Patogenos en peras y manzanas en camara frigorifica

Patogenos en peras y manzanas en camara frigorifica

Distinguiremos dos tipos de lesiones:

1.- Lesiones internas, a nivel de carpelos.

Si son de color marrón, secas, de evolución lenta y con sabor amargo.
>>> Trichothecium roseum.

Pink mold rot - Trichothecium roseum. Pink mold rot - Trichothecium roseum.
Pink mold rot Trichothecium roseum

2.- Lesiones externas distinguiremos:

2.1.- Podredumbres con tonos marrón-negro a negro:

2.1.a.- Si el desarrollo de la podredumbre es muy lento, con costras aterciopeladas negras de dimensiones de 2 a 3 mm.
– En Manzana.
>>> Fusicladium dentriticum.
– En Pera.
>>> Fusicladium virescens.

 Fusicladium dentriticum en Manzana - Fusicladium virescens en Pera Fusicladium dentriticum en Manzana - Fusicladium virescens en Pera
 Manchas en Manzana.  Venturia inequalis
 Fusicladium dentriticum en Manzana - Fusicladium virescens en Pera Fusicladium dentriticum en Manzana - Fusicladium virescens en Pera.Fusicladium dentriticum en Manzana - Fusicladium virescens en Pera
 Manchas en Pera Pseudotecio roto, en el cual se aprecia el ostíolo y las ascas con ascosporas en su interior de Venturia pirina. Ascas con ocho ascosporas bicelulares

2.1.b.- Si el desarrollo de la podredumbre es rápido, afectando a todo el fruto sin deformarlo, con una superficie brillante, de color marrón-negro y con un micelio gris claro.
>>> Monilia laxa.

Monilia laxa Monilia laxa.Monilia laxa
Monilia Monilia

2.1.c.- Si el desarrollo de la podredumbre es lenta, las manchas de un tono negro-mate, con una superficie de unos 3 mm. de diámetro y con un micelio de gris oscuro a negro.
>>> Alternaria tennis.

Alternaria - Conidios y Conidióforos de Alternaria. Alternaria - Conidios y Conidióforos de Alternaria.Alternaria - Conidios y Conidióforos de Alternaria.
Alternaria Conidios y Conidióforos de Alternaria

2.2.- Podredumbres con tonos beige a marrón:
2.2.1.- Con bordes bien definidos.
2.2.1.a.- Si el desarrollo de la podredumbre es lenta, con manchas amplias, de color marrón oscuro y con puntos negros.
>>> Phoma spp.

Phoma Glomerata Phoma Glomerata
Phoma spp. Phoma spp.

2.2.1.b.- Si el desarrollo de la podredumbre es lenta, con manchas redondeadas, de color marrón, con el centro beige, centradas en las lenticelas y las manchas uniéndose unas con otras.
>>> Gloeosporium album – G. Perennans.

Gloesporiosis. Acervulo y conidio de Gloeosporium album. Gloesporiosis. Acervulo y conidio de Gloeosporium album.Gloesporiosis. Acervulo y conidio de Gloeosporium album.
Gloesporiosis Acervulo y conidio de Gloeosporium album

2.2.1.c.- Si el desarrollo de la podredumbre es rápido, distinguiremos que afecte a todo el fruto o a parte de él:
-Si afecta a todo el fruto en breve tiempo y si las manchas son de color marrón, los tejidos afectados son muy blandos y acuosos, el micelio del hongo es fuerte y blanco y al final del mismo aparecen unas «bolitas» negras y forman «nidos».
>>> Rhizopus nigricans.

Rhizopus - Esporangios y zigospora de Rhizopus. Rhizopus - Esporangios y zigospora de Rhizopus.Rhizopus - Esporangios y zigospora de Rhizopus.
Rhizopus Esporangios y zigospora de Rhizopus

Si afecta a la mitad del fruto aunque a veces ocupa una superficie mayor, la pulpa se licua y aparecen fructificaciones blancas y verdes puntuales.
>>> Penicillium expansum.

Penicillium - Conidióforos de Penicillium expansum. Penicillium - Conidióforos de Penicillium expansum.
Penicillium Conidióforos de Penicillium expansum

Si afecta a la mitad del fruto, la pulpa es blanda pero firme, con lenticelas muy netas, forma «nidos» y con micelio blanco.
>>> Botrytis cinerea.

Botrytis - Conidios de Botrytis. Botrytis - Conidios de Botrytis.
Botrytis. Conidios de Botrytis.

2.2.2.- Con bordes difusos.
Si el desarrollo de la podredumbre es rápida, localizada, no se aprecian micelios, no forma nidos y llega hasta el corazón del fruto.
>>> Phytophthora syringe.

Phytophthora cactorum y syringae - Esporangios, anteridios y esporangio de Phytophthora. Phytophthora cactorum y syringae - Esporangios, anteridios y esporangio de Phytophthora.
Phytophthora cactorum y syringae Esporangios, anteridios y esporangio de Phytophthora.

Enfermedades de conservacion en manzanas y peras

Enfermedades de conservacion en manzanas y peras

1. Enfermedades de la fruta de pepita. Enfermedades de conservación.

1.1. Alternaria.

1.2. Penicillium expansum.

1.3. Rhizopus.

2. Enfermedades producidas por hongos latentes.

2.1. Gloeosporiosis.

2.2. Phytophthora.

2.3. Fusarium.

2.4. Trichotecium.

En los frutales las enfermedades de conservación, son las más preocupantes para todo tipo de frutos y los de “Pepita” no son una excepción.

Solamente una cuidadosa producción y una excelente manipulación, con los tratamientos adecuados y las condiciones necesarias para la conservación, de cada variedad de peras o manzanas, nos pueden ayudar a reducir la incidencia de los patógenos durante la conservación.

En las condiciones actuales, el alargar la vida comercial de los frutos, mediante diferentes tipos de conservación, se hace cada vez más necesario.

Las elevadas producciones de cualquier tipo de fruta, convierte en imprescindible su prolongación en el tiempo, para conseguir, que la oferta y la demanda, mantengan un equilibrio rentable en el mercado, que solamente con una buena CONSERVACIÓN, puede ser posible.

Dos son los tipos de parásitos, que inciden de forma definitiva en la conservación, como enfermedades fúngicas:

a) enfermedades producidas por hongos parásitos de heridas

b) enfermedades producidas por hongos latentes

Erwinia amylovora Pseudomonas syringae Fuego Bacteriano en manzanas y peras

Erwinia amylovora Pseudomonas syringae Fuego Bacteriano en manzanas y peras

Descargate la publicación del ministerio

En este grupo de enfermedades, consideramos principalmente dos, que son las que afectan seriamente a los cultivos del manzano y peral.

Se trata del:

  • – Fuego bacteriano, producido por la bacteria Erwinia amylovora.
  • – Desecamiento bacteriano del peral producido por Pseudomonas syringae.

1.- EL FUEGO BACTERIANO.

Es una enfermedad grave en la zona donde aparece.

Sintomatología.

Necrosis y ennegrecimiento, de los órganos alcanzados por la bacteria, ramilletes florales, flores, brotes, que se curvan en forma de cayado, ramas y frutos, que se momifican siendo todavía jóvenes.

Producción de un exudado en forma de gotitas, de un líquido pegajoso, blanco o amarillento que se convierte después en ambarino.

La coloración marrón-rojiza de los tejidos próximos a la corteza, de la zona necrosada, son la consecuencia del fuego bacteriano.

Normalmente esta afección, progresa hacia las partes más viejas del árbol y forma chancros desde la periferia hacia la base de la planta, más rápidamente en el peral, que en el manzano.

Normalmente, los primeros síntomas se presentan en primavera, durante la floración y brotación, y se localizan con frecuencia en la zona media o baja del árbol, tanto en la periferia como en el interior de la copa. Las heridas provocadas por agentes meteorológicos adversos (granizo, vientos fuertes, etc), así como por agentes mecánicos (podas) son vías de entrada para la enfermedad. Si las condiciones de humedad y temperatura son favorables, la infección se extiende rápidamente al resto de la planta.

Todos los órganos de la planta pueden verse afectados por la bacteria. El síntoma más característico de la enfermedad es el aspecto quemado de las hojas y brotes de la planta afectada, así como el secado de flores, el curvado de los brotes jóvenes en forma de cayado, la aparición en el fruto de manchas de color marrón y la formación de chancros en tronco y ramas. Se puede presentar un exudado de color pardo sobre el órgano atacado. Las hojas afectadas no caen, sino que permanecen en el árbol.

La especie hospedadora de E. amylovora que muestra la sintomatología más llamativa es el peral, cuyas flores, hojas, brotes y frutos toman un color negro o muy oscuro que confiere a las plantas afectadas un aspecto similar al quemado por el fuego cuando la enfermedad está muy avanzada, lo que dio lugar al nombre de “fuego bacteriano”. En manzano, níspero, crataegus, cotoneaster, pyracantha y otras rosáceas ornamentales o silvestres, los síntomas pueden ser menos espectaculares que en peral, ya que en estas especies la coloración del follaje afectado es parda o rojiza.

Propagación.

Las bacterias permanecen, durante el invierno en los chancros procedentes con frecuencia, de contaminaciones tardías, difíciles de localizar.

En primavera, el inóculo se produce bajo la forma de exudado y su diseminación, está asegurada, por la lluvia, el viento, los insectos, los pájaros y los útiles de poda, penetrando las bacterias, por las flores, los brotes jóvenes y las heridas.

Factores que favorecen el fuego bacteriano.

– Las variedades sensibles de peras y manzanas y la presencia de plantas ornamentales, que sirven de plantas huéspedes, para la transmisión de la bacteria, ( espinos, serbales…).

– Las condiciones climáticas:

  • – La temperatura durante la floración, siempre que sea superior a los 21ºC.
  • – Las condiciones climáticas en el período de crecimiento, tormentas, lluvia o granizo.
  • – Las segundas floraciones, especialmente en el peral.
  • – Los abonados, con exceso de Nitrógeno.

Resulta imprescindible el control del material vegetal que se introduce, por lo que al adquirir plantas sensibles (tanto de fuera como de dentro de España), deben llevar el correspondiente pasaporte fitosanitario ZP.
Los síntomas de fuego bacteriano pueden ser fácilmente confundibles con los de enfermedades producidas por otras bacterias y hongos, por ataques de insectos, o por alteraciones fisiológicas, por lo que en caso de detectarse síntomas sospechosos, deben avisar al Servicio de Sanidad Vegetal y Protección Fitosanitaria

Medidas de protección

  • – Destruir sistemáticamente, los focos de contaminación de las plantaciones y su entorno.
  • – Controlar el material vegetal utilizado, para evitar la introducción de la enfermedad.
  • – Vigilar sistemáticamente la plantación, sobre todo en período de riesgo.
  • – Suprimir y destruir las partes afectadas, cortando a unos 70 cm. por debajo de la zona, donde se ven los síntomas.
  • – Desinfectar todos los instrumentos utilizados en la poda, con los productos bactericidas, alcohol o pasándolos sobre una llama, antes de pasar a otro árbol para podarlo.
  • – Tratar después de la recolección, a la caída de hojas y de nuevo antes del desborre.

Renovar los tratamientos, después de una lluvia unos 20 mm. o inmediatamente después de una granizada.

Tener cuidado, con la aplicación de ciertos productos durante la floración, porque pueden ser fitotóxicos en esta época.

Es posible detectar síntomas de la enfermedad causada por Erwinia amylovora (Fuego bacteriano) en plantaciones de las especies sensibles.
La detección rápida de los primeros daños, la extirpación y destrucción de las partes afectadas o el arranque de plantas completas es fundamental para intentar controlar la enfermedad. Ante esta situación, es imprescindible que vigilen permanentemente las parcelas de peral.
Puesto que se trata de una bacteria sistémica y la enfermedad avanza por el vegetal más rápidamente que los síntomas, la poda debe de ser drástica.

2.- DESECAMIENTO BACTERIANO

Producido por Pseudonomas syringae, presente en numerosos vegetales, puede también producir daños en el peral.

Sintomatología.

  • – Necrosis y desecamiento de los brotes florales, que no llegan al desborre y mueren.
  • – Desecamiento de las flores, en las que aparecen, unas manchas negras sobre el cáliz, el receptáculo y el pedúnculo.
  • – Los frutos jóvenes, se ennegrecen, secan y caen. Si hay ataques tardíos de Pseudomonas, pueden producir necrosis internas y deformaciones sobre los frutos, que haya en el árbol.
  • – En las hojas, aparecen manchas marrón oscuro, de algunos milímetros, rodeadas por un halo rojizo. Las manchas pueden juntarse y transformarse en placas negras.
  • – Sobre el tronco, las ramas y los ramos aparece en la corteza, un chancro característico, que produce la separación, de la misma con facilidad en láminas finas.

Propagación.

Las bacterias, se encuentran de forma natural y a veces abundantemente, en la superficie de las hojas, flores y frutos, incluso sin síntomas visibles.

Se instalan en los brotes, en el momento de su formación y se mantienen allí, desde el final del verano, hasta el final del invierno siguiente.

Si las condiciones son favorables, las bacterias pueden provocar heridas en el interior de los brotes, favoreciendo de esta manera, su penetración en los tejidos y el desarrollo de la infección.

Los síntomas, son visibles al desborre, aunque las poblaciones de bacterias, se desarrollan activamente, de abril a junio.

Factores que favorecen su propagación.

  • – Elevado contenido de agua de los tejidos, durante la parada vegetativa de los árboles, unido a un otoño lluvioso o un exceso de riego.
  • – Heladas en primavera, después de un invierno suave.
  • – La sensibilidad varietal.
  • – El exceso de Nitrógeno, en la fertilización.

Medidas de protección.

  • – Evitar los riegos tardíos.
  • – Limitar las aplicaciones tardías de nitrógeno.
  • – Tratar en primavera y al final de la inducción floral, para rebajar la población bacteriana.

Con objeto de evitar la propagación de la enfermedad en las zonas que no tengan el estatus de “zona protegida” (ZP) respecto al fuego bacteriano, como es actualmente el caso de La Rioja, el Real Decreto 1201/1999, modificado por Real Decreto 1786/2011, que regula el programa nacional de erradicación y control del fuego bacteriano de las rosáceas, establece la obligatoriedad de realizar tratamientos preventivos en las épocas adecuadas con un principio activo autorizado. Por ello, se debe realizar un tratamiento cuando se haya terminado la recolección en peral y manzano utilizando unos 500 gramos de cobre por 100 litros de agua.

Tratamiento recomendado

Para intentar reducir el inóculo de estas bacterias que pueden vivir de forma epifita durante el invierno, es conveniente efectuar al menos 2 tratamientos con un compuesto
de cobre antes de la apertura de las flores. Este tratamiento es eficaz también contra Moteado.

25648 SERENADE MAX BAYER CROPSCIENCE, S.L.

Otras informaciones

Fuente Boletín de Avisos del Centro de Sanidad y Certificación Vegetal del Gobierno de Aragón

La gravedad del fuego bacteriano de las rosáceas, que afecta tanto a frutales de pepita como a plantas ornamentales y silvestres, se ve acentuada por la facilidad de dispersión de la bacteria y por la dificultad de control. El control de esta enfermedad, se debe plantear mediante una estrategia integrada, ya que es fundamental aplicar con el máximo rigor todas las medidas profilácticas y de cultivo, tendentes a reducir la cantidad de inóculo en la parcela y a atenuar los factores que favorecen el desarrollo del fuego bacteriano.
A continuación se señalan las principales medidas de control:

Eliminación de síntomas
La cantidad de bacteria (inóculo) presente influye de forma decisiva en el desarrollo e intensidad de las infecciones, siendo uno de los principales factores condicionantes de la enfermedad.
Se ha observado que el fuego bacteriano progresa más rápidamente cuanto más material vegetal con síntomas exista en una plantación o en sus cercanías.
La extirpación y destrucción de partes afectadas de la planta, o el arranque de las plantas afectadas, se recogen en el Artículo 9 del RD 1201/99, y son las medidas de control más eficaces. Deben efectuarse lo más rápidamente posible en el momento de su observación para reducir inóculo y evitar la dispersión de la bacteria. Siempre que sea posible, las ramas afectadas y cortadas deben destruirse inmediatamente, o guardarlas en sacos de plástico in situ. Tras efectuar el corte de una rama afectada, se deberá proceder a la desinfección de las herramientas utilizadas con algún producto biocida.
Para localizar los síntomas, se deben inspeccionar sistemáticamente las plantaciones. El control de la enfermedad solo será posible si se detectan los síntomas precozmente, lo que supone que es el propio agricultor quien debe efectuar una vigilancia sistemática y minuciosa de sus plantaciones. Es fundamental inspeccionar las plantaciones en los siguientes periodos:
– Durante y después de la floración (vigilando especialmente las floraciones secundarias).
– Después de una lluvia, tormenta y, sobretodo, después de un granizo.
– En junio, julio y septiembre, realizar visitas regulares en los periodos de crecimiento vegetativo activo de los árboles.

Tratamientos fitosanitarios
No hay productos fitosanitarios curativos, con buena eficacia y autorizados contra esta bacteria, que puede colonizar la planta de forma endófita y epifita.
Los tratamientos con derivados cúpricos efectuados en el periodo comprendido entre la caída de hojas y la floración (que se recomiendan en el control preventivo de otras enfermedades), pueden ser también efectivos para disminuir la cantidad de inóculo o inhibir momentáneamente la multiplicación de la bacteria. Se recomienda efectuar un tratamiento cúprico en el momento de la caída de las hojas, y dos desde el inicio del desborre hasta el estado fenológico E.
La sustancia activa fosetil-Al podría inducir alguna resistencia frente a la enfermedad.

Medidas culturales
Deben controlarse todos aquellos factores que favorecen la susceptibilidad de las plantas y/o la dispersión de la bacteria:
1) Realizar la poda únicamente cuando los árboles estén en completo reposo invernal, eliminando cualquier chancro sospechoso. Se desaconseja la poda en verde.
2) Realizar las labores de poda de manera que se favorezca la máxima aireación de la plantación, desinfectando con frecuencia los útiles empleados. De ser posible, y cumpliendo la normativa establecida, es preferible destruir los restos de poda mediante quema en lugar de por picado sobre la parcela.
3) Evitar cualquier práctica que pudiera favorecer la aparición de floraciones secundarias. Si éstas se producen, se recomienda, su eliminación manual.
4) Ajustar al máximo las cantidades de fertilizantes nitrogenados que se aportan para hacerlos coincidir con las demandas del cultivo, evitando de este modo crecimientos vegetativos excesivos.
5) Evitar el riego por aspersión.
6) Se recomienda la implantación de variedades y/o patrones resistentes o menos susceptibles a la enfermedad.
Esta práctica no es fácil de aplicar, puesto que con frecuencia las variedades resistentes no tienen buena aptitud comercial, y los portainjertos no se adaptan a las condiciones edáficas o al diseño de la plantación.

Excrementos de mosca en manzanas y peras

Excrementos de mosca en manzanas y peras

Producida por el hongo Leptothyrium pomi.

Son pequeñas manchas negras, superficiales, redondeadas de tamaño menor de 1 mm. agrupadas en número muy variable. Es un hongo incrustado en la epidermis y que no afecta a la pulpa del fruto, ya que no genera podredumbre.

Leptothyrium pomi
Leptothyrium pomi
Leptothyrium pomi
Leptothyrium pomi
Leptothyrium pomi
Leptothyrium pomi

Enfermedad del Hollin en manzanas y peras

Enfermedad del Hollin en manzanas y peras

Producida por el hongo Gloeodes pomigena. Se distingue, por ser diminutas manchas negras, agrupadas, dando la sensación de formar una mancha negruzca más o menos extendida, superficial y poco densa.

No puede eliminarse con el cepillado de una máquina y no afecta a la pulpa del fruto. Produce simplemente una depreciación del fruto, ya que afecta sólo al valor comercial.

Los chancros en manzana y pera

Los chancros en manzana y pera

1.- NECTRIA GALLIGENA.

2.- PHACIDIELLA.

3.- DIAPORTHE.

4.- SPHAEROPSIS.

Hay varios tipos de chancros, citaremos los más importantes, que afectan a los frutos tanto en campo como en su conservación:

  • – Chancro debido a Nectria galligena.
  • – Chancro debido a Phacidiella.
  • – Chancro debido a Diaporte.
  • – Chancro debido a Sphaeropsis.

 1. NECTRIA GALLIGENA

Llamada también Cylindrocarpon mali, en su forma de conidias, es una enfermedad que se está recrudeciendo, ataca tanto a peras como a manzanas.

Sintomatología

Es una podredumbre, seca de color marrón o ennegrecida, muy arrugada en superficie y formando pequeñas almohadillas, de micelio blanco, que pasan con el tiempo a ser amarillas o rojas.

a) Sobre ramas o tronco

Mancha de color chocolate, que aparece después de una lesión, que se desarrolla y evoluciona hacia un chancro, que puede producir daños o abrigar problemas secundarios, como Pulgón lanigero, Sesia, etc, como consecuencia de la formación del chancro. Por otra parte, también produce la rápida desecación de ramas jóvenes e inflorescencias.

Nectria galligena
Nectria galligena

b) Sobre frutos en campo

Se manifiesta, como una podredumbre seca, a nivel de la zona peduncular

c) Sobre frutos en conservación

Aparece, como una podredumbre circular de contorno definido, lenticelar, que en atmósfera húmeda, son visibles las masas mucilaginosas blanquecinas características, portadoras de conidias.

Propagación

Durante el invierno el hongo se conserva como peritecas, en los chancros viejos 3-4 años y como conidias, en los jóvenes.

La liberación de las arcosporas, procedentes de las peritecas y de las conidias, se produce en primavera con la lluvia.

Nectria galligena
Nectria galligena

El riesgo de contaminación es continuado, desde la primavera, al principio del invierno.

Para que la contaminación se produzca, hay tres factores determinantes:

Nectria galligena
Nectria galligena

La presencia de heridas

La presencia de inóculo

La climatología suave y húmeda

Factores que favorecen el desarrollo:

– Presencia de heridas, debidas a:

  • Los pedúnculos después de la recolección
  • Los pecíolos a la caída de hojas
  • La poda invernal
  • Heridas debidas al granizo

Pequeñas heridas debidas al frío

– Condiciones climáticas: La principal fuente de infección, son los otoños suaves y lluviosos.

– Condiciones agronómicas: Los suelos limosos y fríos, favorecen la aparición del problema

– Presencia del inóculo debida a:

  • Madera con chancro en el suelo
  • Trozos de limpieza de chancros
  • Trituración de la madera de poda
  • Medidas profilácticas

– No plantar variedades muy sensibles, en zonas húmedas

– Cuidar la plantación, para reducir los riesgos de heridas sobre los árboles, sobre todo cuando son jóvenes

– Evitar, los excesos de fertilización nitrogenada

– Suprimir y destruir, las partes enfermas

– Recuperar y quemar, la madera de poda y la procedente de limpieza de chancros

– Desinfectar, los útiles usados en la poda

– Podar, lo más tarde posible

Tratamientos

Utilizar tratamientos cúpricos, en la época de más sensibilidad y en los períodos de contaminación:

  • – Caída de hojas en otoño
  • – Después de recolección
  • – Después de un accidente climático

La utilización de cobre, entre pasadas de recolección, puede provocar fototoxicidad en los frutos y una caída precoz de las hojas, perjudicando la alimentación de las yemas.

Para poder curar los chancros, es necesario rascar sobre ellos con objeto cortante, cepillar con un cepillo metálico la zona limpia y pintarla con pintura cicatrizante, que lleve adicionado un fungicida.

Consideraciones

Hay que tener en cuenta, con el objeto de reducir al máximo la incidencia de esta enfermedad, lo siguiente:

  • – La simplificación de la poda, que limita las heridas que se producen el árbol, pero hay que eliminar, cualquier órgano con chancro
  • – La recolección escalonada, que alarga el período de contaminación
  • – Los aportes tardíos de fertilizantes, contribuyen a aumentar el riesgo de contaminación
  • – Hay que tener en cuenta la sensibilidad varietal:
  • – En manzanas: Delicious rojas, Gala, Reinetas
  • – En peras: Conferencia

2. PHACIDIELLA

Se trata de un parásito secundario, que produce daños fundamentalmente en las variedades de peras de larga conservación. En su forma de conidias se le denomina Phacidiopycnis pyri.

Phacidiopycnis pyri.
Phacidiopycnis pyri.

Sintomatología

a) En ramas

Aparecen los primeros síntomas, en aquellas que están afectadas por chancros, en los que las fructificaciones, se muestran bajo forma de pústulas, que contienen los picnidios, de un color negruzco.

b) En frutos

Exteriormente, la podredumbre de color marrón y firme, evoluciona en círculo, alrededor del pedúnculo.

Internamente, la podredumbre avanza a lo largo del corazón del fruto, hasta la zona carpelar, en forma de cono invertido, en el que el eje, es de un color negro intenso y la pulpa afectada de color marrón.

Propagación

Durante el invierno, el micelio se refugia en los chancros. Los picnidios, aparecen con tiempo húmedo, emitiendo, cirros (aglomerados de esporas en forma de filamentos) que contienen las conidias (esporas de origen asexuado).

En los frutos, la contaminación se produce, a nivel peduncular, en la recolección o poco antes, y el hongo invade el eje peduncular y después la pulpa.

Factores que favorecen el desarrollo.

– Las lesiones pedunculares.

– Las heridas de poda.

– La sensibilidad varietal.

– La larga conservación.

Medidas profilácticas

– Cortar durante la poda y quemar después, las ramas donde aparezca un chancro y si este aparece en el tronco, limpiar bien y pintar con betún fungicida.

– Al pasar de un árbol a otro, desinfectar los instrumentos de poda.

– Mantener los árboles en equilibrio vegetativo.

3. DIAPORTHE

Es un parásito secundario, que produce una podredumbre de color marrón y aspecto traslúcido, a nivel de las zonas donde se encuentran las semillas, que se va oscureciendo con el tiempo originada por Phomopsis mali.

Phomopsis mali
Phomopsis mali

Puede verse principalmente en manzanas en conservación, tiene un desarrollo muy rápido.

Sintomatología

a) En ramas

Se manifiesta como manchas rojizas, con dimensiones sobre 1,5 cm y formando ampollas. Durante el invierno, las manchas se juntan provocando un oscurecimiento de la corteza.

b) En frutos

Hemos comentado, que puede verse principalmente en conservación, en la zona carpelar y exteriormente, puede localizarse en la cubeta calicina.

Phomopsis mali
Phomopsis mali

Propagación

Durante el otoño, se forma una masa difusa de micelio aglomerado, en la superficie de la corteza y se producen los picnidios (órganos de reproducción asexual). Las esporas, son emitidas bajo la forma de filamento y dispersadas por la lluvia.

Sobre los frutos, la contaminación se produce en otoño, muy frecuentemente a nivel de cubeta calicina, y la enfermedad se desarrolla durante la conservación.

Phomopsis mali

Factores que favorecen el desarrollo

– Las cicatrices foliares y las fisuras en la corteza del árbol

– Las heridas de la poda, mal cicatrizadas

– La deshidratación de las ramas, etc.

Medidas profilácticas

– Suprimir los focos que se observen

– Desinfectar los útiles de poda

 

4. SPHAEROPSIS

Enfermedad común a muchas plantas, en el manzano, se conoce como podredumbre negra, son manchas de color marrón oscuro, de desarrollo lento, que penetran en la pulpa llegando a las cavidades interiores, producida por el hongo Sphaeropsis malorum.

Sphaeropsis malorum
Sphaeropsis malorum

Sintomatología

a) En ramas

Aparece una zona chancrosa, deprimida y arrugada, que después ennegrece, debido a la formación de picnidios negros, en el centro de la zona afectada.

b) En frutos

Puede distinguirse una necrosis de color marrón oscuro, de textura firme, pudiendo aparecer puntos o diminutas bolas negras en la superficie afectada. La frecuencia de esta enfermedad, es ocasional y puede confundirse con Alternaria o Stemphylium.

Propagación

El hongo, pasa el invierno en forma de picnidios, debajo de las cortezas del árbol y en primavera, las conidias se dispersan bajo la acción de la lluvia y/o el viento, produciéndose la contaminación, en lesiones o heridas, tanto del árbol como de los frutos.

Medidas profilácticas

– Eliminar los chancros.

– Proteger las heridas producidas durante la poda.

 

Roya del peral

Roya del peral.

Esta enfermedad, de relativa importancia económica, ataca al peral en circunstancias particulares.

Los síntomas aparecen sobre:

a) Hojas.

– En las que en verano, pueden verse diseminadas sobre ellas, manchas de color rojo-naranja, sobre las cuales crecen una pústulas de color negro.

Posteriormente, se desarrollan unas masas de color marrón, en la parte inferior de la hoja, desde donde se libera un polvo de color marrón.

b) Ramas.

– El ataque de roya, se concreta en la formación de chancros de color marrón.

c) Frutos.

– Los ataques sobre frutos, no son muy frecuentes. Aparecen unas manchas, marrón-amarillentas, con la consiguiente depreciación de ellos.

Gimnosporium fuscum - Roya del peral

Propagación:

En el ciclo biológico de la “Roya”, intervienen el peral y dos especies de enebros o sabinas.

Los micelios, invernan en los tejidos leñosos del enebro y posteriormente, infectan al peral, donde provocan los síntomas característicos.

Las pústulas negras, formadas en las hojas del peral, infectan a los enebros al final de la estación.

El exceso de humedad, lluvias prolongadas y temperaturas suaves, son condiciones ideales para que se produzca la infección.

Medidas de protección

La supervivencia del hongo, está siempre unida a la presencia de dos especies de enebros (Jumiperus sabina y Jumiperus oxycedrus).

La eliminación de estos enebros, es el mejor sistema de controlar la enfermedad.

Cuando no es posible eliminarlos, hay que realizar, tratamientos químicos a la caída de pétalos, teniendo en cuenta que las partes afectadas, no se curan, pero al menos, con los tratamientos, se protegen las nuevas brotaciones, hojas, flores y frutos.

Gimnosporium fuscum - Roya del peral

Oidio del manzano y del peral

Oidio del manzano y del peral.

El Oidio, es una enfermedad, que afecta a las partes aéreas de los frutales, sobre todo, a las variedades rojas o bicolores del grupo Gala y principalmente, a los brotes jóvenes en crecimiento.

Los síntomas del Oidio se manifiestan, sobre ramos, inflorescencias, hojas y frutos.

Sobre los ramos

Aparecen los primeros síntomas, ya que pueden observarse, hojas deformadas y posteriormente los ramos, son invadidos por un polvo blanco, que provoca la desecación de hojas y las inflorescencias.

Las hojas adquieren un color marrón.

Los frutos, sufren fundamentalmente alteraciones en su coloración, son más pequeños y con rugosidad en la piel, por lo que se deprecian en el mercado por falta de calidad.

Septoriosis de peral

Septoriosis de peral.

Los daños producidos por esta enfermedad, son sólo preocupantes en el caso de infecciones muy graves, ya que provocan defoliaciones internas, que afectan a la calidad comercial de los frutos.

Sintomatología

a) Sobre las hojas:

-Aparecen numerosas manchas irregulares en la parte superior de la hoja. Las manchas, son de pequeño tamaño (1-4 mm) de diámetro, en principio marrones y después, de un gris blanquecino en el centro, rodeadas por un halo rojizo o amarronado.

b) Sobre los frutos:

-Es muy difícil, poder ver frutos atacados por septoriosis y cuando lo son, provoca defectos superficiales sobre los mismos.

Propagación

El inóculo primario, tiene su origen, en las arcosporas provenientes de peritecas, desarrolladas durante el invierno, sobre las hojas infectadas caídas al suelo, las lluvias y el viento, se encargan de la propagación de las arcosporas.

A. Herrero, J. Guardia.

Medidas de protección

Evitar las contaminaciones primarias, destruyendo las hojas infectadas del suelo.

Los tratamientos contra Venturia, frenan generalmente el desarrollo de Septoria.

Realizar tratamientos a la caída de pétalos y volver a tratar en verano, para limitar las infecciones secundarias, con productos de contacto.

Durante la parada invernal, las aplicaciones de cobre ayudan a controlar las infecciones primarias.

Estemfilium del peral Stemphylium del peral

Estemfilium del peral Stemphylium del peral

Stemphylium vesicariumEsta enfermedad producida por el hongo, Stemphylium vesicarium, puede ocasionar daños importantes, afectando la recolección y con frecuencia, va acompañada por Alternaria.

Sintomatología

a) En hojas, ramas y pedúnculos

Aparecen manchas circulares marrones, de pequeño tamaño al principio, extendiéndose, en anchas manchas ennegrecidas y necrosadas.

b) En frutos

Al principio, aparecen manchas de color marrón de forma circular y superficiales, sobre los frutos jóvenes, que evolucionan, a medida que el fruto madura, en anchura y profundidad.

Stemphylium vesicarium

Propagación

El inóculo primario, constituido por las arcosporas, pasa el invierno en los tejidos atacados, bajo la forma de peritecas (bolsas que contienen las arcosporas).

Las contaminaciones secundarias, producidas por el hongo en su fase de conidias, llamado, Stemphylium vesicarium, son las que realmente, tienen un potencial de multiplicación muy importante.

La incubación es muy rápida (48-96 horas) y la germinación, todavía más (4-5 horas), si la humedad es suficiente.

Factores que favorecen el desarrollo de la enfermedad.

  • – Árboles débiles y cloróticos.
  • – Suelos húmedos, compactos y mal drenados.
  • – Perales injertados sobre membrillero.
  • – La diferencia de sensibilidad de las variedades.
  • – Variedades muy sensibles: Alejandrina, Abate Fetel, Conferencia…
  • – La variedad William’s no se ve afectada nunca.

Medidas profilácticas

La protección a base de productos químicos, es difícil y debe ser permanente desde la floración hasta la recolección. Debe tenerse particular cuidado, con la protección contra las manchas del peral (Venturia pirina).

Hay que tener en cuenta, para la lucha contra esta enfermedad:

  • – Corregir los desequilibrios de la plantación, clorosis, debilitamiento, etc.
  • – Evitar los riegos por aspersión.
  • – Cuidar el drenaje.
  • – Eliminar las hojas y frutos contaminados.

Nota: No se puede contar con el efecto curativo de los productos químicos. En presencia de ataques primarios, es necesario estar muy atentos, con los períodos de lluvia de finales de primavera, principios de verano.