Control quimico de Cydia pomonella

Control quimico de Cydia pomonella

Hoy presentamos un nuevo programa para el control quimico de Cydia pomonella.

Este programa está compuesto por dos productos de reciente aparición

CORAGEN® Y STEWARD®

Un producto diferente, que rápidamente ha conseguido establecer tolerancia de importación en los principales destinos de exportación de nuestra fruta.

Coragen® ofrece un control de alto nivel sobre adultos, huevos y larvas de diversas orugas Esta acción se traduce en un efecto insecticida contundente sobre Cydia poonella y Cydia molesta desde el inicio de la temporada, logrando un control superior y menos daños en la fruta.

Coragen® también es activo sobre otros lepidópteros plagas de importancia económica que provocan daños en el árbol y en la fruta, así como sobre otras devastadoras plagas como Tuta absoluta en tomate o el escarabajo de la patata.

NUEVA FAMILIA QUÍMICA

DuPontTn Rynaxypyr® es el ingrediente activo de Coragen® que pertenece a una nueva familia química, las diamidas antranílicas. Rynaxypyr® combina potencia insecticida y bajo impacto para las personas, la fauna y el medio ambiente.

OVICIDA, OVOLARVICIDA Y LARVICIDA

El efecto combinado ofrece contundencia y solidez en el control de las orugas. Máxima eficacia.

NUEVO MODO DE ACCIÓN

Coragen® controla las plagas mediante un novedoso mecanismo, diferente a cualquier insecticida comercializado en los cultivos con uso autorizado. Activa los receptores de rianodina (RyRs) de los insectos, responsables de regular la apertura de los canales de calcio, provocando una liberación descontrolada, que lleva al agotamiento del mismo. Se impide de este modo la contracción muscular, causando en primera instancia el cese inmediato de la alimentación del insecto, seguido de aletargamiento, parálisis e inmovilización, hasta que finalmente muere tras 1-3 días de realizada la aplicación.

Rynaxypyr® posee un modo de acción único y diferente al de cualquier otro insecticida existente en el mercado.

EFICACIA SUPERIOR

El control sobresaliente, aún en condiciones de alta presión de plaga, logra disminuir considerablemente el daño en la fruta y en los cultivos protegidos con Coragen®.

LÍMITES MÁXIMOS DE RESIDUOS ARMONIZADOS EN EUROPA

Facilita el libre comercio por toda Europa de las cosechas protegidas con Coragen®. Posee tolerancias de importación establecidas en los principales destinos objetivo de nuestras exportaciones.

GRAN POTENCIA INSECTICIDA Y BAJO IMPACTO PARA LOS ORGANISMOS BENEFICIOSOS

Coragen® conjuga gran potencia insecticida junto con un favorable perfil toxicológico y ecotoxicológico, por lo que tiene un bajo impacto sobre las personas, los insectos beneficiosos y el medio ambiente.

FÁCIL DE USAR Y MEZCLAR

Coragen® se presenta como una suspensión concentrada, lo que facilita la preparación. Además es compatible con los productos y formulaciones de uso común en los cultivos autorizados.

RESISTENCIA AL LAVADO POR LLUVIA

Coragen® posee una formulación con excelente comportamiento y resistencia al lavado por lluvia, lo que da mayor confianza y asegura los resultados.

AUTORIZADO EN DIVERSOS TIPOS DE CULTIVOS

Manzano, peral, melocotonero, nectarino, uva de vinificación, cítricos, patata y tomate de industria.

RESPALDO DE DUPONT

Coragen® es un producto formulado y fabricado íntegramente por E.I DuPont de Nemours and Company bajo sus altos estándares de calidad.

PARA LLEGAR A TODAS PARTES

Coragen® nos brinda los últimos avances de DuPont en la protección de los cultivos, con un producto innovador dotado de una excelente potencia insecticida.

El Programa de Control de DuPont, asegura una disminución real de la presión de la plaga aún en condiciones de elevada población. Esto permite producir cosechas sanas, además de una disminución comprobada de las larvas en diapausa en la temporada siguiente.

CoragenDuPont ofrece diversas alternativas para completar su oferta en la Gestión Integrada de Plagas donde pueda ser requerida más de una intervención. Tal es el caso de DuPontTM Steward®, que puede integrarse en las estrategias de los cultivos de frutales, vid o tomate ayudando a conseguir una agricultura sostenible y una adecuada gestión en la prevención de resistencias.

MEJORA EL RESULTADO DEL PROGRAMA DE CONTROL DE POLILLAS

  • • Dos ingredientes activos novedosos y únicos.
  • • Diferente modo de acción, ideal para manejo de resistencias.
  • • Disminución considerable de las larvas en diapausa, logrando bajar las poblaciones para la temporada siguiente.

GRAN MARGEN DE SEGURIDAD PARA OPERADORES

  • • Productos de baja toxicidad para mamíferos.
  • • No requieren de equipos ni de requisitos especiales para su manejo.

BAJO IMPACTO SOBRE LA FAUNA AUXILIAR

  • • Baja toxicidad para insectos beneficiosos que controlan otras plagas.
  • • No favorecen la proliferación de plagas secundarias como las arañas.

AMPLIOS REGISTROS EN LOS MERCADOS INTERNACIONALES

  • • Corto plazo de seguridad entre el último tratamiento y la cosecha.
  • • Limites máximos de residuos armonizados en Europa y tolerancias de importación en los principales mercados de exportación.
  • • Amplia aceptación por autoridades y cadenas de comercialización.

     

  • • Muy buena eficacia sobre huevos. Excelente actividad ovolarvicida y ovicida en carpocapsa.
  • • Compatible con los programas de confusión sexual, garantizando los resultados de esta técnica de control, al reducir significativamente la población inicial de la plaga y evitar los primeros ataques.

Coragen® es una solución robusta en el control de diversas plagas como carpocapsa, que une un alto efecto de choque al cesar de forma inmediata la alimentación de las orugas, con un control duradero sobre las mismas.

Coragen21Los mejores resultados contra carpocapsa se obtienen realizando dos aplicaciones consecutivas en la primera generación para aprovechar el efecto ovicida y ovolarvicida sobre esta plaga.

Coragen22NUEVA FAMILIA QUÍMICA

Rynaxypyr®, ingrediente activo de Coragen®, es el primer insecticida para el control de orugas perteneciente a la nueva familia química de las diamidas antranílicas. Actúa en una diana bioquímica diferente a la del resto de insecticidas comerciales, siendo el único representante del grupo 28 del I.R.A.C.* que puede aplicarse en cultivos al aire libre.

(‘) I.R.A.C.. Comité de Acción contra la Resistencia a los Insecticidas

OVICIDA, OVOLARVICIDA Y LARVICIDA

La potencia insecticida de Coragen® es máxima cuando el principio activo es ingerido por la plaga. Sin embargo, la acción por contacto también contribuye significativamente al control final.

Coragen® posee una excelente control ovicida sobre importantes especies como Cydia pomonella o Lobesia botrana. Esta acción ovicida es mayor y más contundente cuando la ovoposición se realiza sobre el cultivo tratado.

Este hecho permite adelantar las aplicaciones, dado que la acción residual permite el control de los huevos puestos una vez realizado el tratamiento.

Sin embargo, la acción ovolarvicida es muy robusta sobre todas las especies de lepidópteros y se produce cuando la larva neonata se ve afectada por el tratamiento realizado sobre los huevos, impidiendo que se complete la eclosión de los mismos o muriendo momentos después de emerger, al entrar en contacto con el material vegetal tratado.

Coragen® tiene capacidad de afectar a diversos estadios larvarios de los lepidópteros plagas, si bien debemos ser cuidadosos para asegurar una protección adecuada del cultivo antes de que se ocasionen daños en el mismo o de que la oruga se refugie donde no pueda ser alcanzada por las aplicaciones

 Coragen3NUEVO MODO DE ACCIÓN

Rynaxypyr®, ingrediente activo de Coragen®, es un agonista (activador) de los canales de calcio denominados receptores de rianodina (RyR). Éstos son fundamentales para la contracción muscular normal.

Coragen4Rynaxypyr® actúa de una manera diferente a la del resto de insecticidas de importancia comercial. Rynaxypyr® no es neurotóxico.

SÍNTOMAS DE INTOXICACIÓN DE LOS INSECTOS

  • • Detención rápida de la alimentación.
  • • Letargia generalizada.
  • • Parálisis muscular.
  • • Inhibición del desarrollo.
  • • Muerte en 1 a 3 días.

EFICACIA DE ALTO NIVEL

Coragen® ofrece una excepcional protección de los cultivos a dosis muy bajas, superando todos los estándares de calida y de eficacia.

El resumen promedio, de los ensayos realizados, muestra resultados contundentes.

Coragen5TOLERANCIAS DE IMPORTACIÓN EN LOS PRINCIPALES DESTINOS DE COMERCIALIZACIÓN (L.M.R.)

A través del proyecto DuPontTM Smooth TradeTm, suministramos información y ayuda, más allá de los datos recogidos en la etiqueta de nuestros productos.

LÍMITE MÁXIMO DE RESIDUOS O VALORES DE TOLERANCIAS PARA LA EXPORTACIÓN

 Coragen7

 POTENCIA INSECTICIDA Y BAJO IMPACTO PARA LOS INSECTOS BENEFICIOSOS

Coragen® combina potencia insecticida con respeto al medio ambiente, a las personas y a los insectos beneficiosos.

Su adecuado perfil ecotoxicológico, con bajo impacto para la fauna silvestre, permite incluirlo en los programas de manejo integrado de plagas.

SELECTIVIDAD PARA LA FAUNA AUXILIAR

Corageng ofrece confianza al agricultor y posee un reducido impacto sobre la fauna auxiliar, lo que contribuye a minimizar la necesidad de utilizar otros insecticidas y acaricidas.

Coragen6

Cultivo

Manzano – Peral

Plaga

Carpocapsa
(Cydia pomonella)

Minadores de las
hojas, capuas
y otros tortrícidos

Dosis

20 ml/hl según el desarrollo
vegetativo y asegurando
una buena cobertura
del fruto

17,5-20 mi/hl
según el desarrollo
vegetativo y asegurando
una buena cobertura
del fruto

Recomendaciones
de uso

Para el control de carpocapsa los mejores resultados se obtienen con 2 aplicaciones consecutivas en la primera generación.Integrar Coragen® con otros productos autorizados en el cultivo, como DuPontTM Steward’5 Aplicar durante el periodo de ovoposición, antes de que se observen los primeros daños.Máximo de 2 aplicaciones por ciclo de cultivo

Plazo de seguridad

14 días 14 días
L.M.R.* 0,5 ppm 0,5 ppm

Volumen
de caldo

de 700
a 1.500 1/ha

de 700
a 1.500 1/ha

COMPOSICIÓN

Rynaxypyr°

(clorantraniliprol: (3-Bromo-N-[4-cloro-2-metil-6- [(1-metilamino) carbonil]feni1]-1-(3-cloro-2-piridini1)-

1H-pirazole-5-carboxamida)) 20 g

FORMULACIÓN

Coragen° está formulado como suspensión concentrada (SC)

SELECTIVIDAD

Coragen° es selectivo para los cultivos autorizados a las dosis y condiciones de aplicación establecidas en la etiqueta del producto.

NO PRODUCE RUSSETING

Coragen° no afecta el aspecto exterior de las frutas, condición necesaria para la exportación.

CLASIFICACIÓN TOXICOLÓGICA

Rynaxypyr® pertenece a la categoría toxicológica IV (producto que normalmente no ofrece peligro) (banda verde) (OMS). Coragen° no es irritante dermal ni ocular; tampoco es sensibilizante alérgico

 PREVENCIÓN Y GESTIÓN DE RESISTENCIA

Coragen® pertenece al grupo 28 de la clasificación de modo de acción de insecticidas del I.R.A.C. El uso repetido y exclusivo de Coragen® u otros insecticidas del grupo 28 podría favore la selección de insectos naturalmente resistentes.

Para evitar la proliferación de biotipos resistentes deben seguirse las siguientes estrategias de prevención y manejo de resistencias:

• Alternar el uso de Coragen® con otros insecticidas que posean diferente modo de acción para controlar la misma plaga, como Steward®30 WG.

• No realizar más de 2 aplicaciones por ciclo de cultivo (1 en el caso de vid de vinificación) pudiendo realizarse ambas en una misma generación o en generaciones no consecutivas, alternando entre ambas el uso de insecticic con diferente modo de acción

 El uso de insecticidas debe realizarse en el contexto de un programa de Manejo Integrado de Plagas (MIP), contemplando el monitoreo y observación de umbrales, control biológico, técnicas de confusión sexual, etc.

Momento adecuado u optimo para aplicar un fitosanitario

Momento adecuado u optimo para aplicar un fitosanitario

La eficacia de un fitosanitario depende entre otros factores de los siguientes factores:

  1. Realizar correctamente la mezcla de productos + aditivos.
  2. Que el estado de la plaga o hierba sea el adecuado para la aplicación.
  3. Que las condiciones ambientales sean la optimas

Dando los dos primeros puntos como controlados ya que entiendo que el lector de este articulo sabe de lo que hablamos, vamos a centrarnos en el tercero, para ello SYNGENTA dispone de una aplicación en su web que es perfecta para resolver este tercer punto.

No olvidar de tener muy en cuenta los siguientes factores:

La Inversión térmica normalmente se da cuando calma el viento y comienza a ascender unacapa de aire caliente e ingresar por debajo una capa de aire frío, al invertirse estas capas de aire si se realizan aplicaciones, las gotas asperjadas quedaran suspendida en el aire por diferencia de densidades y no caerá como debe, produciéndose desplazamientos laterales de las mismas a distancia que pueden producir graves daños si terminan cayendo en un cultivo sensible al producto aplicado. Ante estas condiciones no se recomienda aplicar.

La elevada temperatura y baja humedad relativa, son condiciones que incrementan la evaporación de las gotas, siendo esta última más importante que la primera, ya que existen casos en que la temperatura no es tan elevada, pensando que no habrá evaporación, sin tener en cuenta que la humedad relativa termina definiendo esta variable, afectando demasiado la aplicación por pérdida de gotas si no se está usando un antievaporante de calidad en esas condiciones.

El viento es un aliado de las aplicaciones ya que si las realizamos sin él, nos será muy difícil ingresar con las gotas asperjada en un cultivo cerrado. Se cree que la mejor aplicación es sin viento, sin embargo es cuando mayor probabilidad tenemos de que se produzca una inversión térmica, con las consecuencias que esta ocasiona. Debemos manejarnos con vientos a partir de 8 km/h cuando aplicamos en cultivos cerrados, dejando ingresar de esta manera a las gotas en el cultivo.

El tamaño y uniformidad de las gotas es otro de los factores de gran importancia que debe tenerse en cuenta antes de la aplicación, esto dependerá de algunas variables, tales como objetivo a tratar y condiciones ambientales. Debemos tener en cuenta una relación que existe entre tamaño de gota y cantidad de impactos, ya que al dividir en dos el diámetro de una gota obtendremos ocho gotas de la mitad de ese diámetro que llevaran en su conjunto el mismo volumen que la primera, permitiendo aumentar la probabilidad de impactar en el objetivo, más aún cuando este sea de un tamaño pequeño como puede ser un insecto, o tratarse de una maleza de hojas finas y verticales como una ciperácea, etc. Ya que si aplicáramos con gotas de un tamaño mayor a los 200 micrones, es muy factible que no lleguemos al objetivo. Los 200 micrones se consideran un tamaño óptimo para la mayoría de los tratamientos. En el caso de las aplicaciones aéreas el tamaño de gota es menor con muy buenos resultados siempre y cuando las mismas vayan protegidas por antievaporantes de calidad.
Tanto en las aplicaciones aéreas como terrestres las gotas deben estar protegidas pudiendo lograr excelentes resultados si se tienen en cuenta todas las variables que intervienen y se toman las precauciones necesarias. Las gotas grandes quedan retenidas en la parte superior del arbol o impactan en este y caen al suelo por su propio peso (efecto paraguas), lo mismo sucede en caso de encontrarse con un espacio abierto entre la cubierta vegetal, ya que al caer en forma vertical terminan impactando en el suelo y no en las hojas, por eso es que hablamos de producir gotas pequeñas que al caer con cierto movimiento y horizontalidad van impactando en los diferentes tercios de un cultivo.

La calidad del agua debe ser tenida en cuenta ya que la cantidad de cationes presentes y el pH de la misma determinarán inactivación y la vida media de los activos que estemos aplicando, convirtiéndose el agua de aplicación muchas veces en un contaminante de los fitosanitarios. Es por eso que ante aguas duras y de elevado pH se deben utilizar secuestrantes de cationes y reductores de pH.
Los altos volúmenes de agua utilizados para las aplicaciones, solo hacen que se diluyan más
los activos, que se incremente la evaporación (a más agua en las gotas, más evaporación), que se superpongan las gotas aumentando la dilución de los activos una vez que impactaron en el objetivo.

Las malas hierbas en los cultivos de hortalizas

Las malas hierbas en los cultivos de hortalizas

 Reproducción del magnifico articulo de Carlos Zaragoza para la FAO

INTRODUCCIÓN

El cultivo de hortalizas requiere un enfoque particular del manejo de las malezas. Las áreas de cultivo de hortalizas por lo general son reducidas pero producen cultivos de alto valor comercial y gastronómicamente apreciados. Los frutos y los cultivos de hoja proporcionan ingresos importantes para los agricultores y los trabajadores a nivel local o regional. En el caso de España, en el año 1999 existían 395 300 hectáreas de hortalizas cultivadas en pequeñas áreas con una producción estimada en cerca de 12 millones de toneladas.

El riego es una característica de estos cultivos en el Mediterráneo o en zonas áridas. El tipo de riego usado también influye sobre el manejo de las malezas según los distintos sistemas en uso: el riego tradicional por inundación o el riego por surcos o los sistemas más modernos por regadores, goteo o infiltración. Sin embargo, los herbicidas tienen un comportamiento diferente: su incorporación es afectada por el agua y por ello la selectividad de los cultivos es, por lo tanto, substancialmente limitada.

Las áreas tradicionales de cultivos de hortalizas están por lo general situadas vecinas a corrientes de agua, lugares inundables, deltas de los ríos o zonas pantanosas, por lo que si se usan herbicidas, su impacto ambiental y condiciones de uso deben ser debidamente considerados.

Un cierto número de hortalizas son producidas bajo cubiertas de plástico lo cual puede afectar el comportamiento del herbicida reduciendo su volatilidad y los fenómenos de condensación, condiciones bajo las cuales la selectividad de los cultivos podría ser modificada.

Como resultado de todos estos problemas y en razón de las pequeñas áreas cultivadas con hortalizas, las compañías químicas no muestran gran interés en desarrollar herbicidas específicos para el manejo de las malezas en estos cultivos. Esta falta de interés puede traer también como consecuencia el retiro del mercado de algunos herbicidas selectivos como ha ocurrido con naptalm, bensulide y otros en el mercado europeo. En los Estados Unidos de América también existe preocupación por los herbicidas que se aplican en los cultivos menores; en este país, el proyecto IR-4 tiene por objetivo buscar soluciones a los problemas del manejo de herbicidas por los horticultores (Arsenovic y Kunkel, 2001).

Otro aspecto relacionado con la complejidad del uso de los herbicidas es su persistencia en el suelo la cual puede afectar los cultivos siguientes en la rotación como resultado de los herbicidas sobrantes que permanecen en el suelo. En muchos lugares las rotaciones de los cultivos de hortalizas son muy rápidas e intensivas y la toxicidad de los herbicidas puede afectar el cultivo siguiente si el ciclo del cultivo anterior fue muy breve.

Es necesario considerar todos esos aspectos así como las preocupaciones de los consumidores sobre la probable presencia de residuos de plaguicidas en los frutos, hojas y raíces de estos cultivos y las estrictas limitaciones para la comercialización y la exportación que pueden invalidar muchas jornadas de trabajo y la resistencia de los trabajadores. Por lo tanto, es imperioso hacer un uso cuidadoso de los herbicidas para lo que se deben seguir atentas prácticas de cultivo, especialmente cuando hay interés en obtener un producto de calidad reconocida.

Existe gran interés en la integración de las prácticas de labranza con el control químico en razón de la reducción del impacto de los herbicidas y el costo de la mano de obra. Mientras que los herbicidas tienen una función importante en la horticultura extensiva, mecanizada y al aire libre, el control manual de las malezas es una práctica común en el cultivo de hortalizas, incluso después del tratamiento con herbicidas (p. ej., los frijoles verdes pueden necesitar 5-15 h/ha y los tomates trasplantados 50-90 h/ha).

FLORA DE LAS MALEZAS

La composición de la flora de malezas presentes en los cultivos de hortalizas debe ser claramente determinada. En base a estos datos se podrán planificar los mejores métodos de control a ser aplicados. Es un hecho bien conocido que las malezas están bien adaptadas al cultivo que infestan en razón de sus características morfológicas y fenológicas. Un ejemplo de esta situación es el caso de las zanahorias donde otras umbelíferas como Ammi majus, Torilis spp., Scandix pecten-veneris y Daucus spp. son las especies dominantes. Un cultivo de primavera puede ser infestado por dos generaciones de especies: primeramente aquellas adaptadas a las temperaturas frías tales como Capsella bursa-pastoris, Chenopodium album y Polygonum aviculare seguidas más adelante por malezas adaptadas a temperaturas estivales más altas como Portulaca oleracea, Solanum nigrum, Cyperus rotundus y Amaranthus retroflexus.

Algunas especies anuales con un ciclo corto tales como Sonchus oleraceus, Poa annua, Senecio vulgaris y Stellaria media también pueden crear problemas en algunos cultivos de hortalizas en ciertas etapas de la rotación de cultivos.

Las comunidades de malezas pueden estar formadas por varias especies pero muchas de ellas están más adaptadas a un cultivo específico. Por ejemplo: Echinochloa crus-galli, Amaranthus spp., Chenopodium album, Polygonum aviculare, Portulaca oleracea y Solanum nigrum son especies dominantes en los tomates trasplantados. Sin embargo, cuando los tomates son sembrados directamente son más frecuentes varias malezas gramíneas tempranas tales como Alopecurus myosuroides, Avena spp., Lolium spp. y varias especies de Brasicáceas y Asteráceas.

Del mismo modo, las malezas frecuentes en las cebollas de siembra temprana son Capsella bursa-pastoris, Sinapis arvensis, Poa annua, Sonchus spp., Polygonum aviculare. En las cebollas trasplantadas o en los cultivos de siembra tardía también son frecuentes Echinochloa spp., Portulaca oleracea, Solanum spp., Setaria spp. Las malezas parásitas también pueden ser un problema en los cultivos hortícolas: Orobanche crenata en leguminosas, apiáceas y lechuga, O. ramosa en solanáceas y cucurbitáceas, Cuscuta spp. en leguminosas, tomate, zanahoria, cebolla y espárrago (García-Torres, 1993). Algunas malezas específicas son características de una determinada área, región o país; por ejemplo, Galinsoga parviflora en Polonia, Polygonum arenastrum en Israel, Ambrosia artemisiifolia, Cirsium arvense y Amaranthus hybridus resistente a la triazina en Francia, Abutilon theophrasti en Italia, Cyperus rotundus en España, Marruecos y Portugal (Tei et al., 1999, 2002).

En los cultivos de hortalizas los mayores problemas son causados por las malezas de hoja ancha ya que las malezas gramíneas son mejor manejadas por las rotaciones o pueden ser fácilmente eliminadas con el uso de herbicidas selectivos de aplicación foliar.

Con un conocimiento completo de la fenología de las malezas y otros factores (temperatura, lluvia y sistema de riego) a nivel local, es posible predecir cuando y en que cultivo ciertas malezas podrán causar problemas. Obviamente, en los cultivos bajo protección de plástico, la emergencia de las malezas ocurre antes que al aire libre y el crecimiento de las malezas es mayor.

COMPETENCIA DE LAS MALEZAS

Solo unos pocos cultivos de hortalizas son buenos competidores porque cubren el suelo tapando las malezas. Algunos ejemplos son el repollo (Brassica spp.) o las alcachofas. Pero muchas de las hortalizas como las liliáceas, las zanahorias o los pimientos, en las latitudes templadas crecen lentamente y cubren poco el suelo sufriendo una fuerte competencia de las malezas no solo por agua, nutrientes y luz sino incluso por espacio. Por lo tanto, si el control de malezas no se lleva a cabo en forma oportuna probablemente no haya producción. Hay muchos ejemplos de problemas de reducción de los rendimientos de los cultivos (Labrada, 1996) que indican la gran sensibilidad de las hortalizas a la competencia temprana de las malezas y la necesidad de controlarlas en las primeras etapas de crecimiento.

La competencia de las malezas es particularmente seria en el caso de los cultivos hortícolas de siembra directa. El período crítico de la competencia de las malezas (o sea, el período durante el cual debe ser hecho el control de las malezas) es por lo general mayor en las siembras directas que en los cultivos trasplantados. Por ejemplo, si en un cultivo de pimientos trasplantados las malezas deben ser controladas entre la segunda semana hasta el tercer mes después del trasplante para prevenir una pérdida de 10 por ciento, el control de malezas en la siembra directa de pimiento debe ser hecho durante los cuatro primeros meses después de la emergencia para prevenir la misma pérdida (Medina, 1995). Aparentemente algunas técnicas tradicionales incrementan la competitividad del cultivo (p. ej., trasplante, camas levantadas). Obviamente, las condiciones del tiempo y la densidad de las malezas tienen una gran influencia en la duración de los períodos críticos. Una ola de frío que afecte a algunos cultivos de hortalizas puede provocar un crecimiento lento, una mayor competencia y mayores pérdidas de rendimiento.

ALMÁCIGOS

Muchas hortalizas son cultivadas en almácigos para obtener plántulas adecuadas para el trasplante al campo. Los suelos dedicados a los almácigos son por general más livianos, con buena inclinación y fertilizados para obtener una buena emergencia de las plántulas. Los almácigos por general son regados por inundación y protegidos por plástico. Muchas técnicas de control de malezas ya han sido descriptas en el trabajo de Labrada (1996). Ahora se agregan algunas posibilidades de manejo de las malezas.

Falsos almácigos

Los falsos almácigos son usados algunas veces para los cultivos de hortalizas cuando otras prácticas selectivas de control de malezas son limitadas o no están disponibles. El éxito de tal operación depende del control de la primera generación de malezas emergidas antes de la emergencia del cultivo y con un disturbio mínimo, lo cual reduce las generaciones subsiguientes de malezas. Básicamente esta técnica consiste en lo siguiente:

1. Preparación del almácigo dos a tres semanas antes de la siembra para obtener la máxima germinación de las semillas de las malezas cerca de la superficie del suelo.

2. Siembra del cultivo con el mínimo disturbio del suelo para evitar que las nuevas semillas de malezas se encuentren en condiciones favorables para su germinación.

3. Tratar el campo con un herbicida no residual para eliminar todas las malezas germinadas (William et al., 2000) inmediatamente antes o después de la siembra pero antes de la emergencia del cultivo.

Los herbicidas recomendados son bypiridyliums, glifosato, sulfosato y glufosinato amónico, entre otros. En los suelos de textura liviana tales como los suelos arenosos o en medios artificiales de siembra, los tratamientos de herbicidas son riesgosos para algunos cultivos, especialmente tomates. También es posible tratar el suelo con metham sodio pero la siembra deber ser demorada hasta que el aceite está libre de metham, por lo general unos 20 días. El uso de este fumigante es muy efectivo para el control de Solanum nigrum en el cultivo de tomates.

Solarización

Es un método efectivo para el control de enfermedades y plagas del suelo y puede controlar también muchas malezas. El método ha sido descrito previamente por Labrada (1996). El suelo debe estar limpio, con la superficie nivelada y húmedo antes de cubrirlo con una lámina fina (0,1-0,2 mm) de plástico transparente y bien cerrada. El suelo debe permanecer cubierto durante los meses más cálidos y soleados por un total de 30-45 días. La temperatura del suelo debe exceder los 40 °C para tener efecto sobre las plagas del suelo, incluyendo las semillas de malezas. La solarización del suelo es un método de espectro amplio, simple, económicamente viable y respetuoso del ambiente. No afecta las propiedades del suelo y por lo general los cultivos sucesivos producen mayores rendimientos (Campiglia et al., 2000). También presenta algunas desventajas en su ejecución. Por ejemplo, es necesario el riego previo -o una lluvia frecuente y abundante- y el suelo debe ser mantenido en solarización, fuera de producción, por un período mínimo de un mes. Los resultados a menudo son variables, dependiendo de las condiciones del tiempo. Las altas latitudes frías o los lugares nubosos no son, por lo general, adecuados para la solarización. Algunas especies pueden tolerar la solarización como por ejemplo las especies perennes de raíces profundas: Sorghum halepense, Cyperus rotundus, Equisetum spp. y también algunas malezas leguminosas de semillas grandes. Después de la solarización el plástico debe ser recogido y la labranza profunda con arado de reja debe ser evitada. Este sistema es más adecuado para pequeñas áreas de cultivo de hortalizas pero ha sido mecanizado en grandes áreas para la siembra de tomates. La solarización del suelo es muy usada en invernaderos de plástico en las condiciones del sur de España. La biofumigación consiste en la incorporación de abono orgánico fresco en el suelo en las parcelas a ser solarizadas. La descomposición de la materia orgánica produce gases tóxicos debajo del plástico y fortalece los efectos biocidas. Normalmente el suelo debería ser removido después de la solarización o la biofumigación para permitir que los gases escapen del suelo antes de la siembra (Monserrat, 2001).

Control químico en los almácigos

Hay menos herbicidas registrados para su uso en almácigos que para los cultivos en el campo. Algunos de los herbicidas recomendados han sido descritos por Labrada (1996). La Tabla 1 muestra los herbicidas agregados últimamente.

Existen varios herbicidas de postemergencia para el control de las gramíneas -conocidos usualmente como familias «fop» y «dim»- que podrían ser usados en almácigos de hortalizas como por ejemplo cicloxydim (para cebolla y crucíferas), cletodim (cebolla, tomate), fluazifop-butyl (tomate, pimiento, lechuga, puerro, cebolla). Las dosis deben ser bajas para evitar problemas de fitotoxicidad (De Liñán, 2002).

Los tratamientos de herbicidas bajo plástico son siempre peligrosos y su aplicación debe ser muy cuidadosa, los niveles de humedad y temperatura son elevados y las plantas crecen rápidamente. La selectividad debería ser fácilmente perdida y pueden ocurrir síntomas de fitotoxicidad, en algunos casos solo en forma temporaria. Los efectos a menudos son erráticos. Estos casos deben ser enfrentados con prudencia y es aconsejable hacer algunos ensayos antes de aplicar un tratamiento general.

Tabla 1. Herbicidas selectivos de preemergencia y de postemergencia temprana para almácigos de hortalizas

a) Preemergencia

Herbicida

Dosis (kg ia/ha) Cultivo
Clomazone 0,18 – 0,27 Pimiento, pepino
DCPA 6,0 – 7,5 Cebolla, crucíferas, lechuga
Metribuzin 0,15 – 0,5 Tomate
Napropamide 1,0 – 2,0 Tomate, pimiento, Berenjena
Pendimethalin 1,0 – 1,6 Cebolla, ajo
Proanide 1,0 – 2,5 Lechuga
Propachlor 5,2 – 6,5 Cebolla, crucíferas
b) Postemergencia (cultivos con al menos tres hojas)
Clomazone 0,27 – 0,36 Pimiento
Ioxinil 0,36 Cebolla, ajo, puerro
Linuron 0,5 – 1,0 Espárrago, zanahoria
Metribuzin 0,075 – 0,150 Tomate
Oxifluorfen 0,18 – 0,24 Cebolla, ajo
Rimsulfuron 0,0075 – 0,015 Tomate

CULTIVOS DE SIEMBRA DIRECTA Y TRASPLANTADOS

Rotación de cultivos

La rotación de cultivos es la sucesión programada de cultivos durante un cierto período en la misma parcela o campo. Es un método fundamental de control para reducir la infestación de malezas en los cultivos de hortalizas. La rotación de cultivos fue considerada durante un largo tiempo como un elemento básico para obtener cultivos sanos y de buenos rendimientos. Este concepto fue erróneamente eliminado con el uso de mayores cantidades de agroquímicos. Sin embargo, en la actualidad la rotación de cultivos está recuperando su valor dentro del contexto del manejo integrado de cultivos. Clásicamente, las rotaciones de cultivos se han aplicado en la siguiente forma:

1. alternando los cultivos con diferentes tipos de vegetación: cultivos de hoja (lechuga, espinaca, crucíferas), raíces (zanahorias, papas, rábanos), bulbos (puerro, cebolla, ajo), frutos (calabazas, pimiento, melón).

2. alternando gramíneas y dicotiledóneas tales como maíz y hortalizas.

3. alternando cultivos de ciclos diferentes: cereales de invierno y hortalizas de verano.

4. evitando cultivos sucesivos de la misma familia: apiáceas (apio, zanahoria), solanáceas (papa, tomate).

5. alternando pobres competidores de malezas (zanahoria, cebolla) con competidores fuertes (maíz, papa).

6. evitando malezas problemáticas en cultivos específicos (p. ej., malváceas en apio o zanahoria, parásitas y perennes en general).

Los siguientes son ejemplos de rotaciones de cultivos (Zaragoza et al., 1994):

En regiones templadas: pimiento – cebolla – cereal de invierno
melón – frijoles – espinaca – tomate
tomate – cereal – barbecho
lechuga – tomate – coliflor
papa-frijoles- crucíferas- tomate-zanahoria
melón – alcachofas (x2) – frijoles – remolacha de mesa – trigo –
crucíferas
En regiones tropicales: tomate – ocra – habichuelas verdes
batata – maíz – frijol mungo

La introducción del barbecho en la rotación es esencial para el control de malezas de manejo dificultoso (p. ej., perennes), limpiando el campo con métodos apropiados de labranza o usando un herbicida de amplio espectro. También es importante evitar la emisión de semillas de las malezas u otros propágulos.

Cultivos mezclados

El cultivo simultáneo de dos o más especies sembradas en forma adyacente es llamado cultivo mezclado o cultivo intercalado. Los ciclos de las especies deben coincidir total o parcialmente. Las ventajas son un mejor uso del espacio, la luz y otros recursos, la protección física, un balance térmico favorable, una mejor defensa de las plantas contra algunas plagas y menos problemas con las malezas ya que el suelo está mejor cubierto. Los inconvenientes son la competencia entre los cultivos, un manejo y mecanización más difíciles, mayor necesidad de mano de obra y control incompleto de las malezas. Algunas veces los resultados son menos productivos que cultivando una sola especie. Por lo general los cultivos «acompañantes» son plantas de crecimiento rápido y bajo, rastreras o erectas o especies simbióticas. Algunos ejemplos incluyen:

En regiones templadas:

  • lechuga + zanahoria
  • crucíferas + puerro, cebolla, apio, tomate
  • maíz + frijoles, soja

En las regiones tropicales donde esta técnica está muy bien adaptada a los sistemas agrícolas tradicionales:

  • maíz + frijoles + calabazas, yuca
  • tomate + guandul, yuca
  • caña de azúcar + cebolla, tomate

Medidas preventivas

Estas medidas pueden ser muy útiles -pero lamentablemente son siempre olvidadas-, están estrechamente relacionadas con las rotaciones de cultivos y son necesarias cuando no se pueden tomar medidas directas de control de malezas por razones económicas. Se basan en la reducción del banco de semillas y propágulos del suelo y el reconocimiento temprano de las infestaciones.

Es necesario evitar la invasión de nuevas especies por medio del uso de material de siembra limpio y prevenir la dispersión de semillas en el agua de riego, implementos y máquinas; un registro escrito de la situación de las malezas en el campo es un elemento útil. Otro aspecto importante es impedir la dispersión de malezas perennes o parásitas por medio del uso oportuno de tratamientos y labranza y el uso del drenaje para prevenir la propagación de algunas especies que necesitan altos niveles de humedad (Phragmites spp., Equisetum spp., Juncus spp.). También se deben vigilar los bordes del predio para prevenir invasiones, actuando solo cuando sea necesario y recordar que esos bordes y los caballones son útiles para controlar la erosión y albergar fauna de utilidad para los cultivos (Zaragoza, 2001).

Preparación y labranza de la tierra

Tal como ha sido indicado por Labrada (1996), la preparación adecuada de la tierra depende del buen conocimiento de las especies de malezas prevalentes en el campo. Cuando predominan las malezas anuales (crucíferas, Solanum, gramíneas) el objetivo es colocarlas en la superficie y fragmentarlas. Si las malezas no presentan semillas con latencia (Bromus spp.), es aconsejable la labranza profunda para enterrar las semillas. Si las semillas presentan latencia esta práctica es incorrecta ya que esas semillas serán viables cuando vuelvan a la superficie después de las operaciones de cultivo.

Cuando se encuentran malezas de especies perennes son necesarias herramientas especiales según los distintos tipos de sistemas radicales. Las raíces pivotantes como Rumex spp. o las raíces con yemas como Cirsium spp. deben ser fragmentadas y para ello puede ser necesario un rotavador o un cultivador. Sin embargo, en el caso de presentar rizomas frágiles como Sorghum halepense es necesario arrancarlas del suelo y exponerlas en la superficie del suelo para su agotamiento; cuando se encuentran malezas con rizomas flexibles como Cynodon dactylon es necesario arrancarlas y retirarlas del campo, lo que puede ser hecho con un cultivador o una rastra. En el caso de los tubérculos como Cyperus rotundus o de bulbos como Oxalis spp. deben ser cortadas cuando los rizomas están presentes y desenterrarlas para exponerlas a condiciones adversas como heladas o sequías. Esto puede ser hecho con arados de reja o de discos. El arado de cincel es útil para drenar los campos húmedos y reducir la infestación de malezas higrófilas de raíces profundas (Phragmites spp., Equisetum spp., Juncus spp.). Estas son algunas de las razones por las cuales siempre es necesario contar con información confiable sobre las malezas.

El éxito de muchas operaciones de control de malezas depende del momento de su ejecución (Forcella, 2000). La oportunidad de las operaciones mecánicas es sin duda fundamental. Es necesario tomar acción contra las malezas anuales antes de que ocurra la dispersión de las semillas. La eficacia de la labranza contra las malezas perennes es mayor cuando las reservas de la planta se mueven en sentido ascendente (p. ej., Convolvulus arvensis en primavera ya que en otoño hay más fragmentos de raíces) (Nogueroles y Zaragoza, 1999).

Las buenas prácticas de las operaciones mecánicas deben ser realizadas en condiciones óptimas, incluyendo las siguientes:

  • densidad de la plantación hecha en función del ancho de la herramienta de trabajo;
  • elección adecuada de las herramientas de trabajo;
  • observación cuidadosa del desarrollo del cultivo y de la maleza y evitar demoras en las intervenciones;
  • regulación correcta de la profundidad de acción, velocidad de avance y ángulo de ataque;
  • el contenido de humedad del suelo es importante para una labranza correcta;
  • no favorecer un incremento de la erosión: evitar la labranza paralela a la dirección de la pendiente;
  • analizar los pronósticos climáticos antes del trabajo: evitar la labranza si se han pronosticado lluvias.

En Alemania, se han obtenido pocos resultados negativos con el control mecánico de las malezas. Las pérdidas medias de plantas después de carpir, aporcar y rastrear fueron de 3,0 – 3,5 por ciento (Laber et al., 2000).

Otra operación típica que requiere labranza mecánica es la incorporación del herbicida al suelo. Algunos herbicidas volátiles comúnmente usados en el control de las malezas en los cultivos de hortalizas (p. ej. trifluralin) deben ser cuidadosamente incorporados al suelo a una profundidad correcta de 5 – 7 cm. El implemento usado para su incorporación debe estar en buenas condiciones; por ejemplo, las hojas del rotavador deben estar afiladas. Las hojas en forma de L son las más adecuadas para la incorporación de los herbicidas pero si fuera necesario se podría sustituir el rotavador por una rastra de dientes rígidos o flexibles. Los terrones o el abono orgánico que no se hayan roto pueden reducir la eficacia del tratamiento (Kempen, 1989).

Materiales de acolchado

El uso de acolchado plástico es muy popular en algunas áreas de cultivo de hortalizas. Para impedir la trasmisión de la radiación fotosintética se usa un plástico opaco de modo de detener el desarrollo de las malezas. Las ventajas incluyen además una mejor conservación de la humedad del suelo y como consecuencia una menor necesidad de riego y menos lixiviado del nitrógeno, una mejor conservación de la estructura del suelo y un mayor rendimiento de las hortalizas, particularmente en las zonas áridas. Los inconvenientes se encuentran sobre todo en el precio del plástico -si bien puede ser reusado- y en los costos del trabajo. Algunas malezas perennes (p. ej., Convolvulus arvensis, Cyperus spp.) no son controladas con este sistema y son necesarios cultivos intercalados o tratamientos específicos. Es obligatorio retirar del campo todos los restos del plástico y su quema está prohibida. El acolchado con plástico negro en los surcos del cultivo y los cultivos intercalados son opciones satisfactorias para los productores de tomate y melón orgánico en el sur de Europa. También pueden ser usados otros materiales orgánicos como corteza, paja o residuos vegetales, sobre todo si se obtienen a bajo costo. Sus ventajas son similares a las del plástico pero las malezas pueden en algunos casos llegar a la superficie si la capa de cobertura no es lo suficientemente gruesa. Dependiendo de los materiales usados se pueden encontrar problemas particulares (p. ej., peligro de fuego cuando se usa paja, el viento o las inundaciones pueden mover la paja). Algunos materiales pueden aumentar la población de enemigos de los cultivos tales como roedores o caracoles. Por supuesto, siempre será necesaria la remoción manual de algunas malezas (Nogueroles y Zaragoza, 1999).

Control químico de las malezas

El mejor enfoque para minimizar los insumos y evitar problemas ambientales es la aplicación de herbicidas en el surco del cultivo, en una faja de 10-30 cm (Labrada, 1996). La aplicación en fajas reduce el uso de herbicidas hasta un 75 por ciento, cuando se la compara con la aplicación total. Las malezas en las zonas entre los surcos son controladas por medio de trabajos culturales. La Tabla 2 muestra las opciones de herbicidas selectivos que pueden ser usados en los cultivos de hortalizas.

Diphenamid ha sido aplicado con éxito en los cultivos de hortalizas pero actualmente no se encuentra en el comercio. La mayoría de los herbicidas mencionados en la Tabla 2 son inefectivos para el control de malezas perennes. Halosulfuron es un nuevo herbicida selectivo para cucurbitáceas y otras hortalizas con acción contra Cyperus spp. (Webster, 2002).

Tabla 2. Herbicidas selectivos para el control de malezas en los cultivos de hortalizas

Herbicida Dosis kg ia/ha Momento del
tratamiento (1)
Malezas (2) Cultivos (3)
Alachlor 2,4 Post Gd Brassicas, cebolla
Benfluralin 1,17-1,71 PPI Gd Lechuga, ajo
Bensulide 5,5-7,2 Pre Gd Cucurbitáceas
Bentazon 0,75-1 Post D Guisantes verdes, judías verdes
Chlorthal-dimetil (DCPA) 5,25-9,00 PP/Pre/Post Gd Cebolla, lechuga, col, tomate, judías verdes
Clomazone 0,18-0,54 PP/Post Gd Pimiento, guisantes verdes, pimiento DS, pepino, calabaza
0,18-0,27 Pre Gd
Clopyralid 0,70-0,92 Post D Espárrago
Diuron 0,4-2,4 Post Dg Espárrago
Ethalfluralin 0,8-1,7 PP Gd Tomate, pimiento, judías, calabazas
Halosulfuron 24-48 (g) Pre/Post Dg Calabazas, pepino
Ioxinil 0,36-0,60 Post D Cebolla, puerro, ajo
Isoxaben 0,1-0,12 PPI D Cebolla, ajo
Linuron 0,50-1,25 Pre Dg Zanahoria, alcachofa, espárrago, habas
Metabenztiazuron 1,75-2,45 Pre/Post Dg Cebolla, ajo, habas, guisantes, judías
Metribuzin 0,35-0,52 PP/Post GD Tomate, espárrago, tomate DS, zanahoria, guisantes
0,10-0,35 Pre/Post GD
Napropamide 1,57-2,02 PP/Post Gd Tomate, pimiento, alcachofas
Naptalam-Na 2,16-2,88 Pre Dg Melón y cucurbitáceas
Oxifluorfen 0,36-0,48 Pre/Post Dg Cebolla, ajo, coles, tomate, pimiento
0,24-0,48 PP Dg
Pendimethalin 1,32-1,65 PP/PPI GD Alcachofa, col, lechuga, puerro, pimiento, tomate, cebolla, guisantes verdes
0,66-0,99 Pre Gd Cebolla DS
0,66-1,65 Post GD Cebolla
Phenmedipham 0,55-1 Pre/Post Dg Remolacha de mesa, espinaca
Piridate 0,22-0,33 Post D Brassicas
Prometryne 0,50-1,50 Pre/Post Dg Alcachofa, apio, guisantes, pimiento, tomate, zanahoria
Pronamide 0,70-1,50 Pre/Post Gd Achicoria, lechuga, endivia
Propachlor 4,5 Pre Gd Brassicas, cebolla
Rimsulfuron 7,5-15(g) Post GD Tomate
Trifluralin 0,59-1,44 PPI Gd Judías, zanahoria, apio, coles, alcachofa, cebolla, pimiento, tomate

Notas: 1) Momento del tratamiento: PP= presiembra; PPI= presiembra incorporada; Pre= preemergencia; Post=postemergencia. 2) Malezas controladas: GD= control satisfactorio de gramíneas anuales y dicotiledóneas en condiciones normales. Gd= principalmente control de gramíneas. Dg= principalmente control de dicotiledóneas. D= sólo control de dicotiledóneas. G= sólo control de gramíneas. 3) Generalmente se refiere a cultivos trasplantados. Coles (Brassica spp.) significa: brócoli, repollitos de Bruselas, repollo, coliflor, berza, nabo y rábano; la selectividad puede variar. DS= siembra directa.

Algunas veces puede ser usada la combinación de dos herbicidas con un diferente espectro de control de malezas. Es posible mezclar dos herbicidas diferentes (p. ej., isoxaben + trifluralin, DCPA + propachlor, bensulide + naptalam) para obtener una mayor eficacia, pero en todos los casos es necesario hacer ensayos previos. Algunos herbicidas pueden ser probados contra la maleza parásita Cuscuta spp., tales como DCPA, pendimethalin, pronamide e imazethapyr (García-Torres, 1993).

Para el control selectivo de malezas gramíneas en los cultivos de hortalizas se recomienda el uso de algunos herbicidas foliares tales como cicloxidim (contra anuales: 0,1-0,25 kg ia/ha; perennes: 0,3-0,4); cletodym (0,1-0,2), fluazifop-butyl (anuales: 0,15-0,25; perennes: 0,5+0,25); haloxyfop-methil (0,05-0,2); propaquizafop (0,1-0,2); quizalofop (anuales: 0,05-0,125; perennes: 0,1-0,2). Se debe tener presente que una sola aplicación no es suficiente contras las malezas perennes. Su actividad foliar es fortalecida agregando un surfactante no iónico o coadyuvante (Kempen, 1989; William et al., 2000; De Liñán, 2002).

El uso de cualquier herbicida en los cultivos de hortalizas requiere pruebas previas para verificar su efectividad en las condiciones locales y su selectividad para los cultivares disponibles de cada especie.

Efecto de los residuos en el suelo

Algunos herbicidas tienen una gran persistencia y pueden afectar los cultivos siguientes incluídos en la rotación. Para evitar esto se recomienda el uso del arado de rejas o dos pasadas cruzadas de cultivador después de la cosecha a fin de mezclar la capa de suelo tratada con aquellas no tratadas y disipar los residuos de herbicidas. Las etiquetas que lucen los productos deben siempre ser consultadas, especialmente respecto a los cultivos sensibles a sembrar después del uso de los herbicidas.

En los climas cálidos y húmedos los residuos de herbicidas por lo general se disipan rápidamente, pero es necesario tomar ciertas precauciones. Algunos ejemplos de las recomendaciones indicadas en las etiquetas de los productos son:

Napropamide: después de un período de dos meses y siguiendo a la labranza es posible sembrar, guisantes y judías verdes, habas, cereales, forrajeras, remolacha azucarera y lino.

Metribuzin: después de un período de tres meses y siguiendo a la labranza es posible sembrar varios cultivos excepto cucurbitáceas, crucíferas, lechuga, fresas, girasol, guisantes, remolacha de mesa y tabaco.

Trifluralin: después de la labranza es posible sembrar guisantes, frijol lima, haba, col, lentejas, alcachofas, papa, cebada, girasol, alfalfa, tréboles y zanahoria. Espinaca, remolacha de mesa, avena, maíz y sorgo no deberían ser sembradas antes de un período de 12 meses.

Prácticas correctas en el uso de herbicidas

Un resumen del decálogo de las prácticas correctas en el uso de herbicidas para la producción extensiva de hortalizas incluye (Zaragoza, 2001):

  • Inspeccionar periódicamente los campos para evaluar la importancia de las malezas; identificar correctamente las principales malezas.
  • Deben ser especialmente tenidos en consideración las malezas y su estado de desarrollo.
  • Seleccionar cuidadosamente el producto y su dosis, considerando los dos puntos anteriores.
  • Leer cuidadosamente la etiqueta del producto y seguir sus recomendaciones.
  • Evitar las condiciones adversas en el momento de la aplicación: viento, temperatura y lluvia; no demorar el tratamiento.
  • La calidad de la aspersión se obtiene por medio del cálculo correcto de la dosis -la superficie a tratar debe ser correctamente medida- y del funcionamiento correcto del equipo de aspersión que debe ser calibrado y en buen estado, especialmente los picos pulverizadores y el manómetro.
  • Aplicar en banda o en manchas para ahorrar herbicida y reducir los residuos.
  • Seguir las normas ambientales: evitar derramar líquidos y la deriva del viento, respetar los setos, las corrientes de agua y las áreas sensibles. Enjuagar tres veces todas las latas y envases y no reusarlos.
  • Evitar la propagación de especies resistentes; el mismo herbicida o herbicidas con el mismo modo de acción no deben ser usados en forma reiterada.
  • Es esencial integrar el control químico de las malezas con labranzas oportunas superficiales; tomar medidas preventivas, especialmente la identificación temprana de las malezas.

Estrategia de manejo integrado de malezas para algunos cultivos de hortalizas

Algunas áreas agrícolas avanzadas han desarrollado sistemas de manejo integrado de malezas. Algunas estrategias generales se resumen a continuación (William et al., 2000).

Judías y guisantes verdes: las legumbres cosechadas deben estar libres de bayas de Solanum, yemas de cardo, tallos de Amaranthus o silicuas de crucíferas. Las rotaciones de cultivos, la siembra en líneas cercanas, el control temprano de las malezas y las prácticas culturales (excepto en los suelos rocosos o con terrones) se combinan con herbicidas para minimizar la competencia de las malezas y la contaminación del producto. Un único tratamiento de postemergencia puede suprimir la competencia de las malezas o la contaminación potencial de los guisantes cosechados.

Zanahoria y apio: las zanahorias suprimen las malezas cuando se combinan la distancia entre surcos, la densidad de población, los métodos culturales y la aplicación de un herbicida. Los métodos culturales también previenen la quemadura por el sol o que la parte superior de las raíces tome color verde, por ejemplo cubriéndolas con tierra.

Remolachas de mesa: una combinación del control de malezas temprano, surcos a poca distancia, población densa y métodos culturales suprimen la emergencia de malezas a mitad o fines de la estación y después que el dosel foliar del cultivo se desarrolla.

Crucíferas y coles: la supresión de las malezas en los cultivos de crucíferas comienza con la rotación de los cultivos que requieren diferentes prácticas de control de malezas e interrumpen el ciclo de las malezas. La distancia entre surcos y la densidad de plantas son variables para alcanzar un tamaño adecuado de la cabeza según la preferencia del mercado y suprimir las malezas. El control temprano de las malezas incluye la aplicación de herbicida y/o tareas culturales.

Cucurbitáceas: el manejo de las malezas en los cultivos de cucurbitáceas requiere la planificación e integración de varias prácticas. Las rotaciones de cultivos y el control presiembra de las malezas susceptibles es absolutamente necesario. Muchos horticultores preparan falsas camas de semillas seguidas por trabajos culturales, excepto en temporadas excesivamente húmedas. La distancia entre surcos que favorezca el desarrollo del dosel foliar y los métodos de cultivo pueden ser suplementados con la aplicación de herbicidas dentro del surco. A menudo se siembran rompevientos de centeno entre los surcos y se incorporan al suelo en el último trabajo cultural.

Cultivos de hoja (lechuga, escarola, espinaca): la siembra directa de la lechuga requiere un par de trabajos culturales y el raleo o limpieza de malezas en forma manual, mientras que las lechugas trasplantadas se cosechan a los 45 días después de uno o dos trabajos culturales con menos trabajo de remoción manual de las malezas.

Ajo y cebolla: el ajo requiere un casi perfecto control de malezas dado que emerge lentamente y madura en un período de 10-11 meses y nunca forma un dosel foliar debido a la disposición vertical de las hojas cortas. Los horticultores, por lo tanto, a menudo controlan todas las malezas inmediatamente antes de la emergencia del cultivo; aplican al suelo un herbicida para el control de las malezas invernales y se agregan tratamientos adicionales durante la primavera dependiendo de la invasión de malezas específicas. En el caso de la cebolla, las malezas son manejadas con herbicidas selectivos combinados con trabajos culturales frecuentes. Los cultivos invernales de cobertura fortalecen tanto el manejo del suelo como de las malezas.

Tomate y pimiento: las malezas pueden ser manejadas por medio de una labranza preparatoria y un herbicida presiembra en los cultivos trasplantados. La cobertura con plástico negro puede ayudar a reducir la necesidad del control químico. La labranza entresurcos o la aplicación de herbicidas postemergencia pueden controlar las malezas en una etapa posterior. En los cultivos de siembra directa son necesarios tratamientos químicos más intensos. El manejo de Solanum nigrum -una de las peores malezas en el caso del tomate- se deberían recordar los siguientes puntos:

  • controlar químicamente los cultivos previos en los casos en que esto sea más simple (remolachas, zanahorias, apio, espinaca);
  • esta maleza es más importante en los tomates trasplantados que en los de siembra directa;
  • es recomendable la preparación de falsas camas de semilla;
  • aplicación de herbicidas (pendimethalin, oxifluorfen) al suelo en el momento de la siembra, integrados con carpidas entre los surcos y/o por tratamientos a bajas dosis divididas de metribuzin + rimsulfuron contra S. nigrum en sus primeras etapas (hasta dos hojas) (Tei et al., 1999).

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Abonado de la patata

Abonado de la patata

Horacio López Córcoles
Doctor Ingeniero Agrónomo
Prudencio López Fuster
Doctor Ingeniero Agrónomo
Instituto Técnico Agronómico
Provincial (ITAP). Diputación de Albacete
.

Ciclo del cultivo
En España se cultivan distintos ciclos de cultivo, clasificados básicamente en cuatro grupos: extratemprano, temprano, media estación y tardía. A partir del año 1990 para cada uno de estos ciclos, se puede observar que la superficie de cultivo se ha mantenido estable para la patata extratemprana, mientras que ha descendido notablemente para el resto de los ciclos. La producción ha descendido también conforme lo ha hecho la superficie, si bien se observa un aumento de los rendimientos con el transcurso de los años.

NECESIDADES NUTRICIONALES

Papel de los nutrientes y micronutrientes

Aunque la calidad depende en gran medida de la variedad, la disponibilidad de nutrientes influye evidentemente en la misma. Los parámetros de calidad están marcados por el  destino de la producción, dependiendo si es para el mercado fresco o la industria. Dentro de ésta, las posibilidades son varias, desde la industria de la congelación hasta la fritura industrial (donde la presencia de azúcares reductores es poco deseable por el color oscuro que transfieren a las patatas fritas), pasando por la deshidratación para purés o la extracción del almidón.

El nitrógeno aumenta el desarrollo de la planta, el área foliar y, por tanto, la superficie que es capaz de fotosintetizar. La materia seca total aumenta y también el tamaño de los tubérculos y su contenido en almidón. La disponibilidad del nitrógeno debe estar asociada a su ritmo de absorción y la estrategia de una buena fertilización debe estar basada en aportar los fertilizantes en tiempo y forma que sean asimilados por la planta. Un exceso de este elemento o el aporte tardío es contraproducente ya que produce un desarrollo excesivo de la parte aérea a expensas de la tuberización, así como un alto contenido en azúcares reductores y alto contenido en proteína. Además, las enfermedades encuentran un medio adecuado para su desarrollo.

http://www.yara.us/images/362-49262Potatoes-NITROGEN%20DEFICIENCY-4120-Main%20Image.JPEG

El fósforo favorece el desarrollo radicular, el número de tubérculos y la concentración de almidón. Además, produce un desarrollo más temprano del cultivo y adelanta la tuberización, lo que es especialmente interesante para los cultivos extratempranos.

http://www.yara.us/images/362-49286Potatoes-PHOSPHORUS%20DEFICIENCY-4759-Main%20Image.JPEG

El potasio influye fundamentalmente en el contenido en materia seca, lo que está directamente relacionado con la susceptibilidad a los daños por golpes y al comportamiento en el almacenaje. Favorece, además, el crecimiento radicular, incrementa la resistencia a las heladas, a la sequía y a las enfermedades criptogámicas.

http://www.yara.us/images/362-49295Potatoes-POTASSIUM%20DEFICIENCY-4761-Main%20Image.JPEG

La patata se muestra especialmente sensible a la carencia de magnesio por ser un elemento constituyente de la clorofila y de diversas enzimas.

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En determinados suelos arenosos se puede presentar la carencia de calcio, elemento necesario para la división y el crecimiento celular, así como para diversos procesos metabólicos y de absorción de nutrientes.

La aportación de azufre está relacionada con efectos favorables en la formación del tubérculo, por lo que puede recomendarse el empleo de fertilizantes que contengan este elemento (sulfato amónico, nitrosulfato amónico, sulfato potásico o abonos NPK conteniendo azufre).

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Necesidades y absorción de nutrientes a lo largo del ciclo del cultivo

La patata es un cultivo especialmente exigente en nitrógeno y potasio. Los valores de nutrientes absorbidos varían en función, por un lado, de la duración del ciclo, de la variedad, etc., y por otro, de la disponibilidad de los mismos y del rendimiento. De forma orientativa, las necesidades, expresadas en kilogramos de elementos nutritivos por tonelada de tubérculos producidos son:

Fisiopatías

El cultivo de la patata presenta ciertas fisiopatías relacionadas con la nutrición, bien por exceso o por defecto de determinados elementos.

Filosidad (brotes largos y delgados): aunque se producen por diversas causas, también se relaciona con un déficit en manganeso.

Tubérculos ahuecados y con grietas: se producen principalmente por aportes excesivos de nitrógeno durante el último periodo en el ciclo del cultivo.

RECOMENDACIONES DE ABONADO

Como norma general y en ausencia de otros factores, la relación N.P2O5.K2O habitual en el
abonado de fondo es 1.2.3, debiéndose completar con las aportaciones de nitrógeno en cobertera.

No obstante, la aplicación de fertilizantes debería estar basada en el análisis de suelo de la parcela a cultivar y en el lugar que ocupa el cultivo en la rotación. Normalmente, la patata es cabeza de rotación.

Cálculo de la dosis

De forma generalizada en todos los cultivos, para el cálculo de la dosis deberá tenerse en cuenta el balance de cada uno de los nutrientes, es decir, las entradas y las salidas. La diferencia entre las salidas y las entradas de nutrientes debe compensarse con los fertilizantes, corregidos con la correspondiente eficiencia.

Para determinar las necesidades de fertilizante nitrogenado se deberá tener en cuenta la mineralización de la materia orgánica. Esta cuestión es clave pero difícil de determinar a priori porque influye, además del contenido de materia orgánica y el tipo de suelo, la meteorología. No obstante, los centros de transferencia y de asesoramiento de las distintas regiones disponen de datos medios de mineralización que pueden ser utilizados como una buena estimación.

Si cuando se va a proceder al abonado no se encuentra una formulación con el equilibrio exacto que se desea aplicar, hay que darle prioridad al nitrógeno frente al resto de elementos. Épocas y momentos de aplicación La práctica habitual es aplicar toda la dosis de fósforo y de potasio en presiembra, junto con una pequeña proporción de nitrógeno (alrededor del 20%), unos días antes de la siembra. El resto del nitrógeno debe ser aportado a partir de los 20 días de la emergencia. Para evitar su lixiviación, las aportaciones deberán acompasarse al ritmo de absorción de nitrógeno por la planta, norma que es especialmente importante en suelos ligeros. Si la parcela es de regadío y el sistema de riego lo permite, el mejor método de aplicación del nitrógeno es la fertirrigación. Esta práctica permite aportar el nitrógeno paulatinamente desde la emergencia hasta que el cultivo presenta el 80% de cobertura del suelo. Forma en que se aportan los elementos nutritivos (mineral/orgánica). Debido a que este cultivo suele ser cabecera de rotación, es normal aplicar una aportación de estiércol de 20 t/ha.

La práctica habitual es aplicar el fertilizante de fondo mediante un complejo NPK. En cobertera se suele emplear urea, solución nitrogenada 32, etc., y nitrosulfato amónico cuando se desea aportar también azufre especialmente indicado en suelos calizos.

Programas de fertilización

De acuerdo con las consideraciones anteriores, se proponen en la tabla 19.4 diferentes programas de abonado mineral.

Enlace visual de deficiencias nutricionales  en patata

Estados fenologicos de la Patata

Estados fenologicos de la Patata, solanum tuberosum

Introducción:
La escala extendida BBCH es un sistema para una codificación uniforme de identificación fenológica de estadios de crecimiento para todas las especies de plantas mono – y dicotiledóneas.

Es el resultado de un grupo de trabajo conformado por el Centro Federal de Investigaciones Biológicas para Agricultura y Silvicultura (BBA) de la República Federal Alemana, el Instituto Federal de Variedades (BSA) de la República Federal de Alemania, la
Asociación Alemana de Agroquímicos (IVA) y el Instituto para Horticultura y Floricultura en Grossbeeren/ Erfurt, Alemania (IGZ).

El código decimal, se divide principalmente entre los estadios de crecimiento principales y secundarios y está basado en el bien conocido código desarrollado por ZADOKS et al. (1974) con la intención de darle un mayor uso a las claves fenológicas.

Estadisticas, costes y cultivos en la Rioja, patata y remolacha

Estadisticas, costes y cultivos en la Rioja, patata y remolacha

Costes de cultivo de la remolacha

Con el actual proceso de reforma de la Organización Común de Mercado (OCM) del azúcar, se abre un futuro incierto para el sector remolachero, un cultivo que ha experimentado en los últimos años un importante proceso de transformación. Actualmente la remolacha es el noveno cultivo por superficie en La Rioja, después de haber perdido en 20 años un 70% de la tierra de cultivo, pero incrementado en más del doble su rendimiento (gráfico 1). Desde la Sección de Estadística del Servicio de Estadística y Registros Agrarios se ha querido revisar el coste de producción de este cultivo.

Costes de cultivo de la patata

La producción de patata en La Rioja supone en las cuentas económicas del sector agrario del año 2010 el 2,14% del valor de la producción final agraria y el 2,86% de la producción final agrícola.
Hace unos años existían grandes variaciones en este valor, debido fundamentalmente a las fuertes oscilaciones de los precios percibidos por el agricultor en el mercado libre. Estas fluctuaciones se han suavizado gracias a que poco a poco se ha ido generalizando la fijación de precios por mediación de contratos con la industria.

Los contratos aseguran un precio de venta, por lo que la rentabilidad del cultivo va a depender de los costes y del rendimiento por hectárea que consiga el agricultor en sus parcelas.
Con el objetivo de determinar un coste medio de producción de patata en La Rioja, se presenta este estudio técnico elaborado por la Sección de Estadística del Servicio de Estadística y Registros Agrarios.

Las dos últimas décadas del campo en la red: costes, datos municipales…

La demanda de información en el sector agrario es cada día mayor y exige, además, un alto grado de calidad, detalle y utilidad para poder ser aplicada en la gestión diaria de las explotaciones. Se precisa claridad en los datos, y sencillez y concreción en su presentación. Una de las herramientas de que dispone la Consejería de Agricultura para la difusión de esta información es la página web, en la que puntualmente se publican los precios agrarios (semanal), coyunturas sobre la evolución de los cultivos y mercados (mensuales y anual) y datos macroeconómicos con carácter anual (Estadística Agraria Regional) y que se elaboran todos ellos desde la Sección de Estadística. A lo largo de este año 2012, esta información se va a incrementar con la incorporación de movimientos pecuarios, costes de cultivos, superficies y censos por municipios y datos estadísticos de los cultivos más representativos de La Rioja en series históricas que abarcarán las dos últimas décadas en el campo
riojano.

Estudio estructural del sector de champiñones y setas en La Rioja

El cultivo de champiñones y setas tiene una elevada representatividad e importancia en el balance económico de la producción del sector agrario riojano, de tal manera que supone el 18,5% en el conjunto de la producción final agrícola (2009) y un 14,8% de la producción final agraria. Son cifras muy significativas si se tiene en cuenta que son sólo 198 las explotaciones dedicadas al cultivo de hongos en La Rioja.

Norma de calidad para patata de consumo 2009

Norma de calidad para patata de consumo 2009

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Artículo 1. Aprobación de la norma de calidad comercial para las patatas de consumo en el mercado nacional.

Se aprueba la norma de calidad comercial para las patatas de consumo en el mercado nacional cuyo texto se inserta en el anexo.

Artículo 2. Ámbito de aplicación.

1. La norma será aplicable en todas las fases de la comercialización, siendo el tenedor de los productos, en relación con los cuales se haya adoptado la misma, el responsable del respeto de dicha conformidad, quien sólo podrá exponer los productos para la venta, ponerlos en venta, venderlos, entregarlos o comercializarlos de cualquier otra forma si se ajustan a dicha norma.

No obstante, en las fases posteriores a la de expedición, los productos podrán presentar, en relación a las prescripciones de la norma, una ligera disminución del estado de frescura y turgencia, así como ligeras alteraciones debidas a su evolución y a su carácter más o menos perecedero.

2. Excepciones.

a) No están obligados al cumplimiento de la norma los siguientes productos:

1.º Los productos vendidos directamente por el productor al consumidor en la explotación del productor y destinados a satisfacer las necesidades personales de dicho consumidor.

2.º Los productos vendidos o entregados por el productor a industrias de manipulación o a centrales de almacenamiento, o transportados desde la explotación del productor hacia tales centrales o industrias.

3.º Los productos transportados a las industrias de manipulación desde las centrales de almacenamiento.

4.º Los productos expuestos para la venta, puestos en venta, vendidos, entregados o comercializados de cualquier otra forma por el productor en los mercados mayoristas ubicados en las zonas de producción no calificados como de destino, con las excepciones que la normativa de tales mercados establezca. Asimismo estos productos cuando son transportados desde dichos lugares de venta al por mayor a industrias de manipulación y/o a centrales de almacenamiento.

5.º Los productos que se expidan a las fábricas de transformación, sin perjuicio de que se puedan establecer normas de calidad para los productos que se destinen a la transformación industrial.

6.º Los productos destinados al consumo animal.

7.º Los productos cuyo destino sea su reutilización como simiente.

En el caso de los productos contemplados en los apartados 2.º, 3.º, 5.º, 6.º y 7.º, deberá acreditarse documentalmente ante los Servicios de Inspección de que los mismos se ajustan a las condiciones previstas, especialmente en lo que se refiere a su destino.

b) Asimismo se exceptúan las tradicionalmente conocidas como «papas antiguas de Canarias» que se definen como los tubérculos procedentes de las variedades cultivadas de «Solanum tuberosum L-subespecie andigena, Solanum tuberosum L-subespecie tuberosum y Solanum χ chaucha Juz. et Buk.» destinadas al consumo humano no incluidas en el Registro de Variedades Comerciales del Instituto Nacional de Semillas y Plantas de Vivero.

Disposición adicional única. Reconocimiento mutuo.

Lo dispuesto en esta disposición no se aplicará a los productos legítimamente fabricados o comercializados en los restantes Estados miembros de la Unión Europea, ni a los productos originarios de los países de la Asociación Europea de Libre Comercio, partes contratantes en el Acuerdo sobre el Espacio Económico Europeo.

Disposición transitoria única. Régimen normativo transitorio.

Los productos a los que se refiere este real decreto que no se ajusten a lo establecido en él, pero cumplan lo dispuesto en la normativa vigente hasta el momento de su entrada en vigor, podrán ser comercializados durante los seis meses siguientes a ese momento.

Disposición derogatoria única. Derogación normativa.

Se deroga la Orden de 6 de julio de 1983, por la que se aprueba la norma de calidad para la patata de consumo destinada al mercado interior.

Disposición final primera. Modificación del anexo I del Real Decreto 2192/1984, de 28 de noviembre, por el que se aprueba el Reglamento de aplicación de las normas de calidad para las frutas y hortalizas frescas comercializadas en el mercado interior.

En el anexo I del Real Decreto 2192/1984, de 28 de noviembre, por el que se aprueba el Reglamento de aplicación de las normas de calidad para las frutas y hortalizas frescas comercializadas en el mercado interior, en la columna de «hortalizas» se suprime «patatas de consumo».

Disposición final segunda. Título competencial.

Lo dispuesto en el presente real decreto tiene carácter de normativa básica, al amparo de lo dispuesto en el artículo 149.1.13ª de la Constitución, que atribuye al Estado la competencia exclusiva sobre bases y coordinación de la planificación general de la actividad económica.

Disposición final tercera. Entrada en vigor.

El presente real decreto entrará en vigor el día siguiente al de su publicación en el

«Boletín Oficial del Estado».

Dado en Madrid, el 16 de enero de 2009.

JUAN CARLOS R.

La Vicepresidenta Primera del Gobierno y Ministra de la Presidencia, MARÍA TERESA FERNÁNDEZ DE LA VEGA SANZ

ANEXO

NORMA DE CALIDAD COMERCIAL PARA LAS PATATAS DE CONSUMO EN EL MERCADO NACIONAL

1. Definición del producto

La presente norma se refiere a los tubérculos de las variedades (cultivares) comerciales de patata obtenidos de «Solanum tuberosum L.» y de sus híbridos, destinados a su entrega en estado natural fresco al consumidor.

Según su condición, se distinguen tres tipos comerciales de patata:

«De Primor» (las que, además de ser cosechadas antes de su completa maduración natural, de modo que su epidermis o piel pueda desprenderse fácilmente por frotamiento, deben comercializarse en los días inmediatos a su recolección).

«Nuevas» (las cosechadas en su completa maduración natural y comercializadas en las semanas inmediatas a su recolección sin más almacenamiento y/o conservación que el necesario para garantizar el desarrollo normal de su proceso comercializador).

«De Conservación» (las cosechadas en su plena madurez, aptas para su comercialización después de pasar por un período de almacenamiento y/o conservación más o menos prolongado, sin merma de sus cualidades organolépticas).

2. Disposiciones relativas a la calidad

La norma tiene por objeto establecer los requisitos que deberán presentar las patatas después de su manipulación y acondicionamiento para su adecuada comercialización en el mercado nacional.

2.1 Requisitos mínimos.

Para todas las categorías, a reserva de las disposiciones especiales para cada una de ellas y sin perjuicio de las tolerancias permitidas, las patatas deberán entregarse:

Enteras y con la piel bien formada, es decir exentas de toda ablación o ataque que tenga por efecto alterar su integridad. La ausencia parcial de piel en los tubérculos «De Primor» no constituye una alteración de la integridad de los mismos.

Sanas, quedando excluidos los productos que presenten podredumbre u otras alteraciones que los hagan impropios para el consumo.

Prácticamente limpias, exentas de materias extrañas visibles. Firmes y de aspecto fresco.

Prácticamente exentas de plagas.

Prácticamente exentas de daños causados por plagas.

Sin germinar. Se consideran tubérculos sin germinar aquellos en los que los brotes no miden más de 3 mm. En las patatas «De Primor» y «Nuevas» no se admite la presencia de ningún brote.

Exentas de un grado anormal de humedad exterior, es decir suficientemente secas tras el lavado al que se hayan podido someter en su caso.

Exentas de olores y/o sabores extraños.

Prácticamente exentas de defectos externos o internos que perjudiquen a su aspecto, a su calidad, a su conservación y/o a su presentación, tales como:

Manchas pardas debidas al sol.

Enverdecimiento en más de la octava parte de la superficie total del tubérculo, que no pueda desaparecer con un pelado normal (aproximadamente de 1,75 mm, de espesor).

Grietas, incluidas las de crecimiento (con una longitud mayor que la mitad del eje correspondiente a la dirección de la grieta), fisuras, cortes, mordeduras, picaduras y magulladuras, de una profundidad superior a 3,5 mm para los tubérculos «De Primor» y 5,0 mm para los demás, y/o rugosidades de la piel (para aquellas variedades en las que ésta no es normalmente rugosa).

Deformaciones fuertes (muñones o carretes).

Manchas subepidérmicas, de más de 5,0 mm de profundidad, grises, azules o negras, sobre una superficie mayor de 2 cm2.

Manchas de mohos (herrumbre), corazón hueco, ennegrecimiento y otros defectos internos.

Sarna común profunda y sarna polvorienta afectando en más de la décima parte de la superficie total del tubérculo y con una profundidad de 2 mm o más.

Sarna común superficial en más de la cuarta parte de la superficie total del tubérculo, que no pueda desaparecer con un pelado normal.

Daños causados por el frío.

Las patatas deberán haberse cosechado cuidadosamente y presentar las características morfológicas normales de su tipo varietal, teniendo en cuenta la zona y el año de producción.

2.1.1 El desarrollo y estado de las patatas deberán ser tales que les permitan: Soportar el transporte y la manipulación.

Llegar en condiciones satisfactorias a su destino.

Cada lote (entendiendo como tal la cantidad de patatas producidas en circunstancias casi idénticas, que tienen en común: el origen, la variedad, el tipo comercial, la manipulación

–categoría– y el acondicionamiento) deberá estar prácticamente exento de sustancias y objetos extraños, como por ejemplo: tierra adherida o libre, brotes no adheridos, piedras, etcétera.

2.2 Clasificación.

Las patatas se clasificarán en una de las dos categorías siguientes:

2.2.1 Categoría I.

Las patatas clasificadas en esta categoría deberán ser de buena calidad y presentar las características morfológicas regulares del tipo varietal al que pertenezcan.

No obstante podrán presentar los siguientes defectos, siempre y cuando no se vean afectados el aspecto general del producto, su calidad, su estado de conservación y su presentación:

Un ligero defecto de forma, teniendo en cuenta la forma típica del tipo varietal y su zona de producción.

Ligeros defectos de aspecto. Ligeros defectos superficiales. Un ligero defecto de coloración. Muy ligeros defectos internos.

2.2.2 Categoría II.

Esta categoría comprenderá las patatas que no puedan ser clasificadas en la categoría I pero que cumplan los requisitos mínimos establecidos.

No obstante se admitirán la presencia de los siguientes defectos, siempre y cuando el producto conserve sus características esenciales de calidad, de conservación y de presentación:

Un defecto de forma, teniendo en cuenta la forma típica del tipo varietal y su zona de producción.

Defectos de aspecto. Defectos superficiales.

Un defecto de coloración. Ligeros defectos internos.

3. Disposiciones relativas al calibrado

El calibre vendrá determinado por la longitud del lado de la retícula de una malla cuadrada, en la que pasen los tubérculos de forma natural y más favorable.

El calibre mínimo de las patatas se fija en 28 mm para las «De Primor» y 35 mm para las demás. No obstante, se admitirá la comercialización de las patatas con un calibre comprendido entre 18 mm y los mínimos citados, bajo la denominación «Patata menuda fuera de calibre» u otra designación de venta equivalente.

La homogeneidad de calibre no es obligatoria en aquellos envases de venta de un peso neto superior a 5 kilogramos. En los envases de venta con un peso neto inferior o igual a 5 kilogramos, la diferencia entre las unidades mayor y menor no será superior a 35 mm.

Con carácter facultativo, las patatas en envases de más de 5 kilogramos podrán presentarse calibradas. En este caso, el intervalo entre los calibres mayor y menor dentro de un mismo envase no será superior a 45 mm.

4. Disposiciones relativas a las tolerancias

Dentro de los límites que se disponen a continuación, se admitirán en cada envase o, en caso de expedición a granel, en cada lote, la existencia de productos que no cumplan los requisitos de calidad y calibre de la categoría indicada, así como la presencia de otras variedades.

4.1 Tolerancias de calidad.

4.1.1 Categoría I.

En el caso de las patatas «De Primor» y «Nuevas», un 6% en peso de tubérculos que no cumplan los requisitos de esta categoría, en las cantidades máximas definidas en el apéndice adjunto, pero que se ajusten a los de la categoría II o, excepcionalmente, que se incluyan en las tolerancias de esa categoría.

En el caso de las patatas «De Conservación», un 8% en peso de tubérculos que no cumplan los requisitos de esta categoría, en las cantidades máximas definidas en el apéndice adjunto, pero que se ajusten a los de la categoría II o, excepcionalmente, que se incluyan en las tolerancias de esa categoría.

4.1.2 Categoría II.

Un 8% o un 10% en peso, para las patatas «De Primor» y «Nuevas» o «De Conservación», respectivamente, de tubérculos que no cumplan los requisitos de esta categoría ni tampoco los requisitos mínimos, en las cantidades máximas definidas en el citado apéndice adjunto, quedando excluidos los productos que presenten podredumbre u otras alteraciones que los hagan impropios para el consumo.

4.2 Tolerancias de calibre.

Para todos los tipos y categorías, un 6% en peso de tubérculos que no cumplan los requisitos de calibre mínimo establecidos o, en caso de presentarse calibrados, que no correspondan al calibre inferior y/o superior al especificado, en una desviación máxima del 15%.

4.3 Tolerancias de otras variedades.

Un 2% en peso de tubérculos de variedades diferentes a la que constituye el envase o, en caso de expedición a granel, el lote.

5. Disposiciones relativas a la presentación

5.1 Homogeneidad.

El contenido de cada envase o, en caso de expedición a granel, de cada lote, deberá ser homogéneo, incluyendo únicamente patatas del mismo tipo comercial, origen, variedad, calidad y calibre, si se presentan calibradas.

No obstante, los envases de venta de un peso neto no superior a 3 kilogramos, podrán contener mezclas de patatas de diferentes variedades siempre y cuando sean homogéneas en cuanto a tipo comercial y calidad y los tubérculos de cada variedad sean del mismo origen y calibre en su caso.

La parte visible del contenido del envase o del lote, si las patatas se presentan a granel, tendrá que ser representativa del conjunto.

Sin perjuicio de las disposiciones anteriores de este punto, los productos regulados por el presente real decreto podrán aparecer mezclados, en envases de venta de un peso neto inferior o igual a 3 kilogramos, con frutas y hortalizas frescas de especies diferentes, en las condiciones establecidas en el Reglamento (CE) n.º 48/2003 de la Comisión, por el que se establecen las normas aplicables a las mezclas de frutas y hortalizas frescas de diferentes especies contenidas en un mismo envase de venta.

5.2 Acondicionamiento.

El envase de las patatas deberá protegerlas convenientemente.

Los materiales utilizados en el interior del envase deberán estar limpios y ser de una materia que no pueda causar al producto alteraciones internas ni externas. Se permitirá el uso de materiales y, en especial, de papeles o sellos que lleven indicaciones comerciales, siempre que la impresión o el etiquetado se hagan con tintas o gomas que no sean tóxicas.

Los envases deberán estar exentos de materias extrañas. No obstante, en determinados casos, se autoriza la utilización de materiales especiales dentro del envase (turba por ejemplo) siempre que no afecte negativamente a los tubérculos, a fin de asegurar una mejor conservación de los mismos en los transportes a largas distancias.

La posible utilización de etiquetas, pegadas individualmente en los productos serán de unas características tales que, al retirarlas, no dejen rastros visibles de cola ni ocasionen defectos de la epidermis.

6. Disposiciones relativas al marcado

En los casos de presentación en envase, éste llevará agrupadas en uno de sus lados, con caracteres legibles, indelebles y visibles, expresados al menos en la lengua española oficial del Estado, las indicaciones siguientes:

6.1.1 Identificación.

El nombre, la razón social o la denominación del envasador y/o del expedidor o del vendedor y, en todo caso, su domicilio.

6.1.2 Naturaleza del producto.

«Patatas de primor», «Patatas nuevas», «Patatas de conservación», según corresponda. Sin calibrar o calibrado.

Nombre de la variedad.

En su caso, denominación específica de venta para las patatas que no se ajusten a los calibres mínimos.

En los envases de venta que contengan mezcla de patatas de distintas variedades:

«Mezcla de patatas».

Cuando el contenido no pueda verse, indicación de las variedades presentes en el envase y del número mínimo de piezas de cada variedad.

6.1.3 Origen del producto.

País de origen y, facultativamente, zona de producción regional o local o denominación nacional.

Si el envase de venta contiene una mezcla de patatas de diferentes variedades de orígenes distintos, la indicación de cada uno de los países de origen deberá figurar junto a los colores correspondientes.

6.1.4 Características comerciales. Categoría.

Peso neto. En los envases de venta que contengan mezcla de patatas de distintas

variedades, proporción de cada una de ellas.

Indicación del lote.

Calibre, expresado por el calibre mínimo seguido de la expresión «y +» o de las palabras «y más» o por el calibre mínimo y máximo.

Facultativamente: Utilización culinaria recomendada, color de la piel, color de la carne, forma del tubérculo, circunstancias particulares de producción, condiciones relativas de almacenamiento y conservación, significación de su tratamiento con productos antigerminativos o no, etc.

6.2 A granel.

En los casos de presentación a granel, las indicaciones anteriormente mencionadas deberán figurar en un documento que acompañe a la mercancía, fijado de forma visible en el interior de sus transportes o envases. Para su venta al público, los comerciantes minoristas deberán colocar las indicaciones relativas a la naturaleza, origen y características comerciales del producto en un cartel bien visible en el lugar de venta, siendo la parte de la mercancía expuesta representativa del conjunto del lote.

No es necesario que las indicaciones citadas figuren en los bultos, en su caso, cuando éstos contengan envases de venta, visibles desde el exterior, y en todos figuren esas indicaciones; dichos bultos deberán estar exentos de todo marcado que pueda inducir a error. Cuando los bultos se apilen en palés, las indicaciones figurarán en una ficha visible colocada al menos en dos lados del palé.

Límites de defectos admitidos en las tolerancias de calidad para las patatas

De Primor Nuevas De Conservación 
Defectos
Cat. I Cat. II Cat. I Cat. II Cat. I Cat. II
Tierra o materias extrañas
1 2 1 2 1 2
Tubérculos dañados, golpeados o agrietados
1 2 1 2 1 2
Tubérculos deformes (1)
1 2 1 2 1 4
Corazón hueco, vitriosidad
1 2 1 2 1 2
Tubérculos con sarna superficial o piel agrietada (2)
2 4 2 4 3 6
Tubérculos con manchas de hierro (3)
2 4 2 4 2 4
Tubérculos enverdecidos (4)
1 2 1 2 1 2
Tubérculos brotados (5)
0 0 0 0 3 6
Máximo Total
6 8 6 8 8 10

(1)   En las variedades de forma regular, poco pronunciados en la catagoría I y ligeramente pronunciados en la categoría II.

(2)   Se Considera que un tubérculo está afectado de sarna o piel agrietada, cuando la alteración alcanza a más de una cuarta parte de su superficie total.

(3)   Se considera que un tubérculo está afectado de manchas de hierro, cuando la alteración alcanza a más de una octava parte de la superficie de un corte medio en sentido longitudinal.

(4)   Se considera que un tubérculo está enverdecido, cuando la alteración alcanza a más de la octava parte de su superficie total.

(5)   Se considera que un tubérculo está brotado, cuando presenta uno o más brotes superiores a 3 mm.

Necrosis por frio en conservacion de Patata

Necrosis por frio en conservacion de Patata

Cuando la patata se encuentra en un ambiente de bajas temperaturas sin llegar a la congelación, la necrosis por frío se manifiesta con diferentes formas de coloración interna.

En algunos casos, se manifiesta en el anillo vascular y las zonas más próximas, en otras es el tejido vascular y las nerviaciones hasta la médula lo que ennegrece y en otros casos aparecen en la piel del tubérculo manchas irregulares de color gris hasta el negro.

Las patatas afectadas por necrosis de frío, se arrugan antes que las no afectadas, debido a los daños que se producen en los tejidos.

Cuando las temperaturas de almacenamiento son muy bajas pero sin llegar a producirse la necrosis por frío, como ya comentamos, la conversión del almidón en azúcares se produce en mayor cantidad de la necesaria para la respiración y hay una acumulación de azúcares en el tubérculo.

Se debe procurar manipular patatas, cuando la temperatura de las mismas esté entre 7 y 21°C.

TRANSPORTE
Las patatas se suelen transportar del campo al almacén a granel en camiones. Se debe cubrir la superficie superior del camión con una lona o plástico grueso opaco, para evitar pérdidas de humedad y enverdecimiento de la patata en contacto con la luz.

CURADO
Antes de su conservación, las patatas deben ser seleccionadas y curadas. Se deben eliminar todos los tubérculos rotos, cortados o infectados. El curado es un proceso por el cual la patata cierra las heridas de cosecha, formando suberina en la zona de la herida y creando una nueva peridermis. Es un proceso muy efectivo para reducir perdidas de humedad e infecciones durante el almacenamiento Las condiciones ideales de curado de patata son una temperatura de 15-20C y una humedad relativa de 85-90% durante 5-10 días

ALMACENAMIENTO
Tras el curado, los tubérculos son almacenados por un periodo de 3 hasta 10 meses. Durante este periodo es importante mantener una temperatura y humedad relativa constante para evitar pérdidas de humedad.

Las condiciones ideales de almacenamiento dependen mucho de la variedad, pero en general para patatas de uso entero las condiciones ideales son de 4-7C y 95-98% de humedad relativa. Debe haber suficiente circulación de aire alrededor de las pilas o cajones de patata para evitar la anaerobiosis (bajo oxigeno alrededor del tubérculo) y la acumulación de CO2.

El almacenamiento de patata para procesado (patatas fritas, puré, etc.) requiere una temperatura superior, de 8-12C y 95-98% de humedad relativa. Esto se debe al fenómeno de descomposición de almidón a azucares durante el almacenamiento de la patata en temperaturas bajas. Si las patatas para procesado acumulan azucares, esto provoca color oscuro y sabor dulce durante su procesado posterior, lo cual no es deseable en el mercado.

El enfriamiento de la patata desde su temperatura de campo a su temperatura ideal de almacenamiento debe ser progresivo, bajando 2-3 C por semana hasta llegar a la temperatura deseada de almacenamiento.

Aunque la humedad relativa del aire debe ser alta, hay que evitar condensación en las paredes o recipientes, o sobre el producto, ya que esta condensación estimula el crecimiento de patógeno.

Corazon negro en almacenamiento de Patata

Corazon negro en almacenamiento de Patata

El corazón negro se produce como consecuencia de la asfixia de los tejidos, en general, de los tubérculos.

Podemos señalar como causas:

  • Las elevadas temperaturas, sin ventilación adecuada, tanto en el transporte como en el almacenamiento, debido a que la patata necesita oxígeno (02), corno ser vivo que es, para sus procesos respiratorios. Si la temperatura es alta acelera la respiración del fruto y produce más anhídrido carbónico (CO2) y al tener una ventilación deficiente, no se puede eliminar, con lo cual se limita la capacidad de absorción de 02 por los tubérculos.
  • Exceso de humedad, tanto en el campo por encharcamiento/ como en los almacenes si la patata entra mojada a los mismos. La película de agua que recubre el tubérculo, elimina todas las posibilidades de intercambio gaseosoy sobre todo, el centro de los tubérculos está en condiciones anaeróbicas lo cual nos produce el corazón negro. Los tubérculos gruesos son más propensos a este tipo de problemas debido a que la difusión de los gases, que se realiza a través de los espacios intercelulares, es proporcional al volumen de los mismos y si se produce una reducción del intercambio gaseoso, cuanto más gruesos son los tubérculos más dificil es que el 02 llegue hasta el corazón del fruto.
  • Las bajas temperaturas en aquellos almacenes donde está limitado el suministro de 02 por las razones ya expuestas.

Síntomas externos

Aunque normalmente esta alteración no puede verse hasta que no se corta la patata, a veces se manifiesta al exterior con un tono gris o negro en la superficie del tubérculo y puede manifestarse en la parte exterior pudiéndose ver incluso más claramente esta zona que en el interior del tubérculo. Los tejidos afectados por esta alteración son fácilmente invadidos por bacterias y hongos.

Soluciones prácticas

  •    Evitar los encharcamientos en el campo.
  •    Evitar el exceso de humedad durante el almacenamiento.
  •    Evitar las altas temperaturas en el almacén.
  •    Procurar una ventilación correcta ya sea de forma natural o artificial.

Condiciones de almacenamiento de la Patata

Condiciones de almacenamiento de la Patata

La patata es una hortaliza que se produce principalmente con tres fines, consumo inmediato, industrialización y conservación.
La patata es una parte viva del tallo y se produce en los estolones (tallos subterráneos) que a partir de un determinado momento comienzan a aumentar el volumen de sus extremos y se forma la patata tal como la conocemos.
Cada día con más rigor, se exigen en los mercados frutos y tubérculos con mayor calidad, tanto interna como externa.
Los principales factores que influyen en la calidad de la patata son:

  •     Clima
  •     Suelo
  •     Variedad
  •     Labores culturales
  •     Recolección
  •     Almacenamiento

En cuanto a los tubérculos ya recolectados las características de calidad pueden resumirse en los siguientes puntos:

  •     Tamaño y forma de los tubérculos.
  •     Daños y defectos.
  •     Contenido en materia seca.
  •     Contenido en azúcares reductores.
  •     Ennegrecimiento no enzimático.

En el tema que nos ocupa, que es el almacenamiento de la patata, vamos a analizar:

  •     Condiciones de almacenamiento de los tubérculos.
  •     Principales problemas de la patata almacenada.
  •     Sistemas a utilizar para un correcto almacenamiento.
  •     Productos químicos a utilizar durante el almacenamiento.

Hemos comentado, que la patata es una parte viva del tallo, con un elevado contenido de agua, y como todo ser vivo, al respirar consume oxígeno y desprende anhídrico carbónico.
En función del destino final de la patata, la conservación de la misma requiere unas condiciones de temperatura y humedad diferentes.

De todas las formas, a temperaturas entre 3 y 5°C, las patatas pueden conservarse bien durante largo tiempo ya que a esas temperaturas, la respiración de los tubérculos se reduce de una forma importante, así como el desarrollo de hongos y bacterias.

En cuanto a humedad, para evitar que las patatas pierdan agua por evaporación, hay que mantener en el aire, humedades relativas superiores al 90%; ya que si la humedad relativa es baja, los tubérculos se ablandan y se arrugan debido a las pérdidas por evaporación de agua de las propias patatas.

Dos cosas diferentes son, que la humedad relativa sea alta y otra que las patatas estén húmedas o mojadas, la primera es positiva para la conservación y la segunda puede causar perjuicios graves durante el almacenamiento, ya que favorece el desarrollo de patógenos y estimula la germinación.

Está comprobado que si las patatas se conservan entre 3 y 5°C, el contenido- en azúcares reductores aumenta, debido a una más rápida degradación del almidón que produce en las patatas, al freírlas, un color tanto más oscuro cuanto más elevada es la cantidad de azúcares reductores, entre los que citaremos glucosa, fructosa, maltosa, etc. No es necesario comentar la importancia de este tipo de alteración en patatas para aperitivos, en las que el contenido en azúcares reductores no puede exceder del 0.2¬0.3% del peso en fresco del tubérculo. En el caso de patatas destinadas a ser fritas o la producción de escamas dicha cantidad debe estar por debajo del 0.5% del peso en fresco.

La cantidad de azúcares reductores, depende del estado de madurez de los tubérculos en el momento de la destrucción de la mata, cuanto menor es la maduración de la patata, mayor es el contenido en azúcares reductores y, como hemos comentado, como consecuencia de este contenido en azúcares, peor será el color a la hora de freír los tubérculos.

Para la determinación de los azúcares reductores, se puede utilizar un método, rápido y sencillo, que consiste en la utilización de tiritas de glucosa.

La patata se corta en dos y se coloca una tirita de glucosa sobre las superficies recién cortadas, se espera unos minutos y se compara el color que adquiere la tirita con los colores que lleva el envase de las mismas y podremos conocer el nivel de glucosa en los tubérculos.

Ya hemos comentado, que entre los azúcares reductores de la patata no solo está la glucosa, también la fructosa tiene su importancia, hasta el punto de que el contenido en glucosa se multiplica por dos, y se da el producto como azúcares reductores en el tubérculo, considerando incluida la fructosa.

Después de estos comentarios, tenemos que pensar que la conservación de patatas destinadas al consumo (mercados del día a día) o a la industria deben conservarse a otras temperaturas.

Tª CONSERVACIÓN    —> 7 -10°C
HUMEDAD RELATIVA    90 – 93%

Con estas condiciones tenernos una parte del problema resuelto, ya que al subir la temperatura con una humedad relativa alta estamos favoreciendo el desarrollo de los brotes de los tubérculos, que es útil para la patata de siembra, pero no para la que se guarda para consumo o para la industria.

Esto nos lleva a la necesidad de utilizar inhibidores de la brotación de los que hablaremos más adelante.

INHIBIDORES DE LA BROTACIÓN

Las patatas de siembra pueden conservarse entre 3-4°C y antes de utilizarlas se deben poner a 15°C durante 2-3 días.
Podemos concluir diciendo que las temperaturas y humedades relativas para la conservación de la patata dependen más del destino del producto que del propio producto.