Analisis de savia

Analisis de savia

La Savia en la planta
La savia es un fluido viscoso que es transportado por los tejidos de conducción de la planta (xilema y floema) cuya función es la de transportar nutrientes. La savia transportada por el xilema contiene agua, elementos minerales, reguladores de crecimiento y otras sustancias en disolución y se conoce como savia bruta. El transporte d esta savia va desde las raíces hasta las hojas. La savia transportada por el floema es la savia elaborada y está compuesta por agua, azucares, fitorreguladores y minerales disueltos que son productos resultantes de la fotosíntesis en las hojas. La savia elaborada es la que sirve de alimento a las plantas.

Savia bruta y savia elaborada

Análisis de savia
Consiste en extraer éste líquido de la planta o algún órgano de referencia (hojas) y determinar en él los elementos minerales y sustancias orgánicas de interés para la nutrición de la planta. Se realiza por reacciones colorimétricas que se producen cuando un elemento presente en la savia o un compuesto químico que contiene el elemento de interés, reacciona con un reactivo específico. El color desarrollado se compara con un patrón de colores calibrado de antemano.
Este análisis permite conocer la situación nutricional de una planta en un momento dado de su desarrollo mientras que el análisis foliar refleja la situación nutricional pasada.
Las ventajas que ofrece el análisis de savia sobre el foliar pueden resumirse en:

  • Diagnóstico precoz del potencial nutritivo del medio de cultivo.
  • Respuesta rápida un problema de nutrición procedente del medio de cultivo.
  • Estudio dinámico del proceso nutricional con posibilidad de conocer alteraciones en la alimentación de la planta por múltiples factores, tanto ambientales como nutricionales.
  • Control de la salinidad según la tolerancia del cultivo.
  • Buena relación de los nutrientes en savia con las características de un suelo.
  • El análisis de savia está menos afectado por fenómenos de concentración y dilución que el foliar y puede ser mas correcto.
  • En la savia siempre se encuentran los distintos nutrientes en forma mineral en concentraciones adecuadas cuando la nutrición es equilibrada, altas cuando es excesiva y bajas cuando es deficiente.

Como se hace un analisis de savia

Mediante el análisis de la savia extraída de los peciolos.

El caso del Olivo y el analisis de savia

En el caso del olivo con fertirrigación y utilizando la savia como método de diagnóstico de la nutrición, se ha llegado a alcanzar una producción anual de 16.000 kg/ha. Los ensayos de campo se llevaron a cabo durante los años 2003 y 2004 en una finca en la provincia de Jaén. Para realizar el muestreo se tomaron brotes del año, a partir de la floración, a razón de 10-20 brotes/árbol y de 80-100 brotes en total. El suelo presentaba una textura arcillosa – limosa, con un alto contenido en materia orgánica. El P y K tenían un nivel medio-alto y el B un nivel muy bajo. Los
ensayos se realizaron en la variedad Picual con dos tratamientos: uno sólo con fertirrigación y otro con fertirrigación mas tres aplicaciones foliares de K.
Aunque el olivo es tolerante a la salinidad, si el contenido de sales es alto, ello afecta a sus rendimientos. En los ensayos, para paliar la salinidad, no solo se ha optimizado la disolución nutritiva sino que se han tenido en cuenta el antagonismo entre nutrientes como nitrato/cloruro y sodio/calcio+magnesio.

El caso de los frutales de hueso y el analisis de savia

La savia de ramo mixto permite diferenciar con bastante precisión los momentos del ciclo en los que el árbol utiliza las reservas, así como conocer rangos de valores para definir el estado nutritivo del árbol en cada una de las fincas. La savia del brote nos indica el momento y el ritmo en el que el árbol está preparando las reservas para el ciclo siguiente, por lo que el análisis de savia se muestra como una herramienta utilizable con éxito en la gestión de la fertirrigación de frutales de hueso.

Empresas que hacen analisis de savia

BIOTECHVEG

SAVIABIOTECH

VIADERLAB

Momento adecuado u optimo para aplicar un fitosanitario

Momento adecuado u optimo para aplicar un fitosanitario

La eficacia de un fitosanitario depende entre otros factores de los siguientes factores:

  1. Realizar correctamente la mezcla de productos + aditivos.
  2. Que el estado de la plaga o hierba sea el adecuado para la aplicación.
  3. Que las condiciones ambientales sean la optimas

Dando los dos primeros puntos como controlados ya que entiendo que el lector de este articulo sabe de lo que hablamos, vamos a centrarnos en el tercero, para ello SYNGENTA dispone de una aplicación en su web que es perfecta para resolver este tercer punto.

No olvidar de tener muy en cuenta los siguientes factores:

La Inversión térmica normalmente se da cuando calma el viento y comienza a ascender unacapa de aire caliente e ingresar por debajo una capa de aire frío, al invertirse estas capas de aire si se realizan aplicaciones, las gotas asperjadas quedaran suspendida en el aire por diferencia de densidades y no caerá como debe, produciéndose desplazamientos laterales de las mismas a distancia que pueden producir graves daños si terminan cayendo en un cultivo sensible al producto aplicado. Ante estas condiciones no se recomienda aplicar.

La elevada temperatura y baja humedad relativa, son condiciones que incrementan la evaporación de las gotas, siendo esta última más importante que la primera, ya que existen casos en que la temperatura no es tan elevada, pensando que no habrá evaporación, sin tener en cuenta que la humedad relativa termina definiendo esta variable, afectando demasiado la aplicación por pérdida de gotas si no se está usando un antievaporante de calidad en esas condiciones.

El viento es un aliado de las aplicaciones ya que si las realizamos sin él, nos será muy difícil ingresar con las gotas asperjada en un cultivo cerrado. Se cree que la mejor aplicación es sin viento, sin embargo es cuando mayor probabilidad tenemos de que se produzca una inversión térmica, con las consecuencias que esta ocasiona. Debemos manejarnos con vientos a partir de 8 km/h cuando aplicamos en cultivos cerrados, dejando ingresar de esta manera a las gotas en el cultivo.

El tamaño y uniformidad de las gotas es otro de los factores de gran importancia que debe tenerse en cuenta antes de la aplicación, esto dependerá de algunas variables, tales como objetivo a tratar y condiciones ambientales. Debemos tener en cuenta una relación que existe entre tamaño de gota y cantidad de impactos, ya que al dividir en dos el diámetro de una gota obtendremos ocho gotas de la mitad de ese diámetro que llevaran en su conjunto el mismo volumen que la primera, permitiendo aumentar la probabilidad de impactar en el objetivo, más aún cuando este sea de un tamaño pequeño como puede ser un insecto, o tratarse de una maleza de hojas finas y verticales como una ciperácea, etc. Ya que si aplicáramos con gotas de un tamaño mayor a los 200 micrones, es muy factible que no lleguemos al objetivo. Los 200 micrones se consideran un tamaño óptimo para la mayoría de los tratamientos. En el caso de las aplicaciones aéreas el tamaño de gota es menor con muy buenos resultados siempre y cuando las mismas vayan protegidas por antievaporantes de calidad.
Tanto en las aplicaciones aéreas como terrestres las gotas deben estar protegidas pudiendo lograr excelentes resultados si se tienen en cuenta todas las variables que intervienen y se toman las precauciones necesarias. Las gotas grandes quedan retenidas en la parte superior del arbol o impactan en este y caen al suelo por su propio peso (efecto paraguas), lo mismo sucede en caso de encontrarse con un espacio abierto entre la cubierta vegetal, ya que al caer en forma vertical terminan impactando en el suelo y no en las hojas, por eso es que hablamos de producir gotas pequeñas que al caer con cierto movimiento y horizontalidad van impactando en los diferentes tercios de un cultivo.

La calidad del agua debe ser tenida en cuenta ya que la cantidad de cationes presentes y el pH de la misma determinarán inactivación y la vida media de los activos que estemos aplicando, convirtiéndose el agua de aplicación muchas veces en un contaminante de los fitosanitarios. Es por eso que ante aguas duras y de elevado pH se deben utilizar secuestrantes de cationes y reductores de pH.
Los altos volúmenes de agua utilizados para las aplicaciones, solo hacen que se diluyan más
los activos, que se incremente la evaporación (a más agua en las gotas, más evaporación), que se superpongan las gotas aumentando la dilución de los activos una vez que impactaron en el objetivo.

Estados fenologicos de la vid

Estados fenologicos de la vid

Fuente Consejería de agricultura Sección de Protección de Cultivos

La Sección de Protección de Cultivos presta un servicio de vigilancia, prevención y lucha contra los agentes nocivos que pueden afectar a los cultivos agrícolas más importantes de La Rioja.

Estados fenológicos de la vid

Estado fenológico A: yema de invierno    estado fenológico B1: Lloro    Estado fenológico B2: yema hinchada    Estado fenológico C: punta verde    Estado fenológico D: hojas incipientes

Estado fenológico E: hojas extendidas    Estado fenológico F: racimos visibles    Estado fenológico G: racimos separados    Estado fenológico H: botones florales separados    Estado fenológico I1: inicio floración

Estado fenológico I2: plena floración    Estado fenológico J: cuajado    Estado fenológico K: grano tamaño guisante    Estado fenológico L: cerramiento del racimo    Estado fenológico M1: inicio de envero

Estado fenológico M2: pleno envero    Estado fenológico N: maduración    Estado fenológico O1: inicio de caída de hojas    Estado fenológico O2: plena caída de hojas

estado fenológico A: yema de invierno

Estado fenológico A: yema de invierno.

Estado fenológico B1: Lloro

Estado fenológico B1: lloro.

Estado fenológico B2: Yema hinchada

Estado fenológico B2: yema hinchada.

Estado fenológico C: punta verde

Estado fenológico C: punta verde.

Estado fenológicos D: hojas incipientes

Estado fenológico D: hojas incipientes.

Estado fenológico E: hojas extendidas

Estado fenológico E: hojas extendidas.

Estado fenológico F: racimos visibles

Estado fenológico F: racimos visibles.

Estado fenológico G: racimos separados

Estado fenológico G: racimos separados.

Estado fenológico H: botones florales separados

Estado fenológico H: botones florales separados.

Estado fenológico I1: inicio de floración

Estado fenológico I1: inicio de floración (5% de las flores abiertas).

Estado fenológico I2: plena floración

Estado fenológico I2: plena floración.

Estado fenológico J: cuajado

Estado fenológico J: cuajado.

Estado fenológico K: grano tamaño guisante

Estado fenológico K: grano tamaño guisante.

Estado fenológico L: cerramiento del racimo

Estado fenológico L: cerramiento del racimo.

Estado fenológico M1: inicio envero

Estado fenológico M1: inicio del envero (5% de los granos enverados).

Estado fenológico M2: pleno envero

Estado fenológico M2: pleno envero.

Estado fenológico N: maduración

Estado fenológico N: maduración.

Estado fenológico O1: inicio de caída de hojas

Estado fenológico O1: inicio de caída de hojas (5% de las hojas caídas).

Estado fenológico O2: plena caída de hojas

Estado fenológico O2: plena caída de hojas.

EXCORIOSIS DE LA VID Phomopsis vitícola Sacc

EXCORIOSIS DE LA VID Phomopsis vitícola Sacc.

INTRODUCCIÓN

La excoriosis es una enfermedad que afecta al viñedo y está producida por el hongo Phomopsis vitícola Sacc.

Esta enfermedad está presente en la mayoría de los viñedos españoles, aunque los daños más importantes se registran en aquellas zonas donde son habituales las lluvias en el inicio de la brotación del cultivo.

Debido a las abundantes lluvias registradas en la primavera de los años 2007, 2008 y 2010, esta enfermedad se ha visto favorecida en los viñedos de Castilla y León.

SINTOMAS Y DAÑOS

La «excoriosis» puede afectar a todos los órganos verdes de la vid, siendo los síntomas y los daños que ocasiona en cada uno de ellos diferentes.

SOBRE PÁMPANOS

En brotes jóvenes y pámpanos los primeros síntomas se manifiestan por necrosis poco visibles que adquieren su aspecto característico un mes y medio después de producirse el desborre. Estas necrosis pueden ser de varios tipos: manchas oscuras, estiradas a lo largo del brote y ocasionando en la corteza unas grietas más o menos superficiales (Foto 1); lesiones de color marrón-oscuro que toman el aspecto típico de una «tableta de chocolate» (Foto 2).

Cuando las infecciones de un pámpano son numerosas, a menudo se juntan y forman manchas oscuras que pueden cubrir la mayor parte de la superficie de los entrenudos basales, también pueden encontrarse en varios entrenudos a lo largo de algunos pámpanos (Foto 3).

Durante el crecimiento rápido de los pámpanos, estas manchas oscuras necróticas se agrietan produciendo fisuras abiertas en el tejido cortical. Las grietas epidérmicas y corticales de los pámpanos tienden a cicatrizarse durante el periodo de crecimiento y cuando maduran se ponen ásperos (Foto 4).

SOBRE SARMIENTOS

En los sarmientos la evolución de la necrosis de detiene y aparece un blanqueamiento en la corteza que puede afectar a todo el sarmiento, pudiendo observarse entonces sobre la madera blanquecina numerosos puntos negros, (picnidios).

En invierno aparecen, en la su¬perficie de los sarmientos in¬fectados, puntos negros (picni¬dios) y manchas oscuras irregulares con centros claros. Los picnidios se hacen promi¬nentes en el tejido cortica’ de los sarmientos de un año. Si los picnidios son muy numerosos levantan la epidermis, dejando pasar el aire bajo ella, lo que proporciona a la superficie del sarmiento un brillo blanquecino o plateado (Foto 5).

Los daños pueden ser importantes, pues numerosas yemas de las cepas atacadas son infectadas por el micelio del hongo, y en la primavera siguiente no brotan (Foto 6); el estrangulamiento que se produce en los brotes los hace frágiles, pudiendo provocar su rotura por la acción del viento, el peso de los racimos o las labores de cultivo. Todo ello ocasiona una importante pérdida de cosecha.

SOBRE HOJAS Y RACIMOS

Las hojas afectadas tienen manchas pequeñas, irregulares o circulares, de color verde claro o cloróticas y con centros oscuros (Foto 7). Estas manchas pueden extenderse junto a los nervios o en el borde, doblándolo hacia abajo. También pueden aparecer manchas necróticas marrón oscuro a negras a lo largo de los nervios y el peciolo (Foto 8). Las manchas necróticas pueden desprenderse de la hoja produciendo agujeros en el limbo de ésta.

Los ataques en hojas no suelen tener gran importancia económica. No obstante, si éstos son fuertes puede producirse un marchitamiento y las hojas de la base se desecan, originando una pérdida parcial del follaje (Foto 9).

Los síntomas en racimos se localizan sobre el pedúnculo y el raquis, y son parecidos a los descritos en las hojas (Foto 10). Los ataques a los racimos son siempre graves, ya que ocasionan un mal cuajado e incluso su desecamiento.

CICLO BIOLÓGICO

El hongo se conserva durante el invierno por medio de los picnidios formados en la madera necrosada y blancuzca de los sarmientos, y también por el micelio presente en las yemas y la madera de los sarmientos. Los picnidios aparecen como unos puntos negros visibles a simple vista, los cuales contienen en su interior las esporas e inician su maduración durante el invierno para estar la mayor parte maduros antes de iniciarse el desborre de la vid, siendo ésta la principal vía de propagación del hongo (Figura 1).

Figura 1. Ciclo de desarrollo de la enfermedad (Elaboración propia a partir de Pérez Marín, J.L.)

En la primavera, y coincidiendo con el desborre de la vid, el hongo inicia su actividad. Los picnidios liberan las esporas aglutinadas en una masa gelatinosa amarillenta llamada «cirro». Bajo la acción del agua de lluvia se diseminan, y si la vid se encuentra en estado receptivo (estado D) y existe un periodo de humectación suficiente, se produce la contaminación de los brotes jóvenes.

Después de un periodo de incubación, que dura de una a tres semanas según la temperatura existente, aparecen los primeros síntomas sobre los entrenudos de la base de los pámpanos. El micelio se desarrolla en la superficie de los jóvenes brotes, avanzando con el crecimiento de los mismos cualesquiera que sean las condiciones climáticas.

Para que se produzca la contaminación es necesario que se registre un periodo de humectación que depende de las temperaturas registradas:

Fuente: Dubos, B. – Maladies cryptogamiques de la vigne.

En zonas donde la enfermedad es endémica, puede ser muy grave cuando la lluvia o chubascos son continuos durante varios días a principios de primavera. Cuando la temperatura media es de 5 a 7°C, el crecimiento del pámpano es lento, y los pámpanos que tienen una longitud de 3 a 10 cm son muy sensibles a la infección. Los periodos prolongados de lluvia y tiempo frío son los factores principales en el desarrollo de una epidemia, por lo que la enfermedad aumenta su severidad a medida que se suceden primaveras frías y húmedas.

La propagación dentro del viñedo suele estar localizada, permaneciendo cercana a las proximidades de la fuente de inoculo, y registrándose principalmente dentro de la cepa. La propagación a larga distancia se produce mediante el transporte de material de propagación infectado o contaminado, tales como yemas de madera, estaquillas o material de vivero.

En verano, con climas cálidos y secos, generalmente el hongo se queda inactivo, pero en otoño cuando la temperatura desciende, reanuda su actividad. En climas fríos el hongo puede permanecer activo durante todo el periodo de crecimiento.

En el otoño comienzan a formarse los picnidios y el micelio se hace más patente sobre los sarmientos por su típico blanqueamiento.

Conviene señalar que en un viñedo que ha estado atacado por el hongo, la ausencia de síntomas visibles sobre los sarmientos no significa la desaparición de la enfermedad, ya que el hongo puede mantenerse sobre la madera y las yemas dejadas en la poda.

INFLUENCIA DE FACTORES EXTERNOS

Los factores climáticos (lluvia, humectación y temperatura) tienen influencia sobre el desarrollo del hongo, siendo la lluvia el factor de mayor importancia.

Si durante el estado receptivo de la vid (estado D) no se producen lluvias las esporas procedentes de los picnidios no pueden germinar y no habrá contaminaciones importantes ese año. Sin embargo, el hongo puede progresar y hacerse patente durante el otoño e invierno, debido al desarrollo del micelio instalado el año anterior en las yemas.

El viento no tiene prácticamente ninguna acción sobre la diseminación de las esporas, ya que son las gotas de lluvia las causantes de la dispersión.

Dentro de las variedades cultivadas en España no se ha observado ninguna que sea resistente a la «excoriosis», existen diferencias varietales en cuanto a la mayor o menor sensibilidad a los ataques de este hongo, siendo la Garnacha una de las más sensibles.

ESTRATEGIA Y MEDIOS DE PROTECCIÓN

La incidencia de esta enfermedad puede reducirse combinando podas de saneamiento y aplicación de fungicidas. Para evitar la introducción de esta enfermedad en el viñedo, hay que utilizar material de propagación libre de patógenos cuando se haga una plantación.

Cuando la enfermedad ha aparecido, hay que eliminar la madera enferma o muerta durante la poda, siempre que sea posible. Los residuos de poda deberán destruirse quemándolos, o triturándolos y enterrándolos en el suelo.

Los tratamientos químicos tienen como finalidad la protección de los brotes jóvenes, que son muy sensibles a la contaminación. Algunos productos químicos son muy eficaces contra la excoriosis, siempre que se utilicen inmediatamente después del desborre y antes de las lluvias contaminadoras. Con tiempo húmedo persistente se aconseja efectuar un tratamiento en el estado C-D (30% de yemas en estado D — «Hojas incipientes») y otro en estado D-E (40% de las yemas en el estado E — «Hojas extendidas»). El folpet, el mancozeb y el metiram son las materias activas con buena eficacia, y recomendadas por el Grupo de Trabajo de la Vid. Estos productos impiden la germinación de las esporas si se aplican antes de las lluvias que favorecen la contaminación.

En la bibliografía se indica que el azufre mojable es eficaz, si los tratamientos se realizan según las indicaciones anteriores. Este producto puede ser interesante en el caso de que el viñedo se cultive bajo las directrices de la Producción Ecológica.

En las parcelas donde la enfermedad está presente es necesario repetir estos tratamientos durante 2 ó 3 años sucesivos, para reducir las posibles reinfecciones que pueden producirse a partir de pulgares afectados.

MOMENTOS ADECUADOS PARA EFECTUAR LOS TRATAMIENTOS

1er Tratamiento

Estado Fenológico D Hojas incipientes

Estado fenológicos D: hojas incipientes

2º Tratamiento

Estado Fenológico E Hojas extendidas

Estado fenológico E: hojas extendidas

NOTA:

Fotografías portada e introducción, fotografías 1, 2, 3, 4, 6, 7 ,8, 9 y 10, de Santiago Cepeda. Fotografía 5, figura 1 y fotografías de «estados fenológicos», del libro «Los Parásitos de la Vid».

Fuente Junta de Castilla y Leon

Estados fenológicos de la vid

Estado fenológico A: yema de invierno    estado fenológico B1: Lloro    Estado fenológico B2: yema hinchada    Estado fenológico C: punta verde    Estado fenológico D: hojas incipientes

Estado fenológico E: hojas extendidas    Estado fenológico F: racimos visibles    Estado fenológico G: racimos separados    Estado fenológico H: botones florales separados    Estado fenológico I1: inicio floración

Estado fenológico I2: plena floración    Estado fenológico J: cuajado    Estado fenológico K: grano tamaño guisante    Estado fenológico L: cerramiento del racimo    Estado fenológico M1: inicio de envero

Estado fenológico M2: pleno envero    Estado fenológico N: maduración    Estado fenológico O1: inicio de caída de hojas    Estado fenológico O2: plena caída de hojas

Abonado de la viña o viñedo

Abonado de la viña o viñedo

Necesidades nutricionales de la viña

Papel de los elementos nutritivos

Además del C, H y O que representan casi el 95% de la materia seca, se consideran elementos esenciales para la vid el N, P, K, Ca, Mg y S entre los macroelementos, y Mo, Cu, Mn, B, Zn, Fe y Cl dentro de los oligoelementos. Independientemente del papel general que juegan los diferentes elementos, citaremos algunos aspectos relacionados con la vid.

El nitrógeno mejora el crecimiento y la capacidad productiva de la cepa, favoreciendo el desborre, la tasa de cuajado y el proceso de inducción floral.

El fósforo participa en los sistemas de almacenamiento y transferencia de energía y azúcares. Es considerado como factor de crecimiento de brotes y raíces. Una buena alimentación de P puede frenar la absorción excesiva de N, mejorando la resistencia a las enfermedades y a la sequía.

El potasio, elemento de gran movilidad, desarrolla un papel destacado en la síntesis, traslocación y acumulación de azúcares en las bayas y partes vivaces. Interviene en la neutralización de los ácidos orgánicos, jugando un importante protagonismo en la acidez y el pH del mosto y del vino. Participa en la economía del agua, favoreciendo su absorción por las raíces y controlando los mecanismos de apertura y cierre de estomas.

El calcio participa en la activación de enzimas del metabolismo de glúcidos y proteínas, y
mantiene el equilibrio ácido-base.

El magnesio favorece el transporte y acumulación de azúcares. Junto a K y Ca, contribuye al mantenimiento del balance iónico celular y a la neutralización de los ácidos orgánicos de la uva y del mosto.

El manganeso influye positivamente en la fertilidad de las yemas, en la tasa de cuajado y en la síntesis de clorofila. En ciertas regiones vitícolas, se asocia al bouquet del vino.

El boro favorece los fenómenos de fecundación y de cuajado, e interviene en el transporte de azúcares.

El zinc muestra un efecto positivo en el cuajado, la maduración y el agostamiento.

Exportaciones y ritmo de absorción

Desde un punto de vista nutricional, la vid se caracteriza por un ritmo regular de absorción de elementos minerales a lo largo del ciclo, ausencia de períodos críticos y por unas necesidades relativamente moderadas de elementos. Para centrar las necesidades de la vid, la tabla 26.2

refleja las exportaciones medias de los principales macroelementos (kg/ha), expresadas como composición mineral de los órganos renovables de la planta, es decir, de hojas, racimos y sarmientos. Las exportaciones consideradas pueden verse incrementadas en un 10-15% en concepto del material vegetal exportado no presente en el momento de vendimia (despunte, desniete, deshojado, etc.) y de los elementos que participan de las reservas de troncos y raíces. La absorción mineral de la vid abarca fundamentalmente el período comprendido entre la brotación y el envero. Prácticamente el 100% de N y K, y más del 90% de P, han sido absorbidos en el envero. Las necesidades más importantes surgen de forma escalonada durante el período de crecimiento activo, coincidiendo con el desarrollo de la baya en su Fase I, y en el caso del K durante la maduración, cuando los racimos y bayas se convierten en los principales sumideros. La redistribución de las reservas acumuladas en las partes vivaces, aunque no llega a compensar las necesidades de la planta, juega un papel muy importante en el balance nutricional, sobre todo en dos fases del ciclo anual: el inicio de crecimiento, especialmente para N, y durante el desarrollo de la
baya, sobre todo a lo largo de la Fase III, maduración.

Desequilibrios nutricionales en viña

Entre los desequilibrios nutricionales más relevantes en el viñedo, destacaremos:

Exceso de nitrógeno

En el marco de una viticultura de calidad, el exceso de N se ha convertido en uno de sus mayores inconvenientes. La consecuencia principal del exceso de nitrógeno es el aumento del vigor. Tal circunstancia supone una mejora de la fertilidad de las yemas y un aumento del peso de la baya y del racimo, lo que unido a la tentación de aumentar la carga en la poda como consecuencia del incremento del vigor, elevan considerablemente los rendimientos. Por otro lado, conduce a un deterioro del microclima de hojas y racimos, y a la estimulación del crecimiento vegetativo, dificultando así los procesos de agostamiento y maduración de la uva, con consecuencias negativas en la calidad.

La asociación de un mal microclima y el aumento del peso y la compacidad de racimos, potencian el desarrollo de la podredumbre del racimo (Botritis) y dificulta su tratamiento. Asimismo, como efectos negativos que se derivan del exceso de nitrógeno, también podemos citar: el corrimiento en variedades sensibles a este accidente, la clorosis, el aumento del riesgo de carencia de potasio y de las necesidades de agua, la presencia en el vino de un mayor contenido de compuestos no deseables para la salud (carbamato de etilo, aminas biógenas, etc.), y la alteración de las cualidades organolépticas de los vinos.

Alimentación potásica elevada

En los últimos años, los enólogos han mostrado su preocupación por la disminución de la acidez y el aumento del pH en los vinos. Entre los argumentos que se esgrimen para justificar este problema, se cita la intensificación de la nutrición de potasio. La insuficiente acidez conduce a vinos “planos”, sensibles a oxidaciones y precipitaciones, con escasa valoración organoléptica, obligando a desarrollar una importante enología correctiva. Los aportes generosos de este elemento en el abonado de la viña han contribuido, sin duda, a agravar el problema.

Sin embargo, sería  insuficiente justificación si no se tuvieran en cuenta otros factores culturales que, relacionados con la mayor o menor absorción de potasio, tienen una clara incidencia en la acidez: fertilidad del suelo, utilización del riego, capacidad selectiva de absorción de potasio de los diferentes portainjertos, diferente aptitud de las variedades para acumular y traslocar potasio, altas densidades de plantación o técnicas de mantenimiento de suelo que facilitan la instalación superficial del sistema radicular (aplicación de herbicidas).

Deficiencia de magnesio.

Como circunstancias que favorecen una insuficiente alimentación de Mg se pueden con siderar su falta de restitución por la disminución del aporte de materia orgánica, la ausencia de este elemento en los planes de abonado, y todas aquellas situaciones que favorezcan la alimentación excesiva de potasio, con el que mantiene un evidente antagonismo: inadecuada elección de variedades y portainjertos, fertilización abundante de potasio, y buena disponibilidad de agua (riego y/o precipitaciones).

La carencia de magnesio entraña una disminución del rendimiento y de la síntesis de azúcares, así como riesgos de “desecamiento de raspón”. Este accidente, del cual no se conoce con exactitud las razones que lo provocan, mejora con la aplicación foliar de magnesio durante el envero.

Carencia de oligoelementos.

En nuestro viñedo no es raro detectar deficiencias de Fe, Mn, B e incluso Zn, dada la dependencia de disponibilidad de estos elementos respecto del pH más bien básico de los suelos dedicados al cultivo de la vid. Las toxicidades por microelementos son menos frecuentes y se dan más en suelos de reacción ácida.

RECOMENDACIONES DE ABONADO

En términos generales, la fertilización del viñedo resulta compleja, habida cuenta de la  amplia gama de factores de la producción vitícola (medio, planta y técnicas de cultivo) con incidencia en la nutrición mineral, y la consideración general del viñedo como un cultivo de secano, perenne y leñoso, características que limitan el desarrollo y la respuesta del abonado.

Abonado de plantación

Abonado orgánico

La aplicación de 25 t/ha de un estiércol tradicional, distribuido superficialmente y enterrado mediante labores superficiales, podría ser una referencia a tener en cuenta. Cuando concurren circunstancias tales como niveles elevados de MO, condiciones favorables para su mineralización y aplicación de MO poco estable y de relación C/N baja, que suponen una importante disponibilidad de nitrógeno, es aconsejable suprimir el aporte de MO, o reducir la dosis a niveles de 10 t/ha, con una MO de relación C/N elevada.

Abonado mineral

Una propuesta general para el abonado mineral de fondo puede responder a los siguientes intervalos: 100-400 kg P2O5/ha, 200-600 kg K2O/ha y 50-150 kg MgO/ha. Los niveles más elevados se corresponden con suelos poco fértiles y/o de textura arcillosa.

En el caso concreto del potasio, las cantidades deberán reducirse en suelos ricos en este elemento, sueltos, de reacción ácida y siempre que se prevea una situación favorable para la carencia de magnesio (antagonismo). El nitrógeno no se aconseja en el abonado de plantación, para evitar posibles pérdidas y los efectos negativos que se deducen del exceso de vigor en plantaciones jóvenes (mal agostamiento y desequilibrio entre parte aérea y sistema radicular).

Con respecto a la aplicación de los abonos minerales, si se realiza subsolado como labor preparatoria del terreno, se distribuyen en superficie y se entierran con una labor superficial; si por el contrario se practica una labor de desfonde, los abonos se reparten en superficie y se incorporan en profundidad.

En el caso de que el cultivo anterior fuera viña, y ésta no manifestara síntomas de desequilibrios nutricionales y hubiera sido objeto habitualmente de un aporte regular de abonos orgánicos y minerales, se podría prescindir de la fertilización de fondo.

Aunque la mayor parte de los suelos dedicados al cultivo de la vid presentan valores de pH más bien alcalinos, en ocasiones se requieren enmiendas de tipo mineral (“encalado”) para la corrección del bajo pH que caracteriza a los suelos ácidos (pH<6). Para ello, se pueden realizar aportes entre 2.000 kg CaO/ha en suelos arenosos y 6.000 kg CaO/ha en suelos muy arcillosos. En el caso de suelos “sódicos”, aportes de MO, azufre y yeso pueden ser aconsejables.

Abonado de mantenimiento

A la hora de estimar la dosis de abonado, es importante tener en cuenta el objetivo de la explotación vitícola (calidad versus cantidad), el balance nutricional, los factores con incidencia en la nutrición, así como los métodos que nos permiten valorar el nivel de nutrición. El análisis y el diagnóstico foliar han tomado protagonismo a la hora de detectar desequilibrios nutricionales y racionalizar la fertilización.

Nuestra propuesta metodológica pasa por la toma de muestras durante el envero, recogiendo hojas opuestas al segundo racimo y analizando limbos y/o pecíolos, según el fin que se persiga. Desde nuestras experiencias en la variedad Tempranillo, la tabla 26.3 nos acerca a los valores medios de macroelementos (% sms)  y oligoelementos (ppm) en limbo y pecíolo durante el envero.

Abonado orgánico

En términos generales, la aportación de 10 t/ha de un estiércol clásico, satisface las  necesidades y las pérdidas de MO anuales, que se estiman entre 300 y 1.200 kg/ha, según las condiciones naturales y de cultivo. La incorporación de sarmientos puede llegar a compensar cerca del 40% de la pérdida anual de materia orgánica, aportando en nuestras condiciones de cultivo un valor fertilizante medio por hectárea de: 7 kg N, 2 kg P2O5, 8 kg K2O, 9 kg CaO y 2 kg MgO.

No deja de ser frecuente diferir en el tiempo y en el espacio los aportes de MO, utilizando enmiendas orgánicas de estabilidad media-alta, aplicadas  preferentemente en superficie, con suficiente antelación y enterradas mediante labores superficiales. Aparte de la utilización de estiércoles tradicionales, se puede optar por una amplia gama de especialidades comerciales con base muy diversa, sin olvidar otras fuentes de materia orgánica como lo son las cortezas, la paja, los restos vegetales y los subproductos de la vid, utilizando sarmientos y orujos, bien sea incorporados directamente o compostados previamente.

El compost urbano y los lodos de depuradora, no encuentran suficiente acomodo en el cultivo de la vid. Correctores biológicos y ácidos húmicos y fúlvicos completan este apartado, contribuyendo a mejorar la actividad biológica del suelo y la absorción de nutrientes.

Abonado con nitrógeno

Es quizás el elemento más cuestionado en los planes de fertilización del viñedo. Por una parte, los efectos negativos que se derivan de una alimentación nitrogenada generosa han conducido en algunas ocasiones a su reducción e incluso eliminación en viñedos de calidad, a excepción hecha de la observación de un vigor insuficiente de las plantas o de problemas de fermentación por bajos contenidos de nitrógeno en mosto.

Por otro lado, cuando los niveles de MO y las condiciones para su mineralización son adecuados, se dan circunstancias favorables para compensar los requerimientos de la viña con aportes moderados de nitrógeno.

En términos generales, la estimación de la cantidad de nitrógenoa aportar se basaría en la consideración del vigor actual y del deseado, que resulta en la práctica el mejor método de valoración de la fertilización nitrogenada, del rendimiento, de la pluviometría y del tipo de suelo, circunstancias éstas últimas que condicionan en gran medida la mayor o menor cantidad de nitrógenoen forma NO-3 con la que se puede contar y/o lavar.

En condiciones medias, las aportaciones de nitrógeno se situarían entre 30- 40 kg/ha. En viñedos de elevados rendimientos  o en aquellos dedicados a la producción de uva de mesa, cabría multiplicar casi por dos el intervalo superior.

Con respecto a la aplicación de nitrógeno, elemento móvil y fácilmente lavado, resultaría una práctica adecuada realizar su aportación en solitario durante el periodo de primaveraverano (desborre-postcuajado), de forma fraccionada y superficialmente, utilizando en cada caso aquellos abonos nitrogenados más adecuados en función de sus características y fecha de aplicación.

Si el viticultor opta por la utilización conjunta de nitrógeno, fósforo y potasio, bien sea como mezcla de abonos simples o con abonos complejos, la aplicación debe retrasarse lo  más posible dentro del invierno.

Abonado con fósforo

Las moderadas necesidades que la vid tiene de fósforo, han hecho que su aporte se centre casi exclusivamente en sus exportaciones. En este sentido, podemos hablar de unos aportes
de 20-30 kg P2O5/ha, si bien será necesario considerar las frecuentes inmovilizaciones de este elemento en el suelo y los bajos coeficientes de utilización de abonos que aporta este  elemento, por lo que estas recomendaciones podrían ser incrementadas en porcentajes en torno al 25%, procurando adaptarse en la mejor medida posible a las formulaciones comerciales presentes en el mercado.

Además de la presencia de fósforo en diferentes abonos complejos y órgano-minerales, los abonos fosfatados simples más utilizados son los superfosfatos. Considerando la poca movilidad del fósforo y su baja solubilidad, conviene que la aplicación de abonos que incorporan fósforo se realice de forma temprana y localizada.

Abonado con potasio y magnesio

Teniendo en cuenta el marcado antagonismo entre potasio y magnesio, es aconsejable plantear simultáneamente el abonado de estos dos elementos. El diagnóstico peciolar a través de la relación K/Mg (2-8) y la consideración en el suelo de las relaciones K/CIC (2-4%) y K/Mg (0,3), se han convertido en herramientas útiles para dirigir su fertilización.

Como pauta general, podíamos hablar de un aporte de potasio equivalente a 60-100 kg  K2O/ha, según tipo de suelo (lavado; retrogradación), volumen de cosecha o riesgo de provocar deficiencias de magnesio.

En uva de mesa, estas cantidades pueden llegar a duplicarse. Por su parte, las referencias para el magnesio se situarían en los 15-30 kg MgO/ha, guardando aproximadamente una relación K:Mg de 3:1 para evitar desequilibrios entre ambos elementos.

La aplicación de potasio y magnesio responde criterios considerados para el fósforo. En el caso del potasio, los abonos simples más utilizados son cloruro potásico y sulfato potásico. Este último abono se recomienda en suelos salinos, poco profundos y sueltos, y en aportes masivos, tardíos y localizados.

El abono con magnesio más extendido es el sulfato magnésico. Tanto para un elemento como para otro, existen abonos complejos y una amplia gama de abonos que los contienen en su formulación y composición.

Microelementos

Los aportes al suelo de microelementos son escasos y se reducen casi exclusivamente a la aplicación de hierro en forma de quelatos. La aplicación foliar de sales solubles de dichos micronutrientes, es la opción más habitual para compensar su consumo o enmendar posibles desequilibrios. A modo de referencia, y teniendo en cuenta las consideraciones realizadas a lo largo de la exposición anterior, la tabla 26.4 recoge recomendaciones medias de abonado de mantenimiento en viñedo, en función al rendimiento.

Fertirrigación

Hasta fechas recientes, la condición de secano que ha caracterizado al viñedo español y las limitaciones legales sobre la utilización del riego, han limitado el uso de la fertirrigación. De cara al futuro, la fertirrigación alcanzará un importante protagonismo en el cultivo de la vid.
Basta con considerar las más de 300.000 ha de viñedo en regadío, actualmente existentes.

Enrique García-Escudero Domínguez
Doctor Ingeniero Agrónomo
Jefe del Servicio de Investigación y Desarrollo
Tecnológico Agroalimentario de la Rioja

Estados fenologicos de la Vid

Estados fenologicos de la Vid

Introducción:
La escala extendida BBCH es un sistema para una codificación uniforme de identificación fenológica de estadios de crecimiento para todas las especies de plantas mono – y dicotiledóneas.

Es el resultado de un grupo de trabajo conformado por el Centro Federal de Investigaciones Biológicas para Agricultura y Silvicultura (BBA) de la República Federal Alemana, el Instituto Federal de Variedades (BSA) de la República Federal de Alemania, la
Asociación Alemana de Agroquímicos (IVA) y el Instituto para Horticultura y Floricultura en Grossbeeren/ Erfurt, Alemania (IGZ).

El código decimal, se divide principalmente entre los estadios de crecimiento principales y secundarios y está basado en el bien conocido código desarrollado por ZADOKS et al. (1974) con la intención de darle un mayor uso a las claves fenológicas.

Estados fenologicos de la vid

Fuente Consejería de agricultura Sección de Protección de Cultivos

La Sección de Protección de Cultivos presta un servicio de vigilancia, prevención y lucha contra los agentes nocivos que pueden afectar a los cultivos agrícolas más importantes de La Rioja.

Estados fenológicos de la vid

Estado fenológico A: yema de invierno    estado fenológico B1: Lloro    Estado fenológico B2: yema hinchada    Estado fenológico C: punta verde    Estado fenológico D: hojas incipientes

Estado fenológico E: hojas extendidas    Estado fenológico F: racimos visibles    Estado fenológico G: racimos separados    Estado fenológico H: botones florales separados    Estado fenológico I1: inicio floración

Estado fenológico I2: plena floración    Estado fenológico J: cuajado    Estado fenológico K: grano tamaño guisante    Estado fenológico L: cerramiento del racimo    Estado fenológico M1: inicio de envero

Estado fenológico M2: pleno envero    Estado fenológico N: maduración    Estado fenológico O1: inicio de caída de hojas    Estado fenológico O2: plena caída de hojas

estado fenológico A: yema de invierno

Estado fenológico A: yema de invierno.

Estado fenológico B1: Lloro

Estado fenológico B1: lloro.

Estado fenológico B2: Yema hinchada

Estado fenológico B2: yema hinchada.

Estado fenológico C: punta verde

Estado fenológico C: punta verde.

Estado fenológicos D: hojas incipientes

Estado fenológico D: hojas incipientes.

Estado fenológico E: hojas extendidas

Estado fenológico E: hojas extendidas.

Estado fenológico F: racimos visibles

Estado fenológico F: racimos visibles.

Estado fenológico G: racimos separados

Estado fenológico G: racimos separados.

Estado fenológico H: botones florales separados

Estado fenológico H: botones florales separados.

Estado fenológico I1: inicio de floración

Estado fenológico I1: inicio de floración (5% de las flores abiertas).

Estado fenológico I2: plena floración

Estado fenológico I2: plena floración.

Estado fenológico J: cuajado

Estado fenológico J: cuajado.

Estado fenológico K: grano tamaño guisante

Estado fenológico K: grano tamaño guisante.

Estado fenológico L: cerramiento del racimo

Estado fenológico L: cerramiento del racimo.

Estado fenológico M1: inicio envero

Estado fenológico M1: inicio del envero (5% de los granos enverados).

Estado fenológico M2: pleno envero

Estado fenológico M2: pleno envero.

Estado fenológico N: maduración

Estado fenológico N: maduración.

Estado fenológico O1: inicio de caída de hojas

Estado fenológico O1: inicio de caída de hojas (5% de las hojas caídas).

Estado fenológico O2: plena caída de hojas

Estado fenológico O2: plena caída de hojas.

Hongos en vid Stereum hirsutum Eutypa lata yesca o eutipiosis

Hongos en vid Stereum hirsutum Eutypa lata yesca o eutipiosis

En los últimos años se están observando en los viñedos valencianos cepas atacadas con síntomas muy parecidos a los que se les atribuía a las afectadas de “Yesca” (Stereum hirsutum y Phellinus igniarius) y/o “Eutipiosis” (Eutypa lata).
En los análisis de estas cepas realizados en laboratorio se aíslan otros hongos, principalmente: Fomitiporia punctata, Botryosphaeria obtusa, Phaemoniella chlamidospora, Cylindrocarpon sp, Phaeoacremonium aleophilum, además de Stereum hirsutum, Phellinus igniarius y Eutypa lata.


Por tal motivo, a partir de ahora hablaremos de “Enfermedades fúngicas de la madera en vid”.
Esta problemática también se está observando en plantaciones jóvenes (1-5 años), y se trata de un problema complejo, ya que además de estar implicados algunos de los hongos mencionados, se unen otros factores de tipo fisiológico o cultural (mala elección del patrón,
plantación en terrenos inadecuados, intensificación del cultivo, conducción defectuosa del cultivo, y en general, situaciones de stres para la planta).
La sintomatología que se observa en estos casos es muy variada, desde el primer año de plantación:

  • – Retraso en el desarrollo de la planta y escaso vigor.
  • – Brotaciones raquíticas, con hojas pequeñas.
  • – Agostamiento prematuro.
  • – Distribución irregular de las raíces en el callo basal, que suelen ser escasas.
  • – Seca de algunos sarmientos, e incluso de toda la planta.

Los síntomas internos, observados al abrir una planta, van desde oscurecimientos en la parte basal del portainjertos, hasta anillos de coloración oscura alrededor de la médula, que con el tiempo suelen emitir una exudación gomosa, pasando por podredumbres negras en
la base del portainjertos.
Estrategia de lucha:
Contra las enfermedades fúngicas de madera en vid no hay ningún método verdaderamente curativo, aunque hay registrados algunos productos químicos cuya acción es eminentemente de carácter preventivo.
En la actualidad, todas las recomendaciones que se pueden hacer son “medidas preventivas” como:

  • – En plantaciones adultas con problemas en cepas aisladas, marcar en verano las cepas con síntomas para su arranque o poda en invierno. En el caso de cepas parcialmente afectadas (1 o 2 brazos), se recomienda eliminar mediante la poda la parte afectada.
  • – Retrasar todo lo que se pueda la poda, realizándola en tiempo seco.
  • – En el caso de realizar cortes de poda grandes, deberían ser lo más verticales posibles y recubrirlos con un mástic protector.
  • – Las cepas arrancadas, así como los brazos afectados y cortados se deben quemar. No se deben quedar sobre el suelo, ni triturados ni enterrados, excepto en el único caso que previamente hayan sido compostados.
  • – Desinfectar las herramientas de poda.
  • – En nuevas plantaciones utilizar material sano, de un grosor adecuado y con un callo basal uniformemente cicatrizado.
  • – En los primeros años de la plantación no abusar de la fertilización nitrogenada. No intensificar excesivamente el cultivo de la vid (manejo inadecuado del riego, forzado para la entrada prematura en producción, etc.)

La yesca de la vid (Vitis vinifera L.) puede ser tan antigua como el propio cultivo. Sintomatologías que recuerdan esta enfermedad se encuentran en varios trabajos de la antigua Grecia y Roma. España – uno de los países con más superficie de viñedos (1100000 Ha.) – confirma la presencia de yesca en 1898, cuando un Ingeniero Agrónomo envía muestras de madera con caries a VIALA procedentes de viñedos de la provincia de Valencia. Actualmente la difusión de la yesca en nuestro país alcanza todas las áreas vitícolas con daños apreciables. En el área mediterránea, principalmente en la Comunidad Valenciana con una superficie de viñedos de 86200 Ha. y un gran cuidado en las prácticas culturales, esta enfermedad de la madera es muy preocupante por el número de vides afectadas en las dos últimas décadas. Las condiciones climáticas agresivas (pluviometrías menores de 300 lt/m2,  baja humedad relativa durante largos períodos del año, acusadas alteraciones de calor y frió)  y las prácticas culturales (sin riego en la mayoría de los viñedos, severas podas y frecuentes abonados con nitrógeno) existentes en esta área española, claramente actúan juntas como persistentes factores de predisposición  en la relación hospedante-patógeno que hacen posible variaciones en la actividad de los diversos hongos que participan  en el desarrollo de la yesca. Ello nos obliga a reconsiderar la patología de esta enfermedad y a estudiar con profundidad la etiología compleja de la yesca en la referida área geográfica.

OBJETIVOS DE INVESTIGACION DEL IVIA

El objetivo general de este proyecto es el estudio de los hongos (taxonomía y patogenicidad) causantes de la yesca – una crónica e importante enfermedad del viñedo- en las condiciones climáticas mediterráneas así como la posibilidad de un control integrado.

Los objetivos específicos son:

    1º .- Evaluación de la yesca en las diversas áreas vitícolas de la Comunidad Valenciana.
En viñedos previamente elegidos por su edad, situación geográfica y variedad, se realizarán estudios minuciosos de los diferentes síntomas manifestados por la yesca. Idéntico en vivero (portainjertos) y en viñas recién plantadas.

    2º .- Aislamiento, cultivos puros e identificación de los hongos.
En vides con síntomas de yesca, aislamiento de los diversos hongos a partir del micelio de la madera y de los cuerpos fructíferos (en este caso para los basidiomicetos exclusivamente. Identificación morfológica y en determinados casos, por RFLP (restriction fragment length polymorphism). Mantenimiento en colección de los hongos aislados y purificados.

3º .- Capacidad patógena de los hongos aislados.
En el laboratorio: pruebas para conocer la viabilidad de los hongos en causar la podredumbre de la madera de la vid. En el invernadero: producción de síntomas internos en sarmientos de las diferentes variedades. En el campo: plantación de vides jóvenes injertadas con las diferentes variedades en las proximidades de cepas adultas enfermas de yesca para estudiar la presencia en el tiempo de los hongos causantes de la enfermedad (contaminación y colonización).

4º .- Control
Control químico en el laboratorio (confrontación directa hongo-producto químico en la placa petri) y en el campo usando fungicidas de amplio espectro. Control biológico con antagonistas. Mejora de los métodos culturales tradicionales, como: empleo de plantas sanas, prácticas culturales adecuadas, podas razonables, etc.

RESULTADOS RESUMIDOS DE LA INVESTIGACIÓN REALIZADA

Prospecciones
Los estudios se realizaron durante el periodo abril-noviembre de 2002, coincidiendo con el ciclo vegetativo de las cepas, en diversos viñedos distribuidos todos ellos en las zonas vitícolas de mayos importancia de la Comunidad Valenciana (provincias de Valencia y Alicante) (Fig. 1).

Las muestras se obtuvieron de vides adultas (más de 20 años de edad) con el síndrome característico de la yesca y, también, de cepas sin claros síntomas. Varias muestras también fueron obtenidas de cepas jóvenes (1 a 4 años de edad) con madera afectada y síntomas de decaimiento.

Material vegetal analizado

  Se muestrearon cinco cultivares para vino: Garnacha, Bobal, Monastrell, Tempranillo y Merseguera, y tres para mesa: Moscatel, Italia y Alfonso Lavalle. Las muestras se componían de sarmientos, brazos y troncos de vides de estos cultivares con diferentes síntomas de enfermedad, especialmente en las hojas (Fig. 2). El número de muestras en este primer año fue de 32 (27 procedentes de vides adultas y 5 de vides jóvenes). En el laboratorio este material se procesó y se analizó cuidadosamente: síntomas externos e internos y aislamiento de hongos de tejidos afectados y no afectados, etc.

Condiciones climáticas
Durante el año 2002 la temperatura (T), lluvia (R) y humedad relativa (RH) en las zonas vitícolas de la Comunidad Valenciana han sido:

      . áreas del interior: Tªmax 36.5ºC; Tªmin – 4.5ºC; R: 250.41 mm; HRmedia 27-58%
. áreas de la costa: Tªmax 30.5 ºC; Tªmin 4.7ºC; R: 254.02 mm; HRmedia 47-75%

Hongos aislados
En la tabla 1 se indican las especies fúngicas que se han aislado y su frecuencia así como los síntomas asociados y los órganos en los cuales han sido encontrados.

Tabla 1.- Hongos causantes de la pudrición de la madera de la vid aislados de 32 muestras durante el período abril-noviembre 2002 en la Comunidad Valenciana.

Hongos
Frecuencia  (%) Órgano del que se ha aislado
Síntomas
Phaeomoniella chlamydospora
24.7 Sarmiento, brazo, tronco Decoloración vascular, tejido necrótico
Phaeoacremonium aleophilum
11.2 Sarmiento, brazo, tronco Decoloración vascular, tejido necrótico
Acremonium sp. 4.7 Sarmiento, brazo Decoloración vascular
Phomopsis viticola 8.2 Sarmiento, brazo Corteza fisurada, tejido necrótico
Diplodia mutila

(Tel. Botryospheria obtusa)58.3Sarmiento, brazo, troncoDecoloración vascular, tejido necróticoStereum hirsutum37.6Brazo, troncoTejido esponjoso en la parte centralSeimatosporim lichenicola1.7SarmientoCorteza blanqueadaCytospora sp.2.3Sarmiento, brazoDecoloración vascular, tejido necróticoPhoma eupyrena3.8Sarmiento, brazo, troncoDecoloración vascular, tejido esponjoso y necrótico

    Estos hongos han sido aislados únicamente de vides adultas. En las vides jóvenes no se aisló ningún hongo de madera. D. mutila (Tel. B. obtusa) y S. hirsutum se han aislado regularmente en la mayoría de las muestras (Fig. 3 y 4). P. chlamydosporaP. aleophilum, si bién en menor proporción, también se han aislado con relativa facilidad así como P. viticola, hongo causante de la “excoriosis”. P. eupyrena se ha aislado de vides enfermas en estado avanzado (tejido esponjoso) y posiblemente tiene una muy pequeña capacidad patógena. Es la primera mención de este hongo en España.

Otros estudios
Se han acometido diversas investigaciones con los hongos aislados relacionados con los medios de cultivo (Fig. 5), temperatura óptima de crecimiento y formación in vitro de los carpóforos  (para los basidiomicetos).

Control biológico
Se ha iniciado el control de P. chlamydospora empleando varios aislados de Chaetomium sp., tanto in vitro como in vivo (Fig. 6). En este último caso utilizando como soporte trozos de sarmientos jóvenes. El hongo Chaetomium puede ser un interesante antagonista de P. chlamydospora en las heridas de poda o de injerto.

PLAN DE INVESTIGACIÓN RESUMIDO PARA EL AÑO 2003

Durante este año la investigación de la yesca será dirigida a:

1.- Prospecciones en viñedos afectados y en viveros. Aislamiento de los hongos causantes de la podredumbre de la madera.
2.- Esclarecer en el invernadero la actividad patógena (reproduciendo los síntomas de la pudrición de la madera) de estos hongos (especialmente de los Mitospóricos en los principales cultivares de vino y de mesa).
3.- Implantación de varías parcelas formadas por vides jóvenes sanas de los principales cultivares y portainjertos que serán situadas dentro de viñedos afectados de yesca para estudiar la transmisión y el proceso de infección de estos hongos e iniciar las posibilidades del control de esta enfermedad empleando métodos culturales y químicos.
4.- Continuar con el control biológico en laboratorio, invernadero y campo.

Moncada, Valencia, España. Enero 2003
(Página elaborada por J.J. Tuset y R. Hinarejos) 

Otras fuentes

Yesca y Eutipiosis de la vid.

Yesca y Eutipiosis de la vid

Los síntomas que manifiestan las cepas atacadas son muy parecidas a los síntomas de Yesca (Stereum hirsutum y Phellinus igniarius) y/o Eutipiosis (Eutypa lata). Sin embargo en los análisis realizados en laboratorio se aíslan otros hongos, tales como, Fomitiporia punctata, Botryosphaeria obtusa, Phaemoniella chlamidospora y Cylindrocarpon sp.

Yesca y Eutipiosis de la vid

Por ello, a partir de ahora, hablamos de “Enfermedades fúngicas de la madera en vid”, ya que, es en realidad un complejo de hongos el causante de estos síntomas e incluso la muerte de las cepas afectadas.

El problema puede producirse también en plantas jóvenes (1-5 años) y es complejo, pues además de estar implicados diversos hongos, se unen otros factores de tipo fisiológico o cultural como una mala elección del patrón, plantación en terrenos inadecuados, conducción defectuosa del cultivo, intensificación del cultivo de la vid, y en general situaciones de “stres” para la planta. En estos casos las plantas presentan, desde el primer año de plantación, retraso en el desarrollo y escaso vigor, con brotaciones raquíticas, hojas pequeñas y con frecuencia suelen mostrar un agostamiento prematuro. En algunos casos, en plantas de mayor edad (3-5 años) se puede observar la seca de algún sarmiento joven e incluso de toda la planta. Esta seca suele ir asociada a podredumbres en la zona del injerto o a necrosis internas de color pardo oscuro.

Ocasionalmente, tras la seca de los sarmientos, la planta puede rebrotar a partir del tejido sano que hay por debajo de la zona afectada.

Las plantaciones con desarrollo raquítico suelen mostrar oscurecimiento en la parte basal del portainjerto, o un anillo más o menos nítido de coloración oscura alrededor de la médula que con el tiempo suele emitir una exudación gomosa de color ámbar negruzco. Este anillo se observa más claramente en la zona basal del injerto. A esta sintomatología se la  denomina “enfermedad de Petri”.

Yesca y Eutipiosis de la vid

Contra las enfermedades fúngicas de madera en vid, no hay método verdaderamente curativos, aunque hay registrados algunos productos químicos cuya acción es de carácter preventivo.

Medidas preventivas
Las medidas preventivas a tener muy en cuenta, son similares a las preconizadas para Yesca y Eutipiosis, es decir:

  • a) Marcar en verano las cepas que presenten síntomas, para su arranque o poda en invierno.
  • b) En el caso de cepas parcialmente afectadas, eliminar mediante poda la parte dañada, desinfectando las tijeras de podar.
  • c) Retrasar todo lo que se pueda la poda y realizarla en tiempo seco.
  • d) Evitar los cortes de poda grandes y si se hacen, deberían ser lo más verticales posible y recubrirlos con un mastic protector.
  • e) Quemar restos de poda de cepas afectadas, así como brazos y cepas muertas, y los restos de arranque de parcelas. No deben quedar sobre el suelo, ni triturados, ni enterrados, excepto en el único caso que previamente hayan sido compostados.
  • f) Desinfección de herramientas de poda entre cepa y cepa con alcohol al 70%, o bien formol, sulfato de cobre, etc.
  • g) En los primeros años de la plantación no abusar de la fertilización nitrogenada ni intensificar excesivamente el cultivo de la vid.
  • h) En nuevas plantaciones utilizar material sano de un grosor adecuado y con un callo basal uniformemente cicatrizado y evitar en lo posible situaciones de estrés o forzado excesivos
  • (manejo inadecuado del riego, forzado para la entrada prematura en producción, etc.)

Lucha química
Productos registrados autorizados, cuya acción es normalmente sólo preventiva:

  • – Cubiet 50%, aplicado en pulverización normal en tratamiento único en los 7-10 días de la poda mojando bien los cortes de poda y el tronco. En invierno en plena parada vegetativa.
  • – Resinas sintéticas 82% + Tebuconazol 2%, aplicado con pincel sobre las heridas o cortes de poda.
  • CADDY 10 PEPITE BAYER CROPSCIENCE, S.L.  18736
  • ATEMI 10 WG SYNGENTA AGRO, S.A. 24900
Uso protegido Formulados
CIPROCONAZOL 10% [WG] P/P

Otras fuentes

Inicialmente se asociaba la muerte de plantas adultas (10-12 años) a presencia de yesca (Stereum hirsutum) y/ o eutipiosis (Eutypa lata). Sin embargo, en los últimos años se observa un incremento de la muerte de cepa jovenesasociado a la enfermedad de petri o pie negro.
Actualmente se considera que las enfermedades de la madera de la vid como un
complejo de hongos patógenos que provocan la alteración interna de la madera de la cepa provocando una reducción del desarrollo vegetativo, retraso en la brotación,
disminución del vigor y, sobretodo un decaimiento generalde las cepas llegandoa aocasionar la muesrte de las mismas.
Las medidas culturales para su control son:
– Evitar períodos húmedos para realizar la poda
– Podar primero las cepas sanas y dejar para el final aquellas que presentan síntomas.
– Si se realizan grandes cortes, realizarlos lo mas verticales posibles y protegerlos con productos autorizados.
– Desinfectar las herramientas de poda para evitar la dispersión de la enfermedad
– Arrancar y eliminar las cepas afectadas y muertas.
– Utilizar material vegetal sano con pasaporte fitosanitario.

Cuadernos de Campo de Produccion Integrada

Cuadernos de Campo de Produccion Integrada.

Este articulo intenta facilitar los enlaces a distintos cuadernos de campo para la gestión de la producción integrada de Cultivos, no de deben confundir con el cuaderno de explotación o cuaderno de campo editado con el ministerio, la gestión integrada de plagas es un escalón mas en la gestión del cultivo, con muchos mas parámetros y consideraciones.

En mi opinión la Producción Integrada es la forma mas inteligente y rentable de llevar la gestión de una explotación agrícola, ya que no solo supone la optimizan de recursos sino que además intenta que el manejo de insumos tenga siempre el enfoque técnico adecuado.

Os recomiendo una lectura de los cuadernos de los que se puede aprender mucho.

Próximamente presentaremos algunos de Cuadernos de Campo de Producción Integrada en formato libro de Excel que facilitará su gestión y manejo.

*(Deberán ser completados con el cuaderno de Campo de Contabilidad)

Calidad Postcosecha en Uva de Mesa

Calidad Postcosecha en Uva de Mesa

Carlos H. Crisosto, Elizabeth J. Mitcham, and Adel A. Kader
Department of Plant Sciences
University of California, Davis, CA 95616

Traducido por Bruno Defilippi
Instituto de Investigaciones Agropecuarias
INIA-La Platina Chile

MADUREZ Y CALIDAD

Indices de Madurez
En California la fecha de cosecha se determina basándose en el contenido de sólidos solubles (CSS), el cual fluctúa entre 14 y 17,5%, dependiendo de la variedad y área de producción. En ciertas circunstancias, como es el caso de variedades de maduración precoz en zonas de producción temprana, se utiliza la relación CSS/acidez titulable (AT) con un valor igual o mayor a 20. Además, para variedades de color rojo y negro, existe un requerimiento mínimo de color.

Indices de Calidad
El mayor nivel de aceptación por parte del consumidor se obtiene con un valor alto del CSS o de la relación CSS/AT. La firmeza de la fruta (baya) es otro factor importante para asegurar la aceptación por parte del consumidor, al igual que la ausencia de defectos como pudriciones, bayas partidas, pardeamiento del escobajo (stem), desgrane, y daño por sol y/o insectos.

TEMPERATURA Y ATMÓSFERA CONTROLADA (AC)

Temperatura Optima
Se recomienda almacenar la fruta entre -1,0 y 0° C (30-32° F).

El punto de congelamiento de las bayas ocurre a temperaturas cercanas a -2,1° C (28,1 °F), pero varía dependiendo del CSS. El congelamiento del escobajo podría ocurrir a -2,0° C (28° F).

Humedad Relativa Optima
La humedad relativa óptima es de 90-95%. Además, durante el almacenamiento se recomienda una velocidad de aire de aproximadamente 20-40 pies-cúbicos/minuto.

Tasas de Respiración (del racimo completo= bayas+escobajo)

Temperatura ml CO2 /kg·hr*
0° C (32° F) 1-2
5° C (41° F) 3-4
10° C (50° F) 5-8
20° C (68° F) 12-15

La tasa respiratoria del escobajo es aproximadamente 15 veces más alta que la de la fruta.
*Para calcular el calor producido, multiplique mL CO2 / kg • h por 440 para obtener BTU/ton/día o por 122 para obtener kcal/ton métrica/día.

Tasa de Producción de Etileno
<0,1 µ l/kg·hr a 20° C (68°F)

Respuesta a Etileno
La uva de mesa no es muy sensible a etileno. Sin embargo, la exposición a una concentración mayor a 10 ppm de etileno puede constituir una causa secundaria de desgrane.

Respuestas a Atmósfera Controlada (AC)
Actualmente el almacenamiento o transporte en AC (2-5% O2 + 1-5% CO2) no se recomienda para uva de mesa, debido a los pocos beneficios observados, y al uso de SO2 para el control de pudriciones en postcosecha.

Efectos de Genotipo y Prácticas Culturales en la Vida Postcosecha
La vida útil varía entre los cultivares de uva de mesa producidos en California, y es afectada significativamente por el manejo de temperaturas y la susceptibilidad a pudriciones.

DESÓRDENES

Desórdenes Fisiológicos
Desgrane (shatter). (desprendimiento de la baya desde el pedicelo). En general, la severidad de este desorden aumenta con el nivel de madurez de la fruta. Mientras más tiempo permanezca el racimo en la planta, mayor es la susceptibilidad a desgrane. El desgrane varía considerablemente de una temporada a otra y entre cultivares. En general, bayas de cultivares sin semilla están menos adheridas al pedicelo que bayas de cultivares con semillas. Adicionalmente, la aplicación de giberelinas durante cuaja (fruit set) debilita la adhesión de la fruta al pedicelo. El desgrane es causado principalmente por el mal manejo de la fruta durante la cosecha y el embalado en el campo. Sin embargo, el desgrane de las bayas también ocurre durante el manejo realizado entre el embalaje y la venta final de la fruta. La incidencia de desgrane puede ser reducida regulando la profundidad de embalado en la caja y la densidad de fruta embalada (pulgadas cúbicas por libra), embolsando los racimos individualmente, manejando cuidadosamente la fruta y manteniendo la temperatura y humedad relativa recomendada.

Baya o grano acuoso. Grano acuoso (waterberry) está asociado al nivel de madurez de la fruta y a menudo comienza inmediatamente después de pinta (veraison). Los primeros síntomas son el desarrollo de pequeñas manchas oscuras (1-2 mm) en el pedicelo u otras partes del escobajo. Posteriormente, estas manchas pasan a ser necróticas, ligeramente hundidas, y se expanden afectando nuevas áreas. Las bayas afectadas se caracterizan por presentar una apariencia acuosa, además de ser blandas y sin consistencia al madurar. En California este desorden ha sido asociado con un alto contenido de nitrógeno de la planta, sombreamiento de la canopia, o climas frescos durante pinta y maduración. Debido a lo anterior, se recomienda evitar sobre-fertilización con nitrógeno. Adicionalmente, las aplicaciones foliares de este nutriente deberían evitarse en viñedos susceptibles al problema. La eliminación de las bayas afectadas durante cosecha y embalado es una práctica común, aunque intensa en mano de obra.

Enfermedades
Moho Gris. (Botrytis cinerea) El moho gris es la enfermedad más importante y destructiva de uva de mesa, ya que puede desarrollarse a temperaturas tan bajas como 31° F (-0,5° C), y existe contaminación de una baya a otra. Los síntomas comienzan con una coloración parda de la baya, luego la piel (epidermis) de la fruta se suelta, siguiendo con la aparición de los filamentos de hifa de color blanco, los cuales finalmente producen masas de esporas de color gris. La ocurrencia de heridas en la baya durante el periodo cercano a cosecha son potenciales fuentes de infección. Sin embargo, bajo condiciones de humedad la presencia de heridas no es necesaria para que se produzca la infección.

La infección por Botrytis puede ser reducida mediante diversas prácticas incluyendo: remoción de fruta disecada y contaminada del año anterior, manejo de canopia a través de la eliminación de hojas, aplicación de fungicidas previo a la cosecha, remoción de bayas visiblemente infectadas o dañadas (partidas o con heridas) antes del almacenaje y enfriamiento rápido, además de fumigación con dióxido de sulfuro (100 ppm por 1 hora), o a través del uso de generadores de SO2 de liberación continua.

Yesca y Eutipiosis de la vid

Yesca y Eutipiosis de la vid.

Yesca y Eutipiosis de la vid

Los síntomas que manifiestan las cepas atacadas son muy parecidas a los síntomas de Yesca (Stereum hirsutum y Phellinus igniarius) y/o Eutipiosis (Eutypa lata). Sin embargo en los análisis realizados en laboratorio se aíslan otros hongos, tales como, Fomitiporia punctata, Botryosphaeria obtusa, Phaemoniella chlamidospora y Cylindrocarpon sp.

Yesca y Eutipiosis de la vid

Por ello, a partir de ahora, hablamos de “Enfermedades fúngicas de la madera en vid”, ya que, es en realidad un complejo de hongos el causante de estos síntomas e incluso la muerte de las cepas afectadas.

El problema puede producirse también en plantas jóvenes (1-5 años) y es complejo, pues además de estar implicados diversos hongos, se unen otros factores de tipo fisiológico o cultural como una mala elección del patrón, plantación en terrenos inadecuados, conducción defectuosa del cultivo, intensificación del cultivo de la vid, y en general situaciones de “stres” para la planta. En estos casos las plantas presentan, desde el primer año de plantación, retraso en el desarrollo y escaso vigor, con brotaciones raquíticas, hojas pequeñas y con frecuencia suelen mostrar un agostamiento prematuro. En algunos casos, en plantas de mayor edad (3-5 años) se puede observar la seca de algún sarmiento joven e incluso de toda la planta. Esta seca suele ir asociada a podredumbres en la zona del injerto o a necrosis internas de color pardo oscuro.

Ocasionalmente, tras la seca de los sarmientos, la planta puede rebrotar a partir del tejido sano que hay por debajo de la zona afectada.

Las plantaciones con desarrollo raquítico suelen mostrar oscurecimiento en la parte basal del portainjerto, o un anillo más o menos nítido de coloración oscura alrededor de la médula que con el tiempo suele emitir una exudación gomosa de color ámbar negruzco. Este anillo se observa más claramente en la zona basal del injerto. A esta sintomatología se la  denomina “enfermedad de Petri”.

Yesca y Eutipiosis de la vid

Contra las enfermedades fúngicas de madera en vid, no hay método verdaderamente curativos, aunque hay registrados algunos productos químicos cuya acción es de carácter preventivo.

Medidas preventivas
Las medidas preventivas a tener muy en cuenta, son similares a las preconizadas para Yesca y Eutipiosis, es decir:

  • a) Marcar en verano las cepas que presenten síntomas, para su arranque o poda en invierno.
  • b) En el caso de cepas parcialmente afectadas, eliminar mediante poda la parte dañada, desinfectando las tijeras de podar.
  • c) Retrasar todo lo que se pueda la poda y realizarla en tiempo seco.
  • d) Evitar los cortes de poda grandes y si se hacen, deberían ser lo más verticales posible y recubrirlos con un mastic protector.
  • e) Quemar restos de poda de cepas afectadas, así como brazos y cepas muertas, y los restos de arranque de parcelas. No deben quedar sobre el suelo, ni triturados, ni enterrados, excepto en el único caso que previamente hayan sido compostados.
  • f) Desinfección de herramientas de poda entre cepa y cepa con alcohol al 70%, o bien formol, sulfato de cobre, etc.
  • g) En los primeros años de la plantación no abusar de la fertilización nitrogenada ni intensificar excesivamente el cultivo de la vid.
  • h) En nuevas plantaciones utilizar material sano de un grosor adecuado y con un callo basal uniformemente cicatrizado y evitar en lo posible situaciones de estrés o forzado excesivos
  • (manejo inadecuado del riego, forzado para la entrada prematura en producción, etc.)

Lucha química
Productos registrados autorizados, cuya acción es normalmente sólo preventiva:

  • – Cubiet 50%, aplicado en pulverización normal en tratamiento único en los 7-10 días de la poda mojando bien los cortes de poda y el tronco. En invierno en plena parada vegetativa.
  • – Resinas sintéticas 82% + Tebuconazol 2%, aplicado con pincel sobre las heridas o cortes de poda.
  • CADDY 10 PEPITE BAYER CROPSCIENCE, S.L.  18736
  • ATEMI 10 WG SYNGENTA AGRO, S.A. 24900
Uso protegido Formulados
CIPROCONAZOL 10% [WG] P/P