Normas de Calidad de Manzanas y Peras

Normas de Calidad de Manzanas y Peras

La calidad de los frutos, es un compendio de calidades, que al final, puede resumirse como un conjunto de propiedades, que satisface las exigencias del consumidor.

El consumidor, se siente atraído hacia el fruto, por unas cualidades organolépticas, que no son otra cosa, que lo que él mismo, puede detectar, con la vista, el olfato, el gusto y el tacto.

Las características que pueden apreciarse por la vista son, generalmente, el color, el brillo, el tamaño, la forma y el aspecto general del fruto.

Con el olfato, se aprecian los aromas de los frutos más o menos intensos y siempre particulares, de cada uno de ellos.

El gusto, permite apreciar el sabor del fruto, así como la proporción ácidos-azúcares.

Mediante el tacto, la consistencia del fruto, la piel más o menos lisa, etc.

El consumidor, cada día es más exigente, en cuanto a residuos de productos químicos, de cualquier tipo, que puedan encontrarse en los frutos, también las Administraciones, son cada vez más restrictivas, a la hora de fijar los Límites Máximos de Residuos (LMR), tanto en los productos químicos precosecha, como en postcosecha.

Dado que los frutos, deben manipularse y transportarse necesariamente, para la recolección, tratamientos y clasificación en los almacenes, es muy importante, que sean lo más resistentes posible a todas estas tareas, para evitar manchas y heridas en la superficie del fruto.

Las heridas en la superficie del fruto, aunque sean micro heridas, provocan discontinuidades en la piel y son el lugar perfecto, en condiciones de humedad y temperatura, para el desarrollo de los diferentes patógenos, que afectan a los frutos de pepita tanto en conservación como en el circuito comercial.

La calidad, de alguna manera hay que producirla, es imposible en una Central, con ningún tratamiento ni físico ni químico, mejorar la calidad de los frutos, por lo cual, para tener calidad en los frutos, es necesario, producir frutos de calidad, y entre otras cosas debemos:

  • Asegurar, un buen desarrollo de las flores y favorecer la polinización.
  • Organizar, un buen reparto de frutos, en la masa del árbol. Se puede realizar con la poda.
  • Controlar, la competencia entre frutos y órganos vegetativos, con el fin de obtener el máximo provecho de la fotosíntesis (aclareos, podas, abonados,…)
  • Tener en cuenta, la evolución de las necesidades nutricionales.
  • Procurar satisfacer, las necesidades de calcio del fruto, controlando el equilibrio hojas / frutos, evitar los excesos con el abonado nitrogenado y corregir, con aplicaciones foliares, el contenido en calcio.

Además de estos criterios de producción, los criterios visuales, calibre, forma, color, piel, se recogen en las NORMAS DE CALIDAD establecidas para la fruta de pepita, en cuanto a criterios analíticos (dureza, cantidad de azúcar y ácido) los describiremos más adelante.

1. Normas de calidad para las manzanas y peras.

1.1. Definición del producto.

La presente norma, se refiere a las manzanas y peras, de los frutos de las variedades, (cultivares) obtenidas de Malus doméstica Borkh y de Pyrus communis L, destinadas a ser entregadas al consumidor en estado fresco, con exclusión de las manzanas y peras, destinadas a la transformación industrial.

1.2. Disposiciones relativas a la calidad.

Esta norma, tiene por objeto, definir las calidades que deben presentar las manzanas y peras, después de su acondicionamiento y envasado.

A. Características mínimas.

En todas las categorías, sin perjuicio de las disposiciones particulares, previstas para cada una de ellas y de las tolerancias admitidas, las manzanas y peras de todas las categorías deben presentarse:

  • Enteras.
  • Sanas; se excluyen en todo caso los productos afectados de podredumbre o por alteraciones, que los hagan impropios para el consumo.
  • Limpias, prácticamente exentas de materias extrañas visibles.
  • Prácticamente exentas de plagas.
  • Prácticamente exentas de daños debidos a plagas.
  • Exentas de humedad exterior anormal.
  • Exentas de olor y/o sabor extraños.

Además, deberán haberse recolectado cuidadosamente.

Las manzanas y peras, deberán haber alcanzado el grado de desarrollo que les permita:

  • Continuar el proceso de maduración para que puedan alcanzar el grado de madurez apropiado en función de sus características varietales.
  • Soportar su transporte y manipulación.
  • Llegar a su destino, en condiciones satisfactorias.

B. Clasificación.

Las peras y manzanas se clasificarán en las cuatro categorías siguientes:

i) Categoría Extra.

Las peras y manzanas, clasificadas en esta categoría, deben ser de calidad superior.

Deben presentar la forma, el desarrollo y la coloración, típicas de la variedad y estar provistas del pedúnculo intacto.

Deben estar exentas de defectos, con excepción, de muy ligeras alteraciones de la epidermis, siempre que las mismas no afecten a la calidad, el aspecto general del fruto y/o a la presentación del envase.

No se admiten, en esta categoría, las peras, que tengan en su pulpa gránulos pétreos (litiasis) o concreciones pétreas.

ii) Categoría I.

Las peras y manzanas, clasificadas en esta categoría deben ser de buena calidad.

Deben presentar las características típicas de la variedad. No obstante, pueden admitirse: una ligera deformación, un ligero defecto de desarrollo, un ligero defecto de coloración y que el pedúnculo pueda estar ligeramente dañado.

La pulpa debe estar indemne de todo daño. Sin embargo, se admiten para cada fruto, los defectos epidérmicos, que no puedan perjudicar el aspecto general ni la conservación, dentro de los límites siguientes:

Los defectos de forma alargada no excederán de 2 cm. de longitud.

Para los demás defectos, la superficie total afectada, no debe exceder de 1 cm2, con excepción del moteado, que no debe presentar una superficie superior a ¼ de cm2.

No se admiten en esta categoría, las peras, que tengan en su pulpa concreciones pétreas (litiasis).

iii) Categoría II.

Esta categoría, comprende las peras y manzanas, que no puedan clasificarse en ninguna de las superiores, pero que correspondan, a las características mínimas anteriormente definidas.

Se admiten defectos de forma, desarrollo y coloración, siempre que los frutos conserven sus características. El pedúnculo puede faltar, siempre que, no haya deterioro de la epidermis.

La pulpa, no debe presentar defectos importantes. Sin embargo, se admiten, para cada fruto, defectos de la epidermis, dentro de los límites siguientes:

Defectos de forma alargada: 4 cm. de longitud como máximo y/o para los demás defectos, la superficie total no debe exceder de 2,5 cm2, con excepción del moteado, que no debe presentar una superficie superior a 1 cm2.

iv) Categoría III derogada (reg. 888/97)

 1.3. Disposiciones relativas al calibrado.

El calibre, se determinará, por el diámetro máximo de la sección ecuatorial. La diferencia de diámetro, entre los frutos de un mismo bulto, se limita a 5 mm:

  • Para los frutos de la categoría Extra.
  • Para los frutos de las categorías I y II presentado en capas alineadas.

La diferencia de diámetro, podrá ser de hasta 10 mm, para los frutos de la categoría I, presentados a granel en el envase. No se establece ninguna limitación, para los frutos de la categoría II, presentado a granel en el envase.

Además, se exigirá un calibre mínimo, para todas las categorías, con arreglo a la tabla siguiente:

Tabla Contenido en azúcares en % de azúcares totales.

Pera Extra (mm) I (mm) II (mm)
Variedades de frutos grandes 60 55 55
Las demás variedades 55 50 45

1.4. Disposiciones relativas a las tolerancias.

Se admiten, tolerancias de calidad y de calibre, en cada envase, para los frutos, que no se ajusten a las exigencias de la categoría indicada, en el mismo.

A. Tolerancias de calidad.

i) Categoría Extra.

Un 5% en número o peso de frutos, que no correspondan a las características de la categoría, pero que se ajusten a las de la categoría I ó, excepcionalmente, a las admitidas en las tolerancias de dicha categoría.

ii) Categoría I.

Un 10% en número o peso de frutos, que no correspondan a las características de la categoría, pero que se ajusten a las de la categoría II ó, excepcionalmente, a las admitidas en las tolerancias de dicha categoría.

Para las manzanas, un 25% en número o en peso, de frutos desprovistos de pedúnculo, siempre que la epidermis de la cavidad peduncular, no esté deteriorada; no obstante, para la variedad Granny Smith, podrán admitirse sin limitación, los frutos desprovistos de pedúnculo, siempre que la epidermis de la cavidad peduncular, no esté deteriorada.

iii) Categoría II.

Un 10% en número o en peso de frutos, que no correspondan a las características de la categoría ni a las características mínimas, con exclusión, de los frutos afectados visiblemente de podredumbre o que presenten magulladuras pronunciadas o cualquier otra alteración, que las haga impropias para el consumo. De acuerdo con las tolerancias de la categoría II, puede admitirse un 2%, como máximo, en número o en peso, de frutos agusanados o que presenten los defectos siguientes:

  • Ataques importantes de acorchado o vidriado.
  • Ligeras lesiones o heridas sin cicatrizar.
  • Señales muy ligeras de podredumbre.

B. Tolerancias de calibre.

i) Categoría Extra, I y II.

Para los frutos sometidos a las normas de homogeneidad, prescindiendo de la variación, en más o en menos de 1mm, admitida en el capítulo III, un 10% en número o en peso de frutos, que correspondan al calibre inmediatamente superior o inferior, al mencionado en el bulto, con una variación máxima de 5 mm.

Para los frutos no sometidos a las normas de homogeneidad, un 10% en número o en peso de frutos, que no alcancen el calibre mínimo admitido, con una variación máxima de 5mm por debajo de dicho calibre.

ii) Categoría III derogada (reg. 888/97).

1.5. Disposiciones relativas a la presentación.

A. Homogeneidad.

El contenido de cada envase, debe ser homogéneo y contener peras y manzanas del mismo origen, variedad, calidad, y del mismo estado de madurez.

En lo que se refiere a la categoría Extra, la homogeneidad se extenderá, a la coloración. La parte visible del contenido del envase, debe ser representativa del conjunto.

B. Presentación.

Las peras y las manzanas de la categoría Extra, deben envasarse en capas alineadas.

C. Acondicionamiento.

Las manzanas y peras, deben envasarse de forma, que su protección quede garantizada de modo adecuado. Los materiales utilizados, en el interior de los envases, deben ser nuevos, limpios y de una materia tal, que no puedan causar a los frutos, alteraciones externas ni internas. Se autoriza el empleo de materiales, y en particular de papeles o sellos, con indicaciones comerciales, siempre que la impresión o el etiquetado, se realicen con tintas o colas no tóxicas. Los envases, deben estar exentos de cualquier cuerpo extraño

 1.6. Disposiciones relativas al marcado.

Cada envase, debe llevar en el exterior, con caracteres legibles o indelebles, las indicaciones siguientes, agrupadas, en uno de los costados del envase:

A. Identificación (reg. 888/97).

Envasador o expedidor: nombre y dirección o identificación simbólica expedida o reconocida, por un servicio oficial. No obstante, en los casos en que se utiliza un código (identificación simbólica), los términos “embalador y/o expedidor” (o una abreviatura equivalente) deben figurar, al lado de ese código (identificación simbólica).

B. Naturaleza del producto.

“Manzanas” o “peras”, si el contenido, no es visible desde el exterior.

Nombre de la variedad, para las categorías Extra y I.

C. Origen del producto.

País de origen y, en su caso, zona de producción o denominación nacional, regional o local.

D. Característica comerciales.

Categoría.

Calibre o bien para los frutos presentados en capas alineadas, número de piezas.

En el caso de que para la identificación, se tenga en cuenta el calibre, éste deberá expresarse:

a) Para los frutos sometidos a las reglas de homogeneidad, mediante la mención de los diámetros, mínimas y máximas.

b) Para los frutos no sometidos a las normas de homogeneidad, mediante la mención del diámetro mínimo seguida, en su caso, del diámetro mayor o de la excepción “y +”.

E. Marca oficial de control (facultativa).

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MODELO DE VALORACIÓN CRITICRATIO

El modelo de valoración que proponemos se compone de los métodos  CRITIC (Diakauloki et al, 1995) y del Ratio de Valoración (IVSC, 2007), y consta de los siguientes pasos:
Primer Paso.  Selección de comparables
Segundo Paso.  Selección de los criterios explicativos del valor
Tercer Paso.  Ponderación de los criterios mediante CRITIC
Cuarto Paso.  Ponderación de las empresas
Quinto Paso.  Cálculo del Ratio de Valoración
Sexto Paso.  Cálculo del valor de la empresa objetivo
A continuación, se describe con mayor detalle cada uno de los pasos que
componen el proceso de valoración.

Primer Paso.  Selección de comparables.
Seleccionada la empresa a valorar, el primer punto es determinar las empresas comparables, que deben ser similares y, por lo tanto, comparables a la empresa que se desea  valorar.  Además, debe tratarse de empresas de las cuales
conocemos su valor, por ejemplo, porque cotizan en el mercado bursátil.

Segundo Paso. Selección de los criterios explicativos del valor.
Se seleccionan los criterios a emplear en el proceso de comparación y se elabora la base de datos. Como se ha comentado, la metodología de valoración propuesta se basa en la comparación de empresas. A partir de esa comparación,
y conociendo el valor económico de las  empresas comparables o testigo, se extrae el valor de la empresa problema. Resulta por tanto fundamental determinar en base a qué variables se va a realizar dicha comparación. En la literatura de valoración de empresas se emplean principalmente variables económico financieras extraídas de la  contabilidad. El uso de este tipo de variables está muy extendido, no sólo en el campo de la valoración de empresas, sino también en campos tan diversos como el análisis del riesgo de crédito (Beaver (1966,1968), Altman (1968, 1971, 1973, 1993), Ohlson (1980), Sun and Shenoy (2007), Wang and Lee (2008), Psillaki et al (2010), Li et al. (2010)), el análisis de la performance empresarial (Yeh (1996), Halkos y Salamouris (2004), Malhotra (2009)) o la elaboración de rankings de empresas (Feng and Wang (2001), Deng et al. (2000), Garcia et al. (2010a)), por citar sólo algunos trabajos. En estos trabajos se valen de  metodologías tan diversas como los tests de clasificación dicotómicos, el análisis discriminante, el análisis factorial, modelos logit y probit, artificial neuronal networks, DEA o TOPSIS.

Tercer Paso. Ponderación de los criterios mediante CRITIC
Se pondera el peso o importancia de los distintos criterios, aplicando CRITIC. No parece razonable pensar que todas las variables o criterios seleccionados tienen la misma importancia o influencia a la hora de determinar
el valor empresarial. Resulta por lo tanto necesario asignar, de forma objetiva, una ponderación a cada uno de los criterios seleccionados en el paso anterior.
CRITIC (Criteria Importance Through Intercriteria Correlation) (Diakoulaki et al., 1995) es un método de ponderación de criterios que define la importancia de los mismos mediante (1), a partir de sus valores normalizados por el rango.

Cuarto Paso. Ponderación de las empresas
Obtenido el peso wj de cada uno de los criterios se procede al cálculo de la ponderación de las distintas empresas mediante Cálculo del Ratio de Valoración

Quinto Paso. Cálculo del Ratio de Valoración
El Ratio de Valoración es una metodología propuesta en las Normas
Internacionales de Valuación (1997) siendo su expresión matemática (3). En nuestro caso, el numerador es la suma de los valores de las empresas comparables u otro tipo de parámetro ligado al mismo y el denominador es la suma de las ponderaciones de las empresas comparables obtenidas en el paso anterior (cuarto paso).

Sexto Paso. Cálculo del valor de la empresa objetivo
El valor de la empresa objetivo se calcula mediante el producto del ratio obtenido en (3) por la ponderación de la empresa a valorar obtenida  al aplicar (2).

Maduracion de los frutos de pepita

Maduracion de los frutos de pepita

El proceso de maduración, puede definirse, como la secuencia de cambios físico-químicos, que ocurren en el fruto y que determinan, que éste, llegue a tener un color, sabor y una determinada textura, que lo hacen apto para su consumo.

El proceso de maduración, es consecuencia de la actividad bioquímica del fruto, actividad motivada, por los procesos fisiológicos del propio fruto, como la transpiración y la respiración.

Podemos distinguir dos tipos de madurez:

  • Madurez de consumo o gustativa: el fruto, alcanza sus mejores características organolépticas: coloración, consistencia de la pulpa, aroma, sabor, etc.
  • Madurez comercial o de recolección: el fruto, se puede recolectar, porque tiene el calibre adecuado y el índice de madurez requerido, para su recolección.

Toda la actividad metabólica, que se produce en un fruto durante la maduración, podemos resumirla en los siguientes puntos:

  • Desaparición del almidón, transformado en hidratos de carbono, que son, la fuente de energía, para los procesos bioquímicos, que se desarrollan en los frutos.
  • Aumento de la cantidad de azúcares.
  • Disminución de ácidos orgánicos.
  • Disminución de taninos con lo cual se reduce la astringencia.
  • Degradación de la clorofila.
  • Síntesis de pigmentos, como carotenos, flavonoides y antocianos.
  • Aumento del aroma.
  • Degradación de pectinas, con la consiguiente disminución de la dureza.

En frutos como peras y manzanas, incremento de la respiración y aumento sensible, de la producción de etileno.

1. Evolución de la dureza.

La transformación de compuestos pécticos insolubles, (propectinas) en pectinas solubles, se traduce, en un ablandamiento de los frutos. Esta degradación, se ve favorecida por el calor, mientras que, una atmósfera pobre en oxígeno y temperatura baja, después de la recolección, la ralentiza fuertemente.

2. Evolución del color.

La maduración, está condicionada por la desaparición progresiva, de los pigmentos verdes de los cloroplastos (clorofila), bajo la influencia decisiva entre otros factores, de la temperatura, el oxígeno y el etileno.

Los pigmentos amarillos (carotenoides, flavonoides) y rojos (antocianos), ven favorecida su síntesis, por la acumulación de azúcares, la luz y las diferencias de temperatura, entre el día y la noche.

3. Evolución del sabor.

Tres son los grupos de compuestos, que intervienen principalmente, en la evolución del sabor: glúcidos, ácidos orgánicos y compuestos fenólicos.

3.1 Glúcidos (azúcares, almidón).

El almidón, (sustancia de reserva insoluble) se transforma, en azúcares solubles durante la maduración. La glucosa, consecuencia final de la degradación progresiva del almidón, la utiliza el fruto, para obtener energía para la respiración y para la vida de sus células.

La sacarosa, que pasa por un máximo, al acercarse la madurez del fruto, es un factor importante, del sabor de los frutos.

3.2 Ácidos orgánicos.

La maduración, está marcada, por la pérdida progresiva de la acidez de los frutos. Los ácidos orgánicos, son una mezcla compleja en los frutos. En las manzanas, el ácido predominante es el ácido málico. Estos ácidos, utilizados en la respiración, constituyen, un factor de resistencia a las podredumbres y contribuyen, a desarrollar la calidad gustativa y nutricional de los frutos.

3.3 Compuestos fenólicos.

Los compuestos fenólicos, juegan también un papel importante en la calidad de los frutos, bien como participantes directos de las características organolépticas de los frutos, bien como sustratos de ciertas alteraciones fisiológicas (escaldado) o bien limitando las alteraciones asociadas a los ataques parasitarios.

Por otra parte, tienen una intervención decisiva, en la regulación de fenómenos fisiológicos, como son, el crecimiento, la maduración, etc.

4. Evolución del aroma.

Los elementos volátiles, emitidos por el fruto al aire, constituyen los aromas específicos de la variedad. Los frutos verdes, no tienen aroma a fruto y a medida que se aproxima la maduración, comienza la emisión de aromas característicos, que se va incrementando a medida que avanza la maduración.

Los compuestos responsables del aroma de los frutos son muy numerosos, unos en mayor cantidad que otros, pero el conjunto, nos da el aroma característico del fruto en cuestión.

Ésteres, alcoholes, aldehídos y cetonas, participan en la formación del aroma específico y característico de cada especie y variedad.

La evolución de estos procesos y la determinación del momento en que el fruto alcanza el estado de madurez, constituye aspectos prácticos, de cara al establecimiento de las épocas de recolección, de las operaciones de cultivo, durante la última fase de desarrollo del fruto y su conservación.

En síntesis, podemos afirmar que durante el proceso de maduración;

La dureza del fruto disminuye, con la proximidad de la madurez fisiológica.

Las características organolépticas de color, olor y sabor se hacen más potentes con la madurez.

Conforme todos estos hechos se producen, las posibilidades de una conservación prolongada disminuyen.

Ley de Arrendamientos Historicos Valencianos

Ley de Arrendamientos Historicos Valencianos

Artículo 1.

La presente Ley tiene por objeto regular, como institución propia del derecho civil valenciano, los arrendamientos históricos constituidos desde tiempo inmemorial y regidos por la costumbre.

Artículo 2. Redacción según Ley 8/2002, de 5 de diciembre.

Los arrendamientos históricos valencianos podrán ser objeto de reconocimiento mediante declaración por la administración agraria autonómica. No obstante, dicho reconocimiento no será requisito imprescindible siempre que la relación jurídica de que se trate reúna todas las condiciones necesarias para su consideración como arrendamiento histórico valenciano.

Artículo 3.

1. El cultivador que pretenda el reconocimiento al que se refiere el artículo anterior deberá aportar y acreditar ante la referida Administración, junto a su instancia, dictamen pericial de especialista en el que se recoja la oportuna investigación histórico-jurídica.

Producida la firmeza de dicha declaración de reconocimiento se subvencionará por la Administración el coste del referido dictamen.

2. También procederá la declaración administrativa de reconocimiento del arrendamiento histórico en aquellos supuestos en los que no siendo posible la formulación del dictamen al que se refiere el apartado 1 de este artículo como consecuencia de la destrucción de archivos o registros, el arrendamiento de que se trate sea anterior a la entrada en vigor de la Ley de 15 de marzo de 1935. La resolución recaída podrá también ser objeto de impugnación en vía administrativa.

Artículo 4.

El Consell establecerá las medidas necesarias para facilitar el acceso a la propiedad de la tierra a los arrendatarios una vez reconocida la relación arrendaticia histórica conforme a los preceptos establecidos en esta Ley.

Artículo 5.

1. Si se produjese la expropiación total o parcial de la finca sobre la que recaiga el arrendamiento histórico se entenderán las actuaciones e indemnizaciones separadamente con el propietario y con el cultivador, en reconocimiento de sus respectivas titularidades dominical y empresarial agraria.

2. Redacción según Ley 8/2002, de 5 de diciembre. Si como consecuencia de modificación en la calificación del suelo en el que se asiente la finca sobre la que recaiga el arrendamiento histórico debe cesar la actividad agraria del cultivador, el plus valor de la enajenación del suelo urbanizable será asignado, respectivamente, al propietario y al titular del cultivo del modo siguiente: en los casos contemplados en el apartado 1 del artículo 3, el 50 % para cada uno de ellos, y en los del apartado 2 del artículo 3 dicha asignación será del 60 % para el propietario y el 40 % para el cultivador.

El expresado plus valor se obtendrá practicando las siguientes minoraciones sobre el valor del suelo urbanizable:

El valor de la parcela agrícola y de sus accesiones relativas a plantaciones, construcciones e instalaciones.

Los gastos necesarios satisfechos por el propietario en el proceso urbanizador.

En caso de disconformidad con las determinaciones de los expresados valores, los mismos se establecerán por peritos independientes, cuyos honorarios deberán ser satisfechos por los interesados que insten su intervención.

3. Cuando se produzca discordancia sobre la valoración del plus valor, la parte que considere lesionado su derecho podrá plantear la reclamación judicial oportuna.

Artículo 6.

Para el caso de que el propietario recabe para si el cultivo de la finca la compensación que deberá abonar el propietario al titular del cultivo en los arrendamientos históricos declarados será la determinada en el párrafo 2 del artículo anterior. Corresponderá a la jurisdicción ordinaria, en caso de desacuerdo de las partes, determinar la valoración del plus valor generado. A estos efectos el juez ponderará las circunstancias de continuidad de la explotación de cultivador y la situación de necesidad del propietario.

Artículo 7.

Obtenido dicho cultivo por el propietario, éste deberá inexcusablemente practicar el mismo de modo personal y directo, al menos durante un plazo de diez años. El incumplimiento de este deber dará lugar a la resolución de su derecho, a la reposición en el cultivo del anterior cultivador o de su sucesor y a la de abonar la correspondiente indemnización de gastos, que serán determinados en un solo procedimiento por la jurisdicción ordinaria.

Artículo 8.

La administración agraria autonómica facilitará a los Jueces que sustancien las causas derivadas de los artículos 5, 6 y 7 de esta Ley cuantas determinaciones le sean solicitadas por éstos, de conformidad con las disposiciones reglamentarias que regulen esta función de cooperación.

Artículo 9.

1. En garantía de la continuidad de la explotación agraria se configura como un supuesto de sucesión especial la institución de herencia o legado del derecho al cultivo en el que previamente se haya producido la declaración de reconocimiento de arrendamiento histórico.

Tendrá la condición de causahabiente el sucesor que expresamente haya determinado como cultivador por el causante, y en su defecto las personas a las que se refiere el artículo 79 de la Ley de Arrendamientos Rústicos vigente.

2. Con igual fundamento podrá el que resulte ser declarado titular de un arrendamiento histórico designar ante la Administración agraria autonómica a aquel de entre sus futuros herederos que, en los casos de imposibilidad personal del cultivo de su explotación, deba de sustituirle. Dicha designación será notificada por la expresada Administración al dueño de la finca.

Artículo 10.

También como garantía de la continuidad de la explotación y para el caso de fallecimiento del declarado arrendatario histórico, si el cultivo no pudiera ser realizado por el cónyuge supérstite y los hijos menores de edad, se entenderá, de conformidad con lo dispuesto en el artículo 71 de la Ley de Arrendamientos Rústicos de 31 de diciembre de 1980, que se ha producido por Ministerio de la Ley la correspondiente cesión, y a instancia del cónyuge viudo o, en su caso, de la persona que ejerza la tutela, curatela o defensa judicial, la Administración agraria autonómica concederá, bajo las condiciones pertinentes, la oportuna subrogación, que será notificada al propietario de la finca, quien podrá oponerse a la misma.

DISPOSICIÓN FINAL PRIMERA.

La presente Ley será objeto de posterior desarrollo reglamentario, en el que se concretarán específicamente los aspectos contenidos en los artículos 2, 3, 4, 8, 9 y 10. Se concretará en dicho desarrollo reglamentario el reconocimiento del contenido y efectos de la tradicional llibreta, de acuerdo con la costumbre valenciana.

DISPOSICIÓN FINAL SEGUNDA.

En todo lo no regulado por esta Ley se estará a lo dispuesto en la vigente Ley de Arrendamientos Rústicos.

DISPOSICIÓN FINAL TERCERA.

La presente Ley entrará en vigor al día siguiente de su publicación en el Diari Oficial de la Generalitat Valenciana.

DISPOSICIÓN TRANSITORIA.

Los arrendamientos cuyos titulares, durante el plazo de dos años a partir de la entrada en vigor de la presente Ley, soliciten la declaración de reconocimiento de arrendamiento histórico, quedarán exceptuados del régimen general contenido en la vigente Ley 83/1980, de 31 de diciembre, y disposiciones complementarias en cuanto duración y extensión, en tanto no recaiga resolución firme en contrario.

Por tanto, ordeno que todos los ciudadanos, Tribunales, autoridades y poderes públicos a los que corresponda, observen y hagan cumplir esta Ley.

Valencia, 15 de diciembre de 1986.

El Presidente de la Generalidad,

Joan Lerma i Blasco.

Frutos climatericos

Frutos climatericos

Según la pauta respiratoria, durante el proceso de maduración, pueden distinguirse dos grandes grupos de frutos: CLIMATÉRICOS Y NO CLIMATÉRICOS.

1 Frutos climatéricos.

Son aquellos en los que, previamente a la maduración o durante la misma, existe un aumento, de la producción endógena de etileno, que provoca un aumento de la respiración (crisis climatérica) y conduce, irreversiblemente a la maduración, aunque el fruto esté en el árbol.

La maduración de los frutos climatéricos, va acompañada por una serie de cambios rápidos en su composición química:

  • Aumento del aroma.
  • Evolución del color.
  • Aumento de la permeabilidad de las membranas celulares.
  • Hidrólisis de polisacáridos, la pectinesterasa pasa la propectina a pectina en las paredes celulares, etc.

Las aplicaciones exógenas de etileno, a los frutos climatéricos, adelantan la maduración, pero no aumentan el climaterio, que en algunos frutos, se refiere más a la producción de CO2, que al consumo de O2. En este grupo encontramos:

  • Manzana.
  • Nectarina.
  • Plátano.
  • Melón.
  • Mango.
  • Pera.
  • Ciruela.
  • Kivi.
  • Sandía.
  • Papaya.
  • Melocotón.
  • Albaricoque.
  • Aguacate.
  • Chirimoya.
  • Caqui.

2 Frutos no climatéricos.

Son aquellos, que no presentan crisis climatérica. Los cambios en la composición química son graduales y no van acompañados, por aumentos de la respiración o por una intensa producción de etileno. La aplicación exógena de etileno, no altera su maduración, pero sí produce un aumento de la respiración. En este grupo encontramos:

  • Naranja.
  • Cereza.
  • Uva.
  • Mandarina.
  • Fresa.
  • Aceituna.
  • Limón.
  • Pomelo.

Fisiologia de manzanas y peras

Fisiologia de manzanas y peras

La vida de los frutos, puede dividirse en tres etapas fisiológicas perfectamente diferenciadas:

Crecimiento, tiempo durante el cual, se realiza el desarrollo del fruto.

Maduración, conjunto de cambios que experimentan los frutos, cuando alcanzan su tamaño definitivo y completan su desarrollo.

Senescencia, período en el cual, ya no hay control enzimático de los procesos metabólicos destructivos.

Una vez finalizado el proceso de floración y realizada la fecundación y el cuajado del fruto, se inicia el proceso de su desarrollo, que finalizará, cuando el fruto alcance la madurez o se produzca su recolección.

En este proceso el fruto pasa por varias fases:

1. Multiplicación celular.

Durante las 4-5 primeras semanas de la vida del fruto, se produce una intensa división celular, que permite alcanzar casi el número total de células, que va a tener posteriormente, pero aumentando muy poco su tamaño. La respiración en este período es muy alta, tanto en los frutos de pepita, como en los restantes frutos.

En esta fase, las células todavía poco diferenciadas, pueden intervenir, en la cicatrización de heridas superficiales de los frutos y finaliza esta multiplicación celular, cuando el fruto alcanza el estado fenológico (J), que se corresponde, con un tamaño del fruto entre 15-20 mm de diámetro.

2. Crecimiento o engrosamiento celular.

Una vez finalizada la fase anterior, comienza a acumularse en las células, agua y sustancias hidrocarbonadas, lo cual origina un aumento del volumen y del peso del fruto, hasta que éste alcanza, el tamaño prácticamente definitivo.

En peras y manzanas, a medida que avanza el proceso de maduración, puede observarse la desaparición progresiva del almidón, que por hidrólisis, se transforma en azúcares más o menos complejos.

3. Maduración.

Se inicia, antes de acabarse el crecimiento del fruto, produciéndose una serie de transformaciones bioquímicas, hasta que el fruto alcance sus características organolépticas especificas.

La maduración es un proceso, que requiere energía y en aquellas estructuras deficitarias en ella, no se produce.

4. Senescencia.

Fase en que los procesos bioquímicos de síntesis, dan paso a los destructivos, lo cual conduce al envejecimiento y finalmente, a la muerte de los tejidos que forman los frutos.

1. Factores que condicionan el crecimiento del fruto.

El crecimiento alcanzado por un fruto, es función del número de células producido, en el período de división celular y del volumen alcanzado por éstas, durante los períodos de crecimiento y maduración. Este crecimiento, está íntimamente ligado a:

  • Las condiciones nutricionales.
  • La disponibilidad de agua.
  • Las reservas acumuladas en el fruto.

Ya que, durante este período, los frutos almacenan materias orgánicas y de reserva energética.

Compuestos tan simples, como el CO2 y el agua, se transforman mediante la fotosíntesis en otros complejos, como fructosas y vitaminas. Las sales minerales absorbidas por las raíces y los compuestos orgánicos producto de la fotosíntesis, dan lugar a proteínas, ácidos y aceites.

Una vez recolectada la fruta, ésta continúa viva, pero comienza su período destructivo, que será más o menos larga, en función del tiempo que tarden, en oxidarse sus reservas.

El agua, es el componente fundamental de los frutos. Además, es el vehículo de suministro, de elementos minerales y orgánicos. Por ello, es necesaria la disponibilidad de agua en el suelo, durante el período de crecimiento y maduración de los frutos, si no son satisfechas estas necesidades, se puede provocar la reducción del tamaño y en casos extremos, la deshidratación y arrugado de los frutos.

De los elementos minerales, el componente más importante, para el crecimiento del fruto, es el nitrógeno, mientras que el potasio influye sobre la calidad. La acción de todos los elementos en equilibrio, contribuye a obtener, una buena producción y con la necesaria calidad.

La acumulación de sustancias hidrocarbonadas, en las hojas y el fruto, tiene como consecuencia, el crecimiento de los mismos. Esta alimentación, depende de la superficie foliar disponible y de la intensidad de la fotosíntesis.

De los factores climáticos el condicionante más importante es la temperatura.

2. Procesos fisiológicos del fruto.

2.1 Transpiración.

Proceso, por el cual, el fruto pierde el exceso de agua absorbido por el sistema radicular a través de las lenticelas, quedándose con la necesaria, para la formación de tejidos y para la fotosíntesis. Cuando el fruto está en una cámara, también puede perder. Esta es la causa por la cual, después de un período de conservación, los frutos, pueden salir de la cámara, arrugados y deshidratados, si no se compensan, de forma artificial, esas pérdidas.

2.2 Fotosíntesis.

El fruto, mientras contiene clorofila, (antes del cambio de color) puede sintetizar hidratos de carbono, a partir, del aire y del agua, según el siguiente esquema.

Anhídrido carbónico + agua + luz solar → azúcares + oxígeno

2.3 Respiración.

En este proceso, totalmente imprescindible para que el fruto evolucione normalmente, el fruto absorbe oxígeno y desprende anhídrido carbónico y calor, según la siguiente reacción:

C6 H12 O6 (glucosa) + 6 O2 → 6 CO2 + 6 H2O + 643 Kcal.

Este calor de respiración, es parte de la energía liberada (la otra parte de esta energía, la utilizan las células, para consumirla en sus actividades energéticas internas) y es el que es necesario tener en cuenta, para mantener el fruto a la temperatura adecuada durante la frigo-conservación.

Tabla Calor de respiración (según Sradelli).
Calor desprendido en Kcal./Tm/día
0 ºC 5 ºC 10 ºC
Peras 80 – 350 150 – 700 600 – 2000
Manzanas 175 – 225 400 – 600 2200 – 3300

Durante la respiración, tiene lugar una pérdida de sustancias nutritivas, siendo los azúcares los más afectados; así como la emisión de etileno y otras sustancias volátiles. La respiración no se realiza siempre con la misma intensidad, siendo su ritmo, bastante irregular, en el transcurso de la vida de un fruto.

Desde el cuajado, hasta transcurridas unas 4 – 5 semanas, la intensidad respiratoria, que es muy elevada al inicio del período, decrece considerablemente y en forma regular hasta el final de este mismo período (es, propiamente, el período de multiplicación celular).

La intensidad respiratoria IR viene dada por la relación:

IR = M / p x t

Donde M = CO2 desprendido.

p = peso de la muestra.

t = tiempo.

En el período siguiente (de crecimiento celular), aunque en forma lenta, la intensidad respiratoria, sigue decreciendo, estamos en el llamado período pre-climatérico.

En las proximidades de la cosecha, durante la maduración, se produce un aumento brusco de la IR. Este fenómeno, que es conocido con el nombre de “máximo respiratorio” o “crisis climatérica”, es de la máxima importancia; es indicador, del estado de maduración del fruto, la llamada “pre-madurez” o maduración de recolección, (que no es lo mismo, que la maduración de consumo) se sitúa, al inicio del período climatérico, cuando se inicia, el aumento máximo de la IR.

2.4 Fermentación.

Se da, en la fase de envejecimiento del fruto o cuando el fruto, está en una atmósfera baja en oxígeno. Se origina, el desprendimiento de anhídrido carbónico y se produce en el interior, etanol y acetaldehído, entre otros compuestos.

3. Fisiología de la respiración.

La respiración, es una actividad fundamental en todos los seres vivos, necesaria para producir, las reacciones vitales para su desarrollo. Es un proceso metabólico, necesario tanto en el producto recolectado, como en el vegetal vivo. Puede describirse, como la degradación oxidativa de productos complejos, normalmente presentes en las células, como almidón, azúcares y ácidos, a moléculas más sencillas: dióxido de carbono, agua y energía, que serán utilizadas en posteriores reacciones celulares.

La base bioquímica simplificada es:

Hidratos de carbono + oxígeno → dióxido de carbono + vapor de agua + energía

La respiración, puede tener lugar, en presencia de oxígeno (respiración aerobia) o en ausencia de oxígeno (respiración anaerobia o fermentación). La velocidad a la que se produce, la respiración de un producto, constituye un índice, de la actividad metabólica de sus tejidos y una orientación, de su vida comercial.

 

Composicion de las manzanas y peras

Composicion de las manzanas y peras

Los elementos constituyentes de la fruta de pepita, pueden dividirse en dos grandes grupos: Componentes minerales y componentes orgánicos.

1 – COMPONENTES MINERALES.

Proporcionan el medio de sostén del fruto y son: El agua y las sales minerales.

1.1 – AGUA.

El componente principal de los frutos, es el agua, que puede oscilar, según el estado de desarrollo, las especies y variedades, entre un 75-95% del peso de los mismos. El agua, es el medio, en el que se hallan disueltos, diversos componentes minerales (sales minerales) y orgánicos, (azúcares, taninos, pigmentos, ácidos, etc.).

1.2 – SALES MINERALES.

Compuestos potásicos y cálcicos, fosfatos y oxalatos, son los más importantes. La proporción de sales minerales en los frutos, varía entre 0.3-3%. El contenido de ciertos elementos minerales o un desequilibrio en su composición, puede favorecer, alteraciones fisiológicas, durante la frigo-conservación.

Componentes minerales en manzanas. mg por 100 g de fruta fresca.
N P K Ca Mg
40 – 70 9 – 11 100 – 150 3.5 – 6 4 – 5
Cu Fe Mn Zn B
0.3 – 0.7 1.5 – 2 0.5 – 0.6 0.3 – 0.4 2.8 – 5
Fuente:  Ctifl.

La cantidad de azúcares, oscila entre el 1-18% dependiendo de:

  • La especie.
  • Del estado de madurez del fruto.
  • De las condiciones del suelo y del clima.
  • Del abonado.
  • Del riego.
  • Del grado de desarrollo de los frutos.
  • De la proporción hojas y frutos, etc.

Los azúcares, van aumentando, a medida que va avanzando la madurez del fruto, siendo la sacarosa, la que más influye en el sabor del mismo.

Las peras, son un poco más ricas, en N, K, Ca y Mg, así como en oligo-elementos.

2 – COMPONENTES ORGÁNICOS.

Se incluyen en este grupo: Hidratos de carbono, lípidos, proteínas, ácidos, pigmentos, aromas y vitaminas.

2.1 – HIDRATOS DE CARBONO.

Son los componentes más importantes del fruto, ya que a ellos se deben, las propiedades organolépticas y la calidad comercial, teniendo una incidencia particular, a la hora de la conservación.

Los hidratos de carbono, son el origen de los azúcares, que constituyen, el material de reserva del fruto y su fuente de energía, para las transformaciones químicas, que se llevan a cabo durante la vida del fruto.

 Contenido en azúcares en % de azúcares totales.
Glucosa Sacarosa Fructosa
Peras 2,44 0,9 7
Manzanas 1,72 3,62 6,08

Los hidratos de carbono más representativos son:

Pectinas.

Se encuentran, principalmente, constituyendo las paredes celulares y los espacios intercelulares, son las protagonistas, de la textura y turgencia de los frutos.

Almidón.

El valor máximo de almidón, en los frutos de pepita, se alcanza a los 50-60 días del estado fenológico (F2), llegando a alcanzar valores entre 0,4 – 2%. Una vez alcanzado el máximo de almidón, comienza a producirse su hidrólisis, dando lugar, al final, a azúcares simples.

Hemicelulosa.

Junto con las pectinas y la celulosa, son los componentes de las paredes celulares de los frutos.

2.2 – LÍPIDOS.

Desempeñan un papel importante, en el control de la transpiración y en la protección de los frutos, contra los ataques de parásitos. Se concentran en las semillas y en la cutícula de la epidermis. Los más conocidos son las ceras y las cutinas.

2.3 – PROTEÍNAS.

El contenido en proteínas, de los frutos es bajo, siendo importantes, como componentes de las estructuras celulares y como constituyentes, de enzimas implicados en el metabolismo del fruto.

2.4 – ÁCIDOS.

Contribuyen conjuntamente con los azúcares, a desarrollar la calidad gustativa y nutricional de los frutos y desempeñan un papel importante, en la vida de los mismos, siendo dichos ácidos, un factor de resistencia, contra el ataque de parásitos (hongos).

Los ácidos más representativos son:

  • Málico.
  • Ascórbico.
  • Cítrico.

El porcentaje de ácidos orgánicos en los frutos, varía en función de la maduración del fruto; alcanzan un máximo y disminuyen progresivamente, hasta la recolección.

2.5 – PIGMENTOS.

Son los componentes responsables, de la coloración de los frutos. El color, constituye uno de los factores organolépticos más atrayentes, debido a la clorofila, carotenoides y flavonoides.

2.6 – AROMAS.

En los frutos, un factor muy importante, de carácter organoléptico, es el aroma. Normalmente, el aroma está producido, por una mezcla de productos volátiles, que aunque se encuentran en pequeñas cantidades, el conjunto, es el responsable del aroma característico de cada fruto.

En manzanas, el olor a maduro se debe a la presencia, de 2-metilbutirato de etilo y en las fases previas a la maduración, predominan principalmente el hexanol y el 2-hexanal.

La producción de aromas, está influenciada por:

  • La variedad.
  • La edad del fruto.
  • La temperatura.

Durante la conservación, las temperaturas altas, favorecen la emisión de aromas y las bajas, la reducen. Altas concentraciones de CO2, suprimen la evolución del aroma y las bajas, la favorecen.

Para conseguir un aroma normal, al final de la frigo-conservación, si se trata de frío normal, la temperatura debe ser de 10ºC durante 3 semanas, aproximadamente.

2.7 – VITAMINAS.

Las vitaminas, son productos fundamentales en la dieta humana, dentro de sus límites, las más importantes son la C y la A. El contenido en vitaminas del fruto, es muy variable, dependiendo fundamentalmente de la especie y la variedad.

En manzanas, el contenido en vitamina C es superior en la piel que en la pulpa y contienen más vitaminas, las coloreadas y las expuestas al sol.

La concentración varía entre 0,5 – 40 mg/100g de fruto, en manzanas y en peras entre   0,5 – 23 mg/100 g de fruto.

En peras y manzanas, la cantidad máxima de vitamina C, se forma en la primera fase de crecimiento del fruto, para luego ir disminuyendo paulatinamente.

Composición orgánica de manzanas y peras.
g / 100 g de fruto fresco
Glúcidos. Lípidos. Prótidos Ácido ascórbico.
Peras 14 0,3 0,3 0,02
Manzanas 13 0,4 0,4 0,01

Partes de las manzanas y peras

El fruto, es una estructura originada por una flor fecundada, punto de partida de una serie de transformaciones o etapas, bajo la influencia de numerosos factores internos y externos, como son:

  • Desarrollo de la estructura celular.
  • Condiciones climáticas.
  • Fertilización.
  • Acción de las hormonas vegetales, etc.

El ovario de la flor fecundada, se desarrolla diferenciándose, en tres partes concéntricas, en las que cada una engloba a la siguiente, estas partes darán lugar a:

Endocarpio, es la parte más interna del fruto, constituida por las semillas y las hojas carpelares.

  • Mesocarpio, es la zona de la pulpa o parte carnosa del fruto.
  • Epicarpio, que constituye, la zona más externa del fruto.

Partes de las manzanas y peras. Los frutos en general, pasan necesariamente por dos fases claves, como son la multiplicación y el crecimiento celular, de las que hablaremos en “Desarrollo Fisiológico del Fruto”.

Al final, el endocarpio se convierte en el corazón del fruto y entorno a él, se forma un tejido de reserva llamado parénquima cortical, que constituye la carne del fruto.

Manzano partes
Manzano partes

Este tejido, está recorrido por vasos conductores, que llegan a ser visibles, en el caso de frutos, con problemas de escaldado de senescencia.

En la periferia del fruto, las células epidérmicas, están protegidas, por un recubrimiento de naturaleza lípida, que constituye la cutícula, su espesor, varía en función de la variedad, de la exposición al sol y del estado de madurez.

Esta capa, está interrumpida por numerosas lenticelas, más o menos desarrolladas y más o menos tapadas por un tejido acorchado, siendo los puntos de intercambio gaseoso y que a veces, pueden ser, las puertas de acceso al fruto, para los parásitos fúngicos.

Pera partes
Pera partes

Los tejidos del fruto, están constituidos de células, en las que la estructura, tiene una incidencia importante, sobre las transformaciones observadas durante la conservación.

El medio donde se ubica la explotación frutal, tiene una influencia, decisiva, junto a los factores culturales, para el éxito de la misma.

Organos vegetativos y de fructificacion de manzanas y peras

Organos vegetativos y de fructificacion de manzanas y peras

El origen de todo órgano o forma, tanto vegetativo como de fructificación es siempre una YEMA.

La yemas de los frutales, se pueden dividir en:

Por su naturaleza

  • De madera: Llamadas con frecuencia, yema vegetativa. Son pequeñas, puntiagudas y cónicas.
  • De flor: Suele llamarse botón floral. Un mes antes de la floración, pueden distinguirse perfectamente de las de madera, porque son redondas, globosas y más voluminosas.

Por su situación:

  • Terminales o apicales: Son las que se encuentran, en el extremo vegetativo de un ramo. En el caso de Peral o Manzano, pueden ser de flor o de madera.
  • Laterales o axilares: Son las que se encuentran, en las axilas de las hojas y espaciadas a lo largo de un brote.
  • Estipulares: Se llaman así, las situadas a un lado y otro de las axilares. En El Peral y en el Manzano, son pequeñas y siempre de madera.
  • Latentes: Son yemas de origen estipular, que no se desarrollaron el año de su formación, por falta de savia.
  • Adventicias: Se forman en madera vieja, en la base de la ramas o en lugares, donde no hay hojas, pero existe una acumulación de savia.

 

RAMO DE MADERA Puede encontrarse, tanto en árboles jóvenes como viejos, y se caracteriza, porque la yema terminal y las axilares, son todas de madera.En condiciones normales, los entrenudos, (separación entre dos yemas consecutivas) de la base del brote, son muy cortos y próximos entre sí. Los entrenudos producidos durante los meses de Mayo, Junio y Julio, son más largos y sensiblemente iguales.La longitud del ramo de madera es variable, ya que depende de diversos factores: Del patrón, el vigor de la variedad, de la edad del árbol, de las condiciones del suelo, de la cosecha que sustenta el árbol, etc…Generalmente oscila entre los 40-60 cm y es el órgano, en el que se apoya la poda de formación.
CHUPÓN Es una rama de madera, que por condiciones muy favorables de crecimiento, ha alcanzado un exceso de vigor. Puede aparecer en cualquier lugar del árbol, pero especialmente como brotación de las yemas de madera, que miran al cielo o en ramas que se arquean, para acelerar la entrada en producción, en la parte superior del arco.El chupón es una formación, que se deber eliminar SIEMPRE, en árboles bien formados.
RAMO ANTICIPADO Se llama así, al obtenido a partir de una yema axilar, formado en el mismo año vegetativo, que el brote que la ha producido. La producción de ramos anticipados, se da en brotes vigorosos.
BRINDILLA Es un ramo de madera corto, su longitud oscila entre 20-40 cm.
BRINDILLA CORONADA Se llama así, a la brindilla que termina en un botón floral. Aparecen en ramas del año, en los frutales de pepita. Las yemas axilares, pueden ser todas de madera, aunque las más próximas al extremo, pueden ser de flor. En la poda de fructificación, las brindillas coronadas deben respetarse siempre.
DARDO Esta formación, se debe, a condiciones desfavorables de desarrollo y crecimiento. La yema, crece muy poco y se parece a una brindilla muy corta. El dardo, termina siempre en yema vegetativa, adquiriendo forma cónica y puntiaguda.
LAMBURDA Se denomina así, a todo órgano de escaso desarrollo, que termina en yema de flor.
BOLSA Debido a la acumulación de sustancias de reserva, se forma un engrosamiento del eje del botón floral, a éste órgano se le llama bolsa. Las yemas estipulares, que acompañan al botón floral, se desplazan y dan lugar a funciones, que evolucionan a lamburdas.Por el engrosamiento del eje, de la inflorescencia de estas lamburdas, se produce otra bolsa, inserta en la anterior y siguiendo este proceso, se llega a la formación de cadenas de bolsas o formas típicas como “patas de gallina”. Las bolsas, aparecen normalmente, en formaciones de más de un año.

Estados fenologicos del peral

La fenologia de una planta nos cualifica sus estados de desarrollo, de este modo a continuación podrán observar los estados fenologicos del peral.

Estos vienen determinados por letras  de la «A» a la «J», de tal modo que si decimos que no es recomendable realizar un tratamiento hasta que la planta no alcance el estado «E», estaremos diciendo que hasta que los sépalos dejen ver los pétalos, no recomendamos realizar un tratamiento.

Por otra parte en la tabla de abajo, podemos ver las temperaturas criticas de heladas para cada estado fenologicos, pudiendo entonces tomar las precauciones necesarias si estas, van a producirse o se han producido

Tabla 1. Temperaturas críticas de heladas de primavera, según especies y estados fenológicos
Estados A B C D D3 E E2
Peral -5.5 -4 -2.8 -2.3
Estados F F2 G H I J
Peral -1.8 -1.5 -1.5 -1.5 -1
Peral fenologia

Estado «A» – Botón o yema de invierno
Fenologia Peral A

Estado «B» – Empieza a hincharse
Fenologia Peral B

Estado «C» – Empieza a hincharse
Fenologia Peral C

Estado «C3» – Empieza a hincharse
Fenologia Peral C3

Anterior – Estado «D» – Aparición de los botones florales – Siguiente
Fenologia Peral D

Estado «D3» – Aparición de los botones florales
Fenologia Peral D

Estado «E» – Los sépalos dejan ver los pétalos
Fenologia Peral E

Estado «E2» – Los sépalos dejan ver los pétalos
Fenologia Peral E2

Estado «F» – Primera flor
Fenologia Peral F

Estado «F2» – Plena Floración
Fenologia Peral F2

Estado «G» – Caída primeros pétalos
Fenologia Peral G

Estado «H» – Caída últimos pétalos
Fenologia Peral H

Estado «I» – Engrosamiento de los frutos
Fenologia Peral I

Estado «J» – Engrosamiento de los frutos
Fenologia Peral J

Estado «K» – Engrosamiento de los frutos
Fenologia Peral K