 06 (3) 43-52
6 70-80 6 48-57 07 (3) 41-48
7 67-76 7 45-52 8 39-46
8 64-73 8 42-49 (1) 9 37-44
9 62-70 10 35-42
10 60-68
11 58-66
12 56-63
13 53-60
(1) Únicamente para la categoría III.
(2) En lo que se refiere a las satsumas, tangerinas, wilkings, otras mandarinas y sus híbridos con un diámetro superior a 63 mm, la clasificación es la siguiente:
  • nº 1 – X → 63-74
  • nº 1 – XX → 67-78
  • nº 1 – XXX → 78 o más
(3) El calibre mínimo de las satsumas, tangerinas, wilkings, otras mandarinas y sus híbridos es de 45 mm.

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4) DISPOSICIONES RELATIVAS A LAS TOLERANCIAS

Se admitirán tolerancias de calidad y de calibre en cada envase, o en cada lote en el caso de los cítricos expedidos a granel, para los productos que no se ajusten a las características de la categoría indicada.

Tolerancia de calidad

CATEGORÍA EXTRA

Un 5% en número o en peso de cítricos que no respondan a las características de la categoría, pero que se ajusten a las de la categoría I o que se admitan excepcionalmente en las tolerancias de dicha categoría. Además, un 5% como máximo, en número o en peso, de frutos podrán estar desprovistos de cáliz.

CATEGORÍA I

Un 10% en número o en peso de cítricos que no respondan a las características de la categoría, pero que se ajusten a las de la categoría II o que se admitan excepcionalmente en las tolerancias de dicha categoría. Además, un 20% como máximo, en número o en peso, de frutos podrán estar desprovistos de cáliz.

CATEGORÍA II

Un 10% en número o en peso de cítricos que no se ajusten a las características de la categoría ni a las características mínimas, correspondiendo un 5% como máximo a frutos que presenten ligeras heridas superficiales no cicatrizadas y secas (con exclusión de cualquier señal de podredumbre, de magulladuras pronunciadas o de cualquier otra alteración que los haga impropios para el consumo) o a frutos blandos o marchitos. Se admitirá, además, un 35% como máximo, en número o en peso, de frutos desprovistos de cáliz.

CATEGORÍA III

Un 15% en número o en peso de cítricos que no se ajusten a las características de la categoría ni a las características mínimas, con excepción de los productos que presenten señales de podredumbre, magulladuras pronunciadas o cualquier otra alteración que los haga impropios para el consumo. En el caso de las categorías Extra, I y II se admitirá, además, que los frutos hayan sido sometidos a un tratamiento de coloración forzada estén desprovistos de cáliz, siempre que en los documentos adjuntos a la mercancía figure una mención especial.

Tolerancia de calibre

En todas las categorías y para cualquier modo de presentación: un 10% en número o en peso de cítricos que se ajusten al calibre inmediatamente inferior o superior al mencionado (o a los mencionados, en caso de agrupación de tres calibres) en el envase o en los documentos de transporte.

En caso de expedición a granel en un medio de transporte o en un compartimento de un medio de transporte, sin más exigencia que la del calibre mínimo, la tolerancia del 10% sólo podrá referirse a frutos cuyo diámetro no sea inferior al diámetro mínimo siguiente:

  1. – Limones 43 mm para la categoría II, 40 mm para la categoría III
  2. – Naranjas 50 mm
  3. – Satsumas, tangerinas, wilkings, otras mandarinas y sus híbridos 43 mm
  4. – Clementinas y monreales 34 mm

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5) DISPOSICIONES RELATIVAS A LA PRESENTACIÓN

Homogeneidad

Cada envase, o cada lote en caso de expedición a granel, deberá contener cítricos del mismo origen, variedad, calidad, calibre (en la medida en que, en lo que se refiere a este último criterio, se exija un calibrado) y que presenten un mismo grado de desarrollo y de madurez.

Además, para la categoría Extra se exige la homogeneidad de coloración.

En lo que se refiere a los cítricos clasificados en la categoría III no se exige homogeneidad del grado de desarrollo y de madurez.

La parte visible del contenido del envase o del lote deberá ser representativa del conjunto.

Presentación

Los cítricos podrán presentarse:

  • a) Alineados en capas regulares, de acuerdo con las escalas de calibrado, en envase cerrado o abierto. Este modo de presentación es obligatorio para la categoría Extra y facultativo para las categorías I, II y III.
  • b) No alineados, en envase cerrado o abierto, de acuerdo con las escalas de calibrado.
  • c) A granel en un medio de transporte o en un compartimiento de un medio de transporte, con una diferencia máxima entre frutos correspondientes a la agrupación de tres calibres consecutivos de las escalas de calibrado. Estos modos de presentación sólo se admitirán para las categorías I, II y III.
  • d) A granel, en un medio de transporte o en un compartimiento de un medio de transporte, sin otra exigencia que la del calibre mínimo. Este modo de presentación sólo se admitirá para las categorías II y III.
  • e) En envases unitarios de ventas directas al consumidor con un peso máximo de 5 kg.
    • – Cuando dichos envases se confeccionen según el número de frutos, la aplicación de las escalas de calibrado será obligatoria para todas las categorías.
    • – Cuando dichos envases se confeccionen según el peso de los frutos, será necesario que la diferencia máxima entre los diversos frutos se incluya en el margen resultante del agrupamiento de tres calibres sucesivos de la escala de calibrado.

Este modo de presentación sólo se admitirá para las categorías Extra, I y II.

Cuando los frutos se presenten envueltos, se utilizará un papel fino, seco, nuevo e inodoro[1].

Se prohibe emplear cualquier sustancia que pueda modificar las características naturales de los cítricos y, en particular, su olor o su sabor.

[1] Esta disposición no se opone al empleo de agentes conservantes utilizados con arreglo a las disposiciones comunitarias en la materia.

Acondicionamiento

El acondicionamiento deberá garantizar una protección adecuada del producto.

Los materiales y, especialmente, los papeles utilizados en el interior del envase deberán ser nuevos, estar limpios y haber sido fabricados con materiales que no provoquen alteraciones externas ni internas en los productos. Se autoriza el uso de materiales y, en particular, de papeles o sellos, que lleven indicaciones comerciales, siempre que la impresión o el etiquetado se hagan con tintas o colas no tóxicas.

Los envases, o los lotes en caso de expedición a granel, deberán estar exentos de cuerpos extraños; no obstante, se permitirá que los cítricos se presenten con una rama corta no leñosa adherida al fruto y provista de algunas hojas verdes.

En el caso de los cítricos, envasados, cada envase deberá llevar, en caracteres agrupados en uno de sus costados y que sean legibles, indelebles y visibles desde el exterior, las siguientes indicaciones:

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6) DISPOSICIONES RELATIVAS AL MARCADO

Identificación

  • – Envasador y/o expedidor
  • – Nombre y dirección o identificación simbólica expedida o reconocida por un organismo oficial

Naturaleza del producto

  • – denominación de la especie cuando el producto no sea visible desde el exterior, salvo en lo que se refiere a las clementinas, mandarinas, tangerinas, satsumas y otros frutos pequeños, para los que esta denominación es obligatoria en todos los casos;
  • – nombre de la variedad en el caso de las naranjas;
  • – denominación del tipo:
  • – para los limones, en su caso, las indicaciones “Verdelli” y “Primofiore”
  • – para las clementinas:
  • – “clementinas sin pepita”
  • – “clementinas (de 1 a 10 pepitas)”
  • – según el caso, “clementinas monreales” o “clementinas con pepitas” (más de 10 pepitas).

Origen del producto

País de origen y, en su caso, zona de producción o denominación nacional, regional o local.

Características comerciales

Categoría.

Calibre expresado, sea cual sea el modo de presentación, de acuerdo con la escala de calibrado, mediante el número de referencia de la escala y el número de frutos en caso de presentación en capas alineadas.

En su caso, indicación del agente conservante utilizado con arreglo a la normativa comunitaria en la materia.

Desverdización: cuando se compruebe que, como consecuencia de la utilización del procedimiento de desverdización, se han superado o pueden superarse los porcentajes normalmente admitidos de frutos desprovistos de cáliz, en los documentos adjuntos a la mercancía deberá figurar la mención “desverdización” o “frutos desverdizados”.

Marca oficial de control (facultativa)

En el caso de los cítricos expedidos a granel (carga directa en un medio de transporte o en un compartimento de un medio de transporte), las indicaciones anteriormente mencionadas deberán figurar en un documento adjunto a la mercancía o en una ficha que se colocará en un lugar visible del interior del vehículo. El calibre de los lotes de frutos formados por la agrupación de tres calibres consecutivos se indicará mediante los números extremos de referencia de la escala de calibrado.

Calidad de los citricos del momento de recoleccion

Calidad de los citricos del momento de recoleccion. A partir del momento de la recolección, los frutos, son separados de su medio natural, para pasar, hasta su consumo, por circunstancias adversas, que van a influir de forma crítica, en la calidad final de los mismos.

El momento más decisivo para los frutos, es precisamente la recolección y actualmente, por la forma en que se hace, el mayor peligro físico para ellos.

Es necesario reflexionar, sobre los frutos que llegan al almacén, ya que todos, cuestan lo mismo y por desgracia, un porcentaje elevado, cuando pasan por las mesas de selección, se convierten en destrío.

La recolección puede realizarse:

  • – demasiado precoz
  • – demasiado tardía
  • – en el período adecuado y con madurez suficiente.

Recolección precoz

  • – Menor cantidad de cosecha: ya que los frutos, en su última fase, hasta la maduración, continúan aumentando su calibre y peso, y cuanto más temprana sea la recolección más bajos serán ambos.
  • – Desarrollo deficiente de la calidad: cuanto más precoz sea la recolección, menor será el contenido en azúcares y por consiguiente el índice de madurez, la consistencia del fruto es más elevada y el desarrollo de los aromas propios, con inexistentes.
  • – Presencia de alteraciones fisiológicas: la recolección precoz, favorece la aparición de determinadas fisiopatías en los frutos.
  • – Mayor pérdida de peso: durante el proceso de conservación frigorífica, desverdizado o stock, la pérdida de peso, por deshidratación, es un factor importante de calidad y en los frutos recolectados precozmente, la incidencia de este factor se acentúa siempre.
  • – Mayor resistencia a las podredumbres: a mayor consistencia de la corteza, mayor dureza de la pulpa, mayor acidez y menor contenido de azúcares, corresponde una mayor resistencia a los ataques de hongos. Por otra parte, los frutos verdes tienen sus propios mecanismos de resistencia a los hongos.
  • – La existencia de compuestos fenólicos y tánicos, que desactivan los enzimas hidrolíticos del parásito, impidiendo la germinación y crecimiento de los mismos.
  • – La falta de sustrato alimenticio (los carbohidratos no se han transformado en azúcares).
  • – Los enzimas del hongo no pueden degradar la propectina.
  • – La producción de fitoalexinas, después de una infección, provoca la resistencia a la enfermedad.
  • – La capacidad del fruto de producir lignina, como reacción del mismo a las pequeñas lesiones, en condiciones de humedad alta.

Todo ello, nos conduce a realizar una recolección, aprovechando las ventajas de los frutos verdes, minimizando sus inconvenientes.

Recolección tardía

  • – Menor capacidad de conservación: como consecuencia del estado de madurez del fruto, hay una mayor susceptibilidad a los ataques de hongos, hay mayor sensibilidad al frío y al contenido de CO2 de la atmósfera de las cámaras.
  • – Posible caída de frutos: conforme va madurando el fruto, es más fácil que se desprenda del árbol, con la consiguiente pérdida de cosecha.
  • – Acción sobre la calidad: en principio mejora, el color, los azúcares y el aroma y se debilitan la dureza, el contenido en ácidos y la resistencia de la corteza, a los agentes atmosféricos.
  • – Se dificulta la manipulación: los frutos, al estar más débiles, tienen menos resistencia mecánica a la manipulación, con lo cual se reduce su valor comercial.

Recolección en el momento adecuado

Hay que recordar, que los daños producidos a los frutos durante la recolección y el transporte a los almacenes, son el origen, de la mayor parte de los podridos, que pueden verse a diario en los almacenes, ya que dichos podridos tienen su origen, en las heridas producidas en la corteza de los cítricos, durante las operaciones mencionadas, aproximadamente el 80%.

Para realizar una recolección adecuada de los frutos, hay que tener en cuenta:

  • 01. Que los frutos no estén, ni mojados ni húmedos.
  • 02. Alicatarlos
  • 03. Evitar producir heridas.
  • 04. No recolectar frutos podridos o del suelo
  • 05. No recolectar frutos con signos evidentes de ataques de insectos
  • 06. No recolectar frutos demasiado pequeños
  • 07. Cuidar el transporte hasta el almacén
  • 08. El índice de madurez
  • 09. El porcentaje de zumo
  • 10. El índice de color

Los frutos no deben estar mojados ni húmedos

Los frutos, después de lluvias o cuando tienen rocío, no deben recolectarse hasta que el sol y el aire eliminen el agua de la corteza, ya que sobre frutos mojados o con rocío se llegan a marcar los dedos del recolector sobre la superficie del fruto.

Si la lluvia, ha sido intensa y se prolonga dos o tres días, si es posible, hay que retrasar la recolección, para poder detectar en árbol, el podrido debido a Phytophthora ya que en su inicio, es prácticamente imposible detectarlo en las mesas de selección y es el que con más facilidad se transmite a otros frutos por contacto, no necesita heridas para instalarse en el fruto.

Si los frutos están húmedos, la cantidad de agua absorbida por la corteza, provoca que las glándulas oleíferas de la misma, estén más turgentes de los normal, por lo cual, durante su manipulación, por cualquier roce se rompen y se provoca la salida del aceite esencial, que debemos recordar, es fitotóxico para el propio fruto.

Los frutos deben ser alicatados

El alicatado de los frutos, es necesario para poder tener en los almacenes, frutos con un mínimo de calidad.

Es una práctica habitual, en muchas zonas y países, recolectar los frutos a tirón. Hay necesariamente, que arbitrar algún sistema para evitarlo. El recolectar los frutos de este modo, supone siempre, la rotura de los tejidos del albedo, más próximos al pedúnculo, convirtiendo dicha zona en un punto débil, que facilita la instalación de los hongos que habitualmente aparecen en la misma como Botrytis, Phomopsis, Diplodia, Phytophthora, etc.

En frutos como Valencias, que se pueden conservar 5 ó 6 meses, es difícil mantenerlos más de un mes en condiciones, si se han cogido a tirón.

Todo ello, suponiendo que los frutos sólo pierdan el cáliz o «roseta», porque hay casos, que pueden verse a diario en los almacenes, en los que les falta a los frutos, un trozo de corteza del entorno del pedúnculo, lo cual convierte a los mismos en destrío de «peladora».

En otros casos, los frutos recolectados a tirón, conservan una porción de tejido leñoso del pedúnculo. Este tejido leñoso, solo puede producir heridas a los frutos contiguos, tanto en el transporte hasta el almacén como durante su manipulación.

Existe el problema añadido, de que este pedúnculo debe cortarse en las mesas de selección para la exportación o venta al mercado interior. No es difícil ver a las «triadoras» cortando pedúnculos en lugar de seleccionar.

La utilización de alicates, debiera ser una norma obligatoria, impuesta por los propios almacenes, que conocen perfectamente, porque los padecen y los pagan, los problemas que originan estos frutos recolectados a tirón.

Los alicates a utilizar, no deben tener punta, para evitar los daños por pinchazos, que podrían producirse en la corteza del fruto y el corte debe ser curvo.

Tijeras recomendadas para el corte de fruta

Hay que advertir, que cualquier herida producida por los alicates sobre el fruto, es un podrido asegurado, más pronto o más tarde.

Es además, necesario cortar los pedúnculos lo más cortos posible, para evitar heridas sobre otros frutos con los que estén en contacto, durante el transporte.

Evitar producir heridas

Tirar los frutos, desde el árbol donde se recolectan hasta las cajas de recolección y volcar estas de cualquier forma a las de transporte, solo origina, heridas y magulladuras en los mismos, con los consiguientes problemas para la calidad de los frutos.

En algunas zonas se utilizan para la recolección recipientes recubiertos interiormente o bolsas tipo «canguro» con el objeto de minimizar estos problemas.

No recolectar frutos podridos ni del suelo

Nunca, deben recolectarse frutos, que estén afectados por algún tipo de podredumbre, por el efecto multiplicador, que provoca este problema sobre los frutos sanos. Sobre todo, si se trata de frutos con problemas de Phytophthora.

Los frutos que haya en el suelo, deben dejarse donde están, ya que como mínimo, has sufrido el golpe producido por la caída, los tejidos están más débiles, son más propensos al podrido y tienen contacto directo con los hongos de suelo.

No recolectar frutos con signos evidentes de ataques de insectos

Hay insectos que, salvo excepciones, los daños que producen en los frutos, como ya comentamos, no influyen ni en la calidad de los mismos, ni en la conservación, ni en la comercialización.

La mosca mediterránea (Ceratitis capitata) es la que más daños produce y hay que eliminarla en la recolección, separando los frutos afectados, para después destruirlos, no sirve de nada tirarlos al suelo ya que, de esta forma, estamos multiplicando el número de insectos.

En los frutos verdosos, se distingue perfectamente, porque puede verse, un punto negro y en su contorno, una zona color beige, perfectamente diferenciada del resto del fruto y en los maduros, es más difícil su detección, pero al coger los frutos uno a uno, se puede observar con más facilidad, los frutos afectados por este insecto.

No recolectar frutos pequeños

Estos frutos, originan una serie de problemas que enumeramos:

  • – Ocupan en las cajas el espacio que debieran ocupar frutos comerciales.
  • – Se paga el transporte, tratamientos, etc.… como si fueran frutos comerciales, hasta el precalibrador o el calibrador, si no se dispone del primero.
  • – Al final, van a la «peladora» o al destrío.

Cuidar el transporte hasta el almacén

Los responsables de la carga no deben permitir:

  • – Cajas en las que la altura de la fruta sobrepasa la de la propia caja, ya que al apilarlas, se producen magulladuras, de la mayoría de los frutos que contiene el envase.
  • – Frutos que al ser recolectados a tirón, conserven un trozo de madera de la zona peduncular, ya que los caminos y los camiones de transporte, no son los más adecuados, para evitar, que esa porción leñosa, no produzca heridas innecesarias en los frutos contiguos.
  • – Camiones cargados de cajas con fruta, con alturas superiores a los laterales del vehículo de transporte, sin la debida sujeción, que NUNCA debe apoyarse sobre la propia fruta.
  • – La circulación de los vehículos de transporte, a velocidades inadecuadas para el terreno en el que se mueven. Las prisas por llegar antes al almacén, en el mejor de los supuestos, origina como mínimo, roces entre las frutas transportadas, que lo único que ocasionan son problemas en el propio almacén.

Índice de madurez

Los cítricos, son frutos en los que predominan en su composición, los glúcidos (glucosa y sacarosa). Al no contener almidón, no cabe la posibilidad, de que se transforme en azúcares más simples durante el estocaje o la conservación, por lo cual no pueden mejorar su calidad interna. Tal como se recolectan llegan al consumidor. Únicamente los limones, una vez recolectados, aumentan con el tiempo la cantidad de zumo.

La forma más habitual, de medir la madurez interna de un fruto cítrico, es mediante el índice de madurez (IM):

IM = E / A

Donde E, corresponde a la mayor parte de sólidos solubles del zumo, compuesto por azúcares mayoritariamente. Se mide con un refractómetro y se expresa en grados Brix.

El parámetro A, corresponde a la mayor parte de acidez del zumo, expresado en gramos de ácido cítrico por litro de zumo. Se mide mediante la valoración con NaOH (0,1 N), utilizando fenoltaleína como indicador.

Es un sistema rápido para conocer, con bastante precisión, la madurez interna de los cítricos.

Indicamos a continuación, para las distintas variedades, el IM mínimo exigidos para su comercialización:

  • – Satsumas, naranjas (tempranas y de media campaña) → E/A = 6.0
  • – Clementinas y naranjas tardías → E/A = 6.5
  • – Mandarina Fortune → E/A = 8.0

Porcentaje de zumo

La cantidad de zumo en los frutos cítricos, para su comercialización, vienen determinada por los siguientes parámetros:

  • – Clementinas → 40%
  • – Satsumas, naranjas y mandarinas híbridas → 33%
  • – Limones → 20%

Índice de color en cítricos (ICC)

El hecho de que el consumidor, asocie la madurez de los frutos, con el color de los mismos, ha dado lugar a que comercialmente, se haya fijado, un IC mínimo para cada variedad

Sin embargo, la coloración de los cítricos, es independiente de su madurez interna, ya que en ella influyen factores geográficos, climáticos y prácticas culturales, que afectan no sólo al color sino también al IM.

Por otra parte, la sensación de color, depende de numerosos factores: intensidad de la iluminación, forma geométrica del objeto y factores subjetivos como la capacidad de visión, estado de ánimo, poder de fijación del observador, etc.

En realidad, en el color externo de los cítricos, coexisten clorofilas y carotenoides. En los frutos verdes, los carotenoides se hallan enmascarados por el verde intenso de las clorofilas y a medida que avanza la maduración, se van degradando las clorofilas y se incrementa la síntesis de carotenoides, estos procesos son simultáneos, pero a la vez independientes.

¿Cómo puede medirse el color?

– Por apreciación visual directa, que para llevarla a cabo, se realiza con la colaboración de varias personas, para corregir los factores subjetivos que hemos comentado.

– Mediante colorímetros, que se basan en:

  1. o Sistemas de coordenadas básicas (X Y Z)
  2. o Sistemas CIE de cromaticidad
  3. o Sistemas basados en colores opuestos

» Sistema CIELAB

» Sistemas HUNTER Lab

– Escalas basadas en los sistemas colorímetros. Uno de los sistemas más utilizados es el de HUNTER Lab.

De todas las formas, el sistema más práctico, es la comparación de los frutos con escalas preestablecidas, que corresponden a tonos de color aceptados generalmente, ya que los colorímetros no están, en la mayoría de los casos, al alcance técnico ni económico de los almacenes.

Referencias de índices de color (Fuente: IVIA)

Limones
Verde intenso IC < -7 IC ≤ -10
Predomina el verde -7 < IC < 0 -5 < IC < 0
Predomina el amarillo 0 < IC < +7 IC ≈ 0
Color comercial IC ≥ 6 0 < IC < +5

* Valores medidos con un colorímetro Minolta y aplicando IC = 1000·a / L·b

Desverdizado en Citricos

Desverdizado en Citricos. Los cítricos, para ser comercializados en los principales mercados del mundo, necesitan tener su índice de madurez adecuado que en el caso de las variedades dulces el ratio debe ser superior a 6, o los limones que deben cumplir con un porcentaje de jugo mayor al 35% y un diámetro ecuatorial, superior a los 45 milímetros. También, será preciso que cumplan con la reglamentación en el color típico de cada variedad. Así las naranjas necesitan tener un color anaranjado intenso, dado por los pigmentos xantófilos; y en el caso de los limones, su color amarillo otorgado por los carotenos. En la primera etapa de cada campaña, estos pigmentos característicos del limón y de los otros cítricos se encuentran enmascarados por la clorofila que le otorga a la corteza de los frutos un color verde intenso.

Al inicio de las exportaciones muchas veces los frutos ya están maduros internamente, pero externamente, la clorofila les da un color verde oscuro que el exportador deberá quitar para que se manifiesten los pigmentos de color característicos a cada variedad. Y esto se logra con la práctica del desverdizado que consiste en someter a los frutos a un proceso artificial rápido, en cámaras, en el que se acelera el viraje de color en pocos días. En caso contrario, este proceso duraría más de un mes con las condiciones naturales a campo.

El desverdizado lo único que busca es resaltar las características de un fruto fisiológicamente maduro. La normativa europea aconseja 60 horas como máximo el tiempo de este proceso, lo cual nos obliga a desverdizar frutos con una coloración de la piel en el que predomine el color amarillo-verdoso en la superficie. Factores a controlar La temperatura juega un papel fundamental en las reacciones químicas. Estas, a su vez, tienen una temperatura óptima a la que se producen. La degradación de la clorofila es una reacción química. La temperatura óptima de degradación de la clorofila es de 28 °C, y la síntesis de carotenoides es de 18 °C. Entonces, la práctica racional nos lleva a que se deba trabajar con temperaturas entre 20 y 22 °C. Conviene no tener excesiva prisa a la hora del desverdizado. Nunca se desverdiza mejor cuanto más alta es la temperatura, sino todo lo contrario, ya que las elevadas temperaturas sólo producen problemas en los frutos. En el desverdizado se aumenta el metabolismo de los cítricos con pérdidas de agua, consumo de oxígeno, desprendimiento de CO2 y de sustancias volátiles. El oxígeno es absolutamente preciso en todo proceso oxidativo que se realiza en los frutos ya que es necesario para la respiración, para la síntesis de carotenoides y para la degradación de la clorofila. De allí la necesidad de airear las cámaras y dejar espacios de separación entre pallets. La función del etileno es incrementar la permeabilidad de las membranas celulares al oxígeno.

El desverdizado no es función de la cantidad de etileno que utilicemos; basta su presencia en el aire para favorecer el proceso, ya que es un catalizador para la reacción de oxidación de la clorofila. Concentraciones superiores a 10 ppm producen efectos negativos sobre los frutos ya que aceleran la respiración, deseca los cálices y ablanda excesivamente la piel. La dosificación de etileno debe hacerse sobre el aire que hay en la cámara y estar en un nivel de entre 1 y 5 ppm. Humedad relativa La humedad en el aire del ambiente debe proporcionar equilibrio entre la superficie del fruto y la del propio aire (92 a 95 %). Si el fruto está en una atmósfera seca pierde humedad mediante sus estomas. Es necesaria una humedad relativa alta para que el fruto no pierda por transpiración la humedad que necesita para mantener su consistencia y su apariencia externa. Además, la humedad relativa alta favorece la formación de lignina sobre las pequeñas heridas, reduciendo las posibilidades de instalación de hongos. El CO2 debe ser mantenido en niveles bajos ya que antagoniza con el etileno. La producción de CO2 durante el desverdizado aumenta entre 150% y 250%. Concentraciones de CO2 superiores al 0,1% reducen el desverdizado y concentraciones superiores al 1%, lo paralizan. Además, el exceso de CO2 puede producir quemadura en la piel de los cítricos. Las renovaciones periódicas de aire en las cámaras evitan los problemas que el CO2 pueda generar y aportan O2, ya que en el aire la cantidad de O2 es de cerca de un 21% y la del CO2, de un 0,03%. La velocidad de aire en una cámara debe ser de 14 a 20 metros por minuto. El aire debe circular entre los frutos con el fin de evitar en ellos la acumulación de CO2. Este aire no debe circular a una velocidad excesiva, ya que para una humedad relativa adecuada, aumenta la transpiración y la desecación de los frutos.

Como principales conclusiones prácticas de las condiciones de Desverdizado en Citricos podemos citar estas:

  1. No efectuar la recolección hasta que la piel no tenga un cierto grado de coloración, aunque los análisis, den un índice de madurez por encima del exigido por los servicios de inspección.
  2. Los frutos, deben tener una coloración lo más homogénea posible.
  3. Realizar durante la recolección, o posteriormente a ella, una selección por color.
  4. La temperatura, no debe pasar de 25 ºC nunca. (Hay que tener en cuenta la inercia de la cámara).
  5. La presencia de O2, es absolutamente necesaria (aireación).
  6. La concentración de etileno, debe ser entre 1-5 ppm.
  7. La humedad relativa, deberá mantenerse lo más alta posible.
  8. La concentración de anhídrido carbónico, deberá mantenerse por debajo del 1%.

Factores que influyen en el desverdizado de citricos

Desverdizado de citricos

TEMPERATURA

La temperatura, juega un papel importantísimo en todas las reacciones químicas, y todas estas reacciones, tienen una temperatura óptima, a la que se producen a la máxima velocidad. No hay que olvidar que la degradación de la clorofila es una reacción química.

2013-10-21 23-43-55 - CIMG1386La temperatura óptima de degradación de la clorofila es de 28ºC y la síntesis de carotenoides es de 18ºC.

Someter a 28ºC a las variedades de cítricos que nosotros trabajamos, iría en detrimento de la calidad de los frutos, provocando la aparición de sabores extraños y manchas en la piel.

Hay que tener en cuenta, que a 30ºC se paraliza la síntesis de carotenoides y a 40ºC, se paraliza la degradación de la clorofila.

Para reproducir las variaciones térmicas que se dan en el campo, que es de lo que se trata, y conociendo la temperatura óptima para la síntesis de carotenoides, hay que proporcionar a la fruta los saltos térmicos necesarios para la oxidación, de la clorofila.

La práctica racional nos lleva a las siguientes temperaturas:

  • Máxima 20 – 22ºC ± 2ºC
  • Mínima 17 – 18ºC

ya que con estas temperaturas, la inercia de la cámara nos sitúa la temperatura, en la ideal para el desverdizado.

La temperatura máxima, viene dada con un margen de ± 2ºC, para acoplarla a las diferentes variedades. Conviene, no tener excesiva prisa a la hora del desverdizado, nunca se desverdiza mejor, cuanto más alta sea la temperatura, sino todo lo contrario, ya que las temperaturas elevadas, sólo producen problemas, en los frutos que se están desverdizando.

La práctica habitual es hacer tres ciclos completos cada 24 horas, es decir, la fruta cada 8 horas, debe pasar una vez por el máximo y el mínimo de temperatura.

Si la temperatura es insuficiente, el color de la variedad aparece más tarde y con menor calidad.

OXÍGENO

Como consecuencia del proceso de desverdizado, se produce un aumento del metabolismo de los cítricos con la consiguiente:

  • – Pérdida de agua
  • – Consumo de oxigeno
  • – Desprendimiento de CO2
  • – Desprendimiento de sustancias volátiles

El O2, es absolutamente preciso, en todos los procesos oxidativos que se realizan en los frutos; estos procesos son:

  • – Respiración
  • – Síntesis de carotenoides
  • – Degradación de la clorofila

De ahí la necesidad de:

  • – Aireación de la cámara
  • – Separación entre las filas de palets, dentro de la cámara

PRESENCIA DE ETILENO

La función del etileno, es incrementar la permeabilidad de las membranas celulares al oxígeno.

El desverdizado, no es función de la cantidad de etileno que utilicemos, basta la presencia en el aire del mismo, para favorecer la desverdización, ya que es un “catalizador” para la reacción de oxidación de la clorofila.

Las concentraciones de etileno superiores a 10 ppm en el aire de la cámara, producen efectos negativos sobre los frutos:

  • – Aceleración de la respiración
  • – Desecación del cáliz
  • – Ablandamiento excesivo de la piel

La dosificación del etileno, debe hacerse siempre sobre el aire que hay en la cámara, no sobre la capacidad de la misma., y debe situarse entre 1-5 ppm.

HUMEDAD RELATIVA

Es la relación, entre la cantidad de vapor de agua, que tiene el aire, a una temperatura determinada y la que puede tener ese aire, cuando está saturado, a la misma temperatura.

La humedad en el aire ambiente, debe ser tal que nos proporcione, una situación de equilibrio entre la de la superficie del fruto y la del propio aire. Si el fruto está en una atmósfera seca, pierde humedad a través de sus estomas, hasta alcanzar el equilibrio con el aire exterior.

Es necesaria una humedad relativa alta, para que el fruto no pierda, por transpiración, la humedad que necesita para mantener su consistencia y apariencia externa, y porque la humedad relativa alta favorece la formación lignina sobre las pequeñas heridas, reduciendo las posibilidades de instalación de hongos, sobre todo en los frutos verdosos.

Tanto si la humedad es excesivamente alta, como si es demasiado baja, ocasiona una serie de inconvenientes, que describimos a continuación.

Humedad excesivamente alta:

  • – Al bajar la temperatura, se producen, por condensación, gotas de agua sobre la piel, con los consiguientes problemas para el desverdizado, ya que donde hay una gota de agua no hay intercambio gaseoso, luego no hay desverdizado.
  • – Acelera la caída de los cálices.
  • – Aumenta el podrido durante el desverdizado, ya que se trabaja con temperaturas, que son idóneas para el desarrollo de los hongos.

Humedad excesivamente baja:

  • – La falta de humedad relativa, produce el cierre de los estomas del fruto, con lo cual, se ralentiza el intercambio de gases con el exterior, y el fruto se desverdiza más lentamente y peor.
  • – Se pierde, por cesión del fruto al aire ambiente, el agua del flavedo y del albedo, dejando las células de aceite esencial muy marcadas, con lo que cualquier roce puede producir su rotura y la correspondiente mancha marrón (oleocelosis) sobre la piel, especialmente sobre mandarinas.
  • – También pueden producirse roturas de células alrededor del pedúnculo y la subsiguiente aparición de manchas.
  • – Favorece la acción del patógeno Colletotrichum gloeosporioides.

ANHÍDRIDO CARBÓNICO – CO2

Los frutos cítricos, producen CO2 y consumen O2 en sus procesos respiratorios.

El CO2 producido debe mantenerse a unos niveles adecuados, ya que es un antagonista del etileno; todo aquello que favorece el etileno, el CO2 lo retarda o lo anula. La producción de CO2 durante el desverdizado se incrementa en un 150-250%.

Concentraciones de CO2 superiores al 0,1% retrasan el desverdizado, y concentraciones superiores al 1% lo paralizan, y además el exceso de CO2 puede producir quemaduras en la corteza de los cítricos.

Las renovaciones periódicas del aire de la cámara, nos evitarán los problemas que el CO2 pueda producirnos y al mismo tiempo nos aportarán O2 a la misma, ya que en el aire la cantidad de O2 es de un 21% aproximadamente, y la de CO2 de un 0,03%.

RENOVACIÓN DEL AIRE

La necesidad de la renovación de aire en la cámara, es indiscutible considerando que los frutos cítricos en condiciones normales de desverdizado, es decir, con 5 ppm de etileno y temperaturas próximas a los 25ºC, producen 30-40 cm3 de CO2 por kg. de fruta.

El aire debe pasar entre los frutos, con el fin de evitar la acumulación de CO2  entre los mismos. Este aire no debe circular a una velocidad excesiva, ya que para una humedad relativa determinada, aumenta la transpiración y desecación de los frutos.

Debe evitarse la formación de «caminos preferenciales», ya que la aireación se producirá por zonas, no en toda la cámara; de ahí la importancia de la estiba de la fruta.

La ventilación excesiva durante el desverdizado ocasiona:

  • – Pérdida excesiva de humedad en el fruto.
  • – Quemado de las faldillas del cáliz.
  • – Caída masiva de cálices.

La ventilación escasa durante el desverdizado ocasiona:

  • – Desverdizado más rápido en la parte superior de la cámara.
  • – Acumulación de CO2 en las partes más bajas.
  • – Coloración más lenta debido a que hay zonas que se empobrecen de O2.
  • – Acumulación de productos procedentes de la respiración del fruto, con la consiguiente saborización de los mismos, con el tiempo.
  • – Los frutos desverdizados en estas condiciones tienen color amarillo pálido.

No debe olvidarse que, durante la aireación de la cámara, hay que seguir suministrándole humedad.

Mas factores que influyen en el desverdizado de citricos

Mas factores que influyen en el desverdizado de citricos

POSITIVAMENTE

  • – Los terrenos arenosos, adelantan la coloración de los frutos respecto a los arcillosos.
  • – Los árboles injertados sobre pie amargo dan frutos de mejor color que aquellos que tienen otro tipo de pie.
  • – Los árboles con un abonado equilibrado en potasio, fósforo, zinc y magnesio, dan al desverdizar un color excelente a los frutos.
  • – Los árboles viejos adelantan la coloración de sus frutos.
  • – El tiempo frío y seco proporciona, en general, un buen color a los frutos.

NEGATIVAMENTE

  • – Las pulverizaciones con aceites al final del verano, provocan un retraso en la desverdización de los frutos.
  • – Abonados nitrogenados en exceso retardan la desverdización.
  • – El tiempo templado y húmedo origina colores pálidos en la desverdización.

Actualmente, la mayor parte de los frutos que son desverdizados, se someten a un tratamiento químico mediante drenchers o aplicación de esos productos en líneas de preselección, para evitar el desarrollo de patógenos que, en las condiciones ambientales de la cámara, alta temperatura y humedad, encuentran el medio propicio para su desarrollo.

Los frutos tratados en drencher, no deben ir, sin un escurrido previo, a la cámara, ya que el exceso de humedad dificulta el intercambio gaseoso y retrasa el desverdizado.

Actualmente, pueden realizarse estos tratamientos directamente en la cámara de desverdizado utilizando los fumígenos adecuados.

La fruta a la salida de cámara, se encuentra físicamente cansada, ya que se realizan en 2-3 días cambios que en el árbol tardarían mucho más tiempo, por lo cual, a la salida de la misma:

  • – Debe situarse en un lugar fresco y ventilado.
  • – Debe dejarse un tiempo, hasta que adquiera la temperatura ambiente (normalmente una noche).
  • – Nunca debe ir de la cámara, a la línea de confección.

Es conveniente, a la hora del desverdizado, si no se utiliza calibrador electrónico, la recolección de los frutos debe hacerse, de una forma escalonada, para evitar en una misma partida, frutos de coloración muy diversa entre ellos.

Actualmente, las modernas líneas electrónicas de selección por color y peso, han minimizado este problema, ya que los frutos de un color más amarillo van a cámaras de desverdizado diferentes de los más verdes, con lo cual se puede adelantar el desverdizado del conjunto, sin perjuicios de unos por otros, obteniéndose un desverdizado de mejor calidad.

Piojo rojo de California Comunidad Valenciana junio 2011

Piojo rojo de California

Descripción:

  • Cochinilla de caparazón duro, el escudo es circular y centrado, de color pardo rojizo.
  • La hembra es de color amarillo y forma aperada al principio, tomando una forma arriñonada característica cuando se encuentra en reproducción. Posee velo ventral vítreo consistente, lo que la diferencia del piojo rojo Chrysomphalus dictyospermi.
  • Es una especie polífaga pero de especial incidencia en los cítricos, donde causa graves daños. Muestra fuerte preferencia por el fruto.
  • Es vivípara, y cada hembra puede dar lugar de 100 a 150 larvas según la temperatura. Las larvas neonatas tienen escasa movilidad y son incapaces de pasar de un árbol a otro por sus propios medios, dispersándose sobre todo al ser arrastradas por el viento.
  • El número de generaciones por año varía entre tres y cuatro siendo éste último caso propio de otoños muy cálidos. La primera generación se produce a primeros de mayo, la segunda a finales de junio – julio y la tercera en septiembre y puede tener una cuarta, a veces incompleta, según climatología.

ciclo vital de Aonidiella aurantii

Resumen de las observaciones hasta la fecha (10/06/2011):

Ya ha concluido el primer vuelo de machos (primer y segundo pico).

En el sur de Alicante ya ha pasado el momento óptimo de tratamiento correspondiente al máximo de inmaduros [L1+L2 (larvas de primer y segundo estadio)], que tuvo lugar hace dos semanas.

En el sur de la provincia de Valencia se alcanzó el máximo de inmaduros la semana pasada.

Investigadores del Centro de Ecología Química Agrícola del Instituto Agroforestal Mediterráneo (CEQA-IAM) de la Universitat Politècnica de València, junto con la empresa Ecología y Protección Agrícola (EPA), han desarrollado Scalebur, un nuevo sistema natural para luchar contra el piojo rojo de California (Aonidiella aurantii Maskell), una de las principales plagas que ataca los cítricos.

Desde el CEQA-IAM de la UPV, en colaboración con EPA y con la financiación de un proyecto del Plan Nacional de I+D+i del Ministerio de Economía y Competitividad, se ha trabajado en el desarrollo de este sistema de lucha desde el año 2006.

Durante 5 años se han optimizado los emisores y se ha estudiado la forma y la época de aplicación, y sobre todo la eficacia de este sistema frente a los tratamientos insecticidas habituales. El resultado final de esta investigación es un producto que ve la luz a nivel comercial este año, con el nombre de Scalebur.

En el resto de la Comunidad, los estadios predominantes son los inmaduros L1+L2 y por tanto el momento óptimo de tratamiento tendrá lugar en los próximos días, según zonas.

Daños:

Directos

  • El daño más grave es su presencia sobre los frutos, ya que muestran preferencia por esta parte del vegetal con la consiguiente depreciación comercial.
  • Al alimentarse del tejido vegetal produce manchas cloróticas.
  • Las hojas muy atacadas amarillean y caen.
  • Debilitamiento general del árbol.

Medidas preventivas/culturales:

  • Realizar podas adecuadas para facilitar el eficiencia del los tratamientos fitosanitarios.
  • Especial atención a la calidad de la aplicación. Mojando bien ramas. Llegando al interior de la planta.
  • Controlar el nivel de hormigas, enemigas principales de los insectos útiles como Aphytis sp.

Organismos de control biológico:

  • Aphytis chrysomphali
  • Aphytis lingnanensis
  • Aphytis melinus
  • Aphytis africanus
  • Aphytis holoxantus
  • Aphytis coheni
  • Comperiella bifasciata
  • Prospaltella perniciosi
  • Lindorus lophantae