Conservacion de peras y manzanas I

Conservacion de peras y manzanas I

APTITUD DE LOS FRUTOS PARA LA CONSERVACIÓN.

El potencial de conservación, que tienen los frutos, depende no sólo del frío, la variedad, la manipulación que se haga con ellos, la madurez en el momento de la recolección etc…sino también de su composición mineral.

Para la elaboración de un plan, para la conservación de los diferentes frutos, en función de su destino final, hay que tener en cuenta, los resultados de los análisis, realizados durante el mes, que precede a la recolección.

El conocimiento de los riesgos de las partidas, que llegarán a la Central, es básico para no cometer errores graves.

Los test de madurez, realizados a cada partida en el campo o cuando llega a la Central, nos va a permitir, enviar cada una de ellas a:

  • Venta directa.
  • Corta conservación.
  • Media conservación.
  • Larga conservación.

La composición mineral, tiene una influencia determinante en cuanto a la conservación se refiere. El elemento mineral más implicado es el CALCIO.

1. El Calcio (Ca).

Es el constituyente esencial de las membranas y de las paredes celulares, regula los cambios en el interior de cada célula y entre las propias células.

Una deficiencia en Ca, provoca, una menor resistencia de las paredes celulares, que se traduce, en una pérdida de la dureza del fruto, así como un aumento de su permeabilidad, sensibilizando a los frutos a enfermedades fisiológicas y a podredumbres.

Ejerce, por otra parte, un efecto ralentizador de la respiración del fruto, frenando, en consecuencia, los procesos de maduración y senescencia.

El equilibrio entre el Ca y otros elementos minerales es fundamental, en particular, como indicador del riesgo de “Bitter Pit” y otros ligeros desordenes, la relación (K + Mg)/Ca, es muy importante para analizar los problemas.

También la relación N/Ca, si es elevada, indica un mayor riesgo, del incremento de la senescencia, por lo que se reduce el tiempo de conservación de los frutos.

1.2. El Fósforo (P).

Favorece, que se mantenga la dureza de los frutos y aumenta su resistencia a los golpes y a las podredumbres.

La deficiencia de (P), puede ser la causante de la enfermedad del frío o la aparición del escaldado de senescencia.

1.3. El Boro (B).

Tiene, como ya vimos, su papel en la conservación y ciertos ligeros desórdenes, pueden estar condicionados a una carencia de (B), mientras que un exceso, puede provocar la vitrescencia, seguida de un oscurecimiento de la pulpa.

Resumiendo, el análisis mineral efectuado entre 2-4 semanas, antes de la recolección, puede ser muy útil, para la gestión de la misma y la distribución de partidas en base, a los contenidos de materia seca. Los elementos minerales, pueden proporcionar indicaciones, tanto sobre la rapidez de la maduración, como el potencial de calidad de los frutos y la susceptibilidad de los mismos a “Bitter Pit” , oscurecimientos, podredumbres etc., durante la conservación.

El equilibrio entre los diferentes elementos minerales, conduce a una clasificación de los frutos que llegan a la Central, según su potencial de conservación.

La composición mineral, no es el único factor a tener en cuenta, para una buena conservación, ya que las fechas de recolección y las técnicas de conservación, son también decisivas, sobre la aptitud de los frutos, para la conservación.

Un fruto, cuya composición mineral esté perfectamente equilibrada, puede tener problemas graves de conservación, debidas, a temperaturas muy bajas de conservación, cantidad de CO2 en la cámara muy alta, una recolección precoz o tardía etc… y a la inversa , si el fruto se recolecta , en un estado de madurez perfecta y en la conservación, la temperatura y la atmósfera en la cámara son las adecuadas y la composición mineral del fruto está fuertemente desequilibrada, aparecerán problemas fisiológicos, en la conservación de los frutos.

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