Glosario de malas hierbas del jardin

Glosario de malas hierbas del jardin

Aguijones: órganos de la epidermis que con diferencia a las espinas se pueden soltar fácilmente.

Antela: inflorescencia paniculada de las juncáceas. (Las ramas inferiores con inflorescencia sobrepasan a las superiores).

Aplicación: hacer uso de un producto fitosanitario.

Asimétrico: de mitades desiguales (por ejemplo las mitades de los cotiledones).

Aurícula: pequeña protuberancia de una hoja en forma de orejita, casi. siempre en la base foliar.

Basilar: hojas basilares son aquellas, que se desarrollan de la base del tallo, con frecuencia apoyadas sobre el suelo juntas formando una roseta.

Brácteas, hojas tectrices: hipsófilos, en parte vivamente coloreados, de cuyos ángulos salen flores (por ejemplo en las umbelíferas).

Brácteas involucrales: hipsófilos, que envuelven una flor o una inflorescencia protegiéndola.

Cabezuela: inflorescencia oviforme a esférica con muchas flores muy pobladas, con frecuencia rodeadas de numerosas involucrales

Capítulo: forma de inflorescencia similar a las cabezuelas, pero mas bien con eje discoide o esferoide.

Ciatio: inflorescencia de las euforbiáceas, que forman una seudoflor (cinco hipsófilos concrescidos en forma tubular; en cada ángulo foliar tienen un cincino de flores masculinas consistentes de un solo estambre, la flor femenina consiste solo del ovario compuesto de tres partes).

Cincino, cima escorpioide: inflorescencia, donde los brotes florales subsecuentes se encuentran de forma alternada a los diferentes lados del brote principal.

Corimbo: racimo donde las flores están en un mismo nivel.

Cotiledones: las primeras hojas de la planta, siempre de forma simple.

De cabeza axial: la raíz principal como eje subterráneo de la planta desarrolla órganos (cabezas), de los cuales salen brotes laterales para la manutención o la multiplicación de la planta (cf. también «multiplicación vegetativa»).

Dicotiledón: plantas con dos cotiledones, también llamadas dicotiledóneas.

Dioico: plantas que solo llevan flores masculinas o femeninas.

Espectro eficaz: es la gama de eficacia.

Espiga: inflorescencia formada por flores sentadas o de pedúnculo corto dispuestas en el eje principal prolongado (hierbas espigosas, plantagináceas).

Espiguillas: inflorescencia parcial de una espiga compuesta (gramíneas), envuelta por glumas estériles generalmente con varias flores sentadas en la axila de la glumela con frecuencia aristada.

Espinas: crecen de las capas más profundas del tallo. Al contrario de los aguijones no se pueden sacar.

Espolón: bolsa despuntada hasta filiforme de un sépalo o pétalo que sobresale hacia atrás del receptáculo.

Estambres: órganos foliares transformados a portadores de polen, círculo sexual masculino de la flor, consistentes de los filamentos y de las antenas.

Estípulas: pequeñas protuberancias en la base del peciolo, casi siempre en forma de hoja, a veces en forma de espina, casi exclusivamente limitadas a las plantas dicotiledóneas.

Estolones: vástagos delgados prolongados que salen de la base del eje caulinar y se extienden por debajo y por encima del suelo.

Falsa umbela (cima): inflorescencia umbeloide, pero con ramificación complicada (el eje principal con flor terminal es sobrepasado por los ejes secundarios en floración).

Fascículo: ver glomérulo.

Flor compuesta: inflorescencia de las compuestas, flor dispuesta en cabezuela o capítulo, casi siempre con papo.

Flores discoídeas: flores que se encuentran dentro de los flósculos radiales de la inflorescencia en forma de capítulos de las compuestas, casi siempre flores tubiformes.

Flores tubiformes: flores solitarias radiales en forma de tubos, de las compuestas, ubicadas en el centro del capítulo.

Flósculo radial: en las compuestas, flor situada al borde de los capítulos, generalmente de colores llamativos y en forma de lengüeta, también se las llama flores liguladas.

Esquema de una flor ligulada: A = ovario; B = vilano; C = anteras; D = lígula; E = estilo con estigma

Fórmula: preparación de una sustancia biologicamente eficiente con sustancias portadoras, disolventes, emulsionantes, dispersantes, agentes para la adhesión y humectantes.

Glándulas: órganos asentados en la epidermis de las plantas que segregan un líquido.

Glomérulo (Fascículo), Umbela doble: inflorescencia redondeada con flores sentadas o de pedúnculo corto, amontonadas de forma irregular (los armuelles).

Esquema de una umbela compuesta.

Graminicida: herbicida para combatir las gramíneas.

Hábito: forma de apariencia externa, figura externa.

Herbicida: sustancia para combatir las malas hierbas.

Herbicidas edáficos: herbicidas, que llegan a la planta sobre todo a través del suelo por las raíces, actuando allí.

Herbicida foliar: herbicida, que ejerce su acción sobre nivel en las partes verdes de la planta, asimilando éstas las sustancias activas.

Hermafrodita: organos masculinos y femeninos en una misma flor la mayoría de las flores son hermafroditas

Hipocótilo: sección de la plántula entre el cuello de la raíz y los cotiledones (paso de la raíz al vástago).

Hipsófilos: pequeñas hojas incípidas (con función protectora), que se encuentran en la región superior del brote, en el sector de la inflorescencia

Lígula: piel muy fina de las gramíneas en la vaina foliar, que impide la entrada de agua entre el tallo y la vaina.

Limbo (foliar): superficie de la hoja, simple (no partida), partida o compuesta, es decir, se compone de hojas parciales.

Mediterráneo: que se refiere al mar mediterráneo y los países colindantes.

Monocotiledonas: plantas de un solo cotiledón, también llamadas monocotiledóneas. (Por ejemplo gramíneas, juncáceas e iridáceas).

Monoico: flores masculinas (sólo con estambres) y flores femeninas (sólo con pistilo) en la misma planta (por ejemplo la ortiga menor).

Ocrea: vaina amplexicaula de estípulas concrescentes (órgano protector de los brotes en las poligonáceas).

Pálea, glumela: brácteas pequeñas y secas en forma de escamas de una flor (por ejemplo en el receptáculo de la fam. de la manzanilla).

Panícula, panoja: inflorescencia compuesta (racimo), cuyas ramas laterales se ramifican, con frecuencia de contornos piramidiformes.

Panícula umbelar: ver panícula, pero las flores casi a igual nivel.

Papo: corola en forma de pluma (finos pelos o cerdas) de los frutos de las compuestas (paracaídas).

Pelos urticantes: protuberancias de la epidermis de las plantas que contienen un líquido que irrita la piel.

Procedimiento de post-emergencia: aplicación de herbicidas después de que las plantas útiles hayan emergido.

Pétalos: hojas libres o concrescentes de la corona de la flor, casi siempre de colores o blancos, formando el círculo interior del perianto.

Sépalos: organos de la hoja para proteger el brote floral, casi siempre verdes, forman el círculo exterior del perianto, en muchas familias son concrescentes.

Subespecie: abreviado ssp. o subsp.

Pínnulas: hojas parciales que salen del nervio central de la hoja.

Sustancia activa: es la materia activa de un herbicida.

Plantas anuales: sólo necesitan un verano desde la germinación hasta la madurez.

Plantas anuales invernantes: germinan en otoño y fructifican hacia finales del verano siguiente.

Umbela: inflorescencia formada por muchos ejes con una sola flor, que arrancan de la punta del eje principal. Umbela doble: una umbela, que en lugar de tener una flor solitaria en la punta, ésta se ramifica formando asi ejes con varios radios florales.

Plantas bianuales: necesitan dos veranos para su pleno desarrollo y el invierno que esta entre los dos veranos. En su primer año de vida forman el estadio vegetativo, casi siempre una roseta y en el segundo año forman el estadio generativo.

Unisexuado (diclino): flor que sólo lleva estambres o carpelos.

Procedimiento de pre-emergencia: aplicación de herbicidas en la época entre la siembra y la emergencia de las plantas útiles.

Procedimiento de pre-siembra: aplicación de los herbicidas antes de la siembra de las plantas útiles.

Profilos: hipsófilos pequeños y simples inmediatos a la flor.

Propagación vegetativa: reproducción asexual mediante la formación de vástagos nuevos jóvenes por órganos subterráneos (estolones, rizomas, tubérculos, bulbos, raíces brotantes) o epigeos (estolones, bulbos brotantes).

Plantas hibernantes: ver plantas anuales invernantes.

Racimo: inflorescencia donde las flores están en los ejes laterales del eje principal.

Rizoma: vástago subterráneo con función de reserva, perenne a plurienal, que crece en dirección horizontal u oblicua, casi siempre muriéndose paulatinamente desde atrás.

Plantas perennes: plantas que viven varios años y que florecen y fructifican cada año. Aparte de multiplicarse por semillas se multiplican también vegetativamente.

Vaina foliar: base de la hoja expandida en forma de vaina que abraza al tallo; sobre todo en las gramíneas y poligonáceas.

Verticilastro: flores amontonadas, sentadas o de pedúnculo corto, en las axilas de las hojas opuestas (ortiga menor).

Verticilo: las hojas y las flores (tres y más) dispuestas en un mismo plano alrededor del eje caulinar.

Plantas solitarias: plantas que al crecer aisladamente no sufren bajo la fuerza competitiva de otras plantas.

Selectivo: herbicidas de acción selectiva, combaten en los cultivos solamente las malas hierbas.

Glosario de Jardineria

Glosario de Jardineria

ACTINOMORFA, partes, órganos de un vegetal que tienen por lo menos dos planos de simetría. Simetría radial, opuesto a zigomorfo

ACUMINADO, que termina en punta, apuntado, puntiagudo. Se suele usar para referirse a diferentes órganos vegetales, en especial las hojas, que terminan en punta.

ADVENTÍCIO, órgano animal o vegetal que se desarrolla en un lugar distinto del habitual y cuya presencia no es común.

ALCORQUE, hoyo que se hace al pie de las plantas para detener el agua en los riegos.

AMENTO, inflorescencia racimosa, gral. colgante, que consiste en una espiga articulada por su base y compuesta de flores de un mismo sexo.

ANDROCEO, estructura reproductora masculina que consta del conjunto de los estambres de una flor.

ANDROMONOICO, cuando sobre un mismo individuo vegetal existen flores hermafroditas y unisexuales masculinas al mismo tiemmpo.

ANEMÓFILA, planta cuya polinización se realiza a través del viento.

ANGIOSPERMA, son las plantas que tienen flores. ANTERA, parte terminal del estambre de una flor, en plantas angiospermas.

ANVERSO, cara o parte mas importante de una hoja, moneda…

ÁPICE, extremo superior o punta de alguna cosa.

ÁPTERO, sin alas.

ARILO, cobertura carnosa de ciertas semillas formado a partir de la expansión del funículo (punto de unión de la semilla al ovario).

ARRIATE, era estrecha y dispuesta para tener plantas de adorno junto a las paredes de los jardines y patios.

ASURADO, desequilibrio hídrico causado por una excesiva evapotranspiración en días de fuerte calor.

BALAUSTA, fruto carnoso, de ovario ínfero, pluriseminado con las semillas con episperma jugoso BAYA, fruto con el mesocarpo y el encocarpo carnoso.

BASÍPETO, crecimiento que se realiza en la base.

BEJUCO, plantas trepadoras parecidas a las parras originarias de Suramérica que son reconocidas por sus poderes curativos.

BINA, dar la segunda reja(arado) a las tierras de labor.

BIPINNATISECTA, hoja pinnatisecta cuyos lóbulos se dividen nuevamente,

BOHORDO, tallo herbáceo y sin hojas que sostiene las flores y el fruto de algunas amarilidáceas, como el agave, liliáceas…

BRÁCTEA, hoja modificada que acompaña a las flores ayudando a atraer insectos polinizadores.

BULBO, es el órgano subterráneo que usan algunas plantas para almacenar nutrientes, se forma por el engrosamiento de la base de las hojas. P ej: la cebolla.

CAMÉFITO, plantas leñosas o herbáceas vivaces cuyas yemas de reemplazo se encuentran por debajo de los 50 cm de altura de media.

CALCÍFUGA: planta que no puede vivir en suelos ricos en calcio.

CAPITEL, formación que tienen las hojas de algunas palmas pinnadas, las cuales forman una funda o vaina en el ápice del estípite.

CARPELO, cada una de las hojas modificadas y fértiles que forman el gineceo.

CAULINAR, concerniente o relativo al tallo.

CEPELLÓN, pella de tierra que se deja adherida a las raíces de los vegetales al trasplantarlos.

CHAMPÓN, sinónimo de manojo en algunos paises iberoamericanos.

CORDADA (hoja), acorazonada, que tiene forma de corazón.

CORIMBO, inflorescencia abierta,racimosa en la que todas las flores abren a un mismo nivel.

CORNÍCULOS, pequeñas estructuras tubulares en la parte posterior del cuerpo de algunos insectos.

COROLA, verticilo interno de las flores que tienen perianto heteroclamídeo. Se compone de pétalos generalmente de colores llamativos.

COTILEDÓN, la o las primeras hojas de la planta ya preformadas en el embrión de las plantas con semilla.

CRENADO, con dientes anchos y obtusos formando una onda.

CULTIVAR, planta cultivada que ha sido seleccionada en razón a sus características únicas y que tiene un nombre propio (por debajo de la especie y diferente de la variedad) 

DECIDUA, caediza.

DECUMBENTE, planta o tallo rastrero, tendido sobre el suelo, pero sin arraigar.

DECURRENTE, órgano laminar, que prolonga la lámina y se adosa en parte por debajo del punto de inserción.

DECUSADO, dicho de dos órganos vegetales, generalmente hojas, dispuestos en forma de cruz.

DEHISCENTE, fruto que en la madurez se abre espontáneamente, liberando las semillas.

DIOICO, especie vegetal que posee los órganos sexuales masculino y femenino en individuos distintos.

DISÁMARA, fruto formado por dos sámaras.

DOSEL (arbóreo), tb canopia, hábitat que comprende la región de las copas y regiones superiores de los árboles de un bosque.

DRUPA, fruto simple indehiscente carnoso que procede generalmente de un gineceo unicarpelar instalar; ovario siempre hipogeo. Café, mango, pistacho, género prunus. DURAMEN, parte más vieja del leño, más consistente y oscura e interna.

ENDÉMICO, propio y exclusivo de determinadas localidades o regiones.

ENDOCARPO, capa interna del pericarpo, que suele corresponder a la epidermis interna del carpelo.

ENDOSPERMA, tejido nutritivo que acompaña al embrión en la semilla, originado por una segunda fecundación en las angiospermas.

ENTOMÓFILA, planta cuya polinización necesita la participación de insectos.

ENTRENUDO, parte del tallo comprendida entre dos nudos.

ENVÉS, cara posterior de una cosa plana y delgada, especialmente de una tela o de una hoja de una planta.

EPICARPO, en el pericarpo de los frutos, es la capa externa del mismo, que suele corresponder a la epidermis externa del carpelo.

EPÍFITA, planta que vive sobre otra.

EPÍGEO, cuando un órgano de un vegetal se desarrollan sobre el suelo, generalmente raíces y rizomas que crecen en el exterior.

EPÍGINA, flor de ovario ínfero.

ESCLERÉNQUIMA, tejido de sostén formado por células muertas al madurar y de paredes muy gruesas.

ESPATA, bráctea generalmente amplia y a veces coloreada que envuelve a una inflorescencia.

ESTACA (esqueje), fragmento de tallo o rama con yema, de consistencia leñosa que se corta de un árbol o arbusto para, una vez plantada, dar un nuevo ejemplar

ESTADIO, etapa o fase de un proceso.

ESTAMINOIDE, filamento que tiene aspecto de estambre.

ESTÍPITE, (falso)tallo de las palmeras, y por extensión el de los helechos arborescentes.

ESTÍPULA, apéndice foliar situado a los lados del pecíolo o en el ángulo que este forma con el tallo.

ESTOLÓN, brote lateral en algunas plantas herbáceas que crece horizontalmente desde la base del tallo de manera epigea o subterránea.

ESTRÓBILO, piña o cono, infrutescencia de las coníferas en la que sobre un eje vertical van insertas helicoidalmente las escamas que amparan las semillas.

FANERÓFITO, planta en la que las yemas de reemplazo se sitúan en el aire, a más de 25 cm del suelo.

FANERÓGAMAS, vegetales con órganos sexuales visibles (estambres y carpelos en la flor). Opuesto a CRIPTÓGAMAS.

FASTIGIADO / FASTIGIATA, dícese de las copas, tallos, etc. que acaban en punta.

FENOLOGÍA, ciencia que estudia la relación entre los factores climáticos y los ciclos de los seres vivos.

FILOCLADIOS, falsas hojas.

FILODIO: pecíolo dilatado, laminar, parecido a una hoja.

FLOEMA, tejido conductor encargado de transportar los nutrientes orgánicos sintetizados en la fotosíntesis en las plantas vasculares.

FUMAGINA (negrilla), diferentes especies de hongos que se reproducen en la superficie de las hojas y tallos, formando una película de color negro.

GAMOPÉTALO, con pétalos soldados.

GIMNOSPERMA, planta fanerógama cuyos carpelos no llegan a cubrir los óvulos quedando las semillas al descubierto (pino, ciprés).

GLABRO, sin pelos, calvo, lampiño.

GLOMÉRULO, inflorescencia formada por agrupamiento denso de flores sentadas, sin pedúnculo.

HAZ, cara superior de una hoja, normalmente más brillante y lisa, y con nervadura menos pronunciada que en la cara inferior.

HEMIMETÁBOLO, insecto que presenta una metamorfosis sencilla. Las ninfas presentan una morfología muy similar a la de los adultos.

HESPERIDIO, fruto carnoso de corteza gruesa, dividido en varias celdas por telillas membranosas (limón).

HIJUELO, brote o vástago que nace de la base de una planta a partir de un bulbo, rizoma o raíz.

HIPANTO, receptáculo cóncavo de las flores con ovario ínfero sobre el cual aparentemente nacen el cáliz, la corola y los estambres.

HIPOGINA, flor en la cual el perianto y el androceo se insertan por debajo del ovario.

IMPARIPINNADA, hoja compuesta (pinnada), cuyo raquis termina en un sólo folíolo; número impar de foliolos

INDEHISCENTE, se aplica a los frutos que no se abren a la madurez.

ÍNFERO, ovario de las fanerógamas que se desarrolla por debajo del cáliz, como en el membrillo y otras rosáceas.

INFLORESCENCIA, conjunto de llores que nacen dentro de un sistema de ramificación (ejes).

JUNCIFORME, tallos u hojas delgados y más o menos cilíndricos como las hojas del junco.

LANCEOLADO, que tiene la forma del hierro o la punta de la lanza,

LARVA, estadio de desarrollo embrionario de un animal dentro de la metamorfosis. Puede tener una forma diferente de los adultos.

LÍGULA, apéndice foliar muy especializado, por lo general carnoso y de forma puntiaguda y alargada que se desarrolla en la base de los pecíolos.

LIMBO, lámina o parte ensanchada de las hojas típicas y, por ext., de los sépalos, pétalos y tépalos.

MACIZO, agrupación de plantas de adorno con que se decoran los cuadros de los jardines.

MACOLLA, conjunto de ramificaciones o vástagos nacidos en la base de un mismo pie.

MACULADO, que tiene manchas.

MERISTEMO, tejido cuyas células se pueden dividir activamente.

MESOCARPO, parte media del pericarpo, entre el epicarpo y el endocarpo.

MICELIO, conjunto de células o hifas de un hongo.

MONOICO-A, individuo o planta con flores diclinas masculinas y femeninas en el mismo pie.

MUTUALISMO, asociación entre dos organismos con beneficio mutuo.

NÉCTAR, líquido azucarado segregado por los nectarios.

NERVADO, con nervios.

NINFA, en los insectos con metamorfosis sencilla, estado juvenil de menor tamaño que el adulto, con incompleto desarrollo de las alas.

NÚCULA, nuez pequeña. Fruto seco indehiscente, monosperme y con el pericarpio duro y a menudo pétreo.

NUEZ, fruto monotalámico, seco, indehiscente, derivado de un ovario ínfero.

OBLONGO, más largo que ancho.

OPUESTO-A, cuando dos órganos se insertan en un eje a un mismo nivel y sobre lados enfrentados.

ORGANOLÉPTICA/O, propiedades de las sustancias orgánicas e inorgánicas (esp. las de los minerales) que pueden apreciarse por los sentidos.

OVAL, en órganos laminares (hojas…) figura de óvalo, elipse poco excéntrica.

PANÍCULA, inflorescencia compuesta de tipo racimoso, formada por un eje con ramificaciones que a su vez son también racimos.

PECIOLO, órgano que une a la hoja con la rama.

PECIÓLULO, en las hojas compuestas (pinnadas), pequeño pecíolo que une a cada uno de los folíolos con el raquis.

PEDICELO, pedúnculo, estructura que une la flor o el fruto con la rama que la sostiene.

PEDÚNCULO, ver pedicelo.

PELTADA, hoja de lámina redondeada con el pecíolo inserto en el centro.

PÉTALO, hoja modificada que forma parte de la corola de una flor

PINZAR (despuntar), cortar el extremo apical de los brotes para que crezcan tallos lateralmente.

PINNADA, hoja compuesta de folíolos insertos a uno y otro lado del pecíolo.

PINNATINERVADA, hoja que presenta un nervio central longitudinal del que salen numerosos nervios laterales que se ramifican.

PINNOTISECTA (hoja), cuando sus entalladuras llegan al nervio central.

PLANTÍN, sinónimo de plántula en iberoamérica.

PLANTÓN, pimpollo o arbolito nuevo que sirve para ser trasplantado.

PLÁNTULA, planta en sus primeros estadíos de desarrollo, desde que germina hasta que se desarrollan las primeras hojas verdaderas.

PUBESCENTE, órgano vegetal cubierto de un pelo fino y suave.

PRUINA, tenue recubrimiento céreo que presentan las hojas, tallos o frutos de algunos vegetales.

RAQUIS, raspa o eje de una espiga o pluma.

RIZOMA, tallo subterráneo con varias yemas que crece de forma horizontal emitiendo raíces y brotes herbáceos de sus nudos.

RUDERAL, planta que crece en hábitats muy alterados por la mano del hormbre: escombreras, caminos, ciudades…

SEBE, cercado de estacas altas, entretejidas con ramas largas

SÉPALO, cada una de las hojas modificadas que forman el cáliz de una flor

SÉSIL, falta de un órgano que sirva de pie o soporte a otro órgano. Una hoja es sésil si carece de su unión con el tallo o pecíolo.

SÚPERO, Se dice del tipo de ovario vegetal que se desarrolla por encima del cáliz, como el tomate y otras solanáceas.

SUBSÉSIL, casi sésil

TEMPERO, sazón y buena disposición en que se halla la tierra para las sementeras y labores.

TÉPALO, cuando los sépalos y pétalos de una flor son indistinguibles se llaman tépalos.

TERÓFITO, plantas anuales que completan su ciclo vegetativo en la estación favorable. Pasan la estación desfavorable en forma de semilla.

TOCÓN, parte de un árbol talado que sobresale de la tierra y está unido a la raíz.

TOMENTOSO, tallos u hojas recubiertos de pelos finos.

VARIEDAD, categoría taxonómica inferior a las especies que define a una población de plantas de una especie con caractarísticas idénticas y diferenidas del resto de la especie.

VÁSTAGO, renuevo, brote, rama tierna que crece a partir de la base de un árbol o planta.

VERTICILASTRO, flores de las labiadas dispuestas en cimas muy apretadas y enfrentadas, lo que da apariencia de verticilo.

VERTICILO, conjunto de tres o más ramos, hojas, flores, pétalos u otros órganos que están en un mismo plano alrededor de un tallo

VIVAZ, planta perenne cuyos órganos aéreos desaparecen en la época desfavorable volviendo a reverdecer en primavera.

VIVÍPARA, planta que produce semillas que germinan antes de separarse de la planta madre.

XILEMA, Tejido vegetal de las plantas vasculares constituido por los conductos que transportan y distribuyen el agua y las sales minerales absorbidas por las raíces.

ZUECA (tocón), parte de un árbol talado que sobresale de la tierra y está unido a la raíz.

Fuente http://culturaagraria.blogspot.com.es

Malas hierbas anuales del jardin – Urtica urens L

Malas hierbas anuales del jardin – Urtica urens L

Ortiga menor
Mala hierba espermatófita anual, monoica, con raíz axonomorfa y pelos urticantes. Nitrogenófila, especialmente en suelos humosos en buen estado de cultivo.

NOMBRE COMÚN: Ortiga, ortiga menor, ortiga pequeña, hierba de ciegos, marrachincha, algiara, picamanos, picasarna….

  • english:  Nettle, annual nettle, dwarf nettle, small nettle…
  • français:  Ortie, ortie brûlante, ortie grièche, petite ortie….
  • valencià/català: Ortiga, ortiga menor, ortiga menuda, picamato, ortiga petita, herba d’ortigues…
  • gallego/portugués: Ortiga, andruja, estrua, entruga, ortiga ordinaria, urtiga-menor….
  • euskera:  Asun beltza, asuna, osiña..

Epoca de germinación: primavera verano tardío.
Cotiledones: pequeños, cordiformes invertidos, la punta ligeramente escotada, de pedículo corto.
Hojas vegetativas: opuestas, pequeñas, pediculadas; las primeras hojas ovaladas redondas, homogenamente lobuladas y con fuertes incisiones. Los lóbulos terminales marcadamente redondos; las hojas siguientes elípticas oviformes, con incisiones y aserradas.
Tallo: hasta 60cm de altura, ramificado, cuadrangular, con pelos urticantes como las hojas.
Flor: incípida, discreta, verdosa, en panojas salientes o erectas y exilares.
Epoca de floración: principios de verano – otoño.
Semillas por planta:100-1.300.

Urtica urens L
Urtica urens L – Annual nettle

 Annual nettle

Annual, monoecious, seed-propagated weed with taproot and stinging hairs. Likes nitrogen, particularly on friable, humus-rich soils.
Germination period: Spring – late summer. Cotyledons: Small, inverse-cordate, slightly sinuately notched at the tip, shortstemmed.
Foliage leaves: Horizontally opposed, small, petiolate; first leaves round-oval, with regular and strongly incised lobes. Terminal lobe markedly round; following leaves ovate-elliptical, incised serrate. Stem: Up to 60cm high, ramified, square, with stinging hairs like the leaves.
Flower: Flowers inconspicuous, greenish, in projecting or erect axillary panicles.
Flowering period: Early summer – autumn.
Seeds per plant: 100-1,300.

Ortie brülante

Mauvaise herbe séminifére annuelle monóique ayant une racine pivotante et des polis urticants. Apprécie l’azote, particuliérement sur des sois riches en humus et cultives.
Epoque de germination: printemps – fin d’été.
Cotylédons: petits, obovales, légérement lobés á la pointe, courtement pétiolés.

Vraies feuilles: opposées croisées, petites, pétiolées; premiéres feuilles ronde-ovale, réguliérement lobees et fortement découpées. Lobes terminaux nettement ronds; feuilles suivantes ovales-elliptiques, dentelées en scie.
Tige: peut atteindre une hauteur de 60 cm, ramifiée, carrée, portant des poils brülants comme les feuilles.
Fleur: fleurs peu visibles, verdátres, en panicules écartés ou verticaux dans les aisselles foliaires.
Floraison: début d’été – automne.

Graines par plante: 100-1.300.

Analisis de hojas, suelos y aguas para el diagnostico nutricional de plantaciones de citricos

Analisis de hojas, suelos y aguas para el diagnostico nutricional de plantaciones de citricos. Procedimiento de toma de muestras. F. Legaz, M. D. Serna, P. Ferrer V. Cebolla, E. Primo-Millo.

Magnifica publicación de grandes investigadores que puedes bajarte desde la página del IVIA o directamente desde aquí.

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Un programa racional de abonado en cítricos debe basarse tanto en las características de la plantación como en los datos aportados por los análisis de hojas, suelo y agua de riego. El análisis foliar es el método más adecuado para diagnosticar el estado nutritivo de la plantación y evaluar la disponibilidad de reservas de la planta. El análisis de suelo proporciona información complementaria sobre las características físico-químicas del mismo que inciden en el comportamiento de los abonos y de la disponibilidad de nutrientes asimilables por la planta. Los datos analíticos del agua de riego permiten evaluar su calidad y contenido en sales minerales que, incorporadas a las del suelo, pueden actuar como fuente de nutrientes para la planta. La interpretación de los tres tipos de análisis nos aporta una visión suficientemente clara de: a) los elementos nutrientes que se encuentran en el agua de riego o en el suelo, b) las fracciones que están en formas químicas asimilables por la planta, e) los elementos que la planta está absorbiendo correctamente y d) la existencia de antagonismos entre iones o de otras interferencias que dificultan o impiden la absorción de algunos nutrientes. Toda esta información es necesaria para planificar correctamente el abonado.

1. Introducción

Un programa racional de abonado en cítricos debe basarse tanto en las características de la plantación como en los datos aportados por los análisis de hojas, suelo y agua de riego. El análisis foliar es el método más adecuado para diagnosticar el estado nutritivo de la plantación y evaluar la disponibilidad de reservas de la planta. El análisis de suelo proporciona información complementaria sobre las características físico-químicas del mismo que inciden en el comportamiento de los abonos y de la disponibilidad de nutrientes asimilables por la planta. Los datos analíticos del agua de riego permiten evaluar su calidad y contenido en sales minerales que, incorporadas a las del suelo, pueden actuar como fuente de nutrientes para la planta. La interpretación de los tres tipos de análisis nos aporta una visión suficientemente clara de: a) los elementos nutrientes que se encuentran en el agua de riego o en el suelo, b) las fracciones que están en formas químicas asimilables por la planta, e) los elementos que la planta está absorbiendo correctamente y d) la existencia de antagonismos entre iones o de otras interferencias que dificultan o impiden la absorción de algunos nutrientes. Toda esta información es necesaria para planificar correctamente el abonado.

2. Análisis foliar

El análisis foliar se considera actualmente como una referencia indispensable para determinar tanto las necesidades de abonado de las plantaciones de cítricos como los estados carenciales de microelementos. Esto se debe a que los análisis foliares dan una indicación precisa de la absorción de los diferentes elementos por la planta, ya que las hojas son muy sensibles a los cambios de composición del medio nutritivo. La correcta utilización de esta práctica requiere efectuar adecuadamente la toma de muestras de hojas, de modo que sea representativa del estado nutricional de la plantación, e interpretar correctamente los análisis. El contenido en nutrientes de las hojas depende de diversos factores tales como la edad, tipo y posición de la hoja que se muestrea, la combinación injerto-patrón, la disponibilidad de nutrientes del suelo, la producción, el estado fitosanitario, etc. La interpretación del análisis foliar se realiza comparando los resultados obtenidos con los valores foliares estándar previamente establecidos para cada elemento (tablas 1, 2 y 3). Sin embargo, en el diagnóstico nutricional definitivo deben tenerse en cuenta las posibles interferencias ocasionadas por el estado productivo de la planta.

Los niveles considerados como deficientes indican que el elemento en cuestión no alcanza en el tejido la concentración suficiente para el normal desarrollo de las funciones fisiológicas o procesos metabólicos en el que éste está implicado. Estas disfunciones producen sintomatologías características en diversos órganos (hojas, frutos, raíces, etc…), que, con limitaciones, permiten diagnosticar visualmente el estado carencial. La consecuencia final de todas estas alteraciones suele ser una disminución significativa del vigor de la planta, o bien, de la productividad, tamaño y calidad del fruto. Los niveles denominados bajos, indican que la planta no está absorbiendo el elemento nutriente de forma plenamente satisfactoria y, aunque no obligatoriamente deben producirse alteraciones importantes en el desarrollo vegetativo y la productividad, es conveniente prestar atención a la nutrición con este elemento para no caer en el estado deficitario. En los niveles bajos puede observarse la sintomatología de la deficiencia en algunas brotaciones, aunque de forma aislada y escasa­mente intensa. Los niveles foliares considerados óptimos indican que la nutrición es equilibrada y no es limitante para un correcto funcionamiento de la plantación. Sin embargo, hay que destacar que las concentraciones de elementos en las hojas que inducen un máximo desarrollo vegetativo no son los mismos que los que producen el mayor rendimiento en cosecha u optimizan la calidad del fruto. Por ello, los valores que se exponen en las tablas 1, 2 y 3 son los que se han considerado adecuados para un correcto equilibrio entre producción y calidad. Las concentraciones foliares altas o excesivas de un determinado elemento indican que éste está siendo absorbido en cantidades superiores a las estrictamente necesarias, ya sea por su abundante disponibilidad en el suelo en estado asimilable o por un exceso de fertilización. En estas circunstancias puede producirse una disminución de la calidad del fruto y también la aparición de carencias por antagonismos en la absorción de otros nutrientes. Adicionalmente, la acumulación excesiva de algunos elementos en los tejidos puede producir efectos tóxicos, con graves repercusiones en el desarrollo y la producción. Cuando la situación de exceso de absorción de algún nutriente se debe a un elevado aporte del abono correspondiente, debe corregirse reduciendo la dosis del mismo, ya que, además del despilfarro económico y los posibles efectos nocivos sobre la cosecha, se puede estar contaminando el medio ambiente.

2. 1. PROCEDIMIENTO DE MUESTREO

2. 1. 1. Selección de las unidades de muestreo

Para determinar el número de muestras que deben tomarse en una plantación se tendrá en cuenta tanto la diversidad del suelo como la del arbolado.

La plantación deberá dividirse en parcelas con condiciones edáficas homogéneas en lo que se refiere a textura, fertilidad, color, profundidad del suelo, etc. Dentro de éstas se tomarán subpareclas cuyo arbolado sea también uniforme, especialmente en cuanto a combinación injerto/patrón, edad, porte, color del follaje, producción, etc. Normal- mente, se tomará una muestra de hojas de cada una de estas subparcelas.

2.1.2. Selección de los árboles para tomar una muestra

Una vez dividida la plantación en subparcelas homogéneas, se procederá a la selección de los árboles en los que se va a efectuar el muestreo de las hojas. En la tabla 4 se muestra la relación aproximada entre el número de plantas que deben muestrearse en cada subparcela homogénea y el número de plantas totales de la misma. Esta relación evidentemente disminuye al aumentar el tamaño de la subparcela. Puede observarse que en subparcelas muy pequeñas, con menos de 150 árboles, se debe muestrear un árbol de cada tres. En parcelas mayores, con 150-250 árboles, se muestreará uno de cada cinco árboles, en las de 250-450 árboles uno de cada nueve y así sucesivamente hasta parcelas superiores a los 1500 árboles en las que puede muestrearse un árbol de cada cincuenta. Cuando la parcela supere los 2500 árboles es conveniente dividirla para efectuar más de un muestreo. En todos los casos el número de árboles a muestrear oscila entre 25 y 50. Este criterio ha demostrado ser suficientemente preciso en estudios previos sobre el diagnóstico del estado nutritivo en plantaciones uniformes de distintos tamaños.

Otro aspecto al que debe prestarse atención es a la situación de los árboles en que se va a efectuar el muestreo dentro de cada subparcela. Estos pueden tomarse al azar entre el conjunto del arbolado, procurando que estén suficientemente distribuidos y no se concentren en una determinada zona. Otra posibilidad, que en muchos casos puede resultar más cómoda y sistemática, es seleccionar los árboles según un diseño determinado. En las figuras se ofrecen algunas distribuciones de árboles para el muestreo en parcelas de distintos tamaños. Como puede observarse,

IA- Disposición de los árboles a muestrear (• uno de cada tres) en una subparcela con un número de árboles inferior a 150.

IB-Disposición de los árboles a muestrear (• uno de cada cinco) en una subparcela con un número de árboles comprendido entre 150 y 250.

IC-Disposición de los árboles a muestrear (• uno de cada nueve) en una subparcela con un número de árboles comprendido entre 250 y 450.

ID-Disposición de los árboles a rnuestrear (• uno de cada quince) en una subparcela con un número de árboles comprendido entre 450 y 750.

IE-Disposición de los árboles a muestrear ( • uno de cada treinta) en una subparcela con un número de árboles superior a 750.

uno de los sistemas se basa en seguir las filas de los árboles en sentido oblicuo (figs 1-A, 1-B y 1-D), con una separación igual a la relación de plantas a muestrear. En otro caso, se puede tomar el árbol central de un bloque de nueve árboles (fig 1-C). En subparcelas grandes (mayores de 750 árboles) se pueden seguir las dos diagonales de la plantación, tomando árboles alternos (fig 1-E).

Los árboles seleccionados deberán ser representativos de la plantación, por lo que deberán rechazarse aquellos que presenten:

– Anomalías vegetativas.

– Ataques de gomosis o podredumbre del cuello de la raíz

(Phytopthora sp.).

– Afección intensa de virosis (tristeza, psoriasis, etc.)

– Incidencia fuerte de plagas.

Cada árbol eliminado se sustituirá por otro contiguo cuya apariencia sea normal.

2.1.3. Tipo de hojas

Generalmente está aceptado que deben muestrearse las hojas de la brotación de primavera de una edad determina­da. Sin embargo, existen diferentes criterios sobre el tipo de brote que debe elegirse para el muestreo, considerando que pueden tomarse hojas procedentes de brotes vegetativos (sin frutos) o bien de brotes que presenten un fruto en posición terminal. Nuestro criterio se inclina a tomar hojas de brotes vegetativos, porque consideramos que ofrece más ventajas que el otro método. Dichas ventajas pueden resumiese en los siguientes puntos:

– Estos están menos sometidos a la depleción de nutrientes ocasionada por el fruto terminal próximo.

– En árboles muy jóvenes o en aquellos con escasa cosecha apenas existen brotes con fruto.

– Los brotes vegetativos son los que soportarán la floración y fructificación del año siguiente y por tanto, la determinación del contenido de nutrientes de sus hojas nos da una mejor estimación del nivel de reservas de la planta.

El principal inconveniente de este criterio estriba en la posibilidad de confundir estas hojas con las de otras brotaciones. Generalmente, en el momento de efectuar la toma de muestras aparecen en el árbol cuatro tipos de hojas: las procedentes del cielo vegetativo anterior que se denominan hojas viejas,, y las desarrolladas en las brotaciones de primavera, verano y otoño (fig. 2-A). El contenido de nutrientes, en la época de muestreo, varía notablemente entre éstas. Normalmente, la concentración de marro y micronutrientes en las hojas de la brotación de primavera es significativamente diferente a la que presentan las hojas viejas y las de las brotaciones de verano y otoño. Esto pone claramente de manifiesto la necesidad de que la persona que realice el muestreo sea capaz de distinguir las hojas de la brotación de primavera en el conjunto del árbol. Este aspecto, sin embargo, no suele plantear problemas cuando se tiene una cierta experiencia en los muestreos. Para cualquier variedad, las hojas de la brotación de primavera se pueden distinguir fácilmente de los otros tipos (fig. 2-B). Estas son mucho más estrechas, puntiagudas y lanceoladas que las hojas de verano u otoño. Algunas hojas viejas pueden presentar esta morfología, ya que parte de ellas proceden de la brotación de primavera del ciclo anterior. En este caso, son mucho más coriáceas y no suelen aparecer como brote vegetativo terminal. Se muestrearán hojas con un tamaño próximo al considerado normal dentro de la primera brotación, sin ser ni excesivamente grandes ni pequeñas. Deberán representar el estado nutritivo del árbol, por lo que no se tomarán hojas que presenten sintomatología de carencias más acusadas que las que se encuentran, por término medio, en el conjunto del árbol. Se rechazarán aquellas hojas con alteraciones, amarilleamentos excesivos y daños por ataques de plagas.

2.1.4. Epoca de muestreo

El período óptimo de muestreo es el comprendido entre septiembre y noviembre, cuando las hojas de la brotación de primavera han alcanzado una edad de 7 a 9 meses. En esta época, dichas hojas mantienen estable la concentración de elementos minerales a diferencia de lo que ocurre durante su desarrollo. No es conveniente efectuar el muestreo, al menos hasta que hayan transcurrido de 15 a 20 días desde el último abonado.

2.1.5. Situación de las hojas

Las hojas objeto de muestreo procederán de brotes vegetativos y terminales, es decir, que no tendrán fruto, ni tampoco se habrá desarrollado otra brotación sobre ellos. Dichos brotes estarán situados, aproximadamente, a la mitad de la altura del árbol y orientados en la dirección de los cuatro puntos cardinales. De cada uno de ellos se tomará la hoja situada en segunda o tercera posición comenzando por el extremo.

2.1.6. Tamaño de la muestra

Teniendo en cuenta que el número total de árboles seleccionados para el muestreo de una parcela homogénea oscila entre 25 y 50 y que se toman 4 hojas por árbol, el número normal de hojas que constituye la muestra debe estar comprendido entre 100 y 200, aunque puede oscilar moderadamente fuera de estos límites en función de las características del muestreo.

2.1.7. Transporte de las muestras

El transporte de las hojas conviene efectuarlo en bolsas de papel poroso, tela permeable o plástico perforado. No deben guardarse en recipientes herméticos o impermeables, que al impedir la evaporación de la humedad, provocan la podredumbre de las hojas. En la bolsa se marcará de forma clara la referencia de la parcela a la que corresponde la muestra.

Si las hojas están mojadas en el momento de su recogida, es conveniente secarlas con un papel absorbente antes de introducirlas en las bolsas.

Cuando sea necesario guardar las muestras durante un cierto tiempo, antes de su envío al laboratorio, se pueden mantener en un frigorífico a la temperatura de 1-4ºC. De cualquier forma, se recomienda que el tiempo transcurrido entre la toma de muestras y la recepción de éstas en el laboratorio, sea lo más corto posible.

3. Análisis de suelos

El análisis del suelo es un elemento indispensable para conocer las características, tanto físicas como químicas de éste, que afectan a la nutrición de la plantación. Las condiciones físicas del suelo, y especialmente la textura, nos informan de aspectos importantes relacionados con la movilidad del agua y la dinámica de los elementos fertilizantes. El análisis químico nos indica la riqueza en nutrientes del suelo y nos da una aproximación sobre aquellos elementos que se encuentran en forma asimilable por la planta. En su conjunto, el análisis del suelo también nos informa de aquellas características del mismo que son desfavorables o limitantes para el desarrollo del cultivo. Las tablas 5, 6, 7, 8, 9 y 10 muestran los niveles de los principales componentes del suelo, relacionados con la nutrición de los cítricos.

3. 1. PROCEDIMIENTO DE MUESTREO

Para la toma de muestras del suelo, la plantación deberá dividirse en parcelas con características edáficas homogéneas, en lo que se refiere a textura, fertilidad, color, profundidad de suelo, cte. También deberán diferenciarse aquellas parcelas que, aun teniendo un suelo semejante, estén sometidas a diferentes prácticas de cultivo, especial­mente en lo que se refiere al riego (localizado o inundación), manejo del suelo (laboreo o no cultivo) y fertilización.